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Kostas Axelos CIENCIAS DEL HOMBRE es una coleccién que intenta desmitificar, desenmascarar los topicos, los julcios de valor encubiertos bajo le cepa del pseudo- cientifismo, aportando nuevos enfoques on materias tan actuales € importantes como Antropologia, Sociol ica y Economia. Con estos objetivos, CIENCIAS DEL HOM BRE ge dirlge a: GRADUADOS que deseen fundamentar los débiles conocimientos de la ensefianza off- cial asimilada. PERSONAS de formacién media y superior cuya preocupacién intelectual les lleve al deseo de formarse o informarse en estes ramas fundamentales de| saber humeno. CUANTOS, sin poseer una formacién basica sistemética, sienten la necesidad de cond cer alguno do los temas especificos inclul dos en le coleccién. “il Editorial Fontanella MANX, PENSADOR DE LA TECNICA Marx, como todos los grandes pensadores, pre- sents dos graves problemas o la conciencia doi hombre de hoy: of de su juste tnterpretacién. y el de la integracién de su pensamiente en ta di- ndmica del conacimiento humano que, sujeto s la dialéctica de la historia, no puede detenarse € instalarse en un pasado lucido, por mas dact- sivo que haya sido, MARX, PENSADOR DE LA TECNICA es une apar- tacién’ considerable @ la resolucien de ambos problemas, redlizada por uno de los pensadores marxistaa més indopendientes, cuya originalidad Consiste en el intento de realizar un didlogo vivo ¥ anticipador con 6! fundador del marxismo. In fenta alcanzer el contro del pensamiento de Mars, desde sus oscritos de juventud hasta los trabajos econémicos y politicos de madurez. comprender como y por qué el pensamiento marxista ha podido Informar ia realidad histérk a del siglo XX. KOSTAS AXELOS, nacido en Atenas en 1924, par- ticips en la resistencia Frente a lo: Invasores y, mds tarde. contra los.con: ‘ent guerre civil grie~ Co ta Ur Marx, pensador de la técnica Gandailfa Salgado Josk MARX, PENSADOR DE LA TECNICA Ciencias del hombre n.’ 8 4 ii BARCELONA, 1960 Goandaritte Salgado Jost ‘Tradueido al castellano por Enrique Mo- lina, dol original franobs MANX PEN- SEUR DE L.A TECHNIQUE, publicads por Les Editions de Minuit, Paris. © 1961 by Les Editions de Minnie Primora edietin: diciembre 1969 Nitmoro de registro: 4.321-67 Depésito legals 46.368 - 1960 Impreso par Biblograf, S.A. - Pasco de Garlos 1, 136, Barcelona, {© Wl onal, $A 1088 al, 980. - Barcelona - 12 Printed in Spain La filosofia moderma no ha he cho otre cosa que proseguir una ta rea empezada ya por Hericlito y Aristételes.» ‘Kart Marx (En La Gaceta Renana del 14 de julio de 1842). MEI Mtegar-a-sersitosofia de! mune do es al mtismo tiempo un Megar- aser-mundo de ta filesofia; su rea ligacton es su pérdida.» Kart. Marx (Ba su Tesis doctoral) Prefacio El objetivo del presente trabajo es hacer presente el pensamiento de Karl Marr, pensamiento que después vino @ ser marxismo para desempenar un papel swnamence activo en ¢ movimiento histérico de Eurapa, de Asta y del mundo en vias de planetivocion. Bl pensareiento filosdfico de Marx sigue siendo extremadamente poco conocido, pese a tos multiples trabajos que se basan en él, pues estos trabajos som, en su mayor parte, o demasiado estricta mente histdricos 0 demasiado dogmdtices y apologéticos. El centro de este pensamiento, ef fundamento de que he surgido y la fuente del movimiento que ha surgido de él permanecen velados: desconto- cides, subestimados, combatidos, admirados — pero no pensados: Tal vez ya sea tiempo de probar a entrar er didlogo cont ta filosoft y ta diatéctica del desarrolto de la Técnica, enigma de te historia wiiversat. Pero antes de entrar en didlogo, y para poder diologar después, hace falta, previamente, oir y comprender la palabra de Mara, se discurso. El iector de Marx que quiera leer los textes mismos del fundador del marsxismo se-ve colocado ante las Obras completas, conjurto inipo- nente y de muy diftell acceso, que comprende wna tesis doctoral (sobre Demécriio y Epicura), criticas comentarios del pensamiento ¥ de los textos de Hegel, escritas filosdficos — incluso «metaftsicos»— Violentamente reveladores (Economia politica y Filosofia; alemana), obras polémicas contra tos hegelianos de icquierda (La Sagrada Familia) y contra ef sociatismo de Proudhon (Miseria de la filosofia), monumeniales trabajos econdmicos (Conteibueién a ta eri- tica de la economia politica; El Capital) » programas de accion poll. tica (Manifiesto comunista; Critica del Programa de Gotha), andlisis sacioldgicos ¢ istdricos de Jas luchas de clases en Francia (de 1848 y de 1871), articulos periodisticos, sobre cuestiones europeas y orientales, pocmas liricos, numeroses cartes, notas y esboros de toda especie. Un pensamiento unitario inspira y domine de un extremo a ‘tro todos estas textas, en los que ef desarrollo de los miltiples Temas vela ta unidad que los sostiene; este pensantiento es de orden filosdfico y quiere invertir la metafisiea tradicional de Occidente; ‘quiere consuanar, suprimir y rebasar la filosofia, realizandola en ta prdctica y ia técnica: este pensamiento parte del snilisis y de la Gritica de la alicnacién del ser de! hombre —de ia alienacién del 7 trabajo » de fa economia, de ta politica, de ta extstencia humana y de las iceas— y desemboca en ta previsidn téenica de la reconci Uiaeién universal, reconciliacién del honrbre con ta Naiuraleza y su naturatera, efectuada a través de ta comunidad histdrica y social de las hombres y que hace posible la satisfaccion plenaria de las nece- Sidades vitates, el reinado de a abundancia, et miodo de la transpa- rencia de todo fo que es y se hace. Esta (rejconciliacion stenifica: conquista del mundo por v para el hombre, despitegue itimizado de las fuerzas de la técnica. Nosotros trataremos de hacer ofr ta palabra pensante de Marx en toda su coherencia, toda su profundidad, toda su lmiracton. Un pensariiento importante contiene siempre su propia problematicidad Y mudtivalencta. At hacerlo presente, debemos interragarlo, ponerlo ‘en tela dle juicio. No oponernos a él; eso no significa nada. Abrazar el ritmo de un pensamtento y hacer resurgir toda su intensidad radi- cat —demasiado frecueniemente olvidada 0 rebajada— es mucho mds fecundo que leer un texto filosdfico como un texte sagrado, una disertacton escolar 0 un periddico. No hay, por una parte, et pensamiento sistemdtica de un pense: dor, sus sopinioness, y, por otra parte, 1a historia de ta génesis y del desarrollo de su pensamiento dentro de ta historia general de ta filosofia. Tainpoco hay pensamiento sistemdtico separado de su ges tin metddica y de 1a totalidad de ta historia cet pensantiento. Final. mente, no hay primeramente pensamiento y al lado fa Historia, o primeramente ta Historia y at lado et pensamiento. Por