Anda di halaman 1dari 12
cineastas frente al espejo cineastas frente al espejo GREGORIO MARTIN GUTIERREZ (ED.) BOD 3B ~ LL DIDIDIIIDD DD PD BPD D 95 3 DDBM yy Qe € e « € € € © € ¢ c c € € c € € ¢ € € € € c PUBLICADO POR Thi EDITORES 1351 ato wanna. re [Rijn 523 ayo ecnamnnenpbedones ‘muoueciones engeomo marin aumieRRsz ‘sate Graviooy waaguenicion Kontee INPHESioRe euROCOLON SAT lon nl Set An (@ 20st, Jongun ays Ain Berg Bn Canes Ale, Domine: Fen, Javier Hensadee Rots, Plipp Lsjune, Cros oes Gonz de Lacan Geogei Mar Gren, Lis Mand, Mara als (neg, Lain lls, Josep Vinge (© 208 esa Itemeona de Cine de Las Palmas (© 2008 Ta Eas “Te tn i anh na crm a pig ae ne Seba sg potatos peel cin pene saa pomnnton teat eroapee peo en Ee Pritd Sn aN grb egesen9 Dept Lag ested Contenido PRESENTACION ° APROXIMACIONES Veintiin afios después Privipre LeveuNe 1 Cine y autobiografia, problemas de vocabulario PHILIPPE LeJeUNE 13 Si “yo” me fuera contado ALAIN BERGALA 27 A través del espejo: cartografias del yo owen FONT 35 Entre el reflejo y la sombra. Estrategias del yo en el cine “GREGORIO ManTiN GUTIERREZ 53 Las modulaciones del yo en el documental contemporaneo MARIA LUBA ORTEGA 65 Sutiles pretéritos. (Post)memoria y (auto)biografia(s) en el cine documental contemporneo Lain QuiLez 83 Del cine doméstico al autobiografico: caminos de ida y vuelta EEREN CUEVAS ALVAREZ 101 Al borde del abismo, desde la distancia. Notas sobre la enfermedad, el dolor y la muerte en la (auto)biografia filmada CARLOS LOSILLA 121 casos El cine de Alan Berliner. Pacto autobiografico y magia del montaje JAVIER HERNANDEZ RUIZ 197 Robar al tiempo: el autorretrato filmico de Alain Cavalier JOAQUIN AYALA 153 Alumbramiento. Naomi Kawase 6 mimANDA, # 169 Autorretratos de Johan van der Keuken. Memoria de los bellos viajes, o tocar lo real SGONZALO DE LUCAS 183 Yo. Nanni Moretti por Nanni Moretti JOBEP VILAGE 198 David Perlov, el espia de lo cotidiano GREGORIO WanTIN GUTIERREZ 209 BISLIOGRAFIA 225 Los autores 233 Presentaci6n ‘Alo largo de las piginas siguientes, nos adentraremos en las fértiles imtersecciones entre el cine autobiogrifico, el diario filmado, el autorretrato, la carta filmada y el cine-ensayo. En primer lugar, se van a tratar varias cues- tones generales con el fin de trazar los contomos de este territorio de escu- ridizas fronteras. Doménec-Font dibuja un panorama de autores y tendencias 'y propone una cartografia posible. El cine de no ficcign esta pretente espect- ficamente en los articulos de Marfa Luisa Ortega, quien eborda los distintos modos en los que se manifesta el yo en el documental contemporaneo; y de Laia Quilez, que se detiene en varios realizadores que han sentido la necesi- dad de volver tras las huellas de sus padres, Efrén Cuevas Alvarez investiga Jos vinculos y los numerosos entrecruzamientos entre las home movies y el cine autcbiografico. Carlos Losilla analiza el peso de la enfermedad, el dolor yy la muerte en los cineastas del yo. Por ultimo, Gregorio Martin Gutierrez expone algunas estrategias seguidas por los cineastas en la formulacién de su subjetividad y sus vivencias. A continuacién, se estudian varios casos repre- sentativos: Alan Berliner (Javier Hernandez Ruiz}, Alain Cavalier (Joaquin Ayala}, Naomi Kawase (Luis Miranda), Johan van der Keuken (Gonzalo de Lucas), Nanni Moretti {Josep Vilageliu) y David Perlov (Gregorio Martin Gatigere2). Asimismo, se recogen aqui en traduccién unos textos de Philippe Lejeune y Alain Bergala, cedidos amablemente por sus autores. Lejeune, que se ha dedicado a explorare] espacio autobiografico en todas sus vertientes durante décadas, reflexiona