alguien se atreva en el futuro, de acercarse a Dios por si mismo, o sea, sin un sacerdote.
De esto se trata principalmente en este conflicto: De la posibilidad de una eminente
experiencia divina o la obligacin, de poner a un sacerdote como intermediario. (Los
grandes profetas de Dios, como Jess de Nazaret, ms tarde tambin se opusieron a los
supuestos intermediarios y enseaban a las personas un Dios cercano.) El dios de
la Biblia cement en esta parte el rol de los sacerdotes, y le da al pueblo re spuestas en
forma de nuevas instrucciones de culto, por ejemplo, sacrificar vacas. Lo que
naturalmente debe ser ejecutado por el sacerdote.
Lo que hoy para algunos puede sonar como algo lgico, fue entonces una declaracin
radical de guerra al servicio sacerdotal con sus reivindicaciones desmedidas y
mentirosas, de poder realizar un contacto con Dios. Pero la poblacin se dejo
nuevamente embaucar por la demagogia de sus sacerdotes, en vez de apoyar al pacfico
revolucionario Jess. As lo dejaron como a los otros profetas anteriores, ejemplo,
Jeremas fracasar, negndole finalmente el apoyo y el acompaamiento.
Pero an cuando bajo Jess no se lleg a un vuelco en la sociedad: Su mensaje del
reino de Dios, que se encuentra dentro de cada uno de nosotros, cay entonces en
Israel muchas veces en suelo frtil y es para todas las religiones ms actual que nunca.
Las personas no necesitan a sacerdotes, por que en cada ser humano; en cada
animal; en cada planta; en toda la naturaleza, vive Dios(ver Cristianos libres N 1). Y
ms se acerca uno a l viviendo segn sus mandamientos. Y uno de ellos dice en forma
muy simple: No matars.