Todos hemos escuchado alguna vez que usamos slo un pequeo porcentaje
de nuestra capacidad mental. Algo as como un 5% a un 10%. Se dice que
Albert Einstein usaba un 15% de sus capacidades!!! La pregunta que surge
es...Y que hacemos con el resto de nuestra mente? Pues pensar. Claro que
incesantemente. Como un televisor encendido sin parar.
Simplemente se levanta y busca otra cosa para entretenerse. No piensa -" Que
tonto soy...no sirvo para la gimnasia-", como tampoco mira de reojo pensando
"-Que bochorno, me ca, espero que nadie me haya visto-".
Pero nuestra mente, que debera operar como una herramienta a nuestro
servicio, est funcionando en todo momento imbuida en pensamientos
innecesarios. En vez de nosotros tener el control de ella, pues es la mente
quien nos controla siempre. El resultado? Sufrimiento, soledad y hasta
enfermedad.
El amor, por el contrario, estimula y refuerza nuestro aparato inmunolgico. Un
ejemplo conocido lo traen experimentos sobre apego con simios bebs. Los
monitos que son privados de contacto (si bien siguen siendo bien alimentados
con sondas) y que viven sus primeros das en jaulas sin sus madres,
simplemente mueren. As de radical.