Los efectos sobre el planeta del cambio climático y la contaminación serán aun más
notorios en la década que estamos investigando, pues consideramos que el ritmo con el
que ahora aumentan sus niveles seguirá igual lo que provocara el aumento en las
temperaturas de todo el planeta serán totalmente evidentes, los niveles de contaminación
atmosférica se convertirán en un factor importante para determinar qué actividades se
pueden realizar, donde, y a qué hora del día; la mayoría de las personas comenzaran a
tomar consciencia de su propia huella ecológica y será hasta entonces cuando tomen
medidas para disminuirla.
Marco de referencia
A continuación presentaremos el contexto en el que vemos a basarnos para realizar la
presente investigación. Es un acercamiento al problema y a las principales causantes de
este
Economía mundial
La economía ambiental es una disciplina nacida dentro del ámbito de la economía que
trata de aplicar los instrumentos analíticos de la economía convencional al análisis de las
decisiones de los agentes económicos que tienen influencia en el medio ambiente. Es
heredera del paradigma neoclásico, y trata de aplicar los principios marginalistas al
análisis de las decisiones de los agentes buscando definir la asignación óptima de los
recursos ambientales. Considera el medio ambiente como un proveedor de recursos
naturales, como un proveedor de servicios recreativos, ecológicos etc. y como un receptor
de residuos, de forma que la afección realizada por un agente genera un coste soportado
por terceros que se ven privados de algún servicio.
Legislación ambiental
En México, como en casi todo el mundo, el Derecho Ambiental surge como la respuesta
a los problemas ambientales que inherentes al desarrollo de las sociedades, dado que el
crecimiento de las civilizaciones siempre ha intentado dominar la naturaleza, pocas son
las culturas que en su desarrollo prefirieron convivir con la naturaleza. De manera que la
misma sociedad en su afán regulatorio, tiene que establecer reglas que moderen el
comportamiento de sus ciudadanos a efecto que moderen su comportamiento con el fin
de proteger la naturaleza, en nuestro país el derecho a una ambiente sano está
establecido en la Constitución Política de los Estados unidos Mexicanos.
Economía de la naturaleza
La "economía de la naturaleza", es decir de los recursos, que es el capital natural, impone
condiciones sobre la explotación máxima aceptable y sobre la responsabilidad inter
generacional.
Ecología moderna
Ecología moderna aborda el estudio de las interacciones entre los individuos y las
poblaciones que comparten un mismo ecosistema y constituye, por tanto, la base teórica
para el estudio de las relaciones sociales humanas. Todas las relaciones humanas y, en
particular, las relaciones afectivas, pueden describirse mediante los conceptos de
mutualismo, competencia, parasitismo, depredación, etc. Las relaciones sociales son el
principal medio por el cual cada ser humano libra su particular lucha por la vida. El éxito o
el fracaso, la salud o la enfermedad, la riqueza o la pobreza, la sabiduría o la ignorancia,
etc. son los resultados extremos de la lucha diaria que los seres humanos estamos
obligados a mantener para sobrevivir. La Ecología nos proporciona los conceptos básicos
para comprender nuestras relaciones sociales.
La ecología moderna, en parte, empezó con Darwin. Al desarrollar su teoría de la
evolución, Darwin enfatizó la adaptación de los organismos a su medio ambiente a través
de la selección natural. Por medio de sus observaciones, se dio cuenta que el medio
ambiente está en constante cambio. Propuso que los organismos están sujetos a un
proceso de variación que conduce a la selección natural de los individuos mejor dotados
para sobrevivir y reproducirse ante las nuevas condiciones
Ecología global
Se refiere a tratar a la tierra como un todo, haciendo un poco referencia a la teoría de
Gaia donde esta no es más que la suma de sus partes; esta rama de la ecología estudia
las implicaciones globales de fenómenos tales como el cambio climático.
Ecología profunda
La ecología profunda es una rama reciente de la filosofía ecológica que considera a la
humanidad parte de su entorno, proponiendo cambios culturales, políticos, sociales y
económicos para lograr una convivencia armónica entre los seres humanos y el resto de
seres vivos.
