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28/02/03 cou : = CORTE SUPREHA OE LIBRO} CRIMINAL - z £ TRAMITACTN ecretaria. =: Unica Pte oe Causa Rol ND 5646-2005 ih INS. = 5646 - 2005 Materia =: Extradicién Pasiva Te ee one + Usa DOMICILIO + En_lo principal: Contestan traslado. Primer otrosiz Acompaiian Jurisprudencia y antecedentes que indican. Segundo otrosi: Acompafian informes en derecho. Excmo. Sr, Ministro Instructor GABRIEL ZALIASNIK SCHILKRUT y FRANCISCO VELOZO ALCAIDE, actuando en representacién del ex Presidente de la Republica de Peri don Alberto Fujimori Fujimori, en causa de esta Excma. Corte seguida bajo el N° de Ingreso 5646-2005, a S.S. Excma. respetuosamente decimos: Que por medio de este escrito, venimos en contestar el traslado que nos fue conferido con fecha 8 de febrero del afio en curso, Solicitando desde ya a S.S. Excma. se sirva desestimar el pedido de extradicién impetrado por el Estado Peruano en estos autos, negando lugar totalmente a la extradicién de don Alberto Fujimori, respect de cada uno de los cargos que le han sido imputados ¥ que motivan este requerimiento. Sin perjuicio de lo anterior, antes de entrar al andlisis de cada uno de los casos, se expondrin a S.S. Exema. diversas argumentaciones que inequivocamente conduciraén a dejar en evidencia la improcedencia de ta extradicién que ha motivado la formacién de este proceso. Por consiguiente, pasaremos en primer término a exponer argumentos generales y comunes a todos los casos, que por si solos debieran llevar a desestimar el requerimiento de extradicién, para posteriormente, hacernos cargo de argumentos especificos y propios de cada uno de los procesos que se han agregado materialmente en esta causa. {I.- SECCION PRIMERA: ARGUMENTOS GENERALES *] COMUNES PARA TODOS LOS CASOS QUE DAN CUENTA INEQUIVOCAMENTE DE LA IMPROCEDENCIA DE LA EXTRADICION.- Hacemos presente S.S. Excma. que los argumentos que ab initio se presentan, desde ya permitirén a vuestro Tribunal rechazar ta solicitud del Estado Requirente, sin necesidad de entrar a ponderar particularmente -respecto de cada uno de los expedientes judiciales remitidos desde el Perd- el mérito de los antecedentes aportados la concurrencia de los requisitos basicos y necesarios para acceder a un pedido de extradicién; todo ello, conforme lo disponen los tratados internacionales bilaterales y multilaterales sobre la materia, asi como los | principios internacionalmente :afincados y la jurisprudencia reiterada de nuestra Excma. Corte Suprema. En sintesis estos argumentos y consideraciones, son; . Inmunidad de Jurisdiccién del ex Presidente de la Reptiblica del Pert.- . Los delitos. {acci6n penal) que.se imputan a nuestro representado se encuentran PRESCRITOS.- . Nuestro representado no se encuentra PROCESADO ni CONDENADO bajo los, estandares que impone nuestro sistema de enjuiciamiento, y finalmente, nuestro sistema de extradicién.- . Incumplimiento en el pedido. extraditorio de los Requisitos de DOBLE INCRIMINACION MINIMA PENALIDAD.- . Flagrante violacién a las garantias de un DEBIDO PROCESO.- . Errado fundamento en el que se sustenta la PARTICIPACION PENAL que se atribuye a nuestro representado en los hechos imputadas.- Flagrante violacién .que pretende el Estado Requirente de PRINCIPIOS BASICOS DE CONSAGRACION CONSTITUCIONAL que inspiran y reglamentan todo sistema punitivo.- \ 8. Reiteraci6n de IMPUTACIONES, HECHOS y SUPUESTOS ANTECEDENTES INCRIMINATORIOS para fundamentar acusaciones y casos distintos.-” 9. IMPROCEDENTE IMPUTACION de la figura delictiva de ASOCIACION ILicITA eae ex Fred] tec Ie CONSIDERACIONES PRELIMINARES.- ae El Derecho Internacional -- desde hace décadas -- reconoce la inmunidad de los Ex Jefes de Estado, en razén de los principios internacionalmente asentados tanto por los tratadistas, como por reiterados fallos judiciales en tal sentido. 