tanto, agul e trata, para nosotros, de intentar captar un pensamiento que émplt: ca la historia, que pertenece a ia historia, que desemboca en ta ikistoria. Nuestro objetivo no es, por consiguiente, ni ~ alguno, y 1a respuesta a la pregunta det porqué de todo lo que sy ‘se hace, ausente. Los fundadores del Renacimiento y Descartes, los enciclopedistas francescs, los filésofos de las Luces y 10s pensadores del «idealismo lslemins {de Leibnitz « Kant y Hegel) son los heroes de la marcha Conquistadora del ego cogito, del Yo trascendental, del Sujeto abso futoEspiritu absoluto. No obstante, en el curso de Ia misma marcha se hacen cir, pero apenas entender, otras voces también —las vores de la tragedia. Para cl pensamiento griego, el mundo, en cuanto totalidad de todo Jo que en el devenir es, sigue slendo Uno: es Fisis ijuminada por ‘el Logos, Logos que anima el lenguaje y el pensamiento de los mor- tales. El ser del Cosmos sterno se manifiesta en su verdad través de los seres y de los entes, se expresa en los mitos y tas hazafias Ge los inmortales, y se patentiza mediante y en la politica, el arte, fa pocsfa, El hombre ea un ser de la fisis (vocablo que no significa ‘apenas para las hielenos lo que «Naturateza» significa para nosotros, Ya que la fisis es la totalidad); esta asido por unos vinculos «fisicos» ¥ obadece al ritmo césmico. Explorando todo lo que es, Hlevéndole it ienguaje y clevandolo al nivel del saber, empleando una fechné ‘coesencial a la fisis, los hhumanos no se constituyen nunca en duefios Gel Cosmos; sus obras no pretenden en modo alguno transgredir orden cdsmico, Lo que es aprehendido como ente —en su plenitud atural y sagreda— sigue siendo ta dltima instancia y el primer fimdamento, Y los helenos supieron afrontar la amenaza del no fer (de Ia nada), que también es; en ocasiones se atrevicron a levarla ‘hasta el lenguaje, sin examinar por ello el poder de a nada misma ‘ni poner cn tela de juicio el fundamento del ser. Tos ojos de la Revelacién judeo-cristiana —desde un determi ‘nado momento, mis cristiana que judia—, la totalidad en cuanto fmundo es sacada de Ja Nada por el acto creador de Dios. Toda la creacién y todas las criaturas permanecen subordinadas al Creador ‘sie mundo no es més que una etapa pasajera que debe conducir I otro mundo, el verdadero. La Naturaleza se convierte en aqucllo Contra Yo cual uchan los hombres creando a su ver nuevas seres ¥ cates; pero Ia naturaleza debe ser domefiada, pues por encima de fella planea el Espirit, y por encima de los mortales, que ejecutan us trabajos y sus ob¢as para gloria de Dios, reina el HombreDios, Dios hecho hombre, hijo del sefior absoluto. Todo lo que es, per- manece sometido el plan de la Providencia divina, que persigue sus ‘objetivos. Para cl pensamiento modero, el mundo es a ta vex Noturaleza y Espiritu —realidad © idea— y se hace aprehender por la represen: tacign y cl pensamiento de los hombres, que quieren conocerlo y ‘enriqueterlo, explicarlo y transformarlo. El hombre ¢s ese sujeto {casi absoluto) que, en conexién con los demas hombres, la Sociedad, obra, afona y constraye unos objetos, ponicndo cn movimiento las terribles potencias de la técnica, empefiada en el combste contra la taturaleza y destinada a ser la palanca que pondré en movimiento Ja totalidad del planeta. Fl pensamiento europeo y modemo, tercera fase del pensamiento ceccidental, en tension hacia. si expansion mundisi, esta esencial v Perpetuamente en crisis: busea el fundamento dltimo en el que podria fSpoyarse su actividad tedrica y prictica, plantea, respecto al Todo ¥ respecte @ fodo, el problema del porgué, y no llega en modo algun 2 una respuesta radical y total. Aun entregindose a Ia bisqueda del Ser de la unidad de la totalidad y de lo que se manifiesta en su sero, Expresa constantemente Ie tendencia pensar el Mundo, no en sit Plenitud, siao respeeto a unos dominios especiticos vistos desde el fingulo de determinadas perspectivas. La totalidad del ser se halla disuelta, y cl pensemiento instaura y explora unos conjuntos aut6- nomos que constituyen unas dimensiones particulars. El pensomiento. moderne es esencialmente —y constitutiva- mente — ldgico y fisice, historieo, sovtolégica, psicoldpico y estético: piensa en ya través de csas perspectivas, que constituyen dimensiones del pensamicnto relativamente auténomas y regiones especiticas de Ja realidad global, Est claro que este pensamiento desemboca en privilegiar —alternativamente © segin tal 0 cual direccién particu- Jar— cada una de esas dpticas, que pretenden ser visiGn del gran Todo: asi s¢ consolidan el logicismo y el fisicalismo, el historicismo, el sociologismo, el psicologismo y el esteticismo, y todas tas inter- Penetraciones, alianzas y combinaciones efectivas y posibles. Todas estas aprehensiones fraccionales y segmentarias emplean Ia’ técnica de la reflexion y exploran —cada una para su provecho— los domi- ios y las regiones énticas lamados pensamiento, naturaleza, histo- fa, hombre are, en cuanto certs espeifieas, en cuanto conjuntos ue poseen sus propias leyes y estructuras. Sin duda, toda eso es ecesario para que 1a iavestigacién y 1a busqueda, la teoria técnica y la peéctica transformadora avancen y progresen, y lleguen a resul- lados positives y ulilizables; sin embargo, zqué viene a ser el pensa- miento central que aprehende todo lo que es en la unidad de su plenitud? 2¥a no hay plenitud? Las totalidades particulares y su suma, ereemplazan el circulo de la totalidad? Pues incluso un pensamiento multidimensional —o el conjunto de los pensamientos unilaterales — apenas si desemboca, necesariamente, en una aprehensin global, Puesto que no hace otra cosa que religar unas dimensiones parti culares. ‘Sin dude alguna, el pensamienta moderno busca aiin, a su modo, Ja unidad de la Totalidad (rota, sin embargo); pero esta tarea particular que tiene como tema la gene- falidad: hemos aludido a In metaffsica (Hamada més positivamente filoxofia general), que, no obstante, degenera, también y con excesiva frecuencia, en historia general de la metafisica o incluso en simple historia de las (grandes) ideas. La ilosofia primera, la ontologia, ‘no aleanza a ser verdaderamente fundamental; no escapa al peligro de una. sistematizaciin escolar (teolégica, idealist o posit ‘Querer pronunciar un discurso sobre el ser no significa cn les sea posible la especializacién; se tecnifican hasta més ¥ prosiguen su trabajo de descubrimiento y de invencién de los limites que ellas mismas se trazan, sin dejar por cso subordinarlo todo a su . Las oposiciones hombre historia, individua-sociedad, subjetividad- objetividad son y permancoen esquemiiticas y vacias de contenido, ‘Pueste que nunca encontramos un solo polo; cuando se manifiestan, €5 porque aislamos artificialmente los clementos que componen ef sonjunto, dado que es el conjunto lo que les permite ser miembros actuantes. Lo cual no significa apenas que poseamos el fundamento del todo y Ia ruiz, comin y tinica de todo lo que compone el. con- junto —en toda su plenitud y en toda su dislocacién—, La historia humana engloba al hombre individual, por todas partes en evolucién y siempre en sociedad, como todo el mundo sabe. La pregunta: ees cl hombre la causa de su historia? 