Equilibrio entre ser humano y naturaleza. Límite de recursos naturales, propuesta de una
ciencia integral y abierta. Revisión de las pautas del crecimiento económico Discurso
austero, mayor contacto con otras formas de consumo e intercambio. El hombre al
servicio de la tierra.
Paradigma dominante: Naturaleza como obstáculo al progreso. Ciencia dominante,
primacía de la razón humana. Crecimiento ilimitado como condición de bienestar.
Consumismo La tierra al servicio del hombre. Racionalidad económica
La consecución del equilibrio en ese mercado "ideal" de competencia perfecta requiere
la racionalidad de los agentes económicos: los individuos adoptan las decisiones que les
permiten conseguir o satisfacer sus objetivos, gustos o preferencias. Esta idea,
aparentemente tan sencilla y aceptable, ha sido objeto de grandes controversias por las
diferentes formas en que puede ser interpretada y porque es la base de un método de
análisis útil en muchos otros campos de conocimiento además del de la Economía.
Progreso económico
El progreso económico, finalmente, a diferencia de los dos anteriores, entraña un juicio de
valor: es el tránsito de un estado de la economía a otro que se juzga más satisfactorio, el
avance en una dirección que se considera positiva. Podemos definir también el progreso
económico como el aumento de bienestar social, o (lo que significa lo mismo) como el
aumento en el grado de satisfacción de las necesidades sociales.
Crecimiento económico
El crecimiento económico es el aumento de la renta o valor de bienes y servicios finales
producidos por una economía (generalmente un país o una región) en un determinado
período.
A grandes rasgos el crecimiento económico se refiere al incremento de ciertos
indicadores, como la producción de bienes y servicios, el mayor consumo de energía, el
ahorro, la inversión, una Balanza comercial favorable, el aumento de consumo de calorías
per cápita, etc. El mejoramiento de éstos indicadores debería llevar teóricamente a un
alza en los estándares de vida de la población.
Objetivos del desarrollo sostenible
El objetivo del desarrollo sostenible es definir proyectos viables y reconciliar los aspectos
económico, social, y ambiental de las actividades humanas; "tres pilares" que deben
tenerse en cuenta por parte de las comunidades, tanto empresas como personas:
Globalización
Beneficios potenciales:
Riesgos:
Algunas patologías como obesidad o depresión que nos hacen creer más
fácilmente en la publicidad engañosa, creyendo con esto que podemos resolver
nuestro problema consumiendo indiscriminadamente alimentos, bebidas, artículos
milagrosos u otro tipo de productos.
Personal: Diversas opciones consumistas son menos saludables que las que no lo
son. Por ejemplo, hacerse un zumo de naranja en casa en lugar de comprar uno
empaquetado que además de contener conservante, viene con envases que
acaban en la basura inorgánica.
Modernidad
Desde ese punto de vista es similar al concepto kantiano de Ilustración (la mayoría de
edad del individuo, que ejerce su razón de forma autónoma: el Sapere aude), y antes que
éste al antropocentrismo humanista del Renacimiento (por ejemplo la Oratio pro homini
dignitate de Pico della Mirandola). Fue muy significativo, para entender la diferente
concepción de lo nuevo entre la Edad Media y la Moderna, el Debate de los antiguos y los
modernos.
Uno de los mayores problemas a la hora de tratar este tema resulta justamente en llegar a
un concepto o definición precisa de lo que es la posmodernidad. La dificultad en esta
tarea resulta de diversos factores, entre los cuales los principales inconvenientes son la
actualidad, y por lo tanto la escasez e imprecisión de los datos a analizar. Como también
la falta de un marco teórico válido para poder analizar extensivamente todos los hechos
que se van dando a lo largo de este complejo proceso que se llama posmodernismo. Pero
el principal obstáculo proviene justamente del mismo proceso que se quiere definir,
porque es eso precisamente lo que falta en esta era: un sistema, una totalidad, un orden,
una unidad, en definitiva coherencia.
