revista

Nuestra América
Política y Cultura:
John William Cooke

El Modelo
Argentino

Discurso de
Evo Morales
en Copenhagen

Momumento a la
Mujer Originaria

Declaración de
Mar del Plata
de la CNSP

Año 1 - Número 1 - Marzo de 2010 grupo_nuestra_america@yahoo.com.ar www.gruponuestraamerica.wordpress.com

Centro de Acopio: Centro Cultural y Biblioteca Popular
Boyaca 927 - CABA
ELUNEY
 Editorial
Sobre el final de la primera década del siglo XXI, la coyuntura nacional nos muestra
la necesidad urgente, casi desesperada, de afrontar enérgicamente la batalla de ideas.
Esta revista que estamos comenzando quiere aportar y compartir elementos útiles para
que los compañeros de la causa nacional, popular y latinoamericana concurramos a
los debates ideológicos un poco menos desarmados.

Elegimos el nombre de Nuestra América porque es el título de un magistral ensayo

escrito por el patriota cubano José Martí. En sus páginas Martí pudo sintetizar los
elementos esenciales de una identidad que incluye los proyectos de emancipación y
unidad latinoamericana iniciados por los héroes de la independencia. Y al mismo tiempo,
con la expresión «Nuestra América» comenzó a delinear una identidad y un proyecto
distinto, alternativo al de la otra América, la del norte, la América europea, la América
Imperial que a fines del siglo XIX ya avanzaba hacia el sur con su política intervencionista.

Desde estas páginas intentaremos contribuir a revitalizar el debate de ideas dentro

del movimiento nacional y popular partiendo del hecho histórico de nuestra situación
de país dependiente, subdesarrollado y periférico dentro del actual sistema mundial
capitalista. Creemos que, aunque sea doloroso, es fundamental asumir esa situación.
La negación, omisión, olvido o abstracción de esta situación por parte de los dirigentes,
cuadros y militantes constituyen una fundamental y persistente derrota ideológica del
movimiento nacional y popular.

Una derrota que nos impide ver claramente los problemas estructurales de nuestro
país, que nos lleva a aceptar calladamente la hegemonía ideológica de los expertos al
servicio del statu quo, a la autocensura en el debate de ideas, al olvido de las enseñanzas
históricas y teóricas, al ocultamiento de los enemigos históricos, y al desdibujarse de
las contradicciones. Esto nos ha conducido a los choques más duros, frustrantes y
«sorpresivos» con los muros de nuestra realidad dependiente.

Tarde o temprano reaparece el conflicto inherente a la situación dependiente y

periférica. Por debajo de los ciclos de superficial y momentánea prosperidad de nuestra
economía capitalista periférica sigue operando el desarrollo desigual y polarizador
constitutivo del capitalismo. Períodos con altas tasas de crecimiento económico se
traducen misteriosamente en la profundización de mayores
distorsiones estructurales, regionales y sectoriales, consolidando
el paisaje de archipiélagos de prosperidad en mares de pobreza.

Se trata entonces de ponernos a pensar y debatir para

entender mejor esta realidad injusta que queremos cambiar. Se
trata de recuperar nuestra identidad americana, de retomar el
proyecto de Nuestra América, de recuperar nuestra historia
completa de pueblos originarios, de negros y de criollos,
de avanzar en nuestra descolonización incompleta, en
nuestra emancipación incompleta. Descolonizar
nuestras ideas y nuestras prácticas para ir
buscando el rumbo, para recuperar el horizonte
estratégico que necesita el movimiento nacional y
popular para liberar a nuestra Patria.

