Ofrecimiento
Oh Jess! Sumo y Eterno Sacerdote, que, en vuestro Amor infinito por los
hombres, habis confiad o a los sacerdotes, como ministros vuestros, la
salvacin de las almas. Os ofrezco, por manos de Mara Santsima, vuestra
Madre y nuestra, por la santificacin y multiplicacin del clero, las oraciones,
obras y sufrimientos de este da.
Enviad a vuestra Iglesia muchos y santos sacerdotes, que trabajen sin
descanso, en unin con Vos, en establecer por doquiera el Reinado de
vuestro sacratsimo Corazn, hoguera de amor y manantial de
santidad. As sea.
Oracin a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, por la santificacin del
Clero
Oh Jess, Pontfice Eterno, Divino Sacrificador, Vos, que en un impulso de
incomparable amor a los hombres nuestros hermanos, hicisteis brotar de
vuestro Corazn Sagrado el Sacerdocio Cristiano, dignaos continuar
derramando sobre vuestros ministros, los torrentes vivificantes del amor
infinito. Vivid en vuestros sacerdotes, transformadlos en Vos mismo, hacedlos,
por vuestra gracia, instrumentos de vuestra misericordia. Obrad en ellos y por
ellos, y que despus de haberse del todo revestido de Vos, por la fiel imitacin
de vuestras adorables virtudes, cumplan en vuestro nombre y por el poder de
vuestro Espritu, las obras que realizasteis Vos mismo para la salvacin del
mundo. Divino Redentor de las almas, ved cun grande es la multitud de los
que an duermen en las tinieblas del error, contad el nmero de las ovejas
descarriadas que caminan entre precipicios, considerad la turba de pobres,
hambrientos, ignorantes y dbiles que gimen en el abandono.
Volved, Seor, a nosotros por vuestros sacerdotes, revivid verdaderamente en
ellos, obrad por ellos y pasad de nuevo por el mundo enseando, perdonando,
sacrificando y renovando los lazos sagrados del Amor, entre el Corazn de
Dios y el corazn del hombre. As sea.