2° Al réspecto, valga mencionar desde ya, que el origen de tal inmunidad de jurisdiccién nace por el reconocimiento que los Estados Civilizados estatuyen a los ex - gobernantes en sus calidades de tales, por el slo hecho de haber detentado y ejercitado la investidura y poder de Alto Dignatario. EI sustento de tal reconocimiento, radica, por un lado en la inconveniencia que Estados juzguen el actuar de un gobernante de otro Estado, restdndole Independencia en el ejercicio de sus atribuciones; y por el otro, en la imposibilidad factica juridica en la que se encuentra el Estado fordneo de analizar -y enjuiciar realidades politico - Juridicas de las que no ha sido participe, y respecto de las cuales, carece de elementos de valoracién y reproche. Ello, principalmente, puesto que este juicio puede afectar las relaciones bilaterales conforme las cambiantes condiciones politicas de cada pais, lo que hace aconsejable a todo Estado abstenerse de calificar Juridico penalmente. e! desempefio de altos cargos politicos de funcionarios de otra Nacién, 3°. Por to anterior, se considera que la inmunidad de jurisdiccién he sdlo emana del derecho interno del Estado que fue conducido por el ©x — mandatario, sino que del DERECHO INTERNACIONAL que Je resonoce tal calidad, vy que los dems Estados estén en ta gbligacion de respetar, * 4 A continuacion: se verd el instituto de la inmunidad de Jurisdiccion, asi-como su reconocimiento doctrinal y jurisprudencial 2, Para. posteriormente entrar.a analizar las particularidades dei sistema de extradicién chileno, is le mien ‘imperative k i clase de institucié * Chile no se encuentra exento de este régimen internacional al suscribir diversos cenyenios internacionales que le han incorporade al contexto de sufecién a la normativa internacional, y 2 los principios de derecho consuetudinario, * Como fuentes del derecho Internacional. 5° Ello, en razén de las particularidades de! procedimiento de extradicién chileno, que derivan en la obligacién de comprobar al menos la existencia del hecho ilicito y la concurrencia de presunciones fundadas de participacién culpable por parte del extradicto. Esta obligaci6n ineludible - que importa necesariamente un Juicio_de reproche respecto del hecho ilicito y ta participacién penal que se_imputa ~ a la luz de ta normativa internacional, no puede ejercitarse cuando existe inmunidad de jurisdiccién a favor del extradicto. En suma, en vista que nuestro sistema extradicional demanda el anélisis de la participacién penal respecto de un hecho ilicito determinado segiin las probanzas aportadas por la parte Requirente, un ex mandatario no puede ser sometido a juicio de extradicién respecto de los actos llevados a cabo en el ejercicio de sus funciones, toda vez que dicho juicio _supone Necesariamente el ejercicio de jurisdiccién penal a su respecto. IL- ONOCIMIENTO INTERNACIONAL DEL_IN: (0 DE INMUNIDAD DE JURISDICCION DELOS EX JEFES DE ESTADO.- ae El desarrollo de la Inmunidad de los ex jefes de Estado, tiene Su origen en la evolucién de este Instituto, a propdsito de los Jefes de Estado en ejercicio. —l autor DIEZ DE VELASCO sostiene “Las inmunidades y Privilegios de que gozan el Jefe de Estado; Jefe de Gobierno, ef ministro de relaciones exteriares, las misiones diplomaticas y demas érganos en representacién.del Estado en el exterior, asf como las oficinas y funcionarios consulares, se rigen por normas consulares e internas especificas, distintas a las que reguian a la inmunidad del estado en cuanto tal" i 2 A partir de la Convencién de Viena sobre Relaciones Diploméaticas de 1961, el reconocimiento de la inmunidad diplomética tiene consagracién expresa. Con el paso de los aiios, se han entendido que esta inmunidad alcanza a los Jefes de Estado (como maximo representante del mismo), por lo que Jos tratadistas han coincidido en entender que este articulado constituye la fuente mediata, de lo que ha sido posteriormente elaborado consuetudinariamente, tanto por la doctrina como por los Tribunales de justicia.