Revista Nuestra América Página 3

Política y Cultura
Cooke, peronismo, revolución y
democracia
Los conflictos que han atravesado a nuestro país en los últimos años, especialmente el conflicto
respecto a la resolución 125, reactualizaron cuestiones, retoricas y posicionamientos que parecían
resurgir desde el fondo de nuestra historia. Mucho de lo que se vio de ahí en adelante comenzó
a recordarnos insistentemente a un par de frases escritas por John William Cooke cuando el país
y el mundo eran bastante diferentes.
Cooke, había escrito «el
peronismo es el hecho maldito del
país burgués» y «esa ´antinomia
peronismo-antiperonismo´ es la
forma concreta en que se da la
lucha de clases en este período de
nuestro devenir».
Ambas frases, que por su
brevedad muestran una extraor-
dinaria capacidad analítica y de
síntesis, tienen profundas
implicancias políticas que
excedían con mucho la coyuntura
en la que fueron enunciadas. Lo
escrito a continuación intenta
recuperar algunos planteos de
Cooke que despliegan el conte-
nido de ambas frases y que nos
llevan a reflexionar sobre algu-
nas de las cuestiones más
profundas que se evidencian por
debajo del follaje superficial y
anecdótico de las actuales
disputas políticas.
En su libro La lucha por la
4 Página
liberación nacional, de mediados
de los sesenta, Cooke describía
el dilema de las clases dominan-
tes en la Argentina posterior al
golpe de 1955: «El régimen no
puede institucionalizarse como
democracia burguesa porque el
peronismo obtendría el gobierno, y
aunque no formule ningún
programa antiburgués, la obtención
de satisfacciones mínimamente
compatibles con las expectativas
populares y las exigencias de
autodeterminación que son
consustanciales a su masa llevarían
a la alteración del orden social
existente».
En el contexto internacional,
los sesentas se caracterizaban
por la Guerra Fría entre EEUU y
la Unión Soviética, por el
ejemplo de la Revolución
Cubana y las luchas de los mo-
vimientos de liberación
nacional en distintas zonas del
Tercer Mundo. En esa misma
época, a nivel nacional, los
gobiernos de Frondizi e
Illia habían fracasado en la
resolución
del dilema
descripto
p o r
Cooke
y habían
sido derriba-
dos por golpes
militares. El último
de esos
Por Lic. Facundo Álvarez
golpes, en 1966, constituyó el
primer intento local de instaurar
un Estado Burocrático Autorita-
rio, en sintonía con las
necesidades de la cúpula de la
burguesía argentina que atrave-
saba los primeros tramos de un
proceso de concentración,
transnacionalización y dis-
ciplinamiento de sus fracciones
más débiles. Ese proceso se
impuso completamente a partir
del golpe de marzo de 1976, bajo
una versión más dura de Estado
Burocrático Autoritario cuando
se quebró el modelo industria-
lizador basado en el mercado
interno.
La opción autoritaria acom-
pañada de la «reorganización»
de la sociedad fue la respuesta
que las clases dominantes
encontraron a la pregunta que
Cooke les atribuyo en las
páginas de Peronismo y Revolu-
ción (escrito con posterioridad al
golpe de junio de 1966): «¿Cómo
unificar al bloque de las clases
dominantes, asegurar la continui-
dad del orden social imperante sin
los sobresaltos de cada proceso
electoral, impedir que el peronismo
sea factor de perturbación, que
Perón pase a primer plano cada vez
que se acercan los comicios, que su
Movimiento pueda decidir
cediendo sus votos en una eventual
negociación o que obligue a recurrir
a procedimientos fraudulentos para
impedirle concurrir con sus
Revista Nuestra América
candidatos propios?».
Si la Argentina industrial
nacida bajo el primer peronismo
había generado una estructura
social heterogénea por arriba y
homogénea por abajo, el Estado
Burocrático Autoritario genera
las condiciones para un proceso
estructural inverso. Durante las
décadas de los ´80 y los ´90
hasta la crisis del 2001, se conso-
lida y estabiliza una configu-
ración de las bases estructurales
del poder social donde lo
característico es una homogenei-
dad por arriba y una creciente
heterogeneidad por abajo. El
modelo neoliberal expandió la
fragmentación por abajo,
aumentando la proporción de
cuentapropistas, trabajadores
informales, contratos basura y
desocupados; abrió el abanico
salarial entre los trabajadores
registrados, disminuyó la tasa de
afiliación sindical y creó las
condiciones políticas para la
fractura del movimiento obrero
organizado. Estos cambios
fueron acompañados por la
desindustrialización y reprima-
rización de la estructura
económica del país, el endeuda-
miento externo, la descapi-
talización de la estructura
productiva, las privatizaciones,
la desregulación y el desman-
telamiento de las capacidades de
gestión económica del Estado.
En la democracia recuperada
bajo la forma de la democracia
liberal, los partidos que gober-
naron hasta la crisis del 2001
acataron la lógica de la nueva
estructura del poder social e
intentaron adaptarse a los
requerimientos de legitimación
de dicha estructura. Incluso,
Pacto de Olivos mediante,
reformaron la Constitución en
1994 para adaptar el esquema
institucional del país para
proteger la nueva estructura
social y su vínculo con el
Revista Nuestra América
sistema de partidos.
La crisis del 2001 fue
simultáneamente la
crisis del modelo
de acumulación
neoliberal y la cri-
sis de sus formas
de legitimación
política, es decir,
la crisis de las
capacidades de
la democracia
liberal y su siste-
ma de partidos
para seguir
reuniendo la dosis
mínima de consenti-
miento entre la
población para realizar
los sacrificios implícitos en
las políticas de ajuste
neoliberal. Aunque la crisis fue
resuelta salvando la continuidad
institucional, sus aspectos más
profundos siguieron presentes. política en la cual unos son más
iguales que otros.
Las instituciones revelan su En la época de Cooke ese
contenido clasista doble standard se expresaba en
democracias tuteladas, caracte-
«Acabamos de ver al régimen rizadas por la proscripción
desnudo de sus mistificaciones. Las electoral del peronismo, los
masas acaban de verlo tal cual es: pronunciamientos militares, la
como violencia desnuda, sin el anulación de elecciones, los
follaje de la juridicidad burguesa. miles de presos políticos y la
En estos momentos de crisis las crisis que desembocaba en el
masas se sienten, se saben solas, golpe de estado. En los últimos
libradas a su propio esfuerzo. Los años hemos visto como el Poder
derechos y garantías que en teoría Judicial y el accionar policial han
todos poseemos, quedan como tenido dos velocidades y grados
patrimonio de algunos, de una de dureza muy disimiles según
minoría. Las instituciones revelan se tratara de los cortes de rutas
su contenido clasista, y los trabaja- agrarios o de protestas de los
dores saben que ellas no son trabajadores de Kraft-Terrabusi.
instituciones de todos y para todos, Claramente la velocidad, la
sino formas cristalizadas del ejecutividad y la dureza cayeron
privilegio». En este fragmento sobre los trabajadores.
magistral, Cooke sintetizó el Y mucho más dura aún fue la
doble standard con que opera la aplicación de la violencia
institucionalidad liberal cuando simbólica por parte de los
ve amenazado el orden burgués medios masivos de comunica-
por parte de las masas. En esos ción, que no dudaron en
momentos, el principio liberal descargar todo su desprecio y su
de igualdad frente a la ley se ve racismo contra cualquier corte
reemplazado por una práctica de calle o ruta hecho por
Página 5