sobre la espinosa euestién de la terminologia con Ja que se ha referido la expresion personal en el cine. Ademis, ha escrito expresamente para este libro un texto de presentacion de su articulo, Por su parte, Alain Bergala investiga las razones del ereciente interés hacia el cine autobiografico y sigue el rastro de algunos de los realizadores que han deck ido filmarse ‘Antes de concluir, deseo expresar aqui mi agradecimiento alas siguien- tes personas, sin cuyas aportaciones,sugerencias, generosidad y apoyo este libro no inubiera sido posible: joaquin Ayala, Catherine Bailhache, Alain Bergala, Eftén Cuevas, Javier Custodio, Josette Debackes, Doménec Font, ° DPDDDDDIVDDDDDIBIDBB> VDIDDDPSIIPVIIDId ¥ % ‘itimas producciones de Alain Cavalier: respecto a Le Filmeur, estaba perdido con otros diez espectadores en una sala desierta de Boulogne Billancourt; en ‘cuanto a Lieu saints (um filme de 32 minutos sobre sus relaciones con los batios y WC vistos como lugares de recogimiento), lo vi en Arte, 2 una hora fen la cual la gente de bien duerme. Pero a partir de ahora, e¢ la felicidad: un estuche DVD (editado por Pyramide) me permite ver en mi casa, cuando quie- ro, en la tntimidad, manipulando, parando, volviendo atrés, ete, ese Filmeur que es para ii la obra maestra del cine autobiografic. 12 Cine y autobiografia, problemas de vocabulario* PHILIPPE LEJEUNE palabras bail que sugieren los cruces y los desplazamientos de los cuales se va a trata. (El yo puede expresarse en el cine? Una pelt cula puede ser autobiogrifica? JPor qué no? Pero se trata de lo mismo que cuando se habla en literatura de autobiografia? /Se puede desplazar at el vors- bulario ganérico de um medio de comumicacién a oto y, con &l las problendt- «as y las distinciones propias de lo escrito? Lo dudo. JFero no hay en esas dis: torsiones algo revelador sabre uno y otro medio de comunicacion? Es probable, Con estas preguntas, llego a un terreno que es poco familiar para mi. Sobre todo he trabsjado sobre Is autobiografieescrita y oral. Hasta tiempos recientes apenas habia visto peliculas que fueran comparables a LAge nom sme de Leiis 0 Las palabras de Sartre. Me ful interesando paulatinamente por este problema a partir de producciones bastante marginales con respecto al cine: li pelicula biogréfica Saftre par hi-méme (1976) de Astruc y Conta, pel- culzentrevista mas cercana a la television que al cine; 0 bien, en la mistna television (TF2, 1978), Les Lieux d'une fixgue, mediometraje realizado por Georges Perec para el INA, en el marco de una serie de peliculas de autor tt Jada “Cémara yo". Una vor en offy una cimara subjetiva exploraban los luga- res (vacios) de un recuerdo de infancia; et relato, descompuesto como un pueele, aria el laberinto de la memoria, Sime aventuro a hablar sobré cine se debe @ que en estos ditimos anos l cine se ha aventurado a hablar sobre autobiograffa, utiizando términos genéricos propios de lo escrito. En 1984, los encuentros “Cine y literatura” En 1985, el némero que la Revue Belge du Cinéma consegré a Boris Lehman se titulabe “Un cine de la autobiografie™ En octubre de 1985, Frédéric Mitterand ppresent6 en una de sus emisiones “El cine en primera persone’ retomando la cexpresién popularieada desde 2947 por Jean-Pierre Chartier*, Y he aqui que vvengo a Bruselas a esta semana “Cine y autobiografia" para ver estos filmes personales que son tan dificles de ver habitualmente El entusiasmo por la palabra y la idea de autobiografia no alcanza sola- ‘mente al cine, sino que parece extenderse actualmente hacia las otras artes de I 1 ‘ubiera podido titular estas paginas Cineyo y