* 3° —n razén de lo anterior, los Jefes de Estado se encuentran amparados por dos clases de inmunidad; @) Inmunidad de Estado, cuando actia en ejercicio de sus funciones denominada Rationae materiae > Diez de Velasco Manuel, Instituclones de Derecho Internacional Publico, pagina 264 “Entre nosotros los autores Fernando Gamboa Seraz2l y Santiago Benadava sostienen que la inmunidad de los diplomaticos al tenor del articulo 31 de fa Convencién de Viena es idéntica o al menos andloga a la de los Jefes de Estado. b) Inmunidad personal, cuando actéan privadamente Rationae personae ae De esta forma, se sostiene invariablemente, que ia inmunidad de los Jefes de Estado es absoluta, respecto de la jurisdiccién de Tribunales extranjeros, tanto en cuanto a los actos que realicen en el ejercicio de sus funciones como respecto de aquellos de carécter personal. En tal sentido existen numerosos fallos judiciales que han reconocido tal inmunidad de jurisdicci6n; (i) Espana: a) Auto del Juzgado Central de Instrucci6n numero 5 de 23 de diciembre de 1998, reconoce Ja inmunidad del Rey de Marruecos, en la persecucién de delitos de genocidio, terrorismo y tortura. b) Auto del Juzgado Central de Instruccién numero 5 de 23 de diciembre de 1998, consigna la inmunidad del Presidente de la Republica de Guinea Ecuatorial, Teodoro:Obiang Ngnema respecto de hechos tipificados como asesinato, detenciones ilegales, practicas canibales. c) Auto del Excmo. Pleno de la Audiencia Nacional de 4 de marzo de 1999, inmunidad de! Presidente de Cuba Fidel Castro Ruz, respecto de actos de genocidio, terrorismo y torturas. ,)) iw d) Seccién Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de 27 de mayo del 2002, en auto de procedimiento abreviade del Juzgado Central de Instruccién N° 5, reconoce al Primer Ministro Italiano, Silvio Berlusconi respecto de hechos de genacidio, tortura y terrorismo. Gi) EEUU: a) Tribunal Federal reconocié en 1994, la inmunidad del Jefe de Estado de Haiti Jean Bertrand Aristide, respecto de cargos de asesinato politico. b) Lo. mismo hizo respecto del presidente de Zimbabwe Robert Gabriel Mugabe, por los delitos de tortura y terrorismo. (ili) Francia: “Corte de Casacién” con fecha 13 de Marzo del 2001, reconocié que @l Jefe del Estado Libio Mouammar Gadhafi, no podia ser perseguido en Francia por un. atentado terrorista de 1989. (iv) Chile; Corte de Apelaciones de Santiago, 9 de enero de 1998, establece; “Que los:tribunales de la’ Repiiblica no ejercen jurisdiccién sobre aquellos funcionarios extranjeros. exceptuades por tratados o Convenciones internacionales en que Chile es parte, © Por las reglas generaimente reconocidas por el Derecho _ Internacional (Considerando Segundo, Corte de Apelaciones de Santiago). Que siendo el imputado funcionario diplomético, debe el proceso sobreseerse definitivamente, conforme a los articulos 408 N° 4 y 409 N® 1 del Cédigo de Procedimiento Penal; en relacién al articulo 19 de da Convencién sobre Funcionarios Diplomaticos y sobre Agentes Consulares celebrada en La Habana el 20 de febrero de 1928, la que se publicé en el Diario Oficial de 12 de febrero de 1938, por cuanto los funcionarios diplomaticos estan exentos de toda jurisdiccién civil o criminal del Estado ante el cual se encuentren acreditados y no pueden ser procesados ni juzgados sino por los:tribunales de Su Estado” (Considerandos Tercero y Cuarto, Corte de Apelaciones de Santiago). Redaccién Ministro sefiorita Maria Antonia Morales Villagran. 5° Asi, es dable sostener que la \inmunidad de los Jefes de Estado es uniformemente aceptada por la doctrina y la jurisprudencia nacional y extranjera. Al respecto SATOW sostiene “La condicién personal de un Jefe de estado extranjero continia siendo regulada por regias establecidas de Derecho Internacional consuetudinario de larga data que puede enuncierse en términos simples. Ellos; gozan' de inmunidad -- probablemente sin excepcién - de Ja jurisdiccién criminal y civil’®. Ello, * Este planteamiento fue reconocido en las Cortes Inglesas en les distintos Tribunales que Intervinieron en el “Caso Pinochet” y también fue reconocido por ta Corte de Casacién Francesa en el “Caso Ghaddaffi, “asi como por la Corte Internacional de Justicia en el caso Congo contra Bélgica” sin’ perjuicio que existan normas contenidas en convenciones internacionales que reconocen esta institucion.