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Alejandro Villar 26 de li pot es (INDEC, 2003), situacin gue se pro! participacion del érea metropolitana de Buenos Aires. Asf, te cagala las caracteristicas arriba esbozadas, ec conveniente p: todo, est derar la su poblacién y, sobi poblacién involucrada en cada caso. Esta situacion plantea la necesidad de anelizar y pensar las politi- cas de desarrollo local de manera diferenciada pars cada tamafio de municipio. En efecto, los sistemas econémicos locales no suelen respe- tar los limites administrativos que dividen formalmente a los gobier- nos locales entre si. De tal manera, corresponde preguntarse por el papel de los gobiernos locales cuando ese eardcter local, en términos politico—administratives, no concuerda con Ta extension territorial de los sistemas productivos, Se introduce, asf, 1a euestidn de la coopera- cion intermunicipal, que sera abordada en el Capitulo 5, en un aparta- do espeeifi | tamaiio de los municipios con relacién al desarro- local adquiere relevancia cuando se analiza la relacién entre la com- plejidad burocrjtica y la capacidad del Bstado, por un lado, y la proxi- midad de la sociedad civil, por el otro. Asi, en la medida en que la ciu- dad es més grande lo es también el gobierno local, que erece en magni- ‘tud y complejidad, incrementando su capacidad. A su vez, se consolida una sociedad civil mas rica, pero se pierde la proximidad de la sociedad respecto del Estado. Inversamenie, cuanto mis pequeiia sea la locali- Gad menor seré le capacidad de gestién municipal pero mayor se relacion con los actores de la sociedad civil Tocal. En los para ponerla en juego en ellos se analizan, : f arro! acional para el des: El contexto nacional en el que los municipios argentinos comien- zap a implerucntar politicas destinadas a estimular el desarrollc econé- mico locs! estuvo dominado por el paradigma del Consenso: de ta economfa y la reforma del Estado constituyeron los elementos cen- trales de und transformacién que aspiraba a ser estructural y que, por consiguiente, buscaba modificar el madelo de acumulacion industria lista, basado en e] mereado interno con una activa parti (Garefa Delgado, 1994 y 1998) y caracterizado por un capitalismo asis- tido (Gerehunoff y Torre, 1996). El nuevo modelo propugnaba una eco- noma abieris.e insertada competitivamente en el mercado mundial, orientuda por las sefiales del mercado e impulsada por el liderazgo lainversi6n privada (Gerehunoff y Torre, 1996). En este capitulo se procederd, primero, a analizar las dos variables claves que tuvo el programa de reformas que definio el contesto social, econémico ¢ institucional en el que surgid y-se desenvalvié el desarro~ Tolocal en Argentina, Estas son el proceso de reforma del Estado y las, Politicas econdmicas implementadas. lin segundo término se analizan- s consecuencias de estas politicas para, finalmente, tratar el esta- o de situacion posterior a la selida de la eonvertibilided I.ta reforma del Estado y la politica econémica en los noventa Las politicas destinadas 4 transformar @ la Argentina se ciment- ton en la profunde crisis de 1989 que derivé en Ia primera hiperintle- E cién no solo tuvo efectos negalivos en la economia ¢ Tusi6 una profunda incertidumbre en la sociedad, afectando jpmente alos sectores populares, sino que, ad HifaPecidad del Estado y del pod ilidad. En este marco, se eagiteturales: la del Bs On se pasa a ans 58 Alejencs 1.1.La reforma del Estado 2000: 18). En América Latina, la de capital fonales; por la puja de los 1a directa y por el r Hasta finales de Ja década de Jos ochenta la Argentina, al queel resto de América Latina, se-caraeter Bstado-cénttica. Ese Estado era, jo los organismos nternacionales @ partir del : factor, en tanto a ‘lamiento de los paises periférieos, (Garcia Delgado, Op. Cit.). bles como Ja educacién yel s <-fste inl, como ha sido notorio en Argerttina, excede la presi era garantizad obtener una determinada direecion en las politicas, hasta el = mas de emyreo-y el sistema pretender marcar o detimitar la agenda gubernamental. Por su parte, -Keynesiano sé encontraba en fr erosion “desde dbajo” se hace ms nutoria en los-paises desarrolla lador de la actividad eeon6i « , dos, dondese observa ia consolidacién o resurgimienio de viejo: -nnlismos y nuevos tegionalismos 0 localismos. Bn este.sentido, la glo- paba un Jugar central en el sistema finunci a : a nye] BancbNacional de Desarrollo (BANADE) y el Banco | halizaci6n plantea una competencia internacional que ya no sera entre 1 Nacional, alo que se sumnaba la riea red de bancos provin-_ paises sino entre ciudades 0 regiones. Esta nueva situacién que carac- “diales. A su vez, administraba dos de las principales empresas de teriza a los paises desarrollados, particularmente a Europa, requiere transporte, Aerolineas Argentinas y Ferrocaryiles Nacionales; y las _ para los paises latinoamericanos en general, y para Argentina, en par- empresas de energia como la petrolera YPF y Gas de Estado, «a vez ticular, una reinterpretaciOn a la luz-de sus tealidades especificas. que controlaba la generacién y principal red de distribucion de ener las causas internas dela crisis del Estado, y particulares de la his- i gia eléctrica. Asimismo, era responsable de brindar el servicio de | toria Argentina, se encuentran en que ésta era tanto fiscal como del i correo a todo el pats, el de teléfonos «la mayoria dela poblacion, y el _—_agotamiento del modelo mercado-internista basado en la sustitucion de agua potable en el drea metropolitana de Buenos Aires. Finalmente, de importaciones, agravada por la puja entre empresarios y sindicalis- poseia empress de bienes bisicos, como la principal compailia side’ tas por Ja distribucion del ingreso. Ese Estado present un euadro de rrargics de pais, SOMISA. | alta inflacién, crisis fiscal v violencia politica creciente (Garcia BI Estado regulador posefa instituciones eonsolidadas, como les | Delgado, Op. Cit. 47). Por su parte, ¢l Estado keynesiano era jaqueado Juntas Nacionales de Cameo Granos; normas regulatorias para evitar por Jos planteamientos nealiberales que lo responsabilizaban como la lasobreoferta de productos agricolas regionales como el vino, el aziiear ‘causa de los males de la economia argentina. Estos planteamientos se ola yerba mate; y toda una compleja legislacién sobre comercio exte- apoyaban, ademas de en ul urso que tendia a la hegemonia, en la iftica comercial