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La Construcción de Haití

El Primer Ministro de Haití, Jean Max Bellerive “…pronosticó que


se requerirán al menos cuatro o cinco años para reconstruir el país y
dejarlo en el nivel que tenía el 11 de enero de 2010”. (El Caribe,
28/1/10).

No tiene sentido devolver a Haití al estatus de enfermo grave, para


progresar hacia una muerte segura. No, señor Primer Ministro. La
reconstrucción no basta.

Haití ha sido Estado fallido durante demasiado tiempo, ocupando


ahora el lugar 12 de 20 Estados definidos como tales, y la
eliminación de ese estatus puede devolver a la nación haitiana lo
perdido con sus guerras intestinas, con el despotismo de sus
gobernantes y con el afán de autodestrucción que ha dejado casi
agotados sus recursos forestales e infértil la mayor parte de su tierra.

Hay que construir a Haití, al Haití que gobernó Toussaint buscando


una sociedad pluralista con ocupación para todos en una economía
fuerte y productiva; devolver la confianza en las actividades
agrícolas que insufló Petion; entregar el orgullo de haitiano que tuvo
Dessalines, y mantener siempre alto el espíritu de libertad de
Makandal y Boukman.

De la presteza y el compromiso de las naciones para auxiliar a Haití,


la sociedad haitiana tiene que repensar su país, produciendo,
adoptando e implantando planes para construir un Haití capaz de
salir del derrumbe y la miseria para iniciar su desarrollo
socioeconómico.

Hay que montar proyectos y programas para cambiar todos los


indicadores económicos, financieros, políticos, sanitarios,
educacionales, agrícolas, industriales, turísticos y de bienestar
social.
Se requiere buscar y conseguir la percepción, por parte de los
inversionistas, domésticos y del mundo, de que Haití es un destino
rentable, seguro y aprovechable para mejorar la competitividad de
sus productos en sus mercados.

Ahora Haití tiene mejores recursos naturales que los que tenía
Palestina cuando se fundó el Estado de Israel; sin embargo, a pesar
de la inseguridad propia de los conflictos bélicos, Israel es nación
desarrollada.

Haití puede iniciar también su camino hacia el desarrollo con una


plataforma educacional y sanitaria que entregue los artesanos,
técnicos, profesionales, operarios, gerentes, políticos y
administradores públicos que demanda su proceso de desarrollo, un
Haití de instituciones sólidas y un gobierno creíble y capaz.

Si Haití se conformare solo con regresar al estatus del 11/1/10 en


poco tiempo tendría las características que exhibe para el mundo
Somalia, la #1 entre los Estados fallidos.

Por eso, de los escombros, pero más de su historia, de los sueños de


sus fundadores y de las oportunidades del hoy y del mañana, es
absolutamente necesario construir de nuevo a Haití.

Marcos R. Taveras es consultor empresarial


marataveras@gmail.com

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