Hasta que la OEA se atrevi

Martes 10 de septiembre del 2013 | 01:03

Una generacin despus de iniciada, es evidente que la guerra contra las drogas ha
fracasado. Me refiero al esfuerzo, principalmente norteamericano, para evitar la produccin y el
trfico de drogas provenientes de Amrica Latina.

Carlos Basombro,Opina.21
cbasombrio@peru21.com
As, a los mercados tradicionales (Estados Unidos y Europa), como a los nuevos,
llega toda la cocana, marihuana y herona que se demanda. Es decir que luego
de enormes esfuerzos para erradicar y hacer interdiccin, detener mafias etc.;
con los enormes gastos que ello implica y, sobre todo con el inmenso precio que
pagan los pases de produccin y trnsito, en trminos de violencia y
corrupcin, el resultado neto es cero.
Hasta hace poco era una realidad que casi nadie se atreva a discutir. Esto ha
empezado a cambiar. Primero desde la sociedad civil intelectuales y lderes
polticos se comenz a cuestionar el paradigma mismo de la prohibicin como
mecanismo eficiente de control de drogas y se empez a discutir la
despenalizacin del consumo e incluso la legalizacin como alternativas para, al
igual que se hace ahora con el alcohol y el tabaco, concentrar los recursos en
atender a las vctimas y desalentar el consumo.
Los horrores que se viven en Centro Amrica por la violencia del trfico hicieron
que varios gobiernos plantearan la urgencia de hacer una reflexin seria y con
recomendaciones de poltica, buscando nuevas alternativas.
En la Cumbre de Cartagena del 2012 le dieron el encargo a la OEA y, pese al
escepticismo que muchos tuvimos sobre si se atrevera ir al fondo del problema,
esta ha producido dos documentos extraordinarios que plantean temas
esenciales para la bsqueda de nuevas polticas.

Estos textos han empezado a discutirse de manera intensa en muchos pases y

van a ser el referente para los innumerables cambios que se vienen.
Desgraciadamente aqu, donde el problema es tan relevante, no hay atencin
alguna a este trascendente debate.