Roberto Blum
16 de abril del 2016
Generalmente siempre se unen, al menos en el discurso, los conceptos
libertad y responsabilidad. Pero, como todos los conceptos ideales, son
profundamente equvocos. La libertad es definida por algunos como la
ausencia de coercin. Esta sera una libertad negativa exterior. Otros
prefieren enfocarse en la libertad interior, algo que generalmente se define
como libre albedrio. Otros hablan de las libertades y todava otros ms
quieren ser ms finos y precisos y hablan del libertinaje como un exceso,
un vicio de la libertad correctamente entendida.
Lo mismo sucede con el concepto responsabilidad. Sin embargo, este ltimo
concepto es menos equvoco. La responsabilidad significa bsicamente que
toda accin u omisin tiene consecuencias que afectan a una o a muchas
personas y que el agente de esa accin u omisin debe responder ante los
dems. Aqu entramos de lleno al terreno del deber, de las obligaciones
legales y/o sociales. Y sin duda de la impunidad como resultado de la -- a
veces dramtica -- ausencia de instituciones adecuadas capaces de exigir a
los agentes responder de sus actos.
Parecera indudable que una sociedad de personas libres y responsables
requiere de la existencia de instituciones adecuadas que protejan la libertad
de todos y exijan su responsabilidad a todos. Sin ellas, los ms bellos ideales
se quedan en eso, bellas entelequias.
As pues, el problema parece ser cmo se construyen y desarrollan esas
necesarias instituciones que permiten la mayor libertad a los individuos y
grupos y al mismo tiempo exigen una plena responsabilidad a todos sus
miembros. Sin duda no hay una sola frmula para lograrlo. Distintas
sociedades han encontrado muy distintas soluciones.
Por ejemplo, algunos grupos establecieron leyes sancionadas por los dioses,
pero ejecutadas sumariamente por los hombres. Las leyes, pocas y claras,
establecan prohibiciones y obligaciones que no admitan excepciones.
Cualquier violacin a las normas era castigada. Prcticamente no exista
impunidad. Todos los sbditos eran responsables.
Con el paso del tiempo los gobernantes tambin fueron poco a poco
sometidos a las leyes. Este proceso no fue fcil. Parece que a los hombres
nos gusta la libertad, pero aborrecemos la responsabilidad. As, slo en los
ltimos siglos, todos hemos sido sujetos a las leyes. La inmunidad por los