exter- __—Tealidad de un Estado elefantidsico, pesado e ineficiente, que no satis- rior que combinzba istrumentos de na, como dranceles altos, cupos y normas técnicas de calidad clara- _ facia Jas demandas ni resolvia los problemas que la sociedad plantea- menie limitativas, @ los que la recarrente crisis fiscal incorporé una ___ ba. Bn efecto, era ostensible el deterioro de la calidad de la prestacion amplia gama de impuestos y tasas @ las transacciones en Jos mercados | ¢los servicios pitblicos, como quedé de manifiesto en la crisis energé- de capitales y a las exportaciones. A todo esto, se sumaba una cicloti- "_tiea del verano de 1989, a la vez que los organismos piiblicos se encon- ‘mica politica de precios maximos que tenia como objet tiaban sobredimensionados en su personal creciente inflaciGn. A su vez, se surnaba wn dinémico pap? Hacia finales de la década de los ochenta se puso de manifiesto truccidn de un sistema cientifiea-teenolégieo, En efere : que la crisis del Estado benetuctor keynesiano era termainal. y se cre { dades nacionsies se habian ineororade el CONICET y los istitites "00 88 condiciones para sv desmantelaniente. Elecivamente, la nactonales de Teenologia Agraria NTA) Industrial (NTH) Se a eh Ahora bien, en la década de los ochenta se hacia evidente | ida por la cin y la consecuente sensaeién de del Estado de bienestar, que no sélo se manifestaba en la Argen ingobemabilidad que dio lugar a la entrega anticipada del gobierno por parece Gon diferentes maces y gradients, recortiala mayoria delos Bate de la Union Civica Radial en un mareo de ereient ffiuencin delog noventa, la crisis se bizo eviden- | ¢€108 grupos econémicos y de los organismos internacionales, Jevage 888 forma, la erisis de 1989 generé el escenario dptime para Jevantar las banderas de Consenso de Washington y presentar al Racién eomo actor soberano que la globalizacion bs desencedenado. | Jstado como el responsable de todos los males. Esta serd la retrice Este tipo de Estado se encuentra erosionad "desde arriba, po @gMinante ded gobierno de Carlos Menem durante los alos noventa tuciones supranacionales, y “desde abajo", por el surgimiento de un liearo, 2001; Lo Vuolo y Barbeito, 1992) nos. Los primeres se ene: iran en el proceso de crisis del Estado- 60 a La politica de reformas contd, desde el comienzo. con una impor- tante adhesién de diferentes seciores sociales. En primer lugar, tuvo neyo de tos que esta ‘que era el ramino correcio. Se. tata de s galopante fa nueva hiperinflaeién. Ante e! brutal impacto que la primera crisis hiperinflacionaria produjo en les sectores popula res, Menem aparecia remo el protector de los pobres frente al riesgo de ue se produjera una sitaacién similar (Palermo y Novaro, 1996). Con-este marco y este impulso, se llevé adelante la ‘relorma del Estado, que tuvo dos étapas, La primera, se aplicé entre 1989 y 1995, en el contexto ce la hiperinflacién, primero, y asentada sobre el éxit ‘opeién Plan de Convertibilidad, despniés, Esta etapa se implementd através de la desregulacion, la privatizacién y la descentralizacion, La segunda, de 1995 2 1999, tuvo un contexto dominado por la crisis fiscal y el desem- pleo estructural y se orienté a la reduceiu del deficit fiseal y a mejorar la competitividad de la economia (Garcia Delgado, Op. Cit, Esta reforma, a diferencia de otros intentos anteriores, se propo- nia transformar la matriz Estado-céntrica en mercado-eéntrica (Cavarozzi, 1994). Por lo tanto, se euyo objetivo era desmanielar al Estado empresario y reg reducir y descentralizar los restos del Estado de bienestar. \dor para nuevo modelo ‘estatal debia responder a los lineamientos del Consenso de Washington, que le reservaba los roles tradicfonales de seguridad, defensa, ju tala estabilidad macroecondmica, la apertura de los mercados naciona- les y su liberalizacién, despojéndolos de tod e regulacién La primera etapa de reformas tuvo, a su vez, dos momentos, que se extendié desde mayo de 1989 a abril de 1991, estuvo signado pot ‘a impronta politica, comandada por Carlos Menem. §} segunda momento, tuvo como principal protagonisia, Cavallo, que a partir del éxito del Plan de Con: ted ost conduccidn politica El desmantelamiento del n tanto Estado a contrales; la objetiva transfe- empresas que posela el Estado. Lo que se buscaba, on ‘taba de una reforma estructural ia y, en menor medida, educacion, mientras se garantiza: Bl conteston desmantelar el Estado ens0 ala corrupeis este campo, no era s demostraba ineficiente: talmente, se a Fobsrena Ge Ja empresa rsa, ol gus, el gu, ny los emp. le acrapiiert te* y eutupisins de estalales ATANOR y Petroguimica General Maseo Asimismo, la por entonces intendencia de la ciudad de Buenos Aires hacia lo propio con Ja red de subterrdneos, y gran parte de los gobiernos provinciales privatizaban sus empresa ios piiblicos y, mas tarde, sus bancos. Este proceso de privatizaciones se llev6 a cabo n parte bajo un cimulo de sospechas de corrupeién y en la mayoria le los casos sin contar previamente con wn mazeo regulatorio. El proceso de desregulacién tuvo como instrumento madre a la Ley de Eme Econémica, que suspendia todo tipo de subsidio y subvencién asi como los regimenes de promocién indus Nacional’. De esta forma, eon el propésito de alentar l na se modificé la ley de inversiones extranjeras, eliminando el requeri- miento de aprobacion estatel a las inversiones de ese tipo de capital a la ver.que se garantizaba la igualdad de tratamiento para cualquier tipo de capital que se invirtiera con destino a actividades productivas, A su ver, a través del Decreto 2.284 de actubre de 1901, se eliminaran norma tegulatoris que afectaban al mereado de bienes y servicios (por e} plo, el transporte por ruta y Jos mercados concentradores de mayoris- tas de frutas y verduras), y se disolvieron los entes regula La reforma del Estado tenia como objetivo, también, fiscal, Pare esto se disefiaron politieas destir adas a reduc Ja administrac gasto de central y a inevementar los ingresos pblicos. Las ron a través de Ja neduccién del aparato administra a i : la privatizacién del siste: partir de Sociales a las provineias, Segundas, a partir del redisefio del sistema tributario. La reforma wrevisional. Las administrativa tuvo dos componentes centreles: uno de ellos f amplio programa de retiros voluntarios que alej6 de la administrac Pablica a parte importante de su mejor personal, que se enc condiciones de obtener