la proposicin existe cuando el que ha resuelto cometer un delito invita a otra u otras
personas a ejecutarlo (art. 17.2 CP). Tambin este acto se ha propuesto interpretar
como una tentativa de induccin, cuando no es slo esa su funcin. Ciertamente puede
entrar en juego cuando el inductor ve fracasado su intento de hacer surgir en otro la
decisin de delinquir o ve que el inducido no logra ni iniciar el tipo al que se le indujo.
Pero cabe pensar tambin en otras formas de proposicin desvinculadas de la
induccin.
La provocacin existe cuando directamente se incita por medio de la imprenta, la
radiodifusin o cualquier otro medio de eficacia semejante, que facilite la publicidad, o
ante una concurrencia de personas, a la perpetracin de un delito (art. 18.1 CP). A
diferencia de la proposicin, aqu se centra la descripcin tpica en los medios de
influjo: sobre una gran cantidad de pblico. Dentro de la provocacin el legislador ha
aadido una modalidad, prevista inicialmente en el contexto de delitos de terrorismo,
que es la apologa. Segn dispone el CP en su art. 18.1., prrafo segundo, es apologa
la exposicin, ante una concurrencia de personas o por cualquier medio de difusin, de
ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor. Sin embargo, la
apologa slo ser delictiva como forma de provocacin y si por su naturaleza y
circunstancias constituye una incitacin directa a cometer un delito. Dichos requisitos
aadidos acaban por asimilar la apologa a una forma de provocacin, por lo que no
sera preciso definirla expresamente aparte. Por ese motivo, la legislacin espaola ha
previsto, no ya este acto preparatorio de "apologa del delito", sino "delitos de
apologa"
(art.
579
CP)(STS
de
20
de
mayo
de
2003).
Como se ha esforzado en resaltar la STS de 28 de junio de 2007, nicamente cuando
constituya "incitacin directa a cometer un delito" podr ser tratada la apologa como
efectiva provocacin para delinquir, ya que constituye sta la alabanza de una
conducta ajena en la cual no se participa materialmente, sino slo de forma ideal a
travs de su aprobacin y solidaridad, que se comete expresando un punto de vista o
difundiendo una opinin. En este mismo sentido se manifiestan los Autos del TS de 23
de mayo y de 14 de junio de 2002.