® 6° ‘Con el devenir del tiempo y la mayor interaccién entre las naciones (asi como en razén del aumento de las Posibilidades de traslado de un pais a otro), la opinion experta y la jurisprudencia han hecho extensiva esta inmunidad de jurisdicci6n TAMBIEN A LOS EX SOBERNANTES, pero sdlo en cuanto a su aspecto de rationae personae, esto es, en relacién exclusivamente a aquellos actos ‘ejecutados en ejercicio de la capacidad publica. En tal sentido se ha afirmado : “La referencia se hace més bien a la naturaleza de los actos que a fa persona que los realizé, y como dice relacién con la naturaleza del acto, los funcionarios del Estado pueden reclamaria después que dejan su cargo respecto de fos actos oficiales anteriormente realizados””, Por su parte Sir Robert Jennings y Sir Arthur Watts concuerdan en que los ex Jefes de Estado conservan su inmunidad respecto de todas sus actuaciones oficiales que en su calidad de tales desarrollaron mientras estuvieron vigentes en el cargo, no asi respecto de responsabilidades personales.* Convencién de Viena de 1975 sobre representacién de Organizaciones internacionales, ete.- “Oxford Press Book, Capitulo 12. . los Estades ante * Oppenheim's Internacional Law, 1992. 7 Esta extensién del privilegio procesal, tiene su sustento en el hecho que el derecho internacional supone que los actos desarroliados Por un gobernante en su periodo de gobierno, son actos que no pueden ser enjuiciados o valorados juridicamente por otro Estado; toda vez que el contexte en el.que fueron ejercidas las funciones responden a una realidad politico juridica que no puede ser revisada por un Estado distinto, ‘en consideraci6n a la necesaria Independencia que deben mantener los gobernantes. Ello, mantiene su asidero en consideraciones de convivencia politica, pero ademas, en cuestiones de contingencia y realidad de cada pais que bajo ningtin aspecto pueden ser sopesadas por un Estado extrafio. Ello es especialmente relevante.a la luz de la exigencia del Procedimiento de extradiciém reglado en nuestro pais, conforme se explicitaré en el acdpite pertinente. Lo anterior en razén que V.S. Excma. necesariamente debe para resolver estos autos extradicionales valorar juridico — penalmente actos de gobierno realizados por el entonces Presidente del Perd, Sr. Alberto Fujimori y los miembros de su gobierno. go En otras palabras, para efectos de determinar la legitimidad y/o procedencia de las conductas imputada, necesariamente V.S. Excma. deberia ponderar actos soberanos de Ia RepGblica del Perti y sus autoridades administrativas. En Gltimo término se estaria enjuiciando por parte de un Juez de la Republica de Chile a otro Estado, fundamento especifico del instituto de la inmunidad de Jurisdiccién. o* Adicionalmente, la inmunidad de jurisdicci6n de tos ex mandatarios ha sido reconocida también, en opinién de los tratadistas, por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por medio de sentencia de 14 de febrero del afio 2002, al momento de interpretar el aleance de la inmunidad del Jefe de Estado, del Jefe de Gobierno, el Ministro de Asuntos Exteriores y del antiguo Ministro de Asuntos Exteriores. En lo que aqui interesa, el Tribunal Internacional, deja bien claro ~ haciendo alusién entre otros al caso del ex Presidente de la Republica de Argentina Raul Alfonsin de Argentina - que sélo es permisible el enjuiciamiento de un antiguo Ministro de Asuntos Exteriores por.un Estado (haciendo extensible el argumento a un ex Jefe de Estado) cuando los actos Ilevados a cabo por éste durante su mandato Jo han sido a titulo privado.? De esta forma, queda sentado que el Derecho Internacional directamente reconoce la calidad de ex mandatario y por consiguiente su inmunidad de jurisdiccién cuestién que es ineludible para nuestro Estado. ? Informe de ta Fiscalia Espafiola, Resumen de aspectos relevantes respecto de la inmunidad de Jefes y ex jefes de estado, analizando et Fallo “Congo- Bélgica.” 