Urbanización
A medida que crecen, las ciudades imponen un nuevo medio, edificado sobre paisajes y
ecosistemas naturales. Se desbroza el terreno y con frecuencia se hacen cortes o se
altera con maquinaria la forma de las colinas; los valles y marismas se llenan de rocas y
materiales de desecho, y, por lo general, se extrae agua del subsuelo. Su desarrollo no
sólo transforma las zonas que urbaniza, sino también otras mucho mayores, tal y como
puede observarse en los cambios que sufre la ecología rural para responder a las
necesidades metropolitanas de agua y materias primas, bienes y servicios. Las regiones
que las rodean deben satisfacer sus muchas exigencias de materiales de construcción y
acumulación de residuos, resultado de la edificación, creación de carreteras,
aparcamientos, industrias y otros componentes de la estructura urbana. Gran parte del
impacto medioambiental del desarrollo urbano se percibe lejos de allí, al final del valle que
ocupa la ciudad, aguas abajo del río que la cruza o en el lugar donde el viento arrastra los
humos. Es el resultado del transporte de residuos sólidos, la contaminación de las aguas
o la lluvia ácida.
Durante las últimas cinco décadas, una parte considerable de la expansión de las
ciudades de América Latina ha tenido lugar sin que se haya dado el necesario desarrollo
de sus infraestructuras y servicios básicos, condición esencial para crear un entorno
urbano saludable y para que se puedan tratar adecuadamente los desechos sólidos y
líquidos. También sin que existiese un marco de planificación y una normativa que
limitase en lo posible los costes medioambientales, guiase el crecimiento -alejándolo de
los lugares poco adecuados- y protegiese los recursos naturales importantes.
Dentro de esta diversidad, todos los centros urbanos comparten algunas características
obvias. Todos combinan las concentraciones de población humana (y sus casas y barrios)
con una gama de actividades económicas. Todos ellos tienen un impacto en el medio
ambiente local y regional relacionado con su papel de centros de producción (de bienes y
servicios) y de consumo. Los problemas medioambientales están influidos en gran medida
por la calidad y la capacidad de sus gobiernos. Todos requieren una autoridad que
garantice un espacio adecuado para sus habitantes, infraestructuras y servicios (agua
corriente canalizada, servicios sanitarios y de alcantarillado, recogida y gestión de
basuras, caminos y calles, suministro eléctrico, colegios y centros de salud). La tarea de
garantizar un medio ambiente de buena calidad resulta más compleja a medida que la
población es mayor y crecen la escala y el ámbito de sus movimientos diarios y la
proporción de su producción industrial. Los gobiernos locales también tienen que
gestionar el gasto que los habitantes y las empresas hacen de los recursos y los
depósitos naturales en donde se acumulan sus desperdicios: deben, por ejemplo, regular
el uso de la tierra, proteger las cuencas, establecer límites a la contaminación y a la
generación de desechos y residuos y determinar el modo en que éstos se pueden
eliminar.
En todas las ciudades, la gestión del medio ambiente es una tarea de gran intensidad
política en la medida en que distintos intereses (entre los que se cuentan algunos muy
poderosos) compiten para conseguir los emplazamientos más favorables, la propiedad o
el uso de los recursos, las infraestructuras y los servicios públicos. Cuando no existe una
buena administración, muchos de estos intereses contribuyen a la destrucción o la
degradación de recursos fundamentales. En América Latina, la cuestión no es tanto
intentar controlar la urbanización o el crecimiento de las ciudades como desarrollar
gobiernos locales más eficaces, capaces de manejarlas mejor y de hacerlo de tal modo
que pueda justificarse ante los ciudadanos.
Hay cuatro áreas que exigen especial atención: la aplicación de la legislación apropiada
(incluida la relacionada con la salud medioambiental, la laboral y el control de la
contaminación); la presencia de un suministro de agua adecuado, así como de un servicio
de recogida de residuos sólidos y líquidos en todas las casas y barrios; la existencia de
eficientes cuidados médicos que no sólo traten los efectos de enfermedades relacionadas
con el medio ambiente, sino que apliquen medidas preventivas para limitar su incidencia y
severidad, y la integración de la prevención y previsión de desastres en los planes
urbanos y en los programas de inversión.