empleo en el Suftia los elovados niveles de desempleo. El otto, fue el redisefio de los Sistemas administrativos, que incluy6 la transform: administracién financiera y control es Grrera administrativa qué buseaba prof Nos de la adiministracién, Por su parte, el redisetio del baen cidn de les normas y la ampliacién de Ia estos, lo que era alentado por le faba la informétiea. en la imposicion particularmente valor agregado (IVA) (Gareia Delgado, Op. Cit.: 5) Lades i los servicios sociales a ias prov vo condiciosiada por la légiea fisealista, mientras que era ji mediante un discurso la crisis por cualg: edio ¥ sin importar los costos. A,i, el gobierno presenté Ja lstabi'izacién y la reforma estructural de forma entrelazada, insistiendo en asimilar la economia cerrada y el estatismo con la hiperinflacién mientras que se mostraba a la privati esregulacién y 1a apertura como sinénimos de control de la inflacion. En este marco, las primeras medidas econémicas de este gobier- no, que contaron con Ja aprobacién del Congreso nacional, se orienta- ban cn pos de lograr la estabilizacidn de le economia, En efecto, para mejorar Jas cuentas publicas se avanz6 en una reforma tributaria que ‘sesostenfa en tres cambios principales. Uno, el de la concentracion de lg estructura impositiva en unos pocos impuestos —bésicamente, el impuesto al valor agregado y 2 Jas ganancias—. E] segundo, introduci- tio dorla Ley de Emergencia Eeonémica, eliminiaba parcial 0 totalmen- te los regimenes especiales de ptomocién industrial y regional, que en Seneral contenfan importantes exenciones impositivas, asi como las préferencias que beneficiaban a las manufacturas nacionales en las fompras estatales, F] tercer eambio consistié en la sancién de una uutaria por Ja que se aumentaron los riesgos de eva- echunoft y Torre, 1996). sua fOr OU Jado, se implemento una politica de apertura comercial Age fue reduciendo vertiginosamente los aranceles a las importaciones. yen ple de 1989 el arancel promedio nominal ya se ubied en el 26% Sito og ub aho mas tarde, a fines de 1990. En marzo de 3901 se intro- shaterng btuetnes arancelariaescalonads, con aranceles de o% para thradge qemas el 1% para insumos ¥ un 22% para bienes manatac- 105" (qangle®. Como resultado de ello, el arancel promedio cayo al das ge Grehunoft y Torre, Op. Cit: 741) La velocidad de estas me‘ aria @cUi6 4 que se conjugaban las exigencias de a lucha antiinflacio- ise pryia Meeesidad del gobierno de demostrar su voluntad refor- tonal Mpoeetarmente ante la comunidad finnncira loca e interna- (Gereh bie genero. que se cancela Taney Tome, Op, itd. Fon-un clevado némero ¢ ‘Alejandro Villar desocupacion. En efecto, luego del fracaso del “Plan Bunge & Born’, y Ge la politica de Antonio Erman Gonzéler, que deriv en un nuevo pico mario a fines de 1980, la econom\a argentina pudo est.bi- in con e] Plan de Convertibilidad, en marzo de 1991 EI yéeimen de converlibilidad, diseiado por el ministro de Economf Domingo Cavallo, consistié en crear una moneda (peso) convertible uno a uno con relacién al dolar, y pro! monetaria sin el respaldo de divisas en las reservas del B Fl éxito practicamente inmediato del plan se debio a qu de un tipo de cambio fijo logré estabilizar a Jos merewdos finan Jo que a su Ver fue répidamente auxiliado por el ingreso sostenido de” ‘capitales ‘extemos que se.orientaban hacia los Hamados mercados emergentes, impulsados por Ja reduecion de las tasas de interés en las ‘economias desarrolladas!4. £] ingreso de capitales, junto a'la estabil Gad y Ja reaparicion del crédito, terminaron generando una reactiva: tcién que quedé asociada a la estabilidad y a la politica de reformas estructurales, Asimismo, esto fue acompaiiado por las expectativas favorables de los agentes econémicos que impulszron el gasto domés- tico sosteniendo y expandiendo la reactivacién de la economia (Galiano, Heymann y Tomiis, 2003) De esta forma, el Plan de Convertibilidad se convirti6 en Ja piedra angular sobre la que se sustent6 econdmica y politicamente el progra- mide reforma estructaral de la economia argeutina que se ponia ea marcha, "Ahora bien, la consistencia del plan sc apoyaba en que se mantu- ¢ vyiora el crecimiento de Ja economia y se conservara el equilibrio fiscal, Ya primera condicién se verific6 en forma sostenida, alentada por él. permanente ingreso de capitales exteriios y por In mencionada expec: > ‘tativa favorable de los agentes econéniicos, que alentaba el ‘consume | interno. E] equilibrio fiscal, por su parte, se vio favorecido, primero: izars : 2 : . por el ingreso de ls recursos provenientes de las privaizaciones 6& fas empresas puiblicas, y luego por la afluencia de recursos externos 3 el apoyo sistemético que brindaron los oFganismos multilaterales 6° crédito, "En este contexto favorable se divisaban dos problemas que deb” rian ser atendidos a mediano plazo, Uno era la eseasez de ahorro inte no, y el bito los desajustes de precios relativos que, junto a la apertur Solfescial, deterioraban la competitividad externa del pais y favored rand a cabo stort ee te te rota parte, alos in ofa parte, rellujo de los fo > ofteciende alors HAs. El contexio macion el desarreli Local eve ar las traba la del sistema de pre- a generar ahorro inte me ‘onstituir un mereado de capitales local, se procedi a cambie: el régimen de reparto por uno mixto, que comtemplaba y Sisntabael de capitalizacion. Los efectos de este! nuevo cane jeron sentir en las cuentas publicas, que dejaron de percibir los ingzesos correspondientes de Ios trabajadores gue optaron por el resi sen de oapitalizacion, mientras que el Estado continuaba alrontand 2) pago de Has jubilaciones, Por otro lado, et problema que el retraso cambiario generaba en la compelitividad internacional en la que s tapitembareadol Argentina no produjo la atencion dopolitias spe: as hasta que se hicierbn sentir lo negativ mesicanaconocida como “eis eee ___Ademas, el gasto piiblico acompalié el erecimieiito de la re ton benefilando no sélo 2 las areas naclonsles sing Soon inanzas provinciales que expendieron sv propio gasto. Este comporta den, ae pasa wna enone fregldad poten se apovabs ee nein ju imiento continuarfa a ua ri ra fo, En efecto, cuando dste comenzb a desacelerarse, @ mesiados de 884,60 cate cn gi sslancamiento de la recaudacion, que llevé a las ‘Eos fnancleroscomenraran a pperr con meyer dessentney on Seagregb a crisis externa, Mlctivamente, desde commons ae ieee * ie