FRANK WEBSTER.
INTRODUCCIÓN
En medio de esta opinión dirigente lo que está latente es que ellos son de la
oposición, todos los expertos reconocen que hay algo especial en la “información”.
En una extensa literatura concerniente a la era de información, existe un pequeño
acuerdo entre su mayor característica mas que –mínimamente- “información” ha
logrado una referencia especial en el mundo contemporáneo. La escritura
difundible puede ser propiamente polémica y marcada por aseveraciones y
conclusiones radicalmente diferentes, pero tratándose de saliente y especial
“información” no existe desavenencia.
No se dejará notar que estos pensadores y las teorías con las cuales se
asocian, alineando disciplinas como la Sociología, Filosofía, Economía y
Geografía, se encuentran en el centro de los debates contemporáneos en la
ciencia social. Esto no es, estamos de acuerdo, especialmente sorprendente
dado que los pensadores sociales están comprometidos en tratar de entender y
explicar el mundo en el cual vivimos y que en un importante aspecto de esto es el
cambio en el campo de informacional. Es inconcebible que nadie intentara
explicar el estado del mundo sin poner la debida atención a esa enorme área
que cubre los cambios en los medio de comunicación, la expansión de
tecnologías en comunicación e información, nuevas formas de trabajo e incluso las
variaciones en los sistemas de educación sin embargo, parcialmente porque este
libro comienza en la ciencia social contemporánea, es valioso advertir que algunos
lectores pueden encontrar al menos partes de ellas ligeramente difíciles de seguir.
Incluso para aquellos versados en filosofía Jurgen Habermas es exigente, Daniel
Bell –difusión externa de su trabajo- es un sociólogo, complejo y sofisticado que
requiere un buen trato de esfuerzos para apreciar y pensadores post modernos
son famosamente confusos así que aquellos que estén confundidos no estarán
solos en lo que a esto se refiere.
También es necesario decir que, durante todo este libro hay una opinión
exceptiva e interrogativa del concepto de sociedad de información en sí –uno o
dos expertos se quejaron de que la primera edición de teoría de la sociedad de
información fue tan crítico sobre la idea de una sociedad de información que
parece no va a ver razón de escribir un libro acerca de esto. Yo regreso a ese
punto al capítulo 10 pero el permanecer aquí parece apropiado prestar cerrada la
atención a un término el cual ejerce tal influencia sobre una opinión actual, incluso
si uno encuentra que esto tiene serias imperfecciones. Al mismo tiempo un
problema mayor es que el concepto de sociedad de información trae un conjunto
de suposiciones acerca de lo que tiene y esta cambiando y de suposiciones
acerca de lo que tiene y esta cambiando y como el cambio esta siendo efectuado,
aún así es usado sin problemas por una amplia sección de opinión.
Por una parte están aquellas que concuerdan con la idea de que en
tiempos recientes hemos visto emerger una sociedad de información que esta
marcada por sus diferencias desde sociedades anteriormente existentes. No todos
están completamente felices con el término “sociedad de información”, pero en
cuanto a aquellos afirmen que la era presente es especial y diferente, marcando
un punto decisivo en el desarrollo social, entonces creo que pueden ser descritos
como sus aprobadores.
Por otra parte, hay expertos con que aunque felices de conceder esa
información han desarrollado un significado especial en la era moderna insisten
que la característica central del presente es su conexión con el pasado.
Sin embargo, fuera de y entre estas diferencias es una línea que no debería
ser ignorada, la separación entre estos quienes apoyan la idea de una sociedad
de información y de aquellos que consideran la informatización como la
prolongación de relaciones preestablecidas. Para un sector podemos situar
aquellos que proclaman un nuevo tipo de sociedad que ha emergido de la antigua,
unida a este lado están teoristas del: