1. Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden
judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. En este caso ser llevada ante una
autoridad judicial en un tiempo no mayor de cuarenta y ocho horas a partir del
momento de la detencin. Ser juzgada en libertad, excepto por las razones
determinadas por la ley y apreciadas por el juez o jueza en cada caso.
En ese mismo orden de ideas, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia con ponencia de la Magistrada CARMEN ZULETA DE MARCHAN en
sentencia N 272 y Exp.- 06-0873 06-0873, de fecha 15 de Febrero de 2007, lo cual
dispuso:
En este caso, la determinacin de la flagrancia no est relacionada con el
momento inmediato posterior a la realizacin del delito, es decir, la flagrancia no se
determina porque el delito acaba de cometerse, como sucede con la situacin
descrita en el punto 2 [se refiere al delito flagrante propiamente dicho]. Esta situacin
no se refiere a una inmediatez en el tiempo entre el delito y la verificacin del
sospechoso, sino que puede que el delito no se haya acabado de cometer, en trminos
literales, pero que por las circunstancias que rodean al sospechoso, el cual se
encuentra en el lugar o cerca del lugar donde se verific el delito, y, esencialmente,
por las armas, instrumentos u otros objetos materiales que visiblemente posee, es que
el aprehensor puede establecer una relacin perfecta entre el sospechoso y el delito
cometido (corchetes y resaltado aadidos).