Cada ser humano que nace viene en total inocencia. Sus sensaciones se
experimentan inocentemente. En el aqu. En el ahora. No se preocupa por lo
que vendr; si tendr o no comida o techo maana. De hecho, no hay un
maana para l, como tampoco un pasado, pues no sabe respecto del tiempo.
No tiene ningn tipo de juicio respecto a las cosas o a los dems. Ni juicios
sobre s mismo. No ha significado el mundo. Simplemente es.
A medida que pasa el tiempo, esta habilidad de la mente por absorberlo todo
comienza a decrecer basado en la misma informacin que internaliz. Nuestra
persona se construye socialmente y muchos de los guiones, juicios y normas
nos son traspasados, especialmente por nuestros padres (o quien nos cuid de
pequeos).
Estaba con una amiga hace unas semanas. Ella tiene una hermosa nia de
unos dos aos. Caminando en el parque, de pronto perrito se nos acerc. Mi
amiga comenz a dar manotazos, a gritar "-Cuidado, cuidado, un perro, te
puede morder...!-". La pequeita se asust mucho con la situacin. De ms
est decir que ahora cada vez que ve uno, llora completamente alterada. Qu
pas? Un miedo traspasado.
Es as como muchas vivencias no positivas que experimentamos de nios
quedan impresas en nuestra memoria. Tal vez cosas sin importancia para un
adulto, pero muy relevantes para un chico de cuatro aos. Ms an con
experiencias realmente duras para un nio como maltrato, golpes,
manipulacin, control extremo, descuido, preferencias por algn hermano,
injusticias, falta de apoyo, etc. Si el nio no pudo procesar una mala
experiencia, si no logr adaptarse a la situacin y se vio excedido, quedar una
impronta, una huella que, como una piedrecilla en el zapato, molestar de por
vida.
Todos esos mensajes van creando un guin que nos dice que "no merecemos
amor". El mensaje ltimo que reside en el simple hecho de no cumplir una
promesa a un hijo, de fallarle, de no asistir a su presentacin en la escuela, es,
"no soy digno de ser amado", "no soy digno de que me consideren" o "no valgo
como persona". Y estos mensajes entre-lneas determinan tan radicalmente
nuestras vidas tal como si cargramos una mochila pesada. Tarde o temprano
nos doblar la espalda.
As, comienzan a aparecer los surcos:
Hbitos auto-destructivos
Operamos inconscientemente en muchos mbitos. Cuando conducimos un
vehculo, cuando pestaeamos y hasta cuando respiramos. Gracias a este
grado de automatismo podemos poner nuestra atencin en otras direcciones.
Optimizar los recursos.