40° En el presente caso, el Estado requirente postula que la presente alegacién es inoponible en razén que el propio Estado Peruano habria “alzado” -por sf y ante si- la referida inmunidad de nuestro representado mediante una determinacién politica unilateral. e insuficiente del Congreso Peruano. Sin embargo, el supuesto levantamiento de inmunidad '° por parte del Congreso Peruano, no importa liberar a nuestro pais de les obligaciones y reconocimientos que’ Impone el derecho internacional, respecto de fa imposibilidad de juzgamiento de actos de gablerno por Parte de un Presidente de la Reptiblica de un pais. vecino, que en definitiva siqnificaria juzaar actos soberanos de un Estado. Lo anterior, como V.S. tendré la posibilidad de observar se refuerza y prueba a través del informe en derecho del profesor de Derecho ‘Internacional y actual Director del Departamento de Derecho Internacional de la Universidad Catélica de Chile, Hernan Salinas Burgos que se adjunta en un otrosi y que da cuenta = para los efectos del ‘reconocimiento de la inmunidad sationae materize - de la ‘imposibilidad y prohibi n de juzgamiento por parte de otro Estado a un ex dignatario. ** Decimos supuesto dado que como se acredita por medio del acta de votacién dal songrese peruano de la época que se adjunta, la votacién no fue aqueila suficiente seatin la Constitucién Peruana, i1° Asi, como se ha visto, existen antecedentes y argumentos suficientes para entender que el ex Presidente de la Republica del Peru se encuentra amparado por la inmunidad de jurisdiccién en su aspecto rationae materiae, encontrandose por su calidad de ex mandatario en una situacién excepcional respecto de otras personas, en razén de la funcién que cumplid. En este sentido baste recordar las palabras del) autor britanico WATTS que sostiene que "La posicién legal de los Jefes de Estado y otros funcionarios encargados de la representacién del Estado es una materia especifica que concierne directamente a no mas de 500 © 600 personas, incluyende aquellos paises en que es, frecuente el cambio de régimen” ** Esta posiclén excepcional se ve acentuada en nuestro caso, si se tienen en consideraci6n las particularidades del proceso de extradicion en el sistema persecutorio penal chileno, que como se vera a continuacién, hacen ain més plausible el reconocimiento de la inmunidad de jurisdiccién respecto de un ex dignatario. TL. PROCEDENCIA Y RECONOCIMIENTO DE LA INMUNIDAD DE URISDI EN EL PRESENTE CASO: Sistema de Extradici Chileno como caso paradigmatico del ejercicio de jurisdiccién penal * Watts Arthur, Coleccién de Curses de La Haya, Academia de Derecho Internacional, 1994, pagina 19. 1s ae El autor espafiol QUINTERO OLIVARES sostiene que ia naturaleza de un proceso de extradicién es de Derecho estricto, por lo que se requiere una sujecién al principio de legalidad y a la garantia de seguridad juridica, que se manifiesta en la exigencia de una serie de requisitos para conceder cualquier extradicién. El autor cita los requerimientos de doble incriminacién, especialidad, pena imponible, delitos exceptuados.'* 2° Algunos sistemas de extradicién exigen la concurrencia del cumplimiento estricto de requisitos de forma, sin atender a la culpabilidad del extraditurus, respecto de los hechos materia del petitorio de extradicién. Otros: sistemas -- sin Ilégar a requerir un andlisis exigente de culpabilidad por parte del Estado requerido -- demandan la necesidad de prueba, pero no desde el estandar que impone el ejercicio de la potestad punitiva, sino que desde una éptica de condiciones de persiguibilidad, esto es, que existan antecedentes suficientes que permitan al extraditable soportar un juicio. Este es el llamado sistema anglosajén 0 de revision. 