trabajadores o desocupados. Por
el contrario, presentaron como
actos de civismo republicano y
«blanco» al mismo tipo de
medidas realizadas por las orga-
nizaciones agrarias. Tanto la
violencia física como la violencia
simbólica operan diferencial-
mente en el marco de las
instituciones y la ideología
liberal.
Esta brecha y/o contradic-
ción entre la igualdad política de
los individuos y la desigualdad
social inherente al capitalismo y
su orden social es característica
de la relación entre democracia
y capitalismo y ha sido adverti-
da por numerosos pensadores
políticos desde las más diversas
posiciones ideológicas. A tal
punto que un teórico de la talla
académica de Claus Offe ha
llegado a afirmar que sólo el
Estado de Bienestar Keynesiano
con su batería de políticas
sociales e intervención estatal ha
constituido el único arreglo
posible para compatibilizar
democracia y capitalismo.
Desde otra perspectiva, Joseph
6 Página
Schumpeter señalaba que la
democracia no es el gobier-
no del pueblo sino el
gobierno de los políticos. La
democracia no era para él un
mecanismo de expresión de
la voluntad popular sino
simplemente un
mecanismo para
autorizar a gobernar
porque las elecciones
no son otra cosa que
un acto de autoriza-
ción a ciertos polí-
ticos para que sean
ellos los que decidan.
Los partidos políticos
operan como empresas que, en
vez de mercancías, ofrecen
dirigentes y programas; los
votantes actúan como
consumidores que deciden
entre las ofertas que reciben.
Una vez elegido, la primera
tarea del político es sobrevivir,
asegurar su reelección y para
ello construye alianzas y
moviliza recursos que le permi-
tan mantenerse en el poder.
Los actuales defensores del
liberalismo político suelen
omitir los abundantes ejemplos
históricos en los cuales democra-
cia y capitalismo marchan por
caminos separados. El caso
actual de China con su gobierno
de partido único y su pujante
capitalismo (se habla de China
como la locomotora del capita-
lismo global) resulta paradig-
mático. Algunos comentaristas
norteamericanos recientemente
han inventado el concepto de
capitalismo unipartidista.
El régimen no puede ser
cuestionado desde sus mismos
valores
Tanto en La lucha por la
liberación nacional como en
Peronismo y Revolución, Cooke
insiste con una misma conclu-
sión: «El régimen no puede ser
cuestionado desde sus mismos
valores, sino que, al atacarlo,
debemos atacar a esos valores que
son parte de él, es una de las funcio-
nes de la dirección revolucionaria:
su incapacidad para cumplirla es el
gran pecado de la burocracia
peronista».
Desde el retorno de la demo-
cracia en 1983 se han instalado
dos supuestos que se han
mantenido hasta la actualidad.
El primero es que el tipo de
democracia tolerable por las
clases dominantes es la demo-
cracia liberal, según los
parámetros de Schumpeter que
describimos previamente, ni
siquiera un Estado de Bienestar.
A través de las diversas coyun-
turas políticas, la democracia
liberal y el Estado de Derecho
que constituyen el imprescindi-
ble e invalorable piso de la
acción política democrática para
amplios sectores del movimien-
to nacional y popular se han
convertido en el techo de la
misma. Se han incorporado los
valores liberales y se los ha
convertido en el horizonte de la
acción política en vez de buscar
trascenderlos y superarlos.
Es decir, para el peronismo
como expresión mayoritaria del
movimiento nacional y popular,
debe buscar una mayor demo-
cratización de la sociedad, debe
buscar la justicia social. Desde su
origen el peronismo tuvo una
definición de democracia que
superaba a la de Schumpeter.
Dentro de las veinte verdades
peronistas, la verdad número
uno se refiere a la concepción de
la democracia: «La verdadera
democracia es aquella donde el
gobierno hace lo que el pueblo quiere
y defiende un sólo interés: el del
pueblo». Es desde esa afirmación
ideológica convertida en
cultura política de las masas po-
pulares que Cooke sabía que el
peronismo «aunque no formule
Revista Nuestra América
ningún programa antiburgués»
tanto la «obtención de satisfaccio-
nes mínimamente compatibles con
las expectativas populares» como
«las exigencias de autodetermina-
ción que son consustanciales a su
masa llevarían a la alteración del
orden social existente».
El instinto de las clases
dominantes fue para Cooke el
mejor indicador de la peligrosidad
revolucionaria del peronismo: «el
régimen no juzga al peronismo por
las posturas conciliadoras de su capa
de voceros burgueses y reacciona-
rios, sino por lo que es realmente:
una amenaza real para sus privile-
gios, una expresión revolucionaria
concreta» y «El peronismo es
peligroso (…). Lo que cuenta es la
sensación de temor que inspira la
fuerza revolucionaria, la
autodefensa ante la posibilidad de
que estos obreros que no se adaptan
a las pretensiones de sus patrones y
de los gobiernos cuenten con el
poder y rompan el ordenamiento
clasista».
Porque la pregunta que
volvieron a abrir los fenómenos
profundos que aparecen por
debajo de las disputas actuales
no sólo se refieren a la viabili-
dad del modelo de desarrollo, a
la factibilidad política de
implementar alguna variante
más o menos amigable de lo que
Fernando Henrique Cardoso
caracterizó como desarrollo
asociado o desarrollo dependiente.
La discusión actual es si la
democracia sigue siendo ese
mercado político schumpeteriano
en el cual se pueden elegir
opciones potables para el orden
social capitalista, o si es posible
intentar superar por medios
democráticos dicho orden social.
En otros términos, estamos
discutiendo si la democracia si-
gue siendo un juego tramposo
para lograr el consentimiento de
las masas populares a los
rumbos elegidos por el bloque
Revista Nuestra América
de clases dominantes o si es
«aquella donde el gobierno hace lo
que el pueblo quiere y defiende
un solo interés: el del pueblo».
En los años ´80, cuando
la renovación peronista
democratizó los mecanis-
mos internos del partido
justicialista, Álvaro
Alsogaray (dirigente tra-
dicional del liberalismo
argentino) se pregunto:
ahora que el peronismo se
ha democratizado, ¿en qué
se diferencia del ra-
d i c a l i s m o ?
Paradójicamente,
Alsogaray le esta-
ba dando la razón
a Cooke, no se
puede operar con
los mismos valores
del adversario. «El
peronismo surgió
como antítesis de la
Argentina liberal». No ser porta- sino la experiencia directa de esa
dores de la ideología burguesa lucha enriquecida por el pensamien-
ni aceptar una democracia a to crítico. Y, además, que tal
medida de nuestros sectores do- conocimiento sólo adquiere valor re-
minantes. volucionario en cuanto se socializa
Cooke nos da algunas pistas al ser incorporado por las masas a
para retomar la perspectiva su acción, pues ellas son las actoras
revolucionaria desde el movi- y también las destinatarias de la
miento nacional y popular. Para revolución». A la luz de los con-
él, la vanguardia revolucionaria flictos políticos que estamos
«no es una minoría autodesignada viviendo sabemos que la Argen-
en mérito a la admiración que de sí tina, como Bolivia, necesita una
misma se profesa, sino el cumpli- revolución democrática
miento de una función que hay y cultural.
que revalidar constantemente
mediante la comprensión
teórica de una realidad flu-
yente que escapa a toda
sabiduría inmóvil cen-
telleante de verdades
definitivas. Con eso
estamos afirmando,
en primer lugar,
que ese co-
nocimiento
no es exte-
rior a la
práctica de
las masas,
Página 7
Neodesarrollismo con inclusión