0; gla historia produce al hombre? esté desprovista de sentido, pues ¢s artificial y abstracta, Importa saber comprender simulténeamente y en un sole movimiento la. globalidad de la historia que contiene a tos hombres y Ia miscria def ser humano que, con los demds seres humanos, shace» la historia. Marx privilegia, es cierto, una dimensién, la separa del resto, pero esa dimensién no. permanece aislada, Marx pone de relieve un as- pecte dominante, analiza un factor determinante del conjunta de toda la que ¢s; profundiza y amplitica una cicrta realidad, sin edificar por eso un modo de aproximacién concreta y total, unitaria mds que unificadora; propone tna Tectura del libro de Ia historia y preconiza una manera particular de accién. Sin embargo, la totalidad del mun- do contiene también otras realidades y otras actividades. La Totalidad, a la cual so abricron los presocréticos, que la apre- hendicron, por primera vez en la historia del mundo, mediante el Jogos, !legs a ser sistema toial cn el pensamicnto de Hegel, para quien fo verdadero es el todo. La Totalidad ya no se manifiesta en ‘cuanto tal después de Hegel: sus regiones y sus dimensiones, sus fragmentos y sus aspectos contindan sienda aprehendides por los hombres, pero la ausencia de un pensamiento ontoldgico no deja de manifestarse cruclmente. El fundamento de todo la que es y el Vineulo que to zeliga todo en un Todo escapan a los humanos. Con- vertida la Naturaleza en. aquello contra 10 cual se lucha, muerto Dios y descubiertos los fallos terribles de la Sociedad humana, el hombres se esfuerzan en aprehenderse de nucvo y ‘pues ni la existencia individual ni la comunidad humana prescindir de fundamento. EL ser humano intenta desespe- jente reconciliarse consigo mismo, con las demés hombres ¥ | el Mundo, E inienta hacerlo sociafizando su drama, poniendo movimiento las potencias de la voluntad y del trabajo. Parece, y embargo, que las potencias de la represencacién y de Ja ratdn, saber tedrico y del trabajo prdetico, de la conciencia y de la no conduzcan tan directamente a la reconquista de 1a unidad . de Ta totalidad despedazada, de la naturaleza desnaturall- La verdad una de la Totalidad ya no se manifiesta, el funda- fo unitario ya no es visible, y, para los hombies modernos, el toma el aspecto de la Nada. Los humanos no dejan por es0 desplegar una actividad teGriea y practica que no parece encontrar Jo cual apenas impide — todo lo contrario— que In pregunta Wel porgiié permanezca sin respuesta, La diakictica hisérica quiere “gpoderarse del secreto del devenir de Ia humanidad y del ser del hombre pare afrontar la alicnaciin y ofrecer un remedio.a la inss- Hisfaccion que crece # medida que crece el ritmo de la producciéa de Bienes maicriales. Todo lo que es fuente de explotaciin, de frustra- ‘cid, de insatisfaccién, se ve atacado por todos aquellos que quieren transformar la negatividad y la conciencia desgraciada, Ia dislocacion desgarradora y el conflicto de los vasos no-comunicantes en toma de sonciencia revolucionaria que debe conducir hacia una armonfa ave Sonstituya la solucidn de los enigmas y estableza un orden satis- factorio. En primerisimo lugar, es Marx quien emprende ese camino; él lev @ sus extremas consecuencias la tendencia humanista del pens ‘nlento occidental, leva al Ienguaje los males de la sociedad y del hombre, con el fin de proponer una soluciin y una terapéutica —partiendo de un anilisis de las condiciones dadas, resultantes a su ‘et de un largo proceso—, Considerando que un laborioso desa- frollo, el desasrollo mismo de las fiers de li historia humana, ba alienado.al hombre de su propie ser, de los productos de su trabajo, de su verdadera naturaleza y del mundo en su totaidad (dado que Ja verdadera naturaleza social del hombre se habia perdido en pro- Hecho de a cisliracign teoncistn}, Mars describe analiticamente ese estado desnaturalizado y alienado, lo somete a violenta critica, To sondena radicalmente y quiere preparar lo que superard de una ma- réectica Ix multiforme alienacién, El andlisis polémico le hace tara unas conclusiones extremadamente negativas' en cuanto al presente y a unas perspectivas locamente conciliadoras en cuanto ‘al porvenir, en tanto que cl problema del. pasado original queda en Ja sombra, En el andtisis del trabajo del hombre, Marx piensa hallar el se- ereto de Ia tragedia, Fl trabajo del hombre, la produccién de blenes, a seproducciin de los hombres y, més aiin, la autoproduccién del hombre, ligan de nuevo a los hombres a la Naturaleza, constite ‘yendo sin embargo un vinculo alienado. En la alienacién del trabajo, Marx piensa hallar el enigma del devenir histérico de la humanidad falienada; In tragedia econémica aparece asi como la realidd més ‘sblida del mal y del malestar, y cl Mal se proyecia en clerto modo Ww 5 tuna sombra laicizada del pecado original. Esta lucha por Ia ide Ia vida, lucha sostenida por los hombres que trabsjan, ‘con y contra otros hombres, y contra la naturalezs, es 10 "que sofoca tas fuerzas vivas, “Fie «mals, cuyo secreto intenta penetrar Marx, ghabria podido ‘no instaurarsc? No es inherente al desarrollo mismo de Ins fuerzas Mivas? Y, de otra parte, ¢por qué no podemos por menos que pensar ‘en el «pecado original EI Dios del Genesis habia ordenado a Adén, el primer hombre, ‘que 10 comiese del drbol del conocimiento en el jardin del Eden que ésto debia cultivar y guardar; el hombre era libre de comer de todo Arbol del jardin, excepto del que era el Arbol del conneimiento del bien y del mai: «Sin embargo, por lo que respecta al Arbol del cono- cimicnto del bien y del nal, no comerés de dl; pues el dia en que Comas de ¢, morirés», dice el Eterno sl hombre. Su mandamiento ‘no fue respetado, la negatividad cumplié su obra y el hombre y la mujer se hicicron mortales, mortales pero cognoscentes; pues, des- pués de haber comido la fruta probibida, el paraiso se picrde para los hombres hechot mortales y eognoscentes 2 causa del pecado original, Pues el Eterno dice al primer hombre mortal: «Por cuanto has excuchado Ia vox de tu mujer, y comido del Arbol de que te mandé no comieses, maldita sea la tierra por tu causa: con grandes fatigas sacards de ella el alimento en todo el curso de tu vida. Espinas y abrojos te producir4, y comeras