Bfectivamente, desde comienzos de 1 ‘erento de as tasas de interes intemacionaes dificultaba ol ane siuplonto de a aconomi argentina y produia una cafda ene vlor de Aa ules pibicos, Pero, el golpe de gracafuela develuacion miexica- Provocd un abrupto cambio en el escenario. El temor @ que forzada a develiar, saliendo de la converti- 6 una masiva sala de activos financieros locales, un lela tasa de interés y una consecuente crisis recesi- HEgL} Hnanciera Gerchunoff y Torre, Op. Cit 759). apoyo pet eibn del sector fnancieva fue ripidamente tesucite con el Soe noc orsusmes multlaterees de eréito, que buseaban eitar Bianglon cris como la mexicans. Cuando se sleane la estabiidad et ache ana reesrucuracin dl sistema baneario que se iba tefo ntzacion, ‘elayu th *lmemte, el gobierno dehié enfrentar el problema de los pr Uatis dentro de fos 4 faa gto ce fos est yhos méxgenes que dejaba ls convert aa no la leg6 de la mano de la reduccid St See oiectn en o Origa Ueedo una ale precios, aunqueno fue generalizada ni profunde, y de une modificacion Gristica en las condic jorales. Los salarios tuvicron wna fuerte presion : La cmc tern: 1.2.2.1 consecuencias del “tequila y el surgimiento de las politicas ‘municipales de eesarrotlo econémico tocol Los efectos para la economia argentina que habia generado la ct sis del “tequila” abrian interrogantes ‘sobre la sustentabitidad del Plan de Convertibilidad. Los costos de salida de este si iamensurab mninos econémicos, sociales y, sobre todo, p cos para ¢! gobierno de Menem, que entonces Dbuscaba la reeleccii Por lo tanto, la convertibilidad se sostuvo y su sobrevivencid a esta er sis terminé por fortalecer al gobierno, que alcanzé la reeleccién, y ala propia sustentabilidad del plan, La sobrevivencia de la convertibilidad, la estabilizacion de 1a manciera y la recaperacion de la recesi de 1995 conduje- joa etapa de crecimiento que era alentada por \na atmos: {ismo, tanto de los operadores econdrticos come del prov pio gobierno. ste nuevo impulso estaba sustentado en el erecimienio | de las exportaciones, particularmente a Brasil, y en una nueva deman da de maquinaria y equipo que parectan demostrar que la tendencia de = crecimiento se sostendria por mucho tiempo. Fre eae Ee iadieudores evonbmicos pronto coment # ron a brindar signes positivos, la crisis, del “tequila” habia dejado us + panorama social dominado por él subempleo y el desempleo sie” que abria el camino a la crisis social. En este escenario, las politicas dele gobierno se orientaron en dos sentidos. Por un lado, se busceba mely” § Faria compelitividad de la economia argentina trabajando en los ple ues que per Jos rigidos limites de la convertibilidad. Por otro, se Dusieron en marcha politicas de empleo a la vez que se. ampliaban We = ccalizadas para atender la situacion de pobreza. Esth S consolidaba la orientacién_ neoliberal 42 jgue las medidas econémicas sostuvies®! © ‘obra desocl” t Jas capacid® PX ya que se esperaba ‘terminarla por absorber a Ja mano de s esto ocurria, se deb fortalecer Ex eontexto nacional pars el desazzallo local ges de empleabilidad dels poblacién afectada. En otras palabras, habla Sue esperar que la copa del erecimiento se llenara y se derramara sobre Tasacieda iin este conte: ss dentrs Glo P2095 1 origer #¢ enevemtra ci isis social zencre-ia 2or el deem; Geseentraiizaba 2} vonflicto social 2 este sentido, estaba en lings {a upcién escogida a ? de‘husear wna salida dentro de los ies que imponi la convertibuidad, puesto que el centro del esfuer se orient6 a obtener competitividad de la economia local. Pero, a su ‘yeu, esta opcion estaba enmareada en la restrieci¢m fiscal que afectaba los municipios, la que restabe postbilidades para que los gobienos le jeran a las tipicas polfticas de inetemento de empleados piblicos. De esta forma, la reaceion municipal, que no fue generaliza- ani mayoritaria, significaba una opeién dentro del modelo de la Yertibilidad pero era, a su vex, na propuesta que se enfrentabe ads, curso desestatizante que alentaban tanto el gobierno nacional con Goncenso de Washington. Paar som 123 Las politicas publicas de desarrolla econémico focal on Stee eee pear ‘estinaron alos municipios or el oto, las que se oxentaroa a des- Aol local. Las primeras obedecieron, cn general, los Nnearientos Jos onganismos de exétito intermacional que planteaban la necsi- hts fortalecer Ja capacided institucional de los gobiercs locales ex jfibos de incrementar su eicacia y ficiencia, destinada a ortalecer ‘atapacidadesténicas en aspects nancies yadministrativosy, en grado, con un vrencial: A esto se agregaron algunos pro- $1imas con financiacion interna fruchura pect internacional destinados a mejorar la infraes- genous Politicas nacionales destinadas a estimular el desarrollo local §etetaron s6lo dos programas. El primero, implementado a mediados ' Meth deeds de los noventa, durante el eats gobierno de oe dh mur fue aplicado por el Ministerio de Interior, que ere6 uns serie argucrrtesiones ane tenian el objetivo explicito de fomentar el des- Poder geeional y el implieto de generar una retacion directa entre el Ie ga eutivo Navional itendlentes, soslayando la presencia de ete ppemadores, Este programa financié con un subsidio inicial, la dacional de estas nuevas ins iciones, previendo que logra- vita mediano plazo. El fracaso del proyecto ‘otamiento del financiariento y ;propiadas par los actores locales ‘conspiraron contra sa su 5 la mayors de ellas se 10 que, durante los -prit dio a la creaciOn de Agencias de Desarrollo Local desde la Secretaria de la Pequeiia y Ja Mediana Empresa (SEPYME). Las turbulencias econéimicas y polfticas con las que prontamente se encontr6 el gobierno de la Alianza, no permitiéron que esta politica s¢ consolidara. ‘Por.su parte, entre las iniclativas novedosas de Jas paliticas pro~ vinciales se puede destacar Ja.creacibn del Instituto de Desarrol Economico Bonaerense (IDEB) que, como un ente autérguica del | Ministerio de la Produrccién, se ered en 1996 con la mision de fortale cer y erear micro, pequefas y medianas empresas en la provincia, para fo que instalé Centros IDEB en Ja mayoria de los munici “Asimismo, se pueden mencionar el Centro de Promocién y Desarrollo pera la Pequetia y Mediana Empresa (Centro Pyme de la Provincia de | Neuquén, constituido en el marco del plan de desarrollo del gobierao de esa prov 's Asociaciones para cl Desarrollo Regional de la Provinda de Satta Fe, la Unidad