Buena parte de la ciudadanía vive en tierras donde existe el riesgo de que se produzca un
desastre. En esa situación se encuentran, por ejemplo, las viviendas ilegales levantadas
en las inclinadas laderas propensas al corrimiento de tierras en Río de Janeiro (Brasil), La
Paz (Bolivia) y Caracas (Venezuela), o en profundos barrancos (Guatemala), o en las
colinas y desiertos de arena de Lima (Perú), o en terrenos proclives a las inundaciones
por ríos o mareas, o situados bajo el nivel del mar, como en Guayaquil (Ecuador), Recife
(Brasil), Buenos Aires y Resistencia (Argentina). Muchos de los gobiernos municipales no
han sido capaces de aplicar políticas de uso del suelo que garanticen tierras suficientes
de viviendas para los grupos de bajos ingresos. Se evitaría así que las construyesen en
lugares peligrosos: si éstos están ocupados es tan solo porque sus pobladores no
encuentran mejor opción.
Demografía
Su precedente más antiguo es Malthus, quien en 1798 responde con una perspectiva
pesimista al supuesto idílico futuro de la población mundial. Para Malthus, si la población
no se ve frenada por ningún obstáculo, crece según progresión geométrica y se duplica
cada veinticinco años (1, 2, 4, 8…). De sus ideas surgen movimientos nacionalistas (el
número hace la potencia de un país), el socialismo, para quien el problema no es
demográfico, sino de injusta distribución de la riqueza, las iglesias, católica y protestante,
que no admiten control de la población…
Las posturas optimistas creen en la capacidad del hombre para adaptarse a la nueva
situación, inventando nuevas tecnologías, sustituyendo y reciclando recursos.
Los países desarrollados tienen unas poblaciones con un crecimiento relativamente débil
y en disminución. Por el contrario, en los países subdesarrollados la situación es distinta:
el crecimiento demográfico es muy fuerte, e incluso en aumento. Pero también en este
bloque existen grandes desigualdades ya que en muchos de estos países la natalidad aún
se mantiene alta y las tasas de crecimiento superan con mucho el 2 % e incluso, como en
Etiopía, superan esta cifra. Ante estas tendencias, que aparecen a partir de 1975, cabe
preguntarse si las perspectivas demográficas de las diferentes partes del mundo no están
cambiando. A la vista de la situación actual, Naciones Unidas declaró a la revista
“Población Mundial” que si se mantiene el actual ritmo de los presentes programas de
población, el mundo tendrá 10.500 millones de habitantes en el año 2110, de los cuales
9.100 vivirán en países en vías de desarrollo. Según esta tendencia, se prevé que Europa
estabilice su población hacia el año 2030 y que zonas como la URSS, América Latina y
Asia meridional alcancen el crecimiento cero hacia el año 2100, siendo África el único
continente que no presenta signos de llegar a esta situación para el año 2110.
Sin embargo, distingamos el impacto del hombre sobre el medio según el grado de
desarrollo. En los países desarrollados el creciente consumo energético, la necesidad de
eliminar residuos no degradables, los problemas derivados de la concentración en
ciudades, del deseo de disponer de espacios naturales, de ocio, etc., están plantando lo
que algunos llaman contaminación de la opulencia, que tiende a afectar a los países más
pobres a medida que se desarrollan y contra la que en algunas zonas se ha empezado a
luchar. Los problemas más graves son la contaminación atmosférica, que tiende a
extenderse más allá de las propias ciudades y que en gran medida es producto de la alta
utilización de energías contaminantes; la polución de las aguas continentales al verterse
en ellas productos no degradables; la polución de las aguas oceánicas, a las que vierten
la continentales, con consecuencias sobre la biología de las especies marinas; la polución
radiactiva; la adulteración de los alimentos; el deterioro del medio animal y vegetal.
Contaminación
La contaminación ambiental
La contaminación ambiental es la descarga de materias al agua, suelo, o al aire, que
causa, o puede causar la alteración del balance ecológico de la tierra y con ello reducir la
calidad de vida de sus habitantes.
Así tenemos contaminación del agua, aire, por ruido y del suelo.
En el agua contaminada están también desechos arrojados por industrias. Varios metales
pesados y minerales hacen que los seres que la consuman obtengan una sobredosis de
estos como el calcio, cromo, hierro, flúor, yodo, potasio, cobre, magnesio, manganeso,
sodio, selenio y zinc. Al tener una sobredosis de estos minerales, ciertos órganos del
cuerpo humano como los riñones, la vejiga, el hígado, el páncreas, el corazón, el
estómago, los intestinos, etc., pueden ser afectados.