hierbas de la tierra. Mediante el sudor de tu rostro comerds el pan, hasta que wuelvas a la tierra de que fiiste formado: puesta que polvo teres, ¥ a ser polvo tornarés>, El Cielo condena ast al primer hombre ¥ 2 toda su posteridad a trabajar duramente en la tierra, a ser prision heros de Ja nevesidad de la produectén; y el Eterno aflige también con la desgracia Ia reproduccién, pues dice a la primera mujer mortal: «Multiplicar$ tus dolores en tus prefieces; con dolor parirds 8 tus hijos, y estarés bajo Ja potestad de tu marido, y él te domi- narée, El hombre creado por el Eterno del polvo de In tierra y a imagen de Dios, y la mujer, sacada del hombre, ayuda y compafiera, porque ‘mo es bueno que el hombre esté solo», estaban destinados original- gnente a ser inmortales y felizmente fecundos, dado que tenan como mmisiéa multiplicarse y Henar la tierra sometiéndola » dominéndola, Yelnando sobre todas las demas criaturas. Después de Ia caféa y la ‘expulsién del paraiso, se hacen mortales, destinados a volver a la tierra y condevados « producir y a reproducir con fatigas, luchas y sufrimientos para arrancar a la tierra sus bienes; y asl como luchan ‘contra In Toturaleza para satisfacer sus necesiddes vitales, asi luchan también entre ellos para satisfacer sus descos. El hombre y la mujer ‘que han obsdecido @ la ley de Ja negatividad y han comido del arbol del conosimiento del bien y del mal adquieren ast el conocimicnto; ‘Sus ojos se abren y ellos legan a ser incluso «como dioses». ¢No es, ues, humane que los mortales, arrojados del paraiso y condenados hy: a sufriz en le tierra, quicran Iicgar a ser cfectivamente oses» y realizar el paraiso en la tierra? ¢¥ no es igualmente “para quienes evolucionan sobre fa tierra humana intentar ela conquista de los ciclos divinos —animados por ¢l espiritu [Constriictores de Babel, que habian dicho ya: y se sconcretizas, cuando se hace prdctica, El fundamento filosdfico de wn pensamiento da también nacimiento a doctrinas que se desarrollan partiendo de él, a reserva de autonomizarse después, Y soles docicinas pretenden ser, por To general, mirada sobre ei 2, modo de aprehensién de todo lo que es. Aun cuando su verdad Particular abarque un aspecio de la totalidad, ellas apenas pueden apreheader el ser mismo en devenir de la totalidad, puesto que no esan de iluminar con una cierta luz un cierto rostro del mundo sbierto, Expresar una de las realidades de la Realidad munce equk 4, Nowtros enor tatado de sir une dacsn optsto de ke “Alssofle Tosi” — cocrion Somasisie datatondite en le yur tote ee le prohioade Serle a goes lass vata Bhie marae’ y nt SIGS Marchese “ouch ou “en merche-t OF amblba untae Thies tur Mors, Arguments ne 7, 1958. 2 vale a un agotamiento real de todo lo que esti en funcionamiento. Ni el sentido de la historia, ni el sentido de ta vida humana, ni el ‘curso del mundo se dejan agotar: el problema al que todos los pro- blemas conciemen, el problema que Marx quiso resolver — el hombre fen su historia y en el meollo de la historia mundial — sigue siendo uun problema dbierto, digamos metafisieo e histérice, que ninguna aproximaciin unilateral lieg6 a elucidar, y mucho menos a resolver. Para comprender y hacer transparente ¢] pensamicnto de Marx, Para presentarlo y hacerlo presente, es necesario seguir un hilo conductor, y ¢30 ¢s lo que trataremos de hacer, considerandolo como el hilo conductor, Esta presentacién silo debe ser intentada sobre la base de la letra y del espiritu de los textos de Marx, textos que hacen hablar de realidades: de los hombres y de las cosas. Trataremos de ver como se destacan — sobre el fondo do la Tota lidad rota y de la Unidad dislocada— 1a visién del hombre y de la historia y el programa salvador que Marx clabora, Tendremos en cuenta todos los textos, sin poncrios todos, empero, en el mismo Plano. Recurriremos sobre todo, pero no exclusivamente, a los es: critos de juventud (los que preceden al Mani is 1848), para captar mejor el origen, la estructura y el desarrollo del Pensamicnto de Marx, sin olvidar ni por un momento que ‘este pen- samiento es desarrollado ulteriormente por Marx mismo para. tomar después la forma y el contenido que Engels y los demés marxistas Je dardn. Por consiguiente, sin descuidar la perspectiva total y sin perder de vista el sentido del conjunto de los textos de Marx, a los ‘que sucederain 10s textos marxistas. nos apoyaremos.principalmente ‘en el manuscrito de Paris, el texto de 1844 titulado Economia politica ¥ filosofia, \sbro de génesis de la teoria y piedra de toque del pen- samicnto de Marx, y en la primera parte de In ideofogia atemana. Con las numetosas citas que ofreceremos esperamos hacer presentes cel pensamicnto y el Ienguaje auténticos de Marx, In tetra y el esptritu de su discurso. Un sumario esboze de los momentos constitutivos de la génesis y del desarrollo del pensamiento de Marx se presentaria asi: Dife- Tenoia de ta filosofia de ta nateralera en Demécrito y ex Epiciero (1840-41; tesis doctoral, inédita hasta 1902). Critica de ia ftlosofia det Estado de Hegel (estudio que ha quedado ca su forma de notas ‘eriticas, elaborado hacia 1843 v publicado mucho después dc 1a muerte de Marx, acaccida en 1883). Introducciiin a ta critica de Ta jilosofia del Derecho de Hegel (1844). La cuestidm judia (1844). Economia Politica y filosofia (manuscritos econémice-filosdficos, redactados en Paris en 1844 ¢ inéditos hasta 1932). Za Sagrada Familia, o critica de la critiea critica; contra Bruno Bauer y consortes (en colaboracién, quien, sin embargo, no redacté mis que algunos ). Tass sobre Feuerbach (1848, indian hasta 1608), oe a alemana; eritiea de ta filosojia alemang moderna en sus Hantes Fetierbach, B. Barter y Stirner, y del soclaltsino alemdn diversos profeias (en colaboracién con Engels; 184346; Iné- 1932). Miseria de ta filosofia, Respuesta @ la filosofia de ia de Proudhon (texto original en francés, 1847), Menifiesto | partido comunista (en colaboracién con Engcls, 1848). Las lu ide clases en Francia: 1848-1850 (1850). E18 Brumario de Luis spate (1832), Coniribucién ale critica de ta cconomte poltica La guerra civil en Francia: 1871 (1871). Critica del pro- de Gotha (1875; inéaito hasta 1895). E! Capital; critica de la politica (solamente el primer libro aparecié en vida de 1867; el 2° y el 3 fueron editados por Engels en 1885 y 1894), | través de estas obras, que jalonan su actividad todrica y préctica, expresa toda Ia evolucién de Marx: reasuncién y critica de la osofia cldsica det idealismo alemdn que desemboca en Hegel, pre- apartamiento de Hegel, oposicién al materialisma y al huma- de los hegeliaos de izquierda (Feuerbach, Strauss, Baucr, y definicién de sus propias posiciones econdmicas y poll. frente al socialismo