3% Quintero Olivares, Gonzalo; Morales Prats, Fermin; y Prtas Canut, Sep Miquel, Manual de Derecho Penal, Parte General, Aranzadi, Pamplona, 1999, pag. 189-190 3° En lo que respecta a-nuestro pais, el sistema de extradicién es diametralmente opuesto al_concebido por la _legislacién peruana.'? En efecto, en nuestro caso el instituto de fa Extradicion responde a particularidades propias, en razén de los fines y objetives con los que debe cumplir un procedimiento de esta naturaleza bajo ei amparo de nuestra legislacién. Asi, nuestro sistema exige el inicio de una investigacién, cuya finalidad supera la mera comprobacién de requisitos formales. Desde esta dptica, el articulo 647 del Cédigo de Procedimiento Penal dispone: “La investigacién se contraera especialmente a los’ puntos siguientes: 3. A acreditar si el sindicado como procesado ha cometide 0 no el delito que se le atribuys.” Por su parte el articulo 648 del mismo cuerpo legal sefiala: © La doctrina peruana ha sostenide que “la fuente de nuestra Ley de Extradicién opta, Sin duda alguna, pot un sistema restringido en orden a los medios de prueba”. Al Fespeeto, sefialan MOHEDANO Y LILLO “que en el procedimiento de extradicién no se puede enjuiciar sobre el delito de! que se acusa al reclamado, ni realizar el control jurisdiccional sobre la consistencia de las pruebas en las que se apoya la acusacién.” “Sin necesidad de informacién previa acerca de los puntos 2. y 3. determinades en el articulo precedente, se decretaré.el arresto del procesado una vez establecida su identidad, siempre que se presentare la sentencia que lo haya condenado o el decreto de prisién expedido en su contra por el tribunal que conozca de la causa, y con tal que el delito imputado sea de aquellos que autoricen la extradicién y que el auto de prisién ge_funde en motives que hagan presumix la culpabilidad del procesado. (Los destacados son nuestros) A su turno, el-articulo 649 del CPP prescribe: “Aprehendido el /proéesado, se procederd a tomarle declaracién acerca de su identidad y de su participacién en el delito que se le imputa.” ae De lo anterior, queda meridianamente claro que en un proceso de extradicién segun nuestra legislacién, se deben acreditar la existencia del delito y la participacién punible del imputado (en este caso del extraditurus). Ello, ha llevado necesariamente a nuestros Tribunales de Justicia ¥en esta clase de procedimlentos a ponderar y valorar los ** Al respecto ver fallos de causas de extradicién seguidas bajo los némeros de rol 30.657 de 1994, 955 del 2001 y 357 del 2002, antecedentes incriminatorios en tos que se sustenta el pedido de extradicién respectivo. Sobre las caracteristicas y exigencias del procedimiento de extradicién chileno, la Corte Suprema ha resuelto: SENTENCIA DE FECHA 21/04/1998.- “EL articulo 644 del Cédigo de Procedimiento Penal, exige que los sujetos respecte de los cuales se solicita la extradicién estén “procesados™ 0 "condenados a pena". Segiin el articulo 648 del mismo cuerpo legal, es menester’ para decretar el arresto del requerido, qué se presente 1a sentencia que lo haya condenado 0 ¢l decreto de prilsién expedido en su contra. La interpretacién de dichas normas debe llevar) necesatiamente a la conclusién, de que en el evento de que se invoque una orden de aprehensién, debe estar vigente, esto es, produciendo todos sus efectos legales (considerando 10°). Bl Sx. Fiscal en su vista de fojas 426, expresé que "Gomo se ha resuelto tantas veces por la Excma. Corte Suprema, ¢1 requisito 3°, del articulo 647 de nuestro Codigo de Procedimiento Penal esta directamente vinculado a lo que dispone el articulo 274 del mismo Cédigo, esto es, que se requiere para el Procesamiento que esté justificada la existencia del delito y que haya fundadas presunciones de gue el Anculpado particip6 en 61. Légicamente, es la Persuasién racional del tribunal lo que aqui opera! las pruebas existentes deben ser apreciadas én forma xacional y conforme a las reglas que el Cidigo sefala.