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El deseo puede producir bienestar (básicamente, fisiología) y más todavía si se lo cumple. Pero la persona que se conoce a sí misma sabe que, mientras su vida opere en el ámbito del deseo, siempre producirá más deseos, los cuales cumplirá algunos y que, siguiendo en el ciclo de la consecución de otros y así interminablemente deseando y consiguiendo lo que desea o no, siempre circulará por esos mismos ámbitos. El mecanismo que produce deseos no tiene parate y puede ser tan sutil que una persona puede llegar a desear no desear más, lo cual es seguir en el mismo circuito. Tener deseos es vivir en una gran burbuja, del que no hay indicios de salida, pero que es muy aceptada culturalmente. Una mente puede estar libre de todo círculo, incluso del deseo y de este mismo punto que habla acerca del deseo y de la libertad de todo círculo.
El deseo puede producir bienestar (básicamente, fisiología) y más todavía si se lo cumple. Pero la persona que se conoce a sí misma sabe que, mientras su vida opere en el ámbito del deseo, siempre producirá más deseos, los cuales cumplirá algunos y que, siguiendo en el ciclo de la consecución de otros y así interminablemente deseando y consiguiendo lo que desea o no, siempre circulará por esos mismos ámbitos. El mecanismo que produce deseos no tiene parate y puede ser tan sutil que una persona puede llegar a desear no desear más, lo cual es seguir en el mismo circuito. Tener deseos es vivir en una gran burbuja, del que no hay indicios de salida, pero que es muy aceptada culturalmente. Una mente puede estar libre de todo círculo, incluso del deseo y de este mismo punto que habla acerca del deseo y de la libertad de todo círculo.
El deseo puede producir bienestar (básicamente, fisiología) y más todavía si se lo cumple. Pero la persona que se conoce a sí misma sabe que, mientras su vida opere en el ámbito del deseo, siempre producirá más deseos, los cuales cumplirá algunos y que, siguiendo en el ciclo de la consecución de otros y así interminablemente deseando y consiguiendo lo que desea o no, siempre circulará por esos mismos ámbitos. El mecanismo que produce deseos no tiene parate y puede ser tan sutil que una persona puede llegar a desear no desear más, lo cual es seguir en el mismo circuito. Tener deseos es vivir en una gran burbuja, del que no hay indicios de salida, pero que es muy aceptada culturalmente. Una mente puede estar libre de todo círculo, incluso del deseo y de este mismo punto que habla acerca del deseo y de la libertad de todo círculo.
Uno entiende que la mente, tal como adviene al hombre y la
mujer comunes* en cualquier parte del mundo, es el resultado
secundario de un funcionamiento especfico y general de los sentidos**. Los sentidos funcionan, conectan a una biologa con el entorno y, despus, confluyen en un punto que permite y hace posible a la mente. La base de la mente es todo el funcionamiento del cuerpo, con su cerebro, su sistema nervioso y su capacidad de percepcin interna y externa. La mente de la que hablo aqu tiene un sustento en lo material. En el transcurso de una vida humana, una persona que se investiga a s misma suele llegar a conformar un modelo hipottico (que le permite hacer ciertas afirmaciones) llamado mente. Cuando una persona descubre que posee una mente, tambin descubre lo que hay dentro de esa mente (o empieza a generarse esos elementos que le llevarn tal descubrimiento): algo as como pensamientos, visiones, audiciones, imaginacin y diferentes tipos de construcciones***, algunas ms elaboradas, otras, no tanto, como los sueos, los recuerdos, las creencias, el consciente y el Inconsciente, o los deseos. Mucho de todo lo que sucede dentro de la mente tiene como base el pensamiento, esa capacidad, por un lado, de transformar en smbolos y cdigos los distintos elementos de un ambiente, y, por otro, de producir un tipo de creacin que es distinta de lo extrictamente concreto, palpable. La matemtica pudiera ser un ejemplo de lo ltimo. Ms all de las perspectivas antropolgicas en relacin al raciocinio e intelecto humanos, para m, una manera sencilla de ver el pensamiento es considerarlo como 'una oralidad en la mente', es decir, como una voz mental muy parecida a la comunicacin en voz alta que se establece con cualquier persona. Esta oralidad sigue unos principios bsicos que
tienen, cuando hay salud relativa, un sentido especial, que se
refleja muy bien en los distintos idiomas y que es: bsicamente, la lgica detrs de expresiones del tipo "si el fuego quema, no me acercar a l, porque el quemarme me causa dolor y el dolor fsico, aversin (y tener aversin no me gusta)". Decidir no quemarse con fuego tiene un sentido y, casi todo el pensamiento que tiene un mnimo de salud, acta igualmente. La Lgica, como disciplina, por ejemplo, lleva la consecucin de este sentido especial a muchos grados de exactitud.
