Tenemos una forma de entender la vida en la que solemos idear una
situacin ideal y luego buscamos el camino ms corto para llegar. La eficacia, para nosotros, es poner en prctica los medios mas rpidos y baratos para alcanzar el objetivo trazado en el estudio, el trabajo, o las relaciones. Un ejemplo de esto que se ha puesto bastante de moda- es la de terminar las relaciones sentimentales a travs de whattsap (mnimo gasto emocional, mxima eficacia). Tras esta idea persiste, a mi juicio, el delirio fantasioso de creernos un demiurgo capaz de modular todas las situaciones en favor propio. El oportunista es aquel que piensa a las personas, las cosas o las instituciones como un medio para sus fines. Las utiliza, cuando hay ocasin, para su propio beneficio, sin importar lo que ese egosmo produzca. Es un jugador, viviendo en un casino de jugadores. Aunque consiga ganar alguna partida, acabar perdiendo el juego. El pensamiento chino clsico careca de una palabra o idea precisa para nombrar o visualizar lo que entendemos por un objetivo. Ha anulado la idea de finalidad (y con ella la estrategia medio-fin) para situarse en la exploracin y el aprovechamiento de la propensin de las situaciones y de las cosas. Un buen estratega no proyecta un plan ideal que debe hacerse realidad, sino que identifica en la situacin misma- las potencias y los factores favorecedores que hacen evolucionar la situacin. El oportuno espera la propensin de las cosas, no se fija objetivos porque los sabe un obstculo para el desarrollo. El oportuno no trabaja para s mismo, sino para una causa mayor y mejor que l; una situacin que le trasciende y le necesita al mismo tiempo. Una causa en la que muchos podremos participar y enriquecernos.