Entre los más frecuentes contaminantes del aire podemos citar los siguientes: Monóxido
de carbono, hidrocarburos, óxidos de nitrógeno, partículas sólidas, oxido de azufre,
oxidantes foto químicos.
Todos los tipos de humo reducen visibilidad e irritan el sistema respiratorio, los estudios
han comprobado que el humo contribuye con el desarrollo de enfermedades de todo tipo.
La contaminación del aire por oxidantes foto químicos produce irritación de los ojos,
lagrimeo y causa severos daños a diferentes tipo de vegetación.
Los efectos del ruido sobre la salud humana pueden variar dependiendo de la sensibilidad
del individuo, duración de exposición al ruido, naturaleza del ruido y si es un ruido
constante o interrumpido. Entre los posible efectos están: disminución de la capacidad
auditiva (75 a 80 dB por varias horas), dolor físico (cuando el ruido es de 130 a 140 dB),
daño físico permanente al sistema auditivo o pérdida del oído (150 dB y más).
En el mundo, principalmente en las ciudades importantes, somos víctima del ruido, en las
calles nos encontramos con automóviles y motores en mal estado, camiones y patanas
transitando libremente sin ningún tipo de restricciones.
Las plantas eléctricas como solución a la crisis energética que afecta al país han
contribuido al aumento del ruido en las calles y en los centros comerciales.
Aún cuando estamos en la casa, muchas veces no podemos descansar a causa del ruido
de una planta eléctrica, una cortadora de grama, la música de alto volumen en la casa del
vecino, ni hablar de los vendedores ambulantes que transitan por las calles anunciando
por una bocina los productos que ofrecen, etc.
Los ruidos son consecuencias de nuestro desarrollo, pero también se dan por falta de
educación y conocimientos sobre sus efectos negativos para la salud.
Si se sembrara en tierra contaminada, los cultivos en esta estarían afectados con las
sustancias tóxicas que contenga el suelo. Esto afectaría a los seres humanos que
consumieran los productos agrícolas provenientes de estas tierras.
Otra forma de contaminación del suelo se produce por causa de los vertederos de basura.
Estos producen un residuo líquido conocido como lixiviado, el cual tiene un alto grado de
contaminación que afecta tanto al suelo como a las aguas subterráneas.
Para 1974, los científicos empezaron a sospechar que los clorofluorcarbonos (CFC) son
gases que destruyen el ozono. Y, no obstante hay CFC por todas partes. Se utilizan para
fabricar todo tipo de producto de espumas de plástico: desde el aislante de espuma en la
rama de la construcción hasta los vasos y envases para las llamadas "comidas rápidas".
Se utilizan como gas impulsor para los sprays de aerosol, como refrigerantes en los
aparatos de aire acondicionado y frigoríficos, como disolventes para limpiar equipos
electrónicos y muchos usos más. Estos compuestos son muy estables por lo que su
destructibilidad persiste y, cuando salen de algunos de los materiales nombrados
anteriormente, son arrastrados lentamente hasta la atmósfera. Allí, al ser bombardeado
por los rayos ultravioleta, finalmente se descomponen y liberan al verdadero asesino del
ozono: el cloro; el cual danza con las frágiles moléculas de ozono, alas que destruye y de
las que luego se aleja intactas, dando vueltas hasta que se encuentra con otra molécula
de ozono a la que también destruye. Una molécula de cloro puede continuar de este
modo por más de un siglo, destruyendo así unas 100.000 moléculas de ozono. Y, en el
futuro existe un riesgo de destrucción importante, por el posible aumento del cloro en la
estratosfera. La destrucción de la capa de ozono se origina, entre las causas, por las
deforestaciones y el constante bombardeo de la atmósfera con los llamados gases
invernadero, producido por los diversos contaminantes liberados desde la tierra. Estos
gases, emitidos por las centrales eléctricas que utilizan carbono y petróleo (dióxido de
azufre y oxido de nitrógeno). Así como el empleo de contaminantes como los
clorofluorcarbonos CFC que usan las industrias de aerosol, de la refrigeración, espuma
plástica, solventes y propulsores, actúan como gases de invernadero sobre el planeta,
que permiten la entrada pero no la salida de la radiación solar, aumentando así la
temperatura de la tierra. Las investigaciones científicas señalan que para fines del
próximo siglo, la destrucción del ozono estará por el orden de 3 a 10 % por el uso de
aerosoles. Respecto a la destrucción de la capa de ozono, se trata del único problema
ambiental que ha encontrado una acción global unánime de todos los países del mundo,
incluyendo Venezuela. Para contrarrestarlo se ha limitado sistemáticamente la producción
de gases CFC y halones en los próximos años. Los científicos creen que de eliminarse
por completo la producción de sustancias que destruyen a la capa de ozono, el hueco
detectado en la Antártida podría existir hasta el año 2.100. Podemos ver entonces la
ironía de esta crisis relacionada con el ozono; allá arriba (estratosfera) donde lo
necesitamos, lo estamos destruyendo y aquí abajo (troposfera) donde es venenoso lo
estamos fabricando.