Entonces, el pensamiento como 'una voz en la mente' es uno
de los personajes principales de la mente humana. En muchos casos, ya no slo comunica una realidad determinada, sino que tambin produce algo as como 'realidades ficticias', esto es, construcciones, entidades, que s tienen existencia, aunque sea en un mbito mental, y que, por ello, influyen en el comportamiento y la perspectiva que se tenga de tan solo un momento, o de la globalidad de la vida. Una persona puede tener celos de otra, equivocadamente (sin que esta otra persona le haya dado motivmos ciertos) y obrar de acuerdo a estos celos; con su realidad ficticia como base, pensar y actuar y ejercitar influencia en su entorno. Habr creado desde ah una realidad, que no es tal, y transitar, por lo menos desde sus propios celos, muchos caminos falsos que slo se desprenden de ellos. Esta realidad ficticia tiene entidad por lo que tambin se hace algo real, porque desde ella se acta y se edifica. Claro est, si lo revisamos, no tiene un sustento de salud, en cuanto una realidad ficticia de este tipo no logra ese sentido especial que se mencionaba antes.
La produccin de algo que no es ajustadamente 'real' puede
ser en el orden de lo abstraco (de hecho, lo es), pero no por eso insano o ficticio. Los celos, adems de ser ficticios, son tambin insanos. Las entidades que son espejismos son una frecuente cualidad del pensar. Como el pensamiento tambin tiene una capacidad de crear lo abstracto y no palpable por los sentidos externos, es en este punto en el que se debe obtener una claridad: el pensamiento abstracto tiene que ver pero es distinto del pensamiento ficticio. La matemtica, como una creacin abstracta, no tiene en su interior ninguna vinculacin con lo insano, pero, la creacin ficticia, s que puede tenerla (y muchas veces la tiene). Y aqu viene el tema del deseo. El deseo tiene claramente su origen en la continuidad de un tipo de pensamiento bien especfico y se relaciona ntimamente con las necesidades fsicas (comer, dormir, respirar, etc.). Tener hambre puede ser un requerimiento del cuerpo, pero se transforma en deseo slo por la exclusividad del pensamiento. El deseo existe a raz de conducir a esa voz en la mente, al pensamiento, por un rumbo determinado, y solamente en este rumbo es donde emerge el deseo. Desear est en el orden de una 'realidad ficticia' que es posible gracias a la capacidad mental de producir lo abstracto. Capacidad mental, claro est, que tiene como base principal el pensamiento, es decir, aquella 'oralidad en la mente'. "El pensamiento y la palabra son sinnimos" [1]. El deseo sucede en un segundo, o en dos, en un periodo cortsimo de tiempo, y tiene la cualidad de crear puntos de vista, pre-posturas ante la vida, ms pensamiento, conceptos, enfoques, y, en fin, crear casi cualquier tipo de cuestiones, muchas veces tan fantasmales e invisibles como un estado de nimo completo o una mnima sensacin.
Por un lado, desear implica no vivir de manera generalizada
en un presente (esto es, la actitud predominante es pensar en trminos de pasado o futuro): cuando se desea se enfoca hacia lo que no se tiene y se enfoca concretamente hacia el futuro. Por otro lado, desear tiene una continuidad en una mente humana cultural comn porque tamben devuelve un grado de satisfaccin, como un placebo que adelanta lo que se sentir al conseguir el objeto de deseo (el auto, la casa, un novio, la salud, el amor, dinero, etc.). La mente d continuidad a todo lo que le sirve, sin importar si es insano. Y cul es el rumbo que toma el pensamiento para que con l finalmente una persona tenga un deseo? El rumbo que toma el pensamiento es la desatencin. Cuando el pensamiento empieza a construir realidades ficticias es porque la persona que lo tiene no tiene para consigo misma un nivel de atencin de calidad. Las construcciones psquicas ms importantes estn del lado del Inconsciente, del lado de todo aquello que no es prestado atencin. El deseo es una realidad ficticia (en contraposicin a una necesidad biolgica) que se genera cuando una persona no se presta atencin en grado sumo. En este sentido, tambin se puede decir que los sueos se producen porque una persona no se presta atencin: cuando suceden cosas y no hay atencin ah, la mente las guarda en una especie de pared, luego, todo eso, tiene la semilla para crear smbolos que se trasladarn a los estados de consciencia que devienen con los sueos y el dormir. Todava sin concluir, puedo decir que mientras ms simblico sea un sueo es porque menos atencin se presta. En trminos prcticos, no prestarse atencin aqu significa confundir el cartel de sealizacin vial que dice 'Camino sinuoso' por la realidad misma que est detrs de l. Algo sutil, por cierto, y enteramente potente y existente.
El deseo puede producir bienestar (bsicamente, fisiologa) y
ms todava si se lo cumple. Pero la persona que se conoce a s misma sabe que, mientras su vida opere en el mbito del deseo, siempre producir ms deseos, los cuales cumplir algunos y que, siguiendo en el ciclo de la consecucin de otros y as interminablemente deseando y consiguiendo lo que desea o no, siempre circular por esos mismos mbitos. El mecanismo que produce deseos no tiene parate y puede ser tan sutil que una persona puede llegar a desear no desear ms, lo cual es seguir en el mismo circuito. Tener deseos es vivir en una gran burbuja, del que no hay indicios de salida, pero que es muy aceptada culturalmente. Una mente puede estar libre de todo crculo, incluso del deseo y de este mismo punto que habla acerca del deseo y de la libertad de todo crculo. Por qu nace un deseo y por qu habra que hacerle caso? Se puede lograr algo sin la intervencin del deseo? Es arbitrario el criterio por el cual un deseo tiene argumento en la mente? No es extrao pensar que Voluntad y Deseo son sinnimos y que el Yo es el gran agente que subyace invisible. Desear es no entender al Yo?