de Promocion Empresarial del Gobicrna de la Provincia de Mendoza, y Crear, en Rio Negro. Sin embargo, 1a mayoria de estas politicas han tenido problemas de creci miento y sustentabilidad. viera. El segundo pros ineses del gobierno fe De k E 1.2.4, Hacia fa crisis ina! de fa convertitilidad El sostehido crecimiento experimentado desde 1996 tenia como fundamental motor las exportaciones, principalmente a Brasil, Su debilidad quedé manifiesta cuando en 1998 la economia brasilefta se comenza a estancar, lo cual eondujo a una reduceién de sus importa ciones. Esto afect6 Ja capacidad conrp: nas, y la economia quedo s: fectada, Esta situacion produjo ucves dudas sobre la sustentabilidad del valor del peso frente al délar, | de los imgresos y.con ello de Ta capacidad del gobierno de pagar sus Geudas, ‘mayoritariamente denominadas en d6lares (Galiano, Heymann y Toméis, Op. Cit.) La devalnacién del real, a comienzos de 1999, no hizo otra cosa que agravar la situacién externa _y complicat atin mas las finanzas piblicas. Asi, se horadaba la confianza de los acteedores externos y, por tanto, se incrementaba la tasa de interés ‘ida para mantener los bonos argentinos (Galiano, Heymann y — s, Op. Cit 24), En este escenario, 1a euestién dependia fandamentalmente de la prudencia fiseal y del crecimiento de las exportaciones y la produccio® + gstrategia para.en de bienes transables ex general. Pero, la configura SGiativos alentzba contra “fitiendo e) ingreso de productos importados que ganaban mercado a {osta de las empresas nacionales, Por su parte, la situacién fiscal, pi SGnada por la coyuntura electoral, no daba muestras de contencién. 1 gobi janzal®, que asti-i6'é7 1999, no modified la ntar la recesi6n., Por yh Jado; él problema fiscal fue Staeado core un aunjento de impuestos ue termin6 ‘epercutiendo negetivamente, ya que gener mayor retratcién de la demands. Po ‘oiroyse conservo la inteneién de mejorar la competitividad local den: {0 de los pliegues de la convertibilidad. En este marco se im) gprobo une ey de reforma labor oducia elementos fle jores en el mercado de tr vs "Ante la profundidad la ris, los organismos mutilaterales de crédito salieron en ayuda del gobierno acordando un paquete de prés- tamos, al que popularmente s¢ lo llamé “blindaje”, Peto, los efectos de secuperacién que estos anuncios buscaban no se produjeron. La cr se comenzé a trasladar al sistema financiero, que empez6 a perder depésitos. La nueva gestién de Cavallo implementé politicas fiscaies y monelario-financieras tendientes a generar la reactivacion, y obtuvo una pequefia depreciacién de la moneda introdueiendo al euro en la convertibilidad. Los Glimos esfuerzos por obtener un gran canje de la deuda y de revertir la corrida de depésitos termin6 disolviendo el Bret del ministro del propio Presidente Ast, tras una crisis institu fomal que consumid cinco _ dona que consun residentes ev enero de 2008 se abandons de los idad exportadora y continuaba per- recids qui 2. Las consecuencias econémicas y sociales del modelo neoliberal pie BEDEEIuser, se isto a un proceso de transformacin que qlpldamente genet un cambio que aparece omo ruptura respeto de la denominada matriz Esiado-céntica (Cavaroz, 1994) y su reemple- 2 pot una de tipo mercado-céntsca (Garcia Delgado, Op. Cit 52). a la medida en el que juegan el Estado y del mere ales par Eases neg lov ado son eentrales para el Estas transformaciones produjeron una ruptura coa el modelo Sutetioren los planas econémico, social, poten cultural, Enel pli Politico se marché del movimientismo imperfecto apoyado en un neo forporativismo, también impertecto, jon de la demoere~ a liberal y pluralista, mientras que ls accidn eolectiva se transforma 26 Se tats du una eoalicién Dresidencis 4 Fernando Dell Ri Civica Radical y REPASO que levé # 1a ‘ato destruccién de puestos de trabe mn regresiva del ingreso. f La desindustrializacion es la agudizacién de un proceso la reestructuracién de los grupos econémicos y le ciadoa mediados de los afios setenta que ha generado que la partieipacion de ¢ 1a actividad industrial en Jo la industria argentina tiene en le actalidad précticamente a mismo tamaiio que hace un cuarto de acentuado la pérdida de su caracter propulsor sobre el resto de las acti- ~ ‘vidades econdmiicas, tanto en términos productivos como en lo que ereacion de puestos de trabajo, Este proceso estuvo acom- | respeeta a paflado, a su vez, productivol®. La destrucci ea cada vez menor7. Asi, n0= 1 PIB glot io, sino que también se ha por la primarizacién y des-sofisticacion del aparato | .6n de puestos de trahajo se refleja en una fuerte dis: minucién de fa cantidad de obreros ocupados, a lo que se sums la cre- i ias mas eon prenonderancia de Pymcs- que asumié la com * de insumoe y/o producto ‘eran aor de eset a Ta igencln den vlonacble ao iz en que se vier Le ae ‘oon bmica® (Klufes y Scho, 2002 ' ja que tuvo un mayor peso a Pampeana (-29%). Las explotaciones ins afectadas fuerot pequehas, de hasta 500 hectéreas, por la desaparicién de estableci- mientos agropecuarios. Este estrato perdio el 18% de las FAPs con pecto a 1988, cayendo un 20% la superficie ocupada por éstas, En el ‘strata de 500 2 2.500 has se an 5% mds te EAPs que en 1988; mientras que en los estratos variaciones. epi emo televante ee ds lotadas por sus propietarios (-8,4 millones de hiss), has), ¥'un crecitien- tode la supe: ia bajo distint iperiores no se registrarow grandes aparato productiv Nacional Eeonémico 2004-200; @ Grandes Empresas, el 80 por ciento d qapintpresas mas importantes es controlado por multinacional cabltal extranjero, dato que se hace, més relevante cuando se compara 80 por ciento que tenfan en 1993. A su vez, se desataca que los icamente en todas la perativo Especial srodueto generadio 2 Esto ha generado, ento; de los grandes grupos’ ca produjo ve s¢ orientaron eula rama de mayor a la producei agroindn: sis-de las afectad; comerci z lntos tipos de compatiias tuvte al erégito (Klutas y Schore, Op. cit) En este sentidg,-tesulta velovaute la ‘Mgreso que se produjo. en sun do esde el trabajo hy medianas firmas ees; Ja Gonsecuente declinacién reletiva Omicos de capital local. Pero tam cién de los grapos inten ineide redistribucién regresiva ‘del ble proceso de transferencia taste acia el capital y, dentro de éste, le mayor tamano. be agregar el brutal en mide] Estado on esté periodo, Skuse ue generé vn elevadisimo Bivél de influencia de los organiones