El Modelo Argentino
¿Cuál es el modelo económico-social que prevalece en Argentina? Transcurridos aproximadamente
30 años ininterrumpidos de hegemonía neoliberal en América Latina y Argentina –desde la
dictadura en 1976 hasta la caída de De la Rúa-, en el ámbito de las ciencias sociales está vigente
el debate sobre las características del actual modelo de acumulación argentino y latinoamericano.
¿Ha muerto el neoliberalismo?, ¿o sólo ha mutado para mantener su dominación en el tiempo?
Si se está transformando, ¿cuáles son las características del nuevo modelo emergente? Estos
son los interrogantes que buscamos abordar en este artículo.
Por Lic. Lucas Moscato
El neoliberalismo se introdujo a pobreza y desocupación. Estas ten- El Modelo Argentino:
sangre y fuego en Argentina. Se siones no lograron ser resueltas por Neodesarrollismo con Inclusión
necesitó de la dictadura militar más gobiernos empecinados en aplicar
sangrienta para imponer un nuevo recetas ortodoxas, que sólo condu- La transición se resolvió con la
modelo social que terminara con la jeron a exacerbar los conflictos llegada al poder de Néstor Kirchner
Argentina industrialista sobre la sociales, los que terminaron (mayo de 2003), quien alcanzó la
que se apoyaba el «excesivo» poder estallando durante diciembre de presidencia con sólo el 22% de los
de los trabajadores. Este modelo 2001 en una de las mayores crisis votos. Esto lo obligó a tener que
económico-social se consolidó y económico-política y social de su construir rápidamente su legitimi-
profundizó con la democracia, historia. dad política sobre la base de su
especialmente durante la década Durante 2002 la crisis política se gestión de gobierno. La gestión
del 90 con Menem y De la Rúa. reflejó en una ruptura casi total Kirchner tuvo éxito al consolidar un
Las políticas neoliberales, entre representantes y representa- nuevo modelo económico-social
conocidas como el «Consenso de dos. Paradójicamente, producto de que podría definirse como «neode-
Washington», implican un modelo este quiebre, la sociedad volvió a sarrollismo inclusivo». El nuevo
económico centrado en el sector discutir de «política» en el sentido modelo se ha ido construyendo
financiero, y en la hegemonía de la amplio, es decir, se volvió a debatir gradualmente, pudiendo visualizar
inversión extranjera y los grupos sobre modelos económico-sociales, dos períodos claramente diferentes:
concentrados de la economía local. sobre proyectos de país. Estos En el período 2003-2007 los cambios
Su sistemática implementación a lo hechos muestran la ruptura del se desarrollan en un marco de
largo de los años fueron acumulan- statu quo neoliberal: modelo fuerte crecimiento económico que
do una serie de tensiones sociales económico ortodoxo y pensamien- facilita que los mismos sean
que comenzaron a manifestarse a to único. «tolerados» por los sectores econó-
finales de la década, a través de un No obstante, la salida política del micos dominantes; pero desde el
largo proceso recesivo -1998-2002-, nuevo proceso en ciernes aún no era 2008 la aplicación de nuevas
con crecientes índices de clara. La disputa se daba entre medidas –que buscan profundizar
un proyecto de ruptura con el el modelo y romper las continuida-
neoliberalismo y una profundi- des existentes con el modelo
zación extrema del decálogo neoliberal- generan un abierto
neoliberal como eran la dolari- enfrentamiento con dichos grupos.
zación y el ALCA. En síntesis, esta Para poder realizar su nueva
disputa se dirimió en las urnas a política económica, el gobierno tuvo
principios del 2003 entre las que recuperar niveles de autono-
candidaturas de Néstor Kir- mía. Este acto de soberanía política
chner y Carlos Menem. no se realizó sin costos. Mejor dicho,
esta decisión sólo se tomó, desde
mediados del 2002, cuando los
organismos internacionales de
crédito ya le habían hecho pagar al
país «todos los costos» que impli-
caba salir del sistema, y por lo tanto,
ya no había incentivos para seguir
participando del mismo. Desde esa
posición de debilidad que implica
estar fuera del sistema («indepen-
8 Página Revista Nuestra América
dencia por abandono») se fue
desarrollando este nuevo modelo
económico, social y productivo.
En términos de actividad econó-
mica, se pasó de una economía cuyo
núcleo era el sistema financiero y los
servicios, a una economía donde la
industria vía sustitución de impor-
taciones viene recuperando
participación en el PBI junto a la
expansión del sector agropecuario,
ambos apoyados en un tipo de
cambio competitivo. Uno de los
mecanismos fundamentales de la
regulación económica ha sido el de
las retenciones, cuya utilización le
permite al Estado absorber las
enormes ganancias generadas por
un tipo de cambio «artificialmente
devaluado» por el gobierno para
proteger el incipiente desarrollo
industrial y promover el proceso de
inversión interno, además de posi-
bilitar que los productos
exportables se consuman en el
mercado interno a precios «argen-
tinos». Las retenciones también
posibilitan mitigar el despilfarro de
los recursos naturales no renovables
–petróleo y gas- que generó la
privatización y desregulación del
sector energético realizada durante
los 90, y que autorizaba a las
empresas privadas (básicamente
Repsol-YPF) a exportar libremente
los hidrocarburos sin que el estado
nacional obtuviera ninguna ganan-
cia en el proceso. En el caso de las
retenciones a los hidrocarburos,
éstas permiten ajustar el precio al
mercado local y obtener recauda-
ción por la actividad exportadora.
Quizás la mayor diferencia con
el modelo neoliberal, es que el
nuevo modelo económico-social ha
logrado incorporar importantes
masas de la población excluida. En
este sentido, el mayor logro del mo-
delo es haber quebrado la
«barrera estructural» de la
desocupación, al llevarla a
un dígito –actualmente
ronda el 8%- cuando la
tasa «normal» de los
90 era superior al
15%, alcanzando el
pico de 23% en 2002.
Incluso, pese a la
crisis financiera in-
ternacional, la
Revista Nuestra Améric
Página 9
desocupación casi no creció, tal
como viene ocurriendo en las
economías centrales.
A lo largo de este período, el
motor del crecimiento económico
viene siendo el consumo, sostenido
por la creación de 4 millones de
empleos y por una mejora de los
salarios que apoyaron el desarrollo
del mercado interno, lo cual ha
permitido la posterior recuperación
del sector servicios. Precisamente en
este punto es donde reside el
mayor conflicto para el gobierno: la
lucha económica se ha trasladado
desde 2007 a una guerra de precios,
donde los sectores económicos
concentrados buscan acaparar para
su propio sector la riqueza genera-
da por la sociedad. En síntesis, la
disputa por la distribución del
ingreso se dirime en el proceso
inflacionario.
En cuanto a la deuda, se logró
una quita histórica de deuda
externa en el mercado de capitales,
que representó un ahorro de más de
60.000 millones de dólares. Al
mismo tiempo, el gobierno pagó el
total de la deuda con el FMI –9.000
millones de dólares- lo que le
permitió ganar autonomía frente a
los organismos internacionales de
crédito. Esta es una de las grandes
rupturas con el modelo anterior,
que delegaba la política económica
a los dictados del FMI, como
contrapartida para financiar el rojo
del déficit fiscal y comercial.
Naturalmente, la autonomía políti-
ca alcanzada se logró sobre la base
de un superávit fiscal primario, ya
que no es posible lograr esa
libertad si todos los meses el
gobierno tiene que pedir auxilio al
FMI para cerrar las cuentas, tal
como ocurría en el pasado.
Del «win-win» a la «profundi-
zación conflictiva»
Al asumir el gobierno Cristina
Fernández de Kirchner, los desafíos
que enfrentó el modelo ya no se
correspondían con la etapa de
«despegue», en la cual aún era
posible armonizar los intereses de
todos los sectores, sino con la
conflictiva tarea de consolidar la
nueva estructura social. Transcurri-
dos 5 años de un fuerte crecimiento
económico (que acumuló más de un
50% de expansión desde 2002), en
el año 2008 ya se había terminado
el proceso win-win, aquel en el que
todos los sectores ganan con la
política económica.
Ya en el año 2007 los análisis
económicos mostraban que la
Argentina había alcanzado el
«límite máximo» de distribución to-
lerable por el sector capital. Frente
a este escenario, el Gobierno
Nacional debió decidir entre
«romper el cerco» y continuar con
la distribución, o «poner el freno» y
actuar bajo los criterios de distribu-
ción tolerados por los sectores
dominantes.
Para entender las claves del
conflicto en el nuevo escenario es
importante señalar que la tensión
acumulación-distri-
bución, generada