Si bien es bueno ver a Gore llamando la atención sobre un tema cuya existencia niega
mucha gente influyente de su país, varios de sus planteamientos apocalípticos pueden
prestarse a confusión. Pero su mayor error radica en sugerir que la humanidad tiene el
imperativo moral de tomar medidas contra el cambio climático porque nos damos cuenta
de que es un problema, lo cual parece ingenuo y hasta poco sincero.
Muestra que los glaciares han estado retrocediendo a lo largo de 50 años pero no dice
que lo han estado haciendo desde las guerras napoleónicas, a principios del siglo XIX,
mucho antes de que comenzaran las emisiones industriales de C02. De manera similar,
hace ver a la Antártida como el canario en la mina de carbón, pero no cuenta la historia
completa. Muestra imágenes del 2% del continente helado que se está recalentando
notablemente, al tiempo que pasa por alto el 98% que se ha ido enfriando. En el panel
climático la ONU estima que la masa de nieve de la Antártida en realidad aumentará
durante este siglo. Y, mientras Gore apunta al retroceso de la capa de hielo marino en el
Hemisferio Norte, no menciona que ha aumentado en el Hemisferio Sur.
La película muestra terribles imágenes de las consecuencias del crecimiento de siete
metros del nivel del mar, inundando grandes zonas de Florida, San Francisco, Nueva
York, Holanda, Calcuta, Beijing y Shanghai. ¿Los niveles realistas no eran lo
suficientemente dramáticos? El panel de las Naciones Unidas sobre cambio climático
sugiere un crecimiento de sólo 0,3 a 0,6 metros durante este siglo, en comparación con
casi 0,3 metros en el siglo pasado.
De manera similar, las mortíferas olas de calor del año 2003 en Europa hicieron concluir a
Gore que el cambio climático es sinónimo de una mayor cantidad de víctimas en el futuro.
Sin embargo, el calentamiento global significaría menos muertes a causa de las bajas
temperaturas, cuyo número en la mayor parte del mundo desarrollado supera con mucho
las causadas por el calor. Sólo en el Reino Unido se estima que el aumento en las
temperaturas causará 2.000 muertes adicionales para el 2050, pero 20.000 menos
muertes por enfriamiento.
Tras presentar los efectos potencialmente catastróficos del cambio climático, Gore revela
su solución: el mundo debería adoptar el Protocolo de Kyoto, que busca reducir las
emisiones de carbono en los países desarrollados en un 30% para el año 2010.
Los últimos huracanes mataron a miles de personas en Haití, no en Florida, porque Haití
es pobre y no puede permitirse siquiera medidas de prevención básicas. Combatir la
enfermedad, el hambre y la contaminación del agua traería beneficios inmediatos a
millones de personas y permitiría a los países más pobres aumentar su productividad y
romper el ciclo de la pobreza, lo que haría que sus habitantes fueran menos vulnerables a
las fluctuaciones climáticas.
En su película, Gore argumenta que las generaciones futuras nos juzgarán por no
habernos comprometido con el Protocolo de Kyoto. Lo más probable es que se pregunten
por qué en un mundo lleno de “verdades inconvenientes", Gore prefirió centrarse en
aquella sobre la que puede lograr la mayor cantidad de beneficios a un costo menor.