** + SENTENCIA DE FECHA 20/11/2003. “Que continuando ‘con los principios de la propia jurisdiccion, al tener de lo afirmado en el fundamento séptimo de este fallo, corresponda examinar la efectividad de encontrarse acreditado que —ae nS eectwadad de encontrarse acreditado que el _procesado ha cometide el delito que se le atribuye. Si Bien, en una primera reflexién, pareciera que el andlisis \y estudio propuesto estuviera vedade por corresponder esos extremos en forma exclusiva a la autoridad judicial del Estado requirente, es lo Gierto que en la actualidad se acepta que, por ol gontrario, el Estado requeride lo realice, como un acte propio do la institucién de la extradicién, entendiendo que el fundamento de la misma se encuentra, més que en e1 derecho de castigar, en el *5 21/04/1998, Rol de causa 1.038 - 98, auxilio que las naciones deben otorgarse para reservar la conservacién del orden juridico, valor que es comin para todos los componentes de la comunidad internacional”*® + SEINTENCIA DE FECHA 08/11/2000. “La calificacién por la magistratura del pais xequirente de los elementos probatorios que se contienen en la sentencia condenatoria adjunta, no obliga estrictamente al tribunal chileno, por corzesponder a este altimo su apreciacién conforme a Jas normas constitucionales y legales que sean atingentes, presérvandose asi los _principios _y garantias bésicas del debido juzgamiento que el erdenamiento juridico nacienal consagra para su xespeto preeminente por los érganos del Estado, entre ellos precisamente lo de caracter jurisdiccional’’ * SENTENCIA DE FECHA 23/05/1991,- “Lo anterformente expuesto impide a los tribunales Racionales adquirix la conviccién egal ~-siendo dnconcuso que la sola conviccién moral es *© 20/11/2003, Rol de Causa 3751-2002 *7 98/11/2000, Rol de causa 3.863-2000, insuficiente- de que el ineulpado ha cometido ol delite que se le atribuye, como lo exige perentoriamente ¢] articulo 647 niimero 3, del ¢édigo de Procedimiento Penal, puesto que la confesién permite tener por comprobada la participacién del inculpado solamente cuando reine las condiciones copulativas que prescribe el articulo 481 del cuerpo de leyes precitado, entre las cuales se incluye: 4* Que el cuerpo del delito esté legalmente comprobado por otros medios, y la confesiém concuerde con las circunstancias y accidentes de aquél, en armonia con le prevenide en los artfculos 110 y 111 del mismo ‘Codigo! * SENTENCIA DE FECHA.05/03/1990,~ “antecedentes,.)\incluse \apregiados en conciencia conforme faculta lajley en.eéste tipo de delitos, si bien hacen Sospéchar fundadamente la comisién de un ilicito, sélo permiten la detencién de la ineulpada FO no nm _astimarse indicios bastantes para gstimax que la extraditada ha cometido el hecho punible que se le atribuye, en los términos que exige el, articule 647 nimero 3° del Cédigo de Procedimiento Penal para que su extradicién sea procedente. (Considerandes 2° y 4° de la sentencia del Presidente dela Corte Suprema)? 23/05/1991, Rol de causa 28.439, Se hace presente en este caso que el extraditurus se encontraba confeso del supuesto delito que se le atribuia. 4 05/03/1990, Rol de causa 27654, ESTE PARECER REITERADO DE LA EXCMA. CORTE SUPREMA ~ QUE HA LLEVADO INCLUSO A DENEGAR EXTRADICIONES EN CASOS EN LOS QUE EXTRADICTO HA SIDO PREVIAMENTE CONDENADO POR LOS TRIBUNALES DEL ESTADO REQUIRENTE — EXIGE UNA PONDERACION Y VALORACION DE LA PROBANZA POR PARTE DEL TRIBUNAL CHILENO, QUIEN ES EL UNICO QUE DEBE ADQUIRIR LA CONVICCION LEGAL NECESARIA. Hasta ahora, el Tribunal de S.S. Excma., en concordancia con lo dispuesto en el articulo 79 de la Constitucién Politica de la Republica, sdlo ha conocido de fos hechos a propésito de la investigaci6n instruida. En consecuencia, en vista que con ocasién de la dictacién de la sentencia definitiva de autos, S.S. valorara y ponderara la probanza aportada respecto de cada uno, de los casos, corresponde que S.S. Excma, ejerza la funcién jurisdiccional de juzgar, CUESTION QUE ESTA VEDADA PARA NUESTROS TRIBUNALES RESPECTO DE LOS EX SOBERNANTES EN CUANTO A LOS ACTOS LLEVADOS A CABO DURANTE EL PERTODO DE SU FUNCION POLiTICA. 