El acto anual entonces es una repeticin festiva desde el poder de ese acto. Es
una mmesis de un episodio que se considera estar en el origen de la
configuracin social vigente. Ah inici la "nacin" mexicana. Es curioso que los
colores que engalanan la plaza central sean esos mismos colores que se
utilizaban el 13 de agosto y que de alguna manera se trasladaron al pendn de
la nueva nacin, el verde y el rojo. La Bandera Nacional mezcla esos colores
con un escudo que, de alguna manera, reivindica a los vencidos. Hay, entre la
aparente ruptura, toda una continuidad de forma y tambin de contenido
profundo.
La fiesta del 15 y 16 de septiembre es tan importante que los polticos y los
partidos se la disputan. El que tiene el poder es el que controla la fiesta. Varias
expresiones de izquierda, tanto partidistas como no partidistas, suelen
organizar sus propios "Gritos" alternativos. Un poltico nacionalista como Lpez
Obrador, ante la ocurrencia de algunos de, como protesta, no celebrar las
"fiestas patrias", hace llamados a s festejar, pues la celebracin pertenecera a
lo popular y no al presidente en turno.
Se est, pues, dentro de una esfera, una construccin histrica llamada Mxico,
con sus ritos y sus fiestas. Hay un "nacionalismo" que bebe de los smbolos, los
colores y tambin las festividades. Pues aunque se trate de un artificio, es un
artificio que tiene races profundas. No slo en la historia de Mxico, en las
fiestas coloniales o las prehispnicas. Parece que la dimensin festiva es un
elemento de alcances antropolgicos, pertenece a la historia y a la prehistoria
de la humanidad.