Cuando las Naciones Unidas establecieron la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente
y el Desarrollo en 1983, era evidente que la protección del medio ambiente iba a
convertirse en una cuestión de supervivencia para todos. La Comisión presidida por Gro
Harlem Brundtland (Noruega) llegó a la conclusión de que para satisfacer "las
necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para
satisfacer las propias" la protección del medio ambiente y el crecimiento económico
habrían de abordarse como una sola cuestión.
De resultas del Informe Brundtland, la Asamblea General de las Naciones Unidas convocó
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo
(CNUMAD). La Conferencia, conocida como Cumbre para la Tierra, se celebró en Río de
Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992. Fue un momento decisivo en las negociaciones
internacionales sobre las cuestiones del medio ambiente y el desarrollo.
Los objetivos fundamentales de la Cumbre eran lograr un equilibrio justo entre las
necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y de las
generaciones futuras y sentar las bases para una asociación mundial entre los países
desarrollados y los países en desarrollo, así como entre los gobiernos y los sectores de la
sociedad civil, sobre la base de la comprensión de las necesidades y los intereses
comunes.
Este convenio ha logrado en este plazo reducir en un 95% las sustancias perjudiciales
para la capa de ozono, fundamentalmente los gases con compuestos de cloro que se
utilizaban –fluorocarbonos (CFC)– y que una vez renovados para causar menos daños –
hidrofluorocarbonos (HCFC)– se siguen usando en los sistemas de refrigeración, aire
acondicionado, sprays o extintores. Los cloruros de metilo utilizados como biocidas en la
agricultura son el otro grupo de sustancias dañinas. Ambas atacan las moléculas de
oxígeno del ozono destruyéndolo.
La capa de ozono que recubre la atmósfera filtra las radiaciones ultravioletas, muy
perjudiciales para los seres vivos. En 1984, el científico Mario Molina –quien fue premiado
con el Nobel– detectó el agujero en la capa de ozono sobre la Antártida, que en los años
sucesivos se fue agrandando causando una gran preocupación mundial.
Tan sólo tres años más tarde, la comunidad internacional adoptó el protocolo, cuyo
objetivo final es acabar con todas las nuevas sustancias dañinas para el año 2040. Sin
embargo, las medidas adoptadas hasta ahora han permitido importantes avances: se
calcula que hasta 2020 se habrán evitado 100 millones de cánceres de piel, además de
evitar números similares de casos de cataratas y otros efectos graves en la naturaleza.
Tanto los CFC como los HCFC tienen un elevado potencial de efecto invernadero, por lo
que la eliminación de los primeros en la pasada década tuvo ya efectos beneficiosos en la
lucha contra el cambio climático. La industria química, y en concreto la gran transnacional
estadounidense Dupont, ha anunciado que tiene desarrollados los nuevos refrigerantes
alternativos (ISCEON), y pide que se acelere la sustitución de los HCFC.
Si salen adelante los objetivos de la ONU, se habrán matado dos pájaros de un tiro:
proteger la capa de ozono y frenar parte del cambio climático. Un éxito rotundo gracias a
la estrecha colaboración –desconocida en otros convenios mundiales– de las agencias
internacionales, los gobiernos, los científicos, la sociedad y la industria implicada.
Agenda 21: es el Plan de Acción que los estados deberían llevar a cabo para transformar
el modelo de desarrollo actual, basado en una explotación de los recursos naturales como
si fuesen ilimitados y en un acceso desigual a sus beneficios, en un nuevo modelo de
desarrollo que satisfaga las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras.
Es una expresión acuñada en la Cumbre de la Tierra (Río, 1992) para referirse al Plan de
Acción que los estados deberían llevar a cabo para transformar el modelo de desarrollo
actual, basado en una explotación de los recursos naturales como si fuesen ilimitados y
en un acceso desigual a sus beneficios, en un nuevo modelo de desarrollo que satisfaga
las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras. Es lo que se ha denominado desarrollo sostenible, es decir,
duradero en el tiempo, eficiente y racional en el uso de los recursos y equitativo en los
beneficios.