autobiograflme, dos 13 BSSSEEEBLESEED 19) SSDDIDIIIIVS a 999099999 ay 1AAAA |a representacion. Bn el teatro, con Tadeuse Cantor, 6 con Philippe Caubére, dqulen en sus dos especticulos, La Danse du diable (1981) y Ariane ou age dor (1986) ha simulado sobre escena su infanca y ou juventuds despus, sus aos de aprendizaje junto a Ariane Mnouchkine. En la danza, con Pina Bausch “Con Café Milles, Pina Bausch también ha creado su Ocho y medic, habrla declarado Felina la salida del espectéculo. ero la pasién autobiogrifica se arhuehiaasimismo de la fotografia. Gilles Mora ha dado a conocer con Claude Nouri un “Manifieste photobiographique" (1983) y habla ahora de la “foto eralig egotista”(ArePres, diciembre de 1985). Y, si no los artistas al menos Jos eiticos pueden hablar de autobiografia tanto a propésito de las esculturas abstracts de Louise Bourgeois (Le Mande, 2 de marzo de 1985) remade los {brijealages de Claude Lagoutte, finas corrshuelas pegadas o hilvanadas, ‘moteadias con puntadas de color, entre Ias cuales aparecen fragmertos de un cuaderno de viaje en la India ("Claude Lagoutte:autobiographie”, Le Monde, 4 de julio de 1986), 1a palabra “autobsogratia”es pues elistice. Esto es motivo de alegria, es ¢l patrimonio de las palabras y las ideas que viven. Pero esos desplazamien- tos embrollan bastante desde que se desea reflejar ytransportar, con la pala- bra lo que le daba sentido, del antiguo medio de comunicacién al nutvo, En primer lugar, pues, recordaré répidamente no el uso, ino los usos, ela palabra “autobiografia® en el terreno de lo escrito. 1a palabra ha sido elstion desde su oxigen, Importada de Inglaterra-y ‘Alemania al principio de siglo XIX, ha servo para designar dos cosas bas tante diferentes?. Como prueba, las definiciones divergentes que dan de ella dos de los més célebres diccionarios de la segunda mited del siglo XIX. Para et Larousse, es la vida de un individuoescrita por él mismo. La autebiografia es conesbida como una variedad de las Memorias: un relatoreferencal qu se hhace pasar por veridic, escrito por la mismaa persona y centrado (por opos- cn alas Meroras) en la vida individual, antes que en la historia colectiva, La autobiografia, en este estrecho sentido, supone un compromisoexplicito del autor, un “pacto” de veracdad propuesto al lector, a menudo en un texto Jiminar. Como en un tribunal, se jura decir la verdad. Nada més que a verdad, No forzosamente toda a verdad; uno puede circunscribir el campo desu rela to. ¥ se sabe que esa verdad que se va a decir slo seré vuesta verdad: al ‘menos uno la dir con toda a sinceridad de la que sea capaz. Por el contrario, Vapereau, en su Dictionnaire universe! des hitératures (2876), llama ‘autobiografia" a cualquier texto sa cual sea su forma (novela, 14 poems, tatado floséfico), cayo autor haya tenido la intencén, secrete con fesnda, de contar su vida, de exponer sus pensamientos © pintar sus sent- mientos. Este sentido, muy amplic, ha esta ligado tanto al adj “auto: biogrfco" como al sustantve. Seve por qué encuentro este sentido ampio: ‘ya no se trata forzosamente de un relat. Y, sobre todo, el compromiso del autor ya no es necesaio el lector puede inchso oponerse a sus intenciones cxplctas. Lo que cuenta es la decisién del lector. Le palabra “autobiograia® ha venido pues a propéxito para reflejr un cambio en las maneras de ler Desde el siglo XIX, toda tuna serie de fendmenos ha alentado l,lectura que personaliza, que busca detris de la variedad y ls rodeos de lat manifest Cdoner de superficie ol yo profundo del autor: del liiemo roméntico sl peeo- anilsis, de la critica biografica al estilo de