por el modelo económico distribu-
tivo, desencadena una lucha
económica en torno a tres temas
claves: (des)inversión-inflación-
fuga de capitales. Estas son las tres
intervenciones económicas con las
cuales los sectores económicos
dominantes buscan limitar las
políticas económicas distributivas
de los gobiernos populares, y el caso
argentino no es la excepción a la
regla. Los problemas económicos
generados por la desinversión, la
inflación y la fuga de capitales son
la consecuencia de la disputa
económica irresuelta por la distri-
bución de la renta entre el sector
patronal y los sectores populares.
Naturalmente, estas tensiones siem-
pre existen, pero hay momentos de
«acuerdos» y momentos de
«choque», que se generan cuando
las tensiones no pueden ser condu-
cidas «institucionalmente» por el
Estado y estallan abiertamente
dentro de la sociedad.
El conflicto generado por las
retenciones al agro a principios del
2008 reflejó el nuevo tipo de conflic-
to social. Es precisamente este
nuevo escenario el que define los
comportamientos de los actores
económico-sociales y su articula-
ción a nivel de proyectos políticos.
Esto explica que, desde entonces,
10 Página
el debate político gire en torno al
dilema acumulación-distribución, y
las políticas económicas que lo
sustentan. Frente a las tensiones
generadas por el crecimiento, la
salida «moderada» –promovida por
los grandes medios de comunica-
ción- es la de profundizar su
carácter «desarrollista» poniendo el
eje en la acumulación de capital por
parte del sector privado y pospo-
niendo en el tiempo una mejor
distribución del ingreso. Su
fórmula es «acumulación sin
distribución. Sus mentores están
representados en IDEA -con Techint
como grupo industrial principal-, y
el Grupo Clarín -como articulador
mediático de una coalición de
actores políticos que se han puesto
al servicio de este proyecto. El
mensaje es claro: Argentina debe
separarse de la «aventura
populista» venezolana-boliviana y
seguir la seriedad de Brasil, Chile y
Uruguay. El Gobierno Nacional
optó por la alternativa de
profundizar el modelo promovien-
do un crecimiento con mayor
equidad social, para lo cual necesi-
ta seguir fortaleciendo el Estado
como regulador, para poder
contener la presión de los sectores
empresariales.
Una de las medidas más desta-
cadas ha sido la nacionalización de
la administración de los fondos de
las AFJP, la cual terminó con uno
de los mayores baluartes del
modelo neoliberal, que otorgaba al
sector privado un flujo de dinero
que en los países centrales es
administrado por el Estado. El
modelo de las AFJP había fracasa-
do estrepitosamente, ya que pese a
las jugosas comisiones obtenidas
por las administradoras, las
jubilaciones seguían siendo
cubiertas en su mayor parte por el
Estado.
Otra de las
medidas de pro-
fundización del
modelo fue la
sanción de la nue-
va ley de
radio-difusión, la
cual permitirá
poner límite a los
grandes multime-
dios –con Clarín como principal es-
tandarte- que, actuando bajo la
lógica de grupos económicos, utili-
zan su posición oligopólica en la
construcción de la opinión pública
para presionar al poder político y
obtener mayores ganancias para sus
grupos empresarios.
Para atacar el núcleo de la
desocupación, el gobierno nacional
aplicó el Plan Argentina Trabaja,
que busca crear, en una primera
etapa, 100.000 empleos a través de
la conformación de cooperativas de
trabajo. La necesidad de aplicar esta
política nos muestra que el modelo
aún no puede resolver la desocupa-
ción estructural y que para ello no
basta con el crecimiento
macro-económico, sino que es
necesaria una incorporación
integral de los excluidos,
regenerando lazos sociales
destruidos hace más de una
década.
Esta acción se suma a la serie de
políticas contra-cíclicas que el
gobierno viene implementando
desde fines de 2008, en sintonía con
las medidas adoptadas por EEUU,
Europa y Brasil, para contrarrestar
los efectos de la crisis internacional.
Estas medidas contemplan créditos
al consumo, a la producción y una
fuerte inversión en obra pública a
través del Plan Obras para Todos
los Argentinos que buscó evitar la
caída del sector de la construcción,
compensando la merma de la
inversión privada producto del
escenario mundial recesivo, a través
de un incremento sustancial de la
inversión pública. Desde el Gobier-
no de Kirchner, la inversión pública
en infraestructura viene creciendo
constantemente, y pasó de
representar un 0,6% del PBI en el
2002, a un 3,5% en el año 2009.
Del mismo modo, el
gobierno nacional
Revista Nuestra América

