Invita a un
cher@, no creyente.
Introduccin:
I.
Conclusin:
Las posesiones terrenales estn sujetas a constantes
variantes y cambios, pero nuestra herencia eterna
est guardada en completa seguridad por Dios en
los cielos.
Si solo nos centramos en lo que podemos obtener o
ganar, vamos rumbo a una desilusin en esta vida.
Debemos vivir como extranjeros en esta vida, como
residentes temporales, que no estn en su verdadera
tierra. Si pensramos as, sera ms fcil enfrentar la
vida. Viendo lo desde el punto de la eternidad.