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Los funerales de la Mam Grande

Publicada en 1962, esta obra del escritor colombiano


Gabriel Garca Mrquez es una recopilacin de relatos. Son
historias muy breves en su mayora, a veces de dos o tres
pginas tan slo, escritas con su peculiar estilo, que nos
llevan al mundo a la vez mgico y real de la imaginaria
aldea de Macondo, que ya fue escenario de La hojarasca y
lo ser de nuevo de su obra maestra, Cien aos de soledad.
El primer cuento, La siesta del martes, narra el viaje de una
madre y su hija que acuden a Macondo para visitar la
tumba de su hijo y hermano, muerto a tiros cuando
intentaba robar en casa de la seora Rebeca Buenda. En el
segundo, Un da de stos, el dentista Aureliano Escobar le
arranca a lo vivo y sin anestesia, con la excusa de que tiene
un absceso, un diente a su enemigo el alcalde: "Aqu nos
paga veinte muertos, teniente".
En En este pueblo no hay ladrones, Dmaso, joven y pobre,
con su mujer mayor que l y encinta, para conseguir algo
de dinero roba en el bar de don Roque. Slo encuentra
unos pocos centavos y decide robar las bolas de billar. Al
da siguiente, don Roque declara que, adems de las bolas,
el ladrn se llev 200 pesos. El aburrimiento en el bar,
donde sin bolas no se puede jugar, y los remordimientos
(un negro forastero fue acusado del robo) hacen que
Dmaso decida devolverlas. Sorprendido por don Roque en
el momento de hacerlo, ste le reclama los 200 pesos;
"usted sabe que no haba nada", protesta Dmaso, y don
Roque le responde: "Te los van a sacar del pellejo, no tanto
por ratero como por bruto".
En La prodigiosa tarde de Baltazar, ste, de profesin
carpintero, construye una jaula, la ms hermosa de cuantas
hizo nunca. El mdico quiere comprarla, pero Baltazar le
dice que es un encargo. Fue el hijo de Chepa Montiel quien
se la encarg, pero ahora su padre no quiere pagar el
precio. Ante la desesperacin del muchacho, Baltazar se la

regala. De regreso a su casa, completamente borracho, cae


inconsciente y, adems, le desvalijan.

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