está actualmente implementando
un plan social histórico como es la
asignación universal por hijo, que
busca mejorar los ingresos de los
sectores populares, ya sean desocu-
pados o trabajadores informales,
promoviendo simultáneamente la
escolaridad de los menores y el
cumplimiento de las políticas
sanitarias. Esta acción del gobierno
es la de mayor importancia estruc-
tural, ya que busca mejorar la
distribución del ingreso. Pero al
mismo tiempo, nos muestra que el
gran tema a resolver por el gobier-
no es la inflación, que es el principal
vehículo que toman los sectores
concentrados para disputar la
distribución del ingreso.
Por último, el proyecto del
Fondo del Bicentenario para usar las
reservas «excedentes» del Banco
Central, profundiza las políticas
heterodoxas del Gobierno, ya que
dichos fondos extra serán utilizados
simultáneamente para garantizar el
pago de la deuda –y así bajar el ries-
go país y la tasas de interés-, y para
redoblar la inversión social y en
infraestructura. Este parece ser el
punto de partida para finalizar con
uno de los últimos eslabones del
modelo neoliberal: la «autonomía»
del Banco Central. Autonomía, que
parece ser más del poder político
que del poder económico, abriendo
las puertas de otro debate como es
la ley de administraciones financie-
ras vigente desde la última
dictadura.
Como ya explicamos anterior-
mente, hasta el año 2007 los sectores
económicos dominantes habían
aceptado o tolerado el progresivo
avance de las nuevas medidas del
Revista Nuestra América
gobierno. Éstas se daban en el
marco de un fuerte crecimiento –
posterior a una profunda recesión-,
que permitía que todos los sectores
se beneficiaran de ellas. Pero desde
2008 el malestar creciente de los
sectores patronales se transformó en
un boicot al modelo sobre la base
de una «ofensiva pasiva», con fuga
de capitales y des-inversión. El
proceso de fuga de capitales se
inició a mediados de 2007 por la
crisis internacional, y luego se
profundizó por los conflictos
internos. Desde entonces, se
fugaron 46.000 millones de dólares,
el equivalente al actual nivel de
reservas del Banco Central. Todo
esto, por supuesto, buscando
jaquear el crecimiento económico y,
especialmente, fomentar una mayor
presión inflacionaria, atacando el
flanco más débil del gobierno, ya
que la inflación corta el proceso
redistributivo, socavando sus bases
de sustentación político-electoral.
Pero la mayor novedad no es el
comportamiento económico de los
sectores patronales –que más bien
repiten comportamientos del pasa-
do-, sino la «ofensiva integral» que
desarrollan en el plano político, con
el grupo Clarín y las patronales
agrarias como puntas de lanza de
una política general de clase que
busca frenar la consolidación de un
modelo económico inclusivo. Y en
esta ofensiva política, los sectores
patronales están moldeando a su
medida una variedad de candida-
tos «potables» con un solo
programa que tire por la borda los
avances alcanzados por el campo
popular.
Frente a ambas ofensivas, el
gobierno no ha podido resolver la
conflictividad inherente a este
período de avance del modelo,
evidenciado en las elecciones
legislativas de 2009, con la pérdida
de un tercio del electorado. Si bien
existen una variedad de causas que
explican esta erosión de poder,
creemos que la más importante ha
sido la inflación, ya que la misma
afecta en mayor medida a los secto-
res populares que destinan casi el
100% de sus ingresos al consumo,
con un alto porcentaje de gasto en
alimentos, uno de los rubros con
mayor crecimiento. El recrudeci-
miento de la inflación desenca-
denado luego de la puesta en
práctica de la asignación universal
por hijo muestra a las claras como
los grupos concentrados de la
economía buscan apropiarse de las
transferencias de ingresos realiza-
das por el Estado Nacional. Detrás
de la suba de precios se esconde la
lucha distributiva. Aquí reside la
clave para determinar el éxito o
fracaso de las políticas realizadas
por un gobierno popular.
En síntesis, el gobierno nacional
enfrenta la difícil situación de seguir
avanzando en sus políticas redistri-
butivas, para lo cual necesitará
recuperar el capital político
perdido. Los sectores populares
siempre tienen que imponer su
fuerza a través del número, de la
movilización de masas, de ser la
«mayoría». Aquí reside la fuerza del
sector popular. Recuperar represen-
tatividad política para seguir
avanzando, ya que sin esa mayoría
será muy difícil sostener un progra-
ma de profundización.
En este escenario se dirime la
lucha política entre el sector patro-
nal, que quiere recuperar el terreno
perdido durante los últimos años,
y los sectores populares que quie-
ren seguir avanzando. Hugo
Moyano, titular de la CGT lo sinte-
tizó recientemente: «los trabajadores
no vamos a retroceder un centíme-
tro de lo logrado». De la resolución
de esta disputa, sabremos si el país
continúa por el mismo rumbo o vuel-
ve a los caminos de la ortodoxia.
Página 11
Nuestros pueblos saben sus
problemas, pero también
saben sus respuestas
Intervención de Evo Morales Ayma, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en la Cumbre
Climática de las Naciones Unidas, en Copenhague, Dinamarca, el 18 de diciembre de 2009.

