Anda di halaman 1dari 3

Teoría y Práctica de la Comunicación II Cátedra Martini - Carrera de Ciencias de la

Comunicación - Facultad de Ciencias Sociales - UBA


Teórico 8, del 4-5-2010

Martini y Pereyra (comps.): La irrupción del delito en la vida cotidiana

Presentación:

Objetivo: recorrer las explicaciones que diferentes actores sociales construyen sobre el
delito organizando un mapa posible de casos y problemas que lo tienen como protagonista.
El crimen ha puesto en circulación una enorme masa de interpretaciones en la comunicación
directa y en la mediatizada.

Los relatos sobre inseguridad que analizamos son parte del sentido común, hablan
de cómo gestionar la incertidumbre. Son interpretaciones ancladas en matrices culturales
cuyos orígenes cruzan los planos de la tradición y la modernidad, la religión y la ley, la
historia y las memorias sociales, cuyos recorridos se organizan durante la constitución del
Estado liberal moderno y el aporte de la primera criminología.
A mediados de los 90 se instaló en la agenda mediática y en la social un relato que
hegemoniza gran parte de los discursos públicos sobre el problema: la vida cotidiana es
insegura por el incremento delictivo y la dificultad del gobierno, por inoperancia o por
complicidad, para combatirlo y lograr el retorno a una “comunidad apacible”, sin delito.
La violencia delictiva ha llegado a afectar la socialidad (internalización de las lógicas
sociales) y la sociabilidad (relaciones interpersonales) pues la cuestión ha sido asociada con
los jóvenes de clase baja (antes eran los inmigrantes “ilegales”). Así, el estereotipo
dominante del delincuente en la prensa es el varón joven pobre (“villero”). Otras categorías
también han sido resignificadas en esta matriz de sentido que es el relato de la inseguridad:
los “vecinos”, que pueden ser quienes se agrupan para el reclamo, la prevención o para la
“defensa” del espacio público (v. Arzeno y Contursi y Tufró, González Ojeda y Sanjurjo). En
este imaginario heterófobo, la cuestión de clase es fundamental pues el otro distinto es visto
como peligroso por naturaleza (racismo de clase). De hecho, el debate por las causas de la
problemática delictual y sobre las estrategias para controlarla reactivó tensiones de clase
presentes en el proyecto sarmientino (v. Baigorria y Swarinsky) y en la legislación de
comienzos del siglo XX que impulsó la criminalización y expulsión de los anarquistas (v.
Costanzo).
Organizaciones vecinales y de familiares de víctimas de distintos tipos de violencia,
así como centros de estudios y asistencia legal y agrupamientos políticos fueron llenando
espacios abandonados por un Estado desentendido de estas y otras consecuencias de las
políticas neoliberales. Algunas de estas organizaciones ponen el acento en la corrupción y en
la negligencia de las agencias policiales y judiciales, otras pugnan por mayores medidas de
prevención y sentencias más duras para los criminales, otras, más preocupadas por los
derechos humanos, denuncian la violencia institucional (v. Arzeno y Contursi, Claps, Crivelli y
Manguía).
La noticia policial, (ver Martini y Pereyra) resulta un insumo ideal para atraer al
público por sus recursos discursivos espectaculares, entre ellos la hipérbole narrativa
(ocultamiento de ciertos datos y exageración de otros) y el sensacionalismo. Pero también
tiene una función política pues sirve para cuestionar o apoyar a gobiernos y a candidatos.
En realidad, “inseguridad” es un significante salido de las entrañas del discurso periodístico
que ha reemplazado a “delito” en las noticias policiales. Las otras “inseguridades” han
quedado relegadas o directamente invisibilizadas.

Los textos (exposición a cargo de los autores)

El texto de Stella Martini será desarrollado en detalle en el Teórico 9 de este curso.

