El equipo del Gobierno manifestó su euforia porque desde hace dos años,
sentencias que antes salían favorables a los miembros de la Fuerza Pública,
ahora están saliendo en contra. Esto se debe al insistente lobby, denunciado por
nuestra organización, que ha hecho el Gobierno en todas las instancias judiciales
para hacer cambiar el sentido de los fallos con el argumento de que la deuda
impagada a la Fuerza Pública quiebra al Estado.
¡Qué tristeza! Ahora no solamente defendemos a ese Estado hasta con el riesgo
de nuestras propias vidas, sino que tenemos que financiarlo con la mengua
obligada de nuestras exiguas asignaciones.
Qué huecas suenan ahora las promesas de efectuar consejos comunales cada
tres meses para hacerle seguimiento a las posibles soluciones del conflicto salarial
que aqueja a la Fuerza Pública.
Ayer por física fatiga de nuestros militantes y por el poco acompañamiento de los
demás, sentimos el poder arrollador del régimen para imponer sus condiciones:
nuestra pequeña manifestación nocturna, ejercida como presión para defender en
última oportunidad nuestros derechos, fue disuelta violentamente por el poder
arrogante del Gobierno.
En este País se vulneran impunemente los derechos de los más fieles servidores
del Estado y se mete a la cárcel a los aguerridos que intentan levantar su voz en
su defensa.
Cordialmente,
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Cel. 310-7091485
Bogotá (D.C)