Intervención de Evo Morales

Ayma, presidente del Estado Pluri-
nacional de Bolivia, en la Cumbre
Climática de las Naciones Unidas,
en Copenhague, Dinamarca, el 18
de diciembre de 2009.
Muchísimas gracias, señora Mi-
nistra, Presidenta de la Conferencia.
Primero, agradecer por permitir-
me nuevamente intervenir, como
otros presidentes que intervinieron
el día de ayer, así como también en
el día de hoy.
Me siento sumamente preocupa-
do sobre la forma como se quiere
intentar aprobar un documento por
presidentes que llegaron en el últi-
mo momento; hay presidentes,
delegaciones, que estamos, desde
hace dos o tres días atrás, respetan-
do las formas de negociación para
llegar a un acuerdo. queremos actuar, quiero pedirle que diferencias? Países que quieren, por
Saludo las palabras del Secreta- a partir de este momento cumpla ejemplo, permitir que la temperatu-
rio General de las Naciones Unidas, con el Protocolo de Kyoto, y así va- ra del mundo se incremente a 2º
donde textualmente dijo: «Ha llega- mos a creer que venimos a actuar y centígrados. Y de acuerdo con las
do el momento de todos». Esto es no a hablar (Aplausos); que a partir orientaciones y las vivencias, elevar
de todos y no de unos pocos. de este momento, toda la plata que la temperatura en el mundo a 2º
Denunciamos desde acá que to- se destina a las guerras se destine centígrados es eliminar a islas en el
davía hay grupos de presidentes para salvar vidas humanas, y así mundo, es eliminar las nevadas de
que siguen trabajando un documen- vamos a creer que venimos aquí a las montañas de los Andes, es eli-
to de pocos, no es de todos los actuar y no solamente a hablar minar las nevadas de todo el
presidentes; menos será de los pue- (Aplausos). mundo. Es gravísimo, y eso nues-
blos del mundo que luchan por la Queridos presidentes, hermanos tros pueblos no lo van a aceptar, y
vida y por la humanidad (Aplausos). presidentes, delegaciones de todo el tarde o temprano lo van a juzgar.
Comparto algunas palabras de mundo: Otro tema está en debate. Los
los presidentes que han interveni- Aquí está en debate si vamos a países industrializados irracional-
do en esta mañana. De aquí vivir o si vamos a morir, aquí esta- mente, llamados en otras palabras
debemos salir orgullosos de este mos debatiendo si vamos a salvar países ricos, esas potencias, ¿qué
evento, y eso es trabajando de ma- vidas o vamos a matar. Y las dife- nos plantean? Lo que ellos plantean
nera transparente, democrática, rencias, es muy claro, son con es cómo reducir de manera real sus
para tener documentos que permi- relación a las temperaturas —yo no emisiones de gases en un 50%. Los
tan salvar vidas. soy experto, quiero ser muy since- planteamientos de los pueblos que
También rescato las palabras del ro—, y de acuerdo con las luchan por la vida son, por lo me-
presidente Obama, dijo: «No veni- explicaciones de nuestros técnicos nos, reducir, hasta el 2050, de un
mos a hablar sino a actuar». Si que van trabajando, ¿cuáles son las 90% a un 100%. Eso está en debate,
12 Página Revista Nuestra América
lo he entendido así.
Entonces acá tenemos profundas
diferencias: unos plantean solamen-
te reducción de esos gases de efecto
invernadero en un 50%, y otros
planteamos reducción del 100%. Si
no hay acuerdo —yo quiero reite-
rarles—, si no hay acuerdo en estos
niveles de presidentes, ¿por qué no
someternos a los pueblos? Es lo más
democrático.
Yo aprendí, en este corto tiem-
po de presidente, que mejor es
gobernar subordinado a nuestros
pueblos, que mejor es gobernar en-
tendiendo y atendiendo las
demandas de nuestros pueblos, es
lo más importante, y es una demo-
cracia participativa donde nuestros
pueblos deciden.
Me atrevería a decir, incluso en
abril del próximo año se recuerda
el día internacional de la Madre Tie-
Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el
Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra
El gobierno del Estado Plurinacional de
Bolivia convoca a los pueblos y movimientos
sociales y defensores de la madre tierra del
mundo, e invita a los científicos, académicos,
juristas y gobiernos que quieren trabajar con
sus pueblos a la Conferencia Mundial de los
Pueblos sobre el Cambio Climático y los
Derechos de la Madre Tierra a realizarse del
20 al 22 de abril del 2010 en la ciudad de
Cochabamba, Bolivia.
La Conferencia Mundial de los Pueblos
sobre el Cambio Climático y los Derechos de
la Madre Tierra tiene por objetivos:
1) Analizar las causas estructurales y
sistémicas que provocan el cambio climático
y proponer medidas de fondo que posibiliten
el bienestar de toda la humanidad en
armonía con la naturaleza.
2) Discutir y acordar el proyecto de Declara-
ción Universal de Derechos de la Madre Tierra.
3) Acordar las propuestas de nuevos com-
promisos para el Protocolo de Kioto, y para
FOCO es parte del comité impulsor por Argentina en la Conferencia Mundial de
los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra.
FOCO - Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos
Castillo 460 C.P. 1414 TEL:+ 54 11 4772 - 8922 www.inpade.org.ar
www.cmpcc.org
Revista Nuestra América
rra, ¿por qué no los países? Some-
tamos a nuestros pueblos, mediante
un referendo, estas diferencias que
tenemos los presidentes, y aplique-
mos lo que decidan nuestros
pueblos en temas del cambio climá-
tico (Aplausos).
Para qué vamos a estar forzan-
do grupos, unas peleas, discusiones
internas, trabajo secreto, oculto. Yo
no comparto, de verdad, las formas
como quieren manejarse desde acá,
y por eso quiero apelar a las pala-
bras del Secretario General de las
Naciones Unidas: ha llegado el mo-
mento de todos, y debe ser de todos
y no de pocos.
Queridos presidentes, para ter-
minar esta pequeña intervención,
no podemos seguir acá días y días,
ustedes saben que tenemos muchas
responsabilidades, yo tengo que re-
tornar esta tarde; pero quede bien
proyectos de Decisiones de la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio
Climático que guiarán el accionar de los go-
biernos comprometidos con la vida en las
negociaciones de cambio climático y en todos
los escenarios de Naciones Unidas, respecto a:
a) deuda climática, b) migrantes-refugia-
dos del cambio climático, c) reducción de emi-
siones, d) adaptación, e) transferencia de
tecnología, f) financiamiento, g) bosques y
cambio climático, h) visión compartida, i)
pueblos indígenas, y j) otros
4) Trabajar en la organización del Refe-
réndum Mundial de los Pueblos sobre el cam-
bio climático.
5) Analizar y trazar un plan de acción para
avanzar en la constitución de un Tribunal de
Justicia Climática;
6) Definir las estrategias de acción y mo-
vilización en defensa de la vida frente al Cam-
bio Climático y por los Derechos de la Madre
Tierra.
claro que dejo esta propuesta de
someterlo a nuestros pueblos; pero
también, si hablamos de la vida, sea-
mos muy responsables. ¿La
responsabilidad radica en qué? En
vez de seguir destinando plata a
bases militares, a intervenciones
militares, esa plata hay que desti-
narla para salvar al planeta Tierra,
así, realmente, vamos a ser respon-
sables todos.
De verdad, nos corresponde ac-
tuar de manera conjunta,
transparente, pero no solamente
transparencia de todos los presiden-
tes, sino consultando permanen-
temente a nuestros pueblos. Nues-
tros pueblos saben sus problemas,
pero también saben sus respuestas,
y esa es la vivencia que yo tengo.
Puedo compartir una experiencia de
una vivencia de cuatros años de
presidente: cuando gobernamos
sometidos a nuestros pueblos los re-
sultados son mejores, porque
trabajamos la igualdad en nuestros
pueblos; pero quiero decirles que
estamos debatiendo problemas del
medio ambiente, problemas llama-
dos cambio climático, y es obligado
debatir de dónde viene este proble-
ma del cambio climático, quiénes
son los responsables, desde cuándo
hay responsabilidad. Y la responsa-
bilidad es del sistema capitalista; si
no entendemos, si no identificamos
a los causantes del cambio climáti-
co, seguramente va a haber tantas
conferencias, tantas cumbres de je-