Marcelo Pereyra analiza la producción social del miedo a través del trazado de una
geografía del peligro gracias a los mapas del delito que publica, con ese nombre o a partir
de diferentes recursos discursivos, la prensa gráfica “de referencia”.

Lila Luchessi aborda la construcción, gracias a la acción de los medios de


comunicación y de las nuevas tecnologías comunicacionales, de una nueva forma de
“protesta”, la de los incluidos en el sistema, que se presenta como antipolítica y
desideologizada. Esta construcción, magnificada por los medios periodísticos y
contrapuesta a la de los sectores populares, lleva necesariamente a una representación del
ciudadano “protestante”, guiada por la “ética” del consumo y la inmediatez, que está
cruzada por la clase social a la que se pertenece. Esta ética del protestante se opone y
criminaliza a los militantes de los sectores excluidos por sus acciones políticas,
desconociendo sus obligaciones cívicas y haciendo valer su derecho a “ser vistos y oídos”.

Osvaldo Baigorria y Mónica Swarinsky retoman tres obras clásicas de la literatura


nacional, Facundo, Una excursión a los indios ranqueles y “El matadero” para analizar las
formas que fue adquiriendo la oposición civilización-barbarie en nuestra historia
nacional a través de la literatura. Luego rastrean en el discurso periodístico actual los
efectos de la dicotomía sarmientina, advirtiendo sobre su inquietante vigencia cuando el
“orden social” es cuestionado o amenazado.

Gabriela Costanzo estudia los debates parlamentarios de las leyes de Residencia y


de Defensa Social de la primera década del siglo XX, en los que la oposición sarmientina se
actualiza y cobra nuevos rostros para la exclusión y la criminalización: los inmigrantes
pobres, especialmente los anarquistas y los socialistas.

Los sentidos sobre la inseguridad, la prevención y la sospecha dan lugar a la


nueva actitud del “estado de alerta” de los vecinos organizados para la prevención del delito
en el barrio de Saavedra. Este estado de alerta implica la activación de los saberes
indiciarios (lectura y producción de indicios para evitar ser víctima), como analizan Federico
Arzeno y Eugenia Contursi. En el discurso de esta asociación vecinal se observa también
una redefinición del rol del Estado y de la ciudadanía a partir de la categoría de prevención
situacional.

Manuel Tufró, Fernando González Ojeda y Luis Sanjurjo analizan la gestión vecinal
por una “mejor calidad de vida” en diferentes barrios de la ciudad de Buenos Aires. El intento
de control de la gestión de espacios públicos, a través del pedido del emplazamiento de
una plaza o de un parque allí donde el territorio se vuelve amenazante, construye
identidades y alteridades.
Lía Claps analiza los efectos del abandono de la privacidad propia del dolor por la
pérdida de un ser querido para articularlo políticamente en pedidos de justicia y prevención
en agrupaciones como COFAVI y Madres del Dolor. En su trabajo se puede reconocer que el
dolor se capitaliza simbólicamente como legitimador para el reclamo ante las instituciones.

Silvina Manguía, por su parte, se aboca al análisis de otra asociación, esta vez, la
Organización por la Vida, que agrupa a los familiares de víctimas de la violencia policial y el
“gatillo fácil”. Su trabajo pone en escena las dificultades de los estratos marginados de la
sociedad para lograr el acceso a la justicia y las resistencias que se construyen frente a
esa realidad en la vida cotidiana.

Por último, el texto de Naldi Crivelli analiza prácticas y discursos de sobrevivientes,


familiares y amigos de las víctimas del incendio de Cromañón, agrupados en AVISAR. En los
discursos de los participantes de dicha asociación se entrelaza el pedido de justicia, la
memoria de la tragedia y un macrorrelato de la victimización juvenil en tensión con las
instituciones estatales.

Los autores relataron sus experiencias de investigación e hicieron sugerencias a los


estudiantes para la realización del Trabajo práctico.

Anda mungkin juga menyukai