En el documento final de las Naciones Unidas de hace diez años, se dedicaba un capítulo
-el 28- al papel de las ciudades en este ambicioso deseo de cambio. Se reconocía tanto la
responsabilidad de las ciudades como su capacidad de transformación. Como se ha dicho
en alguna ocasión, pocas veces unas breves líneas de una declaración formal han
suscitado una reacción tan entusiasta. Hoy, más de 5.000 ciudades de todo el mundo
están elaborando sus Agendas Locales 21, a través de mecanismos de participación de la
comunidad local, a fin de establecer objetivos compartidos para contribuir localmente al
desarrollo sostenible de la sociedad planetaria. Las Agendas 21 Locales son una buena
concreción de la vieja máxima ecologista "pensar globalmente y actuar localmente".
Barcelona ha sido una de las ciudades activas en este movimiento y culmina ahora la
elaboración de su Agenda 21. En este artículo pretendemos comunicar las características
de un proceso que ha sido complejo y estimulante. Las dimensiones de Barcelona como
una gran ciudad en el contexto europeo hacen que ésta sea, sin duda, una experiencia
interesante para analizar y compartir.
Tres años después se creó lo que sería el Foro Promotor de la Agenda 21 de Barcelona.
La Agenda 21 no es un proceso cerrado ni un ejercicio de ciencias exactas: cada ciudad
debe elegir, en función de sus características y realidades, una vía propia para elaborar la
Agenda 21. Así pasó también en el caso del Foro, que en Barcelona adoptó la forma de
Consejo Municipal, al amparo de las Normas Reguladoras de Participación Ciudadana.
La composición del Consejo tiene una importancia especial: existe un equilibrio buscado
entre representantes de la Administración, del mundo empresarial, de los sindicatos, de
las asociaciones cívicas y del movimiento ecologista, y de las universidades, así como un
grupo de expertos a título individual.
Durante los años 1998 y 1999 se constituyen trece grupos de trabajo temáticos formados
por diferentes miembros del Consejo que elaboran, buscando el consenso, un diagnóstico
sobre cada ámbito, formulan unas propuestas de futuro y, en algunos casos, sugieren
también indicadores de seguimiento. La tarea de estos grupos de trabajo
interdisciplinarios es el núcleo principal de los trabajos de la Agenda 21: más de 2.000
horas de trabajo voluntario, más de 500 propuestas de diferente tipología y magnitud.
En el año 2000 el Consejo adopta estos documentos como "Materiales para el debate" y
aprueba realizar una fase de participación ciudadana, que significa abrir el trabajo del
Consejo a otras organizaciones y agentes y al conjunto de la ciudadanía. Ésta es una
decisión de gran transcendencia, puesto que es ambiciosa. El Consejo será, al final del
proceso, el órgano con capacidad decisoria para aprobar los contenidos finales.
Ecotecnologías o ecotecnias
Ventajas
Bomba de mecate: es una tecnología mecánica y manual para sacar agua de pozos
superficiales. Se recomienda para uso familiar. Los componentes son de uso común y
económico: una cuerda, llantas usadas, cuadro y rueda de bicicleta vieja y tubo de
plástico.
Letrina seca: existe un alto porcentaje de habitantes de zonas marginadas que carecen
de un sistema de drenaje. Por lo tanto, esta alternativa es sumamente económica y evita
la contaminación que produce la defecación al aire libre. No utiliza agua y los residuos
sirven como materia orgánica para el suelo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Globalización
http://es.wikipedia.org/wiki/Modernidad
http://es.wikipedia.org/wiki/Postmodernismo
http://www.mitecnologico.com/Main/ImpactoDeLaUrbanizacion
http://html.rincondelvago.com/crecimiento-demografico_1.html
http://html.rincondelvago.com/efectos-de-la-contaminacion-sobre-el-ser-
humano.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Agujero_de_ozono
http://www.portalplanetasedna.com.ar/capa_ozono.htm
http://www.portalplanetasedna.com.ar/cambio_climatico1.htm
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/09/14/ciencia/1189790202.html
http://www.bcn.cat/agenda21/A21_AGENDA_CAST.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Carta_de_la_Tierra
http://www.cdi.gob.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=698