ut6pico francés (Saint Simon, Fourier, Ca Prondhon) y Is economia politica inatesa (Adam Smith ¥ Ri- jo). La Filosofia, Ia Economia politica y Ia Politica son const das como las tres fuentes, las tres partes constitutivas y los tres del pensamiento de Marx y del pensamiento marxista, pues sera Interior de estos dominios adonde scr dirigida la accién revo- LIBRO I De Hegel a Marx Marx pensaiior es y sigue siendo rigurosamente incomprensible In ontoteo-logla de Hegel. A través del extrafio didlogo que los = los opone—, In dialéctica, después de haber sido fundada, da y violentada por el saber absoluto, se hace invertir, se pone fandiar con los pies y pierde un poco In cabeza; parece venir 4 ser fente historia mundial, praxis total; bajo cl impulso. propio Marx, lleva a cabo una mutacin. La historia ya no es el lugar fe] tlempo del desplicgue del espiritu absoluto; se convierte en his del desarrollo de Ia técnica, El Mundo deja de ser el mundo devenir del espfritu, para convertirse ¢n el mundo de la actividad . El problema del emotor» y del sentido de Ie historia queda fia embargo abierto, pues si el idealismo no alcanza a fundarlos, C contraidealismo no se atreve a rebasar — interrogativamente — _ fa obsesién de un ultimo fundamento. ¥ of Mundo, cacaso no sigue ‘siendo una potencia — ni espiritual ni material — distinta del hom- ‘bre, una pregunta que no admite respuesta reductiva, un horizonte ‘UE no se deja conquistar totalmente? Del saber absoluto a la praxis total “Bl pensamiento filosdfico de Marx —pensamiento que quiere ccar en Ia supresién de la filosofia mediante su realizacién ¥ social — se perfila en e| horizonte de 1a metafisica ontolé- ‘de Hegel. Hegel, que hizo revivir en pensamiento toda la trax filoséfica de Occidente —de Hericlito a Kant—, toda la cién religioss —de los profetas jud(os al protestantismo —, ‘como toda Ia tradicion hist6rica y artistica, era un pensador del er en devenic de la Totalidad: Ia filosofia es ia toma de conciencia lel devenir universal que conduce al Ee, divino y absoluto, a le en y por la subjetividad xensitiva, psicoldgica y después ible, el derecho, la moralidad (Moratidt) y la ética (Sitttichkeit), Larte, la religion y la filosofia. La Mosotia tiende a transmutarse } saber absoluto del espiritu de la Totalidad, Ia cual es, por su Ja verdad. Para Hegel, Ia verdad de la realidad reside en !a lea, y ello hace que «racional» y «real» coincidan; él quiere traducie ‘Teal en la forma del pensamiento, pero lo real (verdadero) no es ' a Siquicra separable del pensamiento, pues lo real se revela en el y es0 real es pensamien(o. Las determinaciones de Ia con- iencia, de la ciencia (de Ia filosofia}, del saber, son tanto mis deter. El pensamiento circular de Hegel estd edificado sobre su eoncencién de Ia identidad como identidad de la identidad y de la no-identidad. Las coritos de juventud de Hegel, le Penowenolaga. del f1a00, nid (1812 y, LE), ln Briton de La Poof det (CIBBIY-4at eoeno Aes rcs sre a eae doe lin: tr le Bad, nt a oi de 1a Faznfiy sobre ln Hlotfia de ls Historia — sere de ‘takers foc (I) cone lara en» speci anos de. su petraicaios el omyinlen. de. pomemicut? Gndisolablemente logic, antoldgico, metafisico, ‘sstonitic, enciclons- ‘¢ histivico) y le doctrina constituida quiccen rom mediante el leaguaje, lerpretindolo median cl ponsamiento, 21 logos del moviient. total de "Melis en realidad sinvreal concreta 2» Realidad ¢ idea, pensamiento y cosa, son idénticos, habida cuenta de que la identidad implica la negatividad, Ia mediacién y la dife- rencia. La Totalidad constliuye un reino de la armonla superior, y no de Ia indistincién o de 1a unificacién en la indiferencia. Ast, las palabras decisivas para la dialéctica de Hegel que y no de , se reins- fa, Se recobra, se interioriza, se reconquista; el espirit se reen- después de haberse perdido, y el proceso de su revelacién Jo alicna y lo hace rounirse a sf mismo— consiste en condu- a «saber integramente lo que é1 es» (que se identifica con todo que €s). El resultado del desarrollo es Ia toma de conciencia de ‘Bresupuestos, y lo que al comienzo es fo que llega en el curso ‘Movimiento circular a conocerse. Simplificando hasta el exceso | movimiento dialéctico del pensamiento hegeliano, Marx le zeprocha erar la verdad como «un auidmate que sc demuestra a s{ mis- El hombre no ticne més que seguirla [,.] El resultado del real no es otra cosa que la verdad demastrada, es decir, Hert lewade se conclence embargo, lo que ha sido adquitido gracias a un esfuerzo con- ¥ especulativo por Hegel, ya no es del orden de Io especu- Para Marx. Asf, cuando Hegel decfa que Ia verdad reside en. ‘Ta adecuaciéa del congcimiento con su objeto, entendia eso espect- Tativa y ontoldgicamente: «lo verdadero cs el todor, el todo esta en “el devenir, viniendo a ser lo que en verdad cs, dado que elo absoluto +@§ solainente verdadero, o solamente lo verdadero es absolutos. La Verdad es ciertamente «cl movimiento de clla misma en ella misma», '¥.¢3 verdad que «sdlo lo espiritual es efectivamente reals, vel esp " Fitu es tiempor, lo verdadero y lo no-verdadero son diferentes aun Juno, pero estas proposiciones especulativas no pueden scr “comprendidas sino a través de toda Ja obra de la dialéctica —si todavia pueden ser comprendidas—. En las wiltimas paginas de la logée, que corresponden a las primeras, Hegel dice: «Si en Ia Penomenotogia del Espiritu cada momento ¢s la diferencia det ‘aber y de la verdad y el movimiento por el cuat esta diferencia se ‘Suprime, la Ciencia, por el contrario, ya no contiene esta diferencia t ibid, 0, p. 100, & ‘ni su supresiéns* Una critica miope no Hega apenas a refutar, con: ayuda de la ldgica det buen sentido, el pensamicnto hegeliano. ‘Marx no pretende emplear tas armas del pensamiento especula- tivo en su lucha contra Hegel. No quicte ejeroer de critico expe: ‘culativo, si es que puede hacerlo. Su flaqueva es también su fuerza. EL habla otro lenguaje y hace hablar de otras alienaciones. En He gel, la exteriorizacidn y la alienacién (Entiusserung, Extfremdeng) del espiritu, de la conciencia, del si mismo, del concepto, de la idea y del pensamienio son momentos necesarios det proceso del de- Sencubrimiento del espiritu en la historia del mundo y por medio de esta historia; sin embargo, son rebasadas en el tiempo —pues la alienacién misma. se aliena — y suprimidas en el carso del devenir que conduce al resultado final, a la idea absoluta, al saber que se ‘sabe. La concepcién hegeliana’de Ja alienacién y de la recancilia- cin, de la exteriorizacion y de la reinteriorizacin es particularmente Aificil de captar. El tiltimo capitulo de la Fenomenologia det Espl- ritu, el espiritu absoluto, se acaba con este passje: sPuesto que la cansumacién del espiritu