fes de Estado y nunca vamos a
resolver ese tema. Y por eso —quie-
ro ser muy sincero—, si queremos
salvar las vidas, si queremos salvar
a la humanidad, si queremos salvar
al planeta Tierra, es obligado cam-
biar ese modelo, ese sistema
capitalista y así salvaremos a la hu-
manidad.
Muchísimas gracias. (Aplausos).
Página 13
Documento de la CNSP
Declaración de Mar del Plata
18 de septiembre de 2009. En la ciudad de Mar del Plata, la Comisión Política de la Corriente
Nacional del Sindicalismo Peronista produjo un documento que reivindica los programas de La
Falda y Huerta Grande, el espíritu del 1° de Mayo de 1968, el Acta de Compromiso Nacional de
junio de 1973, los 26 puntos de la CGTRA y las luchas del Movimiento de Trabajadores Argentinos
(MTA) contra el neoliberalismo menemista.
Las organizaciones sindicales
peronistas que voluntariamente
asistimos a este encuentro de
debate político e ideológico quere-
mos manifestarle al Pueblo Peronista
en particular, y a todos los argenti-
nos de buena voluntad, nuestra
decisión de constituir una corriente
político sindical que contribuya a la
reorganización del Movimiento
Nacional y Popular como eje
articulador de los intereses naciona-
les, la garantía de políticas de
Estado y la determinación de una
agenda construida por los argenti-
nos y para los argentinos.
Con la humildad de sabernos
parte de la clase trabajadora, pero
con la fortaleza de nuestras convic-
ciones, nos sentimos herederos de
los hechos gloriosos del sindicalis-
mo argentino que supo en determi-
nados momentos claves de la
historia de nuestro país expresarse
14 Página
con claridad y prudencia. los intereses de los poderosos, no se
Nos animan nuestros líderes y da sin un pueblo organizado.
nuestros mártires, los programas de Se trata de una transformación
La Falda (1957) y de Huerta Grande cualitativa que exige los dolores de
(1962), el espíritu del 1° de Mayo de parto de la liberación.
1968, el Acta de Compromiso No se trata del «buen gerencia-
Nacional del 8 de junio de 1973, los miento» de un país colonial o de
26 puntos de la CGTRA y de las preservar el status quo a través de
luchas del Movimiento de Trabaja- gestiones «transparentes». Estamos
dores Argentinos (MTA) contra el hablando de realizar una revolución
neoliberalismo. También el anhelo en paz. < El Peronismo no se reduce
de servir al conjunto del pueblo a una «maquina de ganar elecciones».
argentino. El Peronismo es un movimiento
Porque, no nos engañemos, para para la liberación nacional. Por eso
desterrar el hambre de la argentina nosotros proponemos la Unidad
se necesita pleno Empleo, plena detrás de un proyecto y no de
Educación, plena Salud y plena candidatos.
Alimentación. Y a eso, nosotros le El candidato es esclavo de la
llamamos Justicia Social. No quere- imagen, sirve al raiting y por eso
mos justificar nuestras conciencias necesita que la Política se convierta
con asignaciones universales al en espectáculo de marketing,
modo de limosnas; nosotros donde solo vale el dinero y la
creemos en la dignidad del trabajo publicidad.
y en la cultura del El dirigente es esclavo de la
esfuerzo, ejes causa, sirve al Pueblo, y por eso
fundamenta- construye la política en el territorio,
les para el en el barrio, en la fábrica. El pueblo
desarrollo debe volver a ser el protagonista.
del hombre el Perón afirmaba: «Nosotros
la Sociedad. queremos hombres que piensen y
Pero somos sientan como nosotros, que tengan
concientes, y un objetivo similar al nuestro, que
la historia lo estén dispuestos a sacrificarse como
demuestra, nosotros en bien de la Nación. El
que cuando primer aspecto es dar orgánicamente
el desempleo un espíritu al Movimiento, con su
desciende, la mística, con sus principios, con la
multiplica- determinación de las grandes
ción de nue- normas de ejecución. Eso conforma
vos puestos un estado espiritual del movimien-
de trabajo no to, que se entiende algunas veces y
garantiza la se siente otras».
redistribu- Es curioso pero esto el enemigo
ción de la lo ha entendido mejor que nosotros,
riqueza, por- en consecuencia opera sobre
que este paso nuestro sentimiento. Hace tiempo
que toca sen- que el aparato publicitario
siblemente construye matrices que apelan a una
Revista Nuestra América
manipulación de los afectos. No
confrontan en el plano de las ideas,
no porque no las tengan, sino por-
que las mismas son inconfesables.
Construyen escenarios donde lo
que se pone en juego son «modales»
y no razones. Cuando los dirigen-
tes antinacionales ceden es porque
«tienen convicciones», en cambio
los dirigentes populares somos
«intransigentes o caprichosos».
Cuando ellos ceden son «dialoguis-
tas y tolerantes».
Cuando lo hacemos nosotros,
«claudicamos o somos entrega
dores».
A esta farandulización de la
política le son funcionales las inter-
nas abiertas para que sean los
grandes monopolios los que
decidan instalar los candidatos. Por
eso, al «dedo» de los Medios
opongámosle la democracia de las
organizaciones libres del pueblo.
Tenemos que volver a recrear la
política detrás de las ideas, para eso
necesitamos de la discusión y el
debate. Que aflore de abajo hacia
arriba la consigna, desde los cimien-
tos que son nuestros orígenes, hasta
el techo que son nuestros sueños.
Convocamos a los jóvenes a ser
el presente además del futuro. A
tomar la posta y adoctrinarse
porque la realidad exige prepara-
ción y convicción. A romper con la
política del «toma y daca». A
quebrar la lógica del puntero, del
internismo sectario. A reventar los
odres viejos con el vino nuevo de la
mística militante.
Asumimos el compromiso de
militar para construir poder
popular conjuntamente con los
movimientos sociales y demás
fuerzas políticas para que el futuro
nos encuentre en la consolidación
de un frente programático alterna-
tivo a los contubernio electoral.
Creemos que la organización es
el resultado de la concientización y
el adoctrinamiento, recuperando el
Revista Nuestra América
Año 1 - Número 1 - Marzo de 2010
Consejo de Redacción:
Director: Facundo Álvarez
Secretarios de Redacción: Lucas Moscato - Mariano Fernández Reddel
Revista Nuestra América
rol de una educación liberadora
más allá del sistema educativo
formal, para que las grandes mayo-
rías puedan reencontrarse con sus
intereses, con sus responsabilidades
históricas y descubrir que su
destino no es otro que el del Pueblo
en su conjunto.
Hoy, como ayer, es preciso
tomar posición clara en aspectos
centrales de nuestra vida po-
lítica. Ayer era la
nacionalización
de la banca,
hoy es la ne-
cesidad de
una nueva
Ley de enti-
dades finan-
cieras y la re-
forma de la
carta orgáni-
ca del Banco
Central.
Ayer era
el IAPI y la
nacionaliza-
ción del co-
mercio exte-
rior, hoy son
los derechos
de exporta-
ción y las
retenciones
móviles. cana. Ser peronista es no abandonar
Ayer era prohibir la importación la lucha por alcanzar la felicidad del
competitiva con la producción pueblo y la grandeza de la Patria.
nacional, hoy, es redefinir la unión En definitiva nos compromete-
aduanera en la Unión de Naciones mos a una construcción política que
Suramericanas (UNASUR) y sellar sea agradecida con los propios, leal
una alianza regional para posicio- con los aliados, respetuosa de los
narnos en la Organización Mundial adversarios e intransigente con el
del Comercio. enemigo, evocando lo mejor del
Ayer era prohibir la exportación peronismo cuando decía que sobre
directa e indirecta de capitales, hoy, la unidad de los trabajadores vamos
es atacar la fuga de divisas y a sentar los cimientos de la Nación.
repatriar el PBI paralelo de capita- Para finalizar, hoy como ayer
les argentinos en el exterior. estamos dispuestos a defender el
Ayer y hoy, ser peronista es mandato popular, las instituciones
defender la justicia social, la y la Democracia.
soberanía política, la independencia Comisión Política Corriente
económica y la unión latinoameri- Nacional del Sindicalismo Peronista.
grupo_nuestra_america@yahoo.com.ar
www.gruponuestraamerica.wordpress.com
info@lavallesenacional.org
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