acreedores, particularmente del Fondo, Monetario Internacional. Ash ore crisis fiscal se agregaba la dependencia de la polities evonée ter tna dal eres, 10 che reducta notables of margen de autono- ‘nla del Estado para implementar sue rai aesde las pequetias y \endamiento que asu- 2.2. Las consecuencias sociales Las transformacio Profunds modificacién e280 de desemplea ment6 el nimero de Se analizan a continuacion estos ane fendmenos. El mercado de trabajo asistis.g en transformacis Filo el empleo industrial mentee nee el terci Signiticativo fue que el nivel nunca vistos en Argentina, Est subempleo y ptras se deterioraban sus ingresos. Este nuevo escenario abe, pal de las nuevas caracteristicas Se presentan Jos principales 4 En primer lugar, entone Ue, a partir de 1 indices de desempleo aseendicron a ciftwe ene digas desde 2 a ce eet a bajar a los niveles histériens Ie Ia Argent se puede percibir el efecto de la" 31996 en los que e} desempleo se mant, el desempleo se transformé en un prokt Scoubmicas de los noventa goneraron tina la est ture social argentina, El doble pro i | | | 2004). onal para el dasarrallo oct! dencia negativa del des- Taborales y el ingreso de wna in. El subempleo, entonces, ;d como modo de paliar la bajo (Vinocur y Halperin, fmismo, deterion ‘ : duo tumbi sntgeids dela fuerdalaboral c at a oe eect itac ak n ha sido mis ae ue it de lg desocupacioa'y el sabempleo, gana ale yor que blacion expnomicament® activa, (Vino a diada por un cre- 6 has ainda pi 2008 rabien, esta transfornisci6t ha sig acompatada por un ce ee abraingen H Giomibanrin del ware aus vores a iauodtores md eos. Como se puede ota ee in eo calzand i intiles, para 4 =f eae reduecion pronune Ae abstract creceate ya de 0H n pronunade a una concentracin relent aap de a edi — ; ne edad fueron ta fos fis en qu les vecloree rloe de i S00 eon tabi eect scpaivamente, confmendo su pauperzaca ieee OS reza que, & So ae ineemena en a pobreza gus 2 sparse caroriestias ‘ieeates respi de nau oii ase oe asdades bisias ins * QNBI) muestran un me gee eae as insatisfechas vera ws : aswel 6 del 19,9% de la poblaci que miden las es iss insafech ne se oan ob dboe Fess parila aueserafieren a poble ine ai dans hale a Tinea de Ia pobreza ¥ la indige clones ubica Cuadro ' dela concentracion del ingreso bie relia ev perp Parental segtn qui deo 2002 ja80 | 1990 | 1999 | 2000 | 200 2a zo | a2 | 2) | 23 | 24 U 7 | 58 sa | eo | 5: eo | 3 08 ns [oa va | 146 a | 210 | 200 sea | oz Algjancl-o Villar lema et é in que la imentos. ee decir 280 que deb sector formu o gee eriat tener, ya 5 se ubjea al 0 informal 4 Porque posee Por dehy orque al en el ou seen Porque se eneaentran desocupeaes P° E8030 ieee 5. D Suficiente, ¢ encias econdmicas y soci i y i anifestacione Sociales generates recién exp tn expues- tas tuviero: nm; particularme ss heteroge: te igeneas en las en las ex Tegionales las extra i s en las diferentes regi iealonales se produ pampeanas. En efecto, o antes regiones, [3ci6n de sistema econémicn y sat en 18S ecoromias Roventa. Este proc OY social al nus ientaban a la adap- Jee Aovete. Este proceso influye sobre lene coe atio lanteado en en Hintas regiones, intervineulaciones, evonémicos y socia- mercado, asi como ex iones de pro Hanae AB ventas benelisinen Cabacidad de para ast ofan, 2000) SY COst0s se reparten en fora ae Tevonocer “., gh SOOT rar luccién, globalmente, la , distribucién iy eotget renee, de dos fs, atin cual - Ge las regianes del 50 naturales nee . S08 naturales no oy un esquema dee ma, Tenovables” (PI es Be eel sector agropeen; (Plan Penix, 2009: mae aeeion de recur oun pron esr aneCtario se produjo le inte aaa a eat oa cimiento de In eo concent la intensificacién cy ae Ta producolon: nob de la tierra, modemnizacion ®ericultura, que data d s teenol icho proceso commu are El eomterta 5 efectos negativos, funda- "jp estructura de propiedad y tenen- jiadores de comercializacién, cata vez es pegueics, y la : omnia Fe sande pon Joe stguienves elementos presencia de Ta paquefia unidad stiva, de en las actividades oer ales del noite, €l en so mayoria de carécter minifoa- Gieto'y eon serios proulemas de subsistenela, carecen de capaci Ge egociadora de su produccién en el mercado, de acceso al exe Gee panario y de posibilided de reconvertit su actividad en tér- saree de los eritetios de competitividad hoy prevalecientes. 2. Buidades productivas de gran tamano concentran el proceso Peroindustrial en la yerba mate, el tabaco, el algodén,e] azica, 1a Viuvinicultura y la fruta. La orientacion hacia mercado interno, que historicamente tenia Ja produecin agroindustrial, s° fye QU sigeando més recientemente, a partir del ingreso de la opcin Maportadora en produeciones significativas como el algodén, el tabaco, ls frutas y Ia vitivinicoltura. 3. La producein agricola, caer da en terminos de unidades productivas en una elevada proporcién por los pequetios esteblecimientos tiene, come cor Prope. la mayor parte de su valumen produetivo controlado por hudlignos ¥ grandes establecimientos, en muchos casos vineula- Jos al proceso agroindustrial. La brecha entre la eapacidad para ee var excedente econdmico, implantar nueva tecndlogla de ges HGmry produeciOn y acceso a canales de comercializacion y finan Tanlcnto favorables, se ba ido ensanchando con el tiempo, entre Jearatos sociales més pequeios y Jos de mayor tamafio, Un fac- ee tidntral para morigerar esta brecha fue, hist6ricamente, la tecign reguladora del Estado; ausente en el ultimo decenio para Segurar precios rentables a todos los produetores. 