consiste en saber integramente lo que é ¢3, ‘Su sustancia, ese saber es entonces su interiorizacién, en la cual eh espiritu abandona su existencia (Dasein) y confia Ia figura de la misma a la interioridad del recuerdo. Eo su interiorizacién, el esy itu es sumido en Ia noche de su conciencia de si, pero su cxix tencia desaparecida es salvaguardada en cla; y esta existencia reba- sada —Ia precedente, pero que acaba de renacer del saber—, es Ta nueva existencia, un nuevo mundo y una nueva forma del espiritu. En ella y en el seno de su inmediater, el espirity debe volver a empezar, desde cl principio y simplemente, a elevar de nuevo su propia magnitud, como si todo to que precede estuviese perdido para @, y como si él no hubiese aprendido nada de In experiencia de los espiritus precedentes; pero la interiorizacidn de? recuerdo? tos ha sal- vaguardado; ésta es interior, y. de hecho, la forma més elevada de la sustancia. Por tanto, si este espiritu vuelve a empezar desde ct prin- cipio su formacién pareciendo partir solamente de sf, al mismo tiem- po empieza a un grado més elevado. Fl reino de los espiritus que se ha formado ast en Ia existencia constituye una sucesién en Ia cual tun espiritn ha reemplazado a otro, dado que cada uno de ellos ha reci- bido de su predecesor el encargo del imperio det mundo» Y este texto, cuya traduccién no facilita apenas la inteligencia del mismo, prosigue y se remata anunciando el fin —y no, en modo alguno, 1a intermupeién— de Ia sucesién de los espiritus que rigen el mund 4EI objetivo de esta sucesién ex la revelacién de ta) profundidad, y ésta es ef concepto absoluto; esta revelacion es por consiguicnte of rebusamiento de la profundidad del concepto 0 su extension, la nega tividad de ese Yo concentrado en sf mismo, megativided que ¢3 su alienacién o su sustancia; y esta revelacion es tambien su sfemipo {su encarnacién temporal], en el curso del cual esa alienacién se aliena ‘en ella misma y por tanto en su extensién y también en su pro- B% Filowfia del Espiritu, trad. francesa J. Hyppelite, t. 11, p. 312. BL Hegel escribe a 'vooer Enimerung y a veces Er-trnerung, iB en el Si mismo.r Hegel Hega al objetivo final del espiritu en Ip historia (también lnflaita) y promuneia Ins diciaas de In Fenomenclogla: «BE objetivo, ol saber absoluto, 0 el que se sabe a sf mismo como esplrita. tiene por via de el recuietdo interiorizante de los espiritus, como son en si ¥ conio Uevan a cabo la organizacién de su reino espiritual, ! ‘bajo el aspect de su existencia libre que se mani- fen la forma de lo contingencia, es la historia; pero, bajo cl dde su orgunizacién concebida, es Ia ciencia del saber fer gO. Los dos aspectos reunidos, es decir, la historia concebida, la interidad del recuerdo y el calvario dal espicita absoluto, dad, la verdad y la certidumbre de su trono, sin el cual ef Ia soledad sia vice; solamente del catia de este reino de los espiritus ; Mlega hasta la espuma de su propia intinitude,* Después de esta vision grandiosa, fundada en un terrible eafyerzo Y especulative, zqué quedaba atin por hacer? Nadie pueds de esta viskin que esta solamente vuelta hacia el pasado; pucs Marx In ha acusado de perder de visin Ia historia teal euye fasplica otro porvenir. Sltuindase al nivel del hacer y secs fiendo Ja totalidad de lo que. es como totalidad de lo que se Marx mira con otros ojos In historia. «La historia no es més que la sucesidn de las diferentes generaciones: cada una fellas explota ios materiales, los capitales, las fuerzas de producsién gue le han legado todas las precedentes; ella continta, pucs, de una en condiciones enteramente modifleadas, la actividad teansint p, de otra arte, modifica, mediante una actividad totlmonte , las condiciones antiguas.» Al rein i Geel reing det abajo prictcn, eer El tiempo de Marx, ces efectivamente otro? Marx vive y enfoc “tin tiempo diferente del de Hegel. Quiere abrir cl camino al eopo Porvenir. Hegel, aun cuando Identifique ef espirita yet “fempo, aniquila sin embargo el tiempo en provecho del espleita, D Bl espiritu que se aliena en el espacio y en el tempo —eu la nal Y¥ en ia historia — elimina el tiempo reintegrandose:«..el cop. 36 maniflesta necesariamente en el tiempo, ¥ se manifiesta cael Por. tan largo tiempo que no aprehende su coneepto. puro, es “decir, no aniquila el tiempos.” Marx apenas si acepte esta slink esta cesacidn: el devenir necesario de la historia veal, el dest: arollo incesamte de Iss fuerzas y de las facultades. productive, | Proceso dei devenir-historia de la naturaleza, gracias al trabajo pede fico de los hombres. no se dejan en modo alguno aniquilar, Marx no tuvo que luchar solamente contea cl sespiritualisimos idealism objetivo y absoluto del Sujeto absolute sino. tambich 10. Gta delormaila de fos dos primeros verune del poenia de Schiller Frewnds- TH, eslgia sienna: vd. francen: Geneve puophiqus, tN, p17 IE Ht dal Bop ads, 6M", 908 © N+ AT. ”7 é contra el «materialismor y el :* Los idedlogos que lo critican —sin abandonar el terreno de las ideas abstractas— profanan todo lo que atin era consi- derado coma sagrado, y consideran el mundo de las representactones Feligiosas y toolégicas como un munde alienado de la conciencia de sf del hombre individual. Rabjosamente se entregnn a Ja critica erica y verbalista, y su tinica preocupacién es el hombre indi- vidual —ser natucal y material; todo lo que fue transfcrido a Dios, gracias al desposeimiento del hombre, debe ser reintegrado por cl Teclopis atemora; Ooueres philorphiques, 1. 1¥, p. 150. Mt they tot = * ¥ Ia tarea de la critica de las ideas mediante ideas incumbe te a la conciencia de sf desmixtificada, a la conciencia de bjetvisis y cpniste, Rea critica sigue siendo, por tanto, deal ‘iltima instancia, no es otra cosa que el ex- B desfigirado, in consecuencia de la antigua Uascendencia fle ¥ £0 particular de la de Hegel, convertida en earicatiera ceold- ] Intetesante justicia de Ia historia, que destina la teologia, de siempre el punto corrompido de la filosofia, a representar en Thisma la descomposicién negativa de la filosotia, es decir, su roceso de putrefaccién»." Es una evenganza histérica» que bace que filosofia mucra merced @ su pecado capital; pero la verdadera de la Filosofia no puede, de ninguna manera, consistir en sit icidm negativas; es la supresién positiva de Ia filosofia ‘que se trata de efectuar, para rebssarla realizandola, Hsta srk ‘tarea de Marx. En su critica de la critica critica, Marx hace ciertamente una pein con Ludwig Feuerbach, y le reconoce el mérito de haber do «la critica positiva, humanista y naturalistae;™ lo consi- incluso como ¢l fundador de esta empresa. Las obras de Feucr- han ejercido una accidn: «los escrites de Feuerbach (son) los 08 txcritos —desde Ia Fenomenologia y la Légica de Hegel — Jos que esté cdntenida una real revolucién teéricas!” «Feuerbach , en sirma, el verdadero yencedor de In vieja filosolia” Txi- ‘es Su egran accié "1. Haber proporeionado la prueba de que la filosofia no es otra que Ia religién puesta en pensamientos y desarrollacia por el pen- y por tanto, hay que condenarla igualmente, como otra forma ‘otro modo de existencia de la alienacién del ser humano. 