A fines del siglo XV y comienzos del XVI ese obrero libre apareci
en la historia. La ruina del mundo Feudal liberaba sus siervos, como
la ruina del mundo antiguo liber sus esclavos.
fenmeno
manifestarse
al
de
una
mismo
importancia
tiempo.
extrema
Cuando
la
comenz
produccin
a
de
la
difusin
de
las
luces
se
podrn
multiplicar
los
casa
sobre
asuntos
religiosos,
Voltaire
interrumpi
la
requera
adems
la
presencia
de
verdaderos
Por otra parte las escuelas tradicionales, ni siquiera las que haban
nacido bajo la influencia directa de la Revolucin Francesa, eran
capaces de satisfacer esa exigencia. Lejos de las influencias
oficiales, a la sombra misma de la fbrica como frutos directos de la
iniciativa privada, empezaron a aparecer las escuelas politcnicas.
En ellas, la burguesa del siglo XIX preparaba los cuadros de sus
peritos industriales como en las escuelas de comercio del siglo XVI
haba preparado los cuadros de sus peritos mercantiles.
El ideal pedaggico que inspiraba a los jesuitas ya nos es cariado:
procurar una cultura de aparato y de brillo, como propia de hombres
que deben dirigir desde muy arriba los negados de esta tierra, y a
los cuales no corresponde, por lo tanto, las minucias y las
mezquindades del trabajo.
En los primeros tiempos de la burguesa las diferencias entre el
obrero y el maestro de su gremio no estaban muy acentuadas.
Vivan bajo el mismo hogar, en las mismas faenas. Pero tan pronto
el maestro del gremio se convirti en comerciante, y empez a
organizar la produccin en gran escala, el patrn transformado en
capitalista se fue separando ms y ms del trabajo material. Y a
medida, que las distancias aumentaban entre el capitalista que
dirige y el obrero que produce, ms desapareca entre ellos la
colaboracin de antao, y ms se acentuaba tambin el carcter
desptico del capitalista.