4. La apertura eetema, la inexistencia de crédito bancario a bajo costo, ta impo” sibllidad de obtener precios remunerativos por 1a presen de ‘ipentes comercializadores de gran poder y la caida de los precios aeetey donales, acentuada por la sobrevaluacién del tipo de cam- Tor ntenificd la debilidad estructural de la pequeiia produccién } provoeo emigracion creciente desde la actividad agricola pac A rosenos urbanos eercanos, 5. En el area de la extraccion de pettoleo, gas y carbén, la privatizacion de las empresas encarEt Retréleo: BAe Xadas explotaciones gener6 un fuerte proceso de expulsién laborel, no compensado por la creacign de otras fuentes Ga irabajo o la accion estatal. Ello se hizo evidente en el sur pata 9 entida por la paulati rbanas y :arales fruto de as de la década de,los noventa, lo. sobreabuindante sqguros. de desem, distios para alimentar la poblaeién'éscedente’ (Rofman, S/F: 3 impagta.de mansra @iverse’ en las diferentes regiones srentes Cé118as Benerafi distintas consceuencias en cada del pais. Asi, - region, en particular. El papel de las privatizaciones de las grandes empresas nacionales juigé-un wok central en el ineremento del desem- pleo'en regiones en donde eran las principales generadoras de empleo. Son Jos casos de Cutral Coy Placa Huincdl, por a privatizacion de VPH; Palpald, por le de Altos Hornos Zapla, 0 San Nicol, por la de SOMI- SA. Pero, no fue el timico proceso-que transformé las realidades regio- nales. Bi de concentracion econémica se observa en uns vasta y hete- rogénee realidad. Como ejemplos se pueden mencionar casos que van desde la produecién de fruta, en el Alto Valle de Rio Negro, la de azi- car, en Tucumin y norte de Santa Fe, y la del algodén, en Chaco. Bn el primer caso, se asiste al paso de una economia basada en la hegemonia, de pequefios produetores familiares capitalizados que disponian de tung red de cooperativas para la comercializacion de la fruta en ol mier- eado nacional y un conjunto de empresas privadas dedicadas a vender- las en el internacional, a un escenario que muestra la prevalencia de una empresa multinacional que ha ido eaptando porciones erecfentes del mercado exterior, adguiriendo tierras para la explotacién fruticola, bajo el sistema de plantacién, e ineorporando tecnologia innovativa y modalidades de gestion encaminadas a reducir costos y reemp! fuerza de trabajo por sistemas automatizados de clasificacion, gue. Similares cuestiones suceden en el easo del azitcar, en do} advierte un retroceso en la posibilidad que minifundistas 0 product res familiares defensa del precio de venta de la produccién frente a la eleva iora de los ingenios compzado- res, Por su parte, cidn tecnol6gica en la recoleccién mecé- nica del algodén ha provocado un agudo fenémeno de desempleo y emigracién masiva de pequetis productores rurales hacia los eentros urbatios (Rofman, 1999). Este fenmeno, que afecté a una gran cantidad de pequeiios pro Guctores rurales de éstas y otras regiones, incluyendo la pampeana, fue de tal magnitud que generé una respuesta del Estado nacional me te el Programa Social Agropecuatio, Este buscaba apoyar 2 estos pto- ductores para que no migraran. Sin embargo, el efecto de las condicio- nes macroecondmicas no pudo ser sustancia politica de tipo foe: 80 i oeat centros urbanos més importantes vieron incrementada la demanda de sus servicios, particularmente fos sociales, por la nueva poblacién que se radicalta. A esta situacidn se sumaba el ereeiente ineremento del ido por el proceso de desi ea resulta pi 03) sobre los tip pla ye paulatina. perfil productivo que actividades que cons- 1, dquetas que generan el crecistiento econémico del lugar eon distribueion del ingreso o con mejoras de las condiciones sociales (Arioyo, Op. Cit). Ahora bien, la crisis ebrupta se producg ante el cierre dela empresa que es a la vez tineipal fuente de trabajo y organizadora de la actividad econémica local. Son-los mencionados.casos de San Nicolas, en la provincia de Buenos Aires, Cutral Cé en Neuguén, o-Tartagal en Salta, a los que se suman las pequefias localidades que desaparecieron cuando se levan- taron los servicios ferroviarios. En cambio, en la crisis paulatina “No existe un dia en Ia memoria del territorio en que se paraliz6 la produe- cién porque cerré Acindar o dejé de funcionar el fefrocarril o YPF dejé de extraer petréleo, sino que se sigue haciendo lo mismo de siempre, pero cada vez integrando menos gente; cada ver mas declinando lena. mente” (idem: 41). En general, esl caso de gran parte del Gran Buenos Aires, afectado por la desindus' ion, y Jas ciudades de la pampa Inimeda dependiente del sector agricola. Asimismo, se puede observar que el proceso de desindustrializa- cién produjo un cambio en e] perfil de udades que han perdido el carficter productivo que les diera la industrializacion sustitutiva, para ‘adquirir uno ligado a los servicios y, particularmente en el easo de las ‘apitales de provincia, a la administracion publica. Es decir que la ciu- dad pas6 de ser un espacia de produccién a uno de consumo —de aque- Bet ie Hama lateariedadl datenios Estos elementos son relevantes para una politica de desarrollo local en euanto es imprescindible tener en cuenta la existencia o no de ‘un perfil productiva local, una cultura del trabajo praductivo y, en defi- nitiva, los “actores” capaces de impulsar ol desarrollo economico local. 3.La etapa de la post-convertibilidad or qetisis del 2001 produjo et Per el dogma neoliberal y abri6 tnodelo de paisa seguir. De esta fc (ouduelr a un desarr mateo de la democra ara de It democracia, Este nue Sportinidad n del pensamiento tinieo dominado cerlirse en una gran Algjandro Vilar Ahora bien, para los intereses de este trabajo, en primer ugar se 4 gnalizando las politicas economices que impartan en el sis- de tipi ‘que buscan dar una respuesta a la ara Iurgo, revisa pesfieacién, le opcion yar esa les as pepsadas ¥ or se traté de d buseaban el cami Ge la crisis. La Adolfo Rodrisnez Sad y ratificada por el Congreso, des pazte el ahogo financiero del sector piblico. & partir de all! se eomen- 28.2 trausitar por un largo camino er. el que, eb un primer momento, Gurante la gestion de Jorge Remes Lenicov como ministro de Economia de Eduardo Duhalde, se procuré llegar a wn acuerdo con e) Fondo Monetario Internacional con el fin de obtener su apoyo para la implementacién de las medidas econdmicas, pero este intento fracas6 porque las imposiciones del organismo internacional terminaron tesultando insastenibles. A partir dela presidencia de Néstor Kirchner se congelaron las negociaciones y Argentina se limitd a cumplir con los pagos pendientes hasta qué, a fines de 2005, se decidié abonar el total Ge lo adeudado a ese organismo. Paralelamente, el nuevo gobierno, surgido de las elecciones de 2003, elaboro y present6 un programa de reestructuracién de la deuda en default que se ofreci6 alos poseedores de bonos argentinos. E] resultado del canie de ta deuda produjo una reduceidn del monto total, pero lo mas relevante fue Ja extensi6n en el tiempo de la programacién de los futuros pagos, Retomando ef tema de las primeras medidas, a comienzos de 2002, durante el gobierno de Eduardo Duhalde, se implementaron las tras cuatro mencionadas. En primer lugar, se abandon6 la convertibi- lidad, con el abjetivo principal de mejorar la capacidad