Sainte-Beuve en Apostrophes. Se consume "yo" para aimentar al propio yo, Los autores fomentan a menudo este tipo de lectura al articular sus creaciones de ficién con unos textos auto- rreferenciales dentro de lo que he llamado un "espacio autobiogréfico’3, Desde esta perspectiva,cualguie cosa puede ser“utobiografcay ia palabra dice mas sobre la mentalidad de la persona que la emplea que sobre la matu- raleza del objeto designado. Por supueso, entree relato atobiogric strict sens (Larousse y ee cosiquer cosa (Vaperan), hay toda una gama de posicionesintermediasy als autores contempordnes ls gusta mucho jugar con las ambigtedades de esas posiciones para cea lo que Serge Doubroskyha denominadols"autoficriones ‘este cuadro répido,atadiré otras dos distinciones: una de valor, ot de hecho, Para un texto es una ventaja 0 uha desventaja ser percibide como “autobogrifico"? En sentido negativo, es una seal de falta de imaginacién, ausencia de genio creador, narcisismo que no tiene en cuenta las demandes ni el placer del lector, Flaubert pods ahadir hoy a su Diccionario de ideas recibides. "Primera novela: es siempre autobiogrfic’ En sentido positive, es una sefial de autenticida, profundidad, bdequeda exigent; los cinéfilos que onganizan encuentros sobre este tema optan més bien por este sentido. Eso no impide que el problema dl valor surja inevitablemente: Jes bueno parae cine ser verdaderamente autobiogréfico? ‘Mi segunda distineiin es de hecho: si se entiende como “autobiografia” un texto regido por un compromiso de veracdad,éste puede tener funciones Cligadas a la situacién de la escitara y al destino} y formas muy diferentes. fimo por su contenido, per piblice por au destino ese caso del rlato ato: 15 bicgréfico (que abarca el conjunto de la vida del autor o, de maners privle- Siada, su infancia y su javentud) o del autorretrato intima por su contenido Y privada por su destino: la carta. fntimo por su contenido y su destino: el dia. no intimmo (que refleje paulatinamente el presente). Por supuesto estas situa. ‘iones bisicas pueden ser desviadas (la “carta abierta’,en la cual se toma al Ppablico como testigo de una misiva que dice ser privada el diario “intino" que 1 mismo autor publica.) combinadas (la autobiografiao la exénica realiza daa parr de un montaje de diarios). En el cine el reparto entre intime, pri ‘ado y pablico funcionaré de la misma manera (se puede hacer una pelicula com'la idea de no ensenérsela a nadie?, ,o, lo que viene a ser lo mismo, sal ‘éndose las reacciones del piblico?)? La distineién entre releto rettospectivo Y telatu comtemporaneo no se arriesga a cobrar una importariia deciiva? Siento mucho escudrifar durante tanto tiempo estos problemas de ‘ocabulario, pero la experiencia demuestra que las discusiones a menndo tro- Plezan precisamente ahi. No hay entendimiento y todo permanece en le con- fasion. O bien ino tropieza con los “falsos amigos’: ast la palabra “autorre ‘rato’, que designa, en literatura y en pintura (o en fotografia), unas realida. es muy diferentes, incluso, en ciertos puntos, decididamente opuestas, El ‘utorretrato escrito tiende a exponer alos otros aquello que por definiion se les escapa de mi el autorreuato pintado tiende a hacerme duende aquello que say al nico que no puedo aprehender directamente, mi rostro, ue todo 1 mundo conoce mejor que yo. Bn resumen, las dos causas de confusién postbles son, por una parte, |e mulkiplicidad de sentidos de la palabra “autobiografin’ en el propio terre. no literario; por otra, los patinazos que va a ocasionar su traslado al tereno del cine, Sin duda, es el primer punto el que se