2. Haber fundado el verdadero movimiento y la ciencia real, ha- do asimismno de Ia relacién social «del hombre al hombres el incipic fundamental de Ia teoris. ‘3. Haber opvesto a la negacién de Ja negacién, que pretendia ser positive absoluto, lo positivo que descansa en sf mismo y que ‘Positivamente fundado sobre sf mismo™ (a tendremos ocasién de volver sobre estos méritos de Feuer. ‘as{ como sobre lo positivo, fundado positivamente sobre si 9. Pero también tendremos ocasién de ver con mas detalle lo e Marx reprocha a Feuerbach: pues, en fin de cuentas, 9 despues s haber reconocido sus méritos, Marx condena igualmente a Feuer- b, como lo testimonian Ins Tesis sobre Feuerbach y muchos otros Aste parece identificar Ia verdad con Ia realidad y Ja sensi- id). Desconoce 1a primordial importancia de AR hid. p. 44. 19, Wid’, p. Las. al hombre y la fe en Dios por Ia fe en el hombre, no rebasa la isvreee ones Gs indica Es ‘naturalists. y humanista, pero ‘4 naturalisme y su humanismo ne parten dé —ni desembocan en — Ja realidad social del hombre, su esencia comunitaria. Anticipemos Ia sritica de Marx citando ya la 6* y la 7 tesis sobre Feuerbach elas leemos: «Feuerbach resuelve la esencia religiosa en la esencia humana. Pero Ja esencia humana no es algo abstracto inhe- rente a cada individuo. En su realidad, ¢5 el conjunto de las rela ciones sociales. Feuerbach, que no emprende la critica de esta esen- sia real, se ve obligado, por tanto, a: 1) hacer caso omiso del proceso histérico, fijar el sentimicnto religioso por sf mismo y pre- suponer un individuo humano abstracto y aislado; 2) comprender por consiguiente la esencia sdto en cuanto “género”, universalidad inte Hor muda, que une raturdlmente a les numerosos individuos.»” «Se deduce que Feuerbach es incapar de ver que “cl sentimiento religiosa” mismo ¢s un producto social y que el individuo abstracto que él analiza pertenece a una determinada forma de sociedad.«* El alcance y la importancia de Marx son enteramente diferentes. Marx pone en movimiento un inmenso poder de negatividad y Meva hasta el lenguaje Ia negatividad que opera en la realidad histérica, Esta negntividad, lejos de conducir a una sintesis (una negacién de Ja negacidn) en ei presente, desemboca por el contrario en una crisis eamiticas-ta cries hlssiricn’ del presente, en el que'el hombre se lienado de su verdadera naturalera, de los productos de si Gane y oeieeaaa wae apenas es el hombre indi- vidual el que esté especialmente alienado, sino los hombres, todas Jos hombres; lo que constituye la fumanidad de 1a Humanidad esti alienada, La visién marxiana de la alienacién —alienacion que prox mamente sera rebasada, segin Ia perspectiva optimisia de Marx — forma el horizonie de todo este pensamiento filosdfico © histérico, ‘antropoldgico y socialdgico. Marx se pone en camino para rebasar a Hegel, pero habiendo abandonado el terreno cn que éste se situaba, Ro afronta a su adversario sino en el campo de batalla que él ha elegido, porque tal campo era el que se imponia a su mirada, La unidad armoniosa, la sintesis suprema, en la que Hegel habia desembocado y que volvia a encontrar al final porque ella operaba @esde | principio, es considerada por Marx como un conjunte de Gislocaciones civas grietas saltan 2 Ia vista. La restitucién del su- Jeto, a reconeiliacién del hombre con el destino y Ia historia del mundo, el retomo del espiritu a sf mismo, en una palabra, Ia sintesis ‘superior que Hegel habia elaborado trabajosamente, viene a ser para ‘Marx una resis @ Ia que él opone la antitesis; a Ia proposicion hege- fiana se halla asf opuesta una negacion que conduce a una nueva negacion de la negacién, a otra y nueva sintesis. Hegel habin pactado con lo trégico sin aniquilario. Lo trigico seguia siendo inherente al ser en Gevenir de la totalidad del mundo, y Hegel sabia que ninguna Fe iB ee ‘Fesie sabre Feuerbach; od. Hoi, p34. francesa: Ocweres philowphiquer, & Vly hii Aistériea ni humana puede abolirlo; la verdadera verdad, folal, In tolalidad abierta de todo 1o que es en cl pasado. nir, rebasa. toda realizcién positiva y particular, por que ésta sea: aunque las realidades Snticas expresen el ser jo Jo agotan jamds. Marx, por su parte, arranca —muy umentes— de wn anslisis critico del mundo hist6rico pre- y emprende el desenmascaramiento de la verdadera y real zi de Ia alienacién. No se detiene por tanto en las consta- e3 tnigicas; su pensamiento se desarrolla muy répidamente y sboca en seguida en In perspectiva salvadora de la reconcilia ‘total, que realizara plenamente, en el porvenir, el nataralismo: tismocomunismo. La tragedia’ se hace asi rebasar por la ai hhist6rica y social, prictica y material, de los hombres concretos: se convertira en accidn desalienada que realizaré al nivel {In historia. universal el sentido (sensible) de In realidad real se sujeta a Hegel, lo «prolonga» y desarrolla dialécticamente “momento del pensamiento de su maestro, irrumplende en uno lg las regiones de In realidad total, captando imo de sus aspectos do esa regidn y ese aspecto como fuente de toda realidad | figura capital de todo cuanto es. El mundo histérico y so- movido por Is fuerzs productivas que ponen en movimiento m Jas. ponen en movimiento, constituye a los ojos de Marx el y el tiempo en los que se desarrolla el drama. Fl mundo es ‘ojos 1a totalidad de lo que es, tal como ella se descubre por Ja actividad productora de los hombres. El Mundo (total) es nte considerado como un todo, un todo que comporta, sin 9, dos aspectos: el aspecto esencialmente teal, nealerial, y el pecto derivado y secundario, el aspecto espiritual. Doble es tam- Ja naturaleza de Ia alicnacién; ésta es fundamentalmente real, y material, de una parte, © ideotdgica, superestructural 9 ca, de otra. Hegel era el metafisico para quien a toto- ‘una englobaba orgénicamente todas sus dimensiones y todas ‘sus regiones — dado que cl pensamiento, Ia naturaleza y la historia ‘Obedecen al mismo ritmo— y toda dualidad era reabsorbida en In Marx es principalmente el pensndor que interpreta una de- inada historia; por consiguiente, privilegia un dmbita en relacién ‘Blo demss y un eje de investigaciones, despreciando ¢} resto. La ia se transmuta en él en fisiea social, ya que Ia filosofia debe ‘superada en provecho de su realizacién en el naturalismobu- 19 realizado, esto