competitiva de la Argentina, Esto favoreci6, fundamentalmente, a los exportadores de commodities, pero también al debilitado sector industrial, que venfa reclamando la devaluacion desde haefa un tiempo, Sin embargo, tam- bién produjo un fenomenal problema pare todos los sistemas de con- tratos dolarizados y, de hecho, terminé de licuar el ahotro privado que se encontraba “acotralado” en los bancos. La bisqueda de una solucion alos problemas contractuales fue la pesificacion asimétrica, por la cual se reconocian las deudas con los baneos en relacién uno a uno y los depésitos a un peso con cuarenta centavos. A su vez, el abandono de la convertibilidad resueit6 Jos funiasmas de la hiperinflacion, que por 2. no ineluyé la que se tenia con los organises m males de crédito. Bo. lesarrallo local portante grupo de los economistas Imente, nego de un intento de 1rdejarlo fotar. En poco pesos por cada unidad otra parte eran azuzados por un nds vinewlados a la etapa ate La mieva pol por sosten La primeza, de saricter negati del trabajo al capital, prof mediados de la década dellos setenta2?. La segunda, mas posi S que favorecié al sector productivo, generando tn fuerte estimulo a les, exportaciones y un incipiente y'tenae procesu de sustitueion de impor- taciones que ha reanimado a distintos sectores de la economia. Finalmente, la cuarta medida fue el establecimiento de retencio- nes a las exportaciones. La devaluacion, que superd todas las expecta- fivas, sumada a la relaliva estabilidad de precios itternos, generaba Pats coer situacidn dptima en tanto que se triplica- an Sus ingresos mientras sus costos se mantenian relativamente esta- bles, A su vez, el precio internacional de los commodities Argentina exporta comenzaban una escalady ascendente, pa mente para la soja y, en menor medida, el petréleo. Esta particular combinacién de feridmenos gener la situacién dptima para gue el ¥stado se apropiara de parte de los ingresos extraordinarios que se generaban. Esta fuente de recursos, junto al default, contribuy6 a ziejorar las finanzas pablicas, lo que también colaboré para el retiro de las cuasi-monedas que ciretaban en el pais. Mientras se Ilevaban adelante estas medidas y se espersban los efectos positivos esperados, el escenario social seguia convulsionado.& lacada vez mayor presencia de las organizaciones de desocupados, que 20 s6lo cortaban ‘que también realizaban grandes ‘manifestaciones por las principales calles de la ciudad de Buenos Aires, nes politicas y sdciales por parte del gobierno. Enire las primeras se desiacé la conv Argentino”, que {ue eonvocado por el Presidente, la] Programa de Naciones Unides para el Desarrollo (PNUD). Se gener asi 1un espacio al que acudieron organizaciones empresariales, sindicales ¥ Es Las evidencias disponibles indican que on ta atuelldad aie ob means dl proxi S ie avi] veprasentac 0 representa 83 una importante cantidad de ONGs con el objetivo de acordar un plan micas, sociales y politicas que el fundamental que consensuado de reformes eco cometia a lievar adelante. El pa o era mostrar un escenario de acuerd atravesada por la fragmentaci6n y la desaz6n te dla situaci6n social, el gobierno de Du © allan Jefa: y Jefes de Hogar Desocupados” (PJJHD), que se convir~ {46 en su prinedpal politica social y ex un elemento central para obtener cierta paz social. En efecto, este Plan surgié como una respuesta del gobierno nacional a la emergencia social, fandamentalmonte de card ier alimentario y ocupacional, que gener’ le crisis de 2001. A través de ise bused garzntizar el establecimiento del.“derecho familiar de incl ‘dn social”, para lo gue se efeetia el pago de una ayuda econdmica no, remunerativa a cambio de una contraprestacién que deben realizar los beneficiarios, El monto del beneficio es de 150 pesos por cada titular y resulta compatible con la pereepeién, por parte de alguno de los miem- hbros del grupo familiar, de becas estudiantiles 0 transferencias de otro programa social, por_montos menores o ayudas alimentarias. Finalmente, es necesario destacar que en su marco se erearon los Consejos Consultivos Municipales, que tendrén importancia posterior- mente y sobre los que se volverd en este trabajo. En este punto vale lz pena detenterse para analizar el perfil de los beneficiarios del PJJHD. Si bien a este Plan se lo puede caracterizar jeouniversal, en la medida en que se propone abarcar a todos los que resinan, Jas condiciones requeridas (ser jefe 0 jefa de fami- liay estar desocupado), es necesario sefialar que desde su inicio el si tema de altas y bajas no ha permnitido establecer eabalmente si se ha Megado a cubrir la totalidad de-los beneficiarios potenciales (CELS, 2003). Sin embargo, se puede aflrmar quo est orientado hacia los hogares mas necesitados, y que a ellos ha llegado. Efectivamente, la informacién disponible para él Gran Buenos Aires indica que en su pri- mer aio de implementacién el 67% de los heneficiarios pertenectan al primer quintil, el de los hogares més pobres, mientras qué el 27% se situaba en el segundo quintil y ¢1 6% en el tercero. A su ve7, la distribu- cidn de los beneficiarios por tramos de la-linea de pobreza también indica que el PJJHD alcanza a los mas pobres entre los pobres, ya que el ingreso familiar del 64% de los hogares beneficiarios ~aiin después dela percepcién de la prestacién— estaba por debajo de la fnea de indi- gencia (SIEMPRO, 2003). De este modo, en ese primer momento, el 64% de los beneficiarios eran mujeres relativamente jovenes, puesto que Ia mayor proporeién de los mismos se concentra en los tramos de edad de 21 2 30 afios (256) y de.31 a 40 afios (30%). En cuanto al nivel educativo aleanzado, se puede observar que, considerando el total de los beneficiarios, s610 el 38% declaraba tener estudios primarios eompletos (Secretaria de Empleo, 2003), mientras que en el Gran Buenos Aires posefan prima- tenia este esp una sociede> Paraby = 84 1 { 4 Et eomtente nacional para el da fa el B4,6% de ellos, También a nivel global, el 24% declara- mpletos (ibidem), ¢ destaca la relevante presencia de bene- previa. E].84,6% declaraba haber tra- mijeresy'43,4% varones (ibicem). Sin a, ya que se von experienc los que els arto, eerata cosas esperiencia labi.ral poco calificad yauues “hnéeatra en la coastruccién, entre los-varones, y el si domésti- anentre las mujeres. Efectivamente, el 24%6 de ls h cee om Peonstruccion

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