pone en tela de juicio cuando se dice que tal filme de Truffaut o de Fellini es “autcbiogrétic™ (el misme autor fomenta esto con declaraciones més menos fiabes). Tanto en el cine como en la Iteratura, una obra de ficci6n (sobre todo si evoca una trayectoria bio- fréfice, unos recuerdos de infancia 0 una actividad de creacién) puede ser percibida como la expresion indirecta de problemas ode fantasmas del autor fn busca de ou identidad, El “cine de autor” favorece esta actitud, al tener las iferentes' peliculas del realizador un mismo aire de familia que, legitima ‘mente, se tiende a explicar por su personalidad. De ahi, el deseo en los aficio. rales de acceder a un'conocimiento més futimo y directo de esa persona dad Ese euriosidad, que apunta mis al creador que al hombre, sera apaci 16 hate CINE ¥ AUTOBIOGRAFIA, PROBLEMAS DE VOCABULARIO guada mediante tratados filmobiogréficos, acompanados de entrevistas, docu- rientos, testimonios, y presentados en el titulo como el equivalente de un autorretrato: Tel por Tal, Truffaut por Truffaut, Felli por Fellini, Jean-Luc 1 por Jean-Lue Godard Oeics pares sen man te ladora. Sea cual sea la parte dedicada @ la iconografia, son libros y no pelicu- Jas. zDe verdad hay peliculas en las cuales un realizador cuente su vida y el camino que lo ha llevado a su obra, como puede hacerlo un eseritor que, final de su vida, se sirve del lenguaje que ha elaborado en sus-obras anterio- 1s para aplicérselo asf mismo? {La autobiografia es posible en el cine? Heme aqui ante la segunda causa de confusién, el traslada ce mn térmi- no genérico de un medio de comunicacion a otro. Dos posiciones se enfren- tan en este punto. La primera, pesimista, severa y aparentemente rigurosa se debe a la poetisa americana Elizabeth W. Bruss en su ensayo “La autobiogra- fia en el cine"4. La segunda, optimista, fuida e imprecisa, se debe a los-ciné- filos que actualmente tratan de promiover este nuevo género y a os cineastas {que demuestran el movimiento al andar: yl cine autobiogrfico tal vez no sea posible en teoria, pero en la préctica existe! Incluso si es rara vea y confiden- cialmente. Incluso si es de otro modo. Elensayo de Elizabeth W. Bruss apareci6 en los Estados Unidos en 1980. “Tomé la inicativa de hacer que se tradujera y publicara en Poétique, porque es una reflexién original y met6dica sobre un tema —el presente coloquio lo DPPDIDDDIPDD DDD DID PDD DVI VDD Ds > VIIIDID SOOOCHOOSCEOECCOCOCCOCOOCOOCOCEHEFAOOAAOOCHOFE: | | | | | | Hizacion de la imagen, Elizabeth W. Bruss va a eeclarecer esta precastedad del sujeto dutobiogréico al mostrar que la autobiografia es imposible en el cine ‘Toma una a una las caractersticas del ato sutobiogrifico escrito (valor de verdad: el enunciado dado como verifiable; valor de acto: la enunciacion reveladora del sujeto; valor de identidad:fusién de la enunciacion y del enun ciado} para establecer que el cine es incapaz de ofrecer el equivalente. El desasosiego del lector ante esta demostracin se debe al contraste entre el enfoque analtico las distinciones ities y suiles proporcionadas por 4s lngafstica de la enunciacién y le poética del relato;y la voluntadarrebata dade demostrar una tess, que termina por distrsionar clertos andi. Se la ve encamizandose en demostrar una incapacidad dl cine (todas las peiculas sitadas van a aparecer como fracasos, por una otra razOn, en readin ¢ un modelo virtual dela autobiografa esrita al que se supone que asptan —si 20, equ sentido tendria la comparaciin?