es, en el comunismo. En Marx, la negati- ‘vidad y la alienacién, momentos esenciales de In marcha del Espiritu , se hacen materialmente histdricas y sociales; el mundo Misiérico €s concebido de una cierta manera, cunque sea cousiderado “como el mundo total. Marx lleva as{ sus extremas consecucncins | Bvolncionarias y précicas uma parte del sistema de pensamiento es | peculative de Hegel. La totalidad absoluin de Hegel se transmuta ‘en algo distinto: se hace dislocar para poder ser reemplazada — des- del rebasamicnto de la alienacién — por.una totalidad conereta, ta totalidad conereta y real del desarrollo total de la produc: de los hombres. a ‘Marx se-esfuerea cn desplegar una vision global y concreta; pero su, mirada, aun queriendo abarcar el ritmo y el sentido del movi- miento de Ja historia universal de In humanidad, se fija muy parti cularmente en la sociedad burguesa y capitalista, occidental y cu- rupea. Menos interesado en saber si esta visién abarca cfectivamente toda la historia del pasado, quiere, ante todo, interpretar ¢! presente y Jo que en 1 prepara el porvenir histérico y mundial, Pues lo que se desarrolié en el seno de ia historia burguesa y capitalist, ‘oocidental y europea, gno es lo que tiende hacia la expansién.planc- tara En toda la violencia de su despliegue, el esfuerzo de Marx apunta aun objetivo: dar soluciones précticas y concretas a los problemas tedricos y abstractos, resolver efectiva y eficazmente los dinicos pro- bblemas dignos de ser resueltos y cuya solucién es posible: los pro- blemas reales, reales a los ojos de una sensibitidad creals. Reinaba un vacio inmenso tras la consumacién de la gran empresa de Hegel. que unfa con vinculos indisolubles —con vinculos de identidad — Jo 16gico, 10 histérico y lo encicoplédico en et Circulo de In tota lidad. Este vacfo reinaba a la vez en el mundo del «pensamientor y en el mundo de la «realidads, y la union —y la separacién— de esos das mundos segufa estando vacia de sentido. Marc se dispone & Henar el vacio, Animado por un profetismo judio muy racionalista, desenmascara e] error y la mentira, la miseria y la alienacién de! estado de cosas existente, para preparar el camino a un porvenir mejor, que realice la felicidad terrestre. Denunciando violentamente las mixtificaciones y las ilusiones de Ia conciencia, sale a campafia contra toda mistiea, en nombre de un saber real al servicio de Ia praxis productiva, Fundador de una. visién de la historia destinada @ tener uma enorme repercusién mundial, centra esa visidn en lo que 41 Mama la realidad del ser humano, y concibe a éste como un ser movido por sus impulsos naturales, sus necesidades y sus deseos vitales, que tiende a dar a éstos completa satisfaccion y que sufre cruclmente por el hecho de la insatisfaccién y 1a alienacion de Jos mismos. EL hombre es interpretado, asf, en lo que est considerado como su verdadera naturaleza, la cual no ha hecho otra casa que alienarse cn st historia, ya que la esencia del hombre ¢s conjun- tamente, y de manera inseparable. nafueral, iiwmana y social. EL pensamiento de Marx —naturalista, humanista y socialista— es a Ja vez antropoligico ¢ histérico; su raiz y su desarrollo implican cl radicalismo analitico y reductivo que lo reduce todo a los datos pretendidamente positives, para demunciar radicalmente lo dado en nombre de tna positivided que se realizaré integramente en el por- venir. El hombre en ta historia no es ya considerado como un problema metafisico, y metafisicamente histérico, sina como una reae Nidad, alienada de su propia naturaleza, que cs necesario, mediante la supresidn positiva de la alienacidn, reconstituir de modo practico, deponiendo todo lo que la obstaculiza, en la tierra o en el eciclor. Sensible solamente a lo que sc ofrece a la percepcion sensible, ‘Marx recorre un camino bastante largo, sogin su ritmo de marcha, explora un paisaje suficiemtemente vasto y escudrifia los lomos de tes de un determinado mundo. De los ojos del alma y fritu no quiere saber nada, ni de las rutas y los senderos que 3 un punto fijo, ni de los paisajes que no admiten limitados, ni de los secretos que es pricticamente impo- ‘Penetrar. I conquista a viva fuerza sus posiciones. Se despoga progre- de Hegel, y sus eseritos de juventud muestran Ix evolu. ide tin joven pensador que camina hacia Ia claboracién de su pensamiento, Los escritos anteriores al Manifiesto det partido fa (1848) constituyen los escritas de juventud de Marx y en Ia génesis de su pensamionto. Entre todos estos textos, muscrito de Paris, redactado en. 1844, al que se ha convenido Economia politica y fitosofia (Nationalékonomie und Phi. ie), ocupa un lugar absolutamente central. y tiene una impor- Particular, por el hecho de que expresa el pensamiento global Joven Marx que conquista su pensamiento oponiéndose a Hegel. g otra parte, e) manuscrito de 1844 es y sigue siendo el texto ico en pensamiento de todas las obras marxianas y mar Con ta Introducctin @ la critica de ta filosofia det derecho | Hegel (1844), las breves Tesis sobre Feuerbach (1845) y la Ideologia (1845), pero rebasindolas en alcance, nos ofrece el lugar apaticién del pensamfento de Marx. Este escrito es filosofico, Grico y antropologico; despliega tun pensamiento que se esfuerza ‘interpretar el drama humano, la tragedia de Ia alienacién, en el uco del horizonte histérico y social, La alinescién fundamental, ‘alienacion del trabajo en régimen de propiedad privada, la alie- ci6n de Ia vida social y politica del hombre, la alienacién de la 7 misma del hombre, Ia alienacién religiosn y filoséfica son al desnudo y vueltas a la fuente de las alienaciones, a la én de la produccién de 1a vida, Ia alienacién econémica. Las jones son denunciadas con vistas a su supresiém, la eual Weve feabo, en un mundo nuevo, el socialismocomunismo en cuanto (uralismotumanismo realizado, Sin embargo, la sistemditica eco. todavia no ha alcanzado, a ese nivel, la victoria decisiva; , en Tos escritos del Marx de la madurez —desde el Mani- fo comunista—, se elabora su doctrina de la evoluciGn evonémica historia, centrada en el desarrollo de las fuerzas , se precisa el programa de la revolucién proletaria y se el conjunto sistematico del métode y de 1a doctrina del lismo histérico. _ Bl pensamiento de Marx es uno: no hay dos Marx; el joven y ‘ro, el verde y el maduso, sino el viejo: el devonir de un pens Marx, aunque sea uno, comporta dos épocas, unidas entre sf en todo, Marx parte de Ia filosofia de Hegel, principalmente de la omenologia det Espiritu, encuentra en su camino a los hegelianos Jequierda, afronta los problemas planteados por los teoricos de Ia economia politica y del socialismo Mamado utopice y se forja asi a

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