—), aunque el objeto de est estudio debia ser rovelar la precariedad y sobre todo la artifcialided del yo autobio Brafico escrito, Ahora bien, lejos de ponerse en tela de juicio,éste sabe por parecer tanto més valiozo cuanto uno lo nota ‘en vias de desaparicisn’.. Por ota parte, sila tesis que hay que demostrar es que la visin del mundo y Ia ‘expresion del sujto estan estrechamente ligdas alos medios de communica. prevista, mientras que las secciones “Biografia”o “Filme hist6rico” existen, Se © Gabe a que el ra5go “autobiografia” solo tiene una pertinencia secundaria para | espectador de cine. Los encuentros"Cine y autobiografia’ de 1984 y de 1986 ‘ansforman este rasgo secundario (a veces incluso indirecto 0 hipotético) de las grandes peliculas de fiecién, en un xasgo principal, para asocarlas a pro- ducciones més recientes, experimentales, cxyo proyecto central era, desde el inicio, utobiografico. 8s asi como The Kidy t journal filmé de Joseph Morder acaban por coincidir como vecinas.. La aparente confusion de estas clasificaciones debe ser interpretada pes como el signo de un cambio histérico. En su ensayo ya citado sobre la ‘autocinebiogtafia, Hadelin Trinon proporciona los puntos de referencia de esta evolucién: la utilizacion de la vor en off la invencin de la cémara sub- jetiva. La efervescencia actual también debe mucho a aligeramiento del mate- rial (@ Soper esta en el origen de las tentativas de Joseph Morder 0 Boris Lehman} y al desarrollo de Ia televisién y del video. La imagen filmada o video puede ser utilizada mAs facil y econdmicamente por un individuo solo para construir una imagen de s{ mismo que podré ser comunicada en circu tos diferentes al de cine comercial Hace algunos attos, habia sido sorprendido por las posibilidades de cexpresion autobiografica que una emision de FR3 ofrecia a sus invitados. Se llamaba L-Homme en question. Se ponta al invitado, siempre ana persona conocida, en tela de juici, o en un interrogatorio de tres 6 cuatro personas escogidas a este efecto, Transcurria en directo, pero la emisi6n comenzaba por un cortometaje de 15 minutos que permita al invitado presentarse, Se ponta a disposicion un equipo de video y podia hacer lo que quisiera. La mayo- -tia de las veces g6lo hacia lo que podis: inexperto en comunicacién, se ponia, en manos del realizador que le hacia una entrevista clisica en su entorno familiar. Pero podfa convertirse en co-realizador, para lo buero o para lo malo Me acuerdo, para lo malo, de los resultados de Bernard-Henry Lévy (en 1977) y de Jean-Edern Haller (en 1978). Com pomposas puestas en escena, decla- ‘aban su prosa; Lévy, nuevo Malraux suspendido sobre las masacres del siglo; Hallier, mas bien Chateaubriand sobre un fondo de gaviotas. Para lo bbueno,con més modestia, jacques Laurent habfa escogido comentar en voz en off su dlluum de fotos, y habia sabido encontrar el tono para hacerlo (a5 de 23 julio de 1977). Volvi a pensar en él cvanda Raymorid Depardon, El cine autobiogrifico comicnza Nes 8 exist, diferent autobio eae ues a exists, diferente de la autobi pero también diferente del cine de fccién, a medio caming entre el cine amateur y el cine de ensayo, Cuesta imaginar que, clones, pueda llenar las alas. Pero no lo busca. Esta relatva in Diblico me habia sorprendido durante la proyeccién de uno de At! Journal films de joseph Morder, La cronicafilmada de la vida cotidiena de uw individvo eorriente, con un montale entrecortado de planes muy breves unis pore hilo conductor de una vox en off puede al cabo de uns hore y ‘media, poner a prueba la paciencia del espertacor. Paro ectecscollo del diaris filmado no es en realidad diferente del escola de dir que Amiel hubiera acumulado rollos de pelicula en

Anda mungkin juga menyukai