5° El mandato para nuestros Tribunales de ejercer jurisdiccién al tenor de la citada disposicién constitucional -- a propdsito de los procedimientos de extradicién -- es concordante no sélo con lo que prescribe el Cédigo de Procedimiente Penal Chileno, sino que ademas concuerda con lo dispone el propio tratado de extradicién de 1932, suserito entre Chile y Pera y vigente desde el aiio 1936, que sefiala expresamente: Articulo 13. ba demanda de extradicién en cuanto a sus trémites a la apreciacién de la legitimidad de su procedencia y a la admisién y calificacién dé las excepciones con que pudiese ser impugnada por parte del reo o préfugo reelamado quedaré sujeta on cuanto no se oponga a lo prescrito en este tratado, a las leyes respectivas del pais de refugic. Finalmente, y en cuanto a la oportunidad en que se hace valer esta inmunidad, se hace presente que ello responde a las particulares condiciones de nuestro. sistema de extradicién que exige el ejercicio de jurisdiccién. Hasta ahora, el Tribunal de S.S., sdlo ha gonocido de los hechos a propdsito de la investigacién instruida, en concordancia con lo dispuesto en el articulo 79 de la Constitucién Politica de la Reptiblica. Asi, hoy existe respecto del ex — presidente del Pera una calidad procesal que le impide ser sometido a la jurisdiccién de nuestro Estado, en vista de las exigencias del Derecho Internacional que Chile debe respetar en concordancia con los érdenes internacionales vigentes, debiendo necesariamente desestimarse la soli itud de extradicién impetrada... La inmunidad de jurisdiccién respecto de un ex Jefe de Estado esté precisamente contemplada para aquellos casos en que tin Estado distinto debe enjuiciar a un extranjero que ha cumplido funciones de gobernante, con las indeseables consecuencias politico juridico que de ello se derivan. El Estado de origen no puede renunciar a tal inmunidad, puesto que ella esta estatuida personalmente en funcién del ex gobernante. f ia} } limient id, laro_ejer ici f sus Tribunales, que respecto de los ex mandatarios, le esté vedado poner en movimiento.?? Distinto puede ser el caso.de una nacién que no contemple el enjuiciamiento como requisite necesario para conceder la extradicién, en cuyo caso es posible) acceder a la extradicién si concurren los requisites de forma, a fin de enjuiciar al ex gobernante en el pais de origen, donde puede ser levantada la inmunidad que puede beneficiarie en funcién del derecho interno del Estado requirente. 2° En tal sentido Chile cuenta con una rigida normativa migratoria que permite impedir la entrada ol pais de una persona de manera discrecional, por lo que el presente caso, puedo haberse resuelto por dicha via, puesto que de lo contrario, debe aceptarse el ejercicio de los derechos y garantias procesales por parte de aquellos que cuentan -— excepcionalmente ~ con calidades procesales como las que se solicita se reconozcan. Como es posible evidenciar en las alegaciones de la contraria a propésito de la prescripcién en cada uno de los casos, se incurre en flagrantes inobservancias de nuestra legislacién, a fin de sosiayar el claro cumplimiento de los plazos de prescripcién de los delitos {accién) imputados. Antes de entrar al. examen de la prescripcién en cada uno de los casos, a continuacién se detallan las imprecisiones y yerros (tanto facticos como juridico penales) en fos que incurre el Estado Peruano en su escrito de cargos de fs, 672. a. Errada _consideracién de los dolitos conforme Exrada _consideracién de les delites conforma el articulo 21 del cédigo Penal.- Segun es posible evidenciar en el apartado que la contraria dedicé especialmente a la prescripcién en cada uno de los casos, se presentan algunos de los delitos como crimenes, en vez de simples delitos, con lo que consecuencialmente se_duplican los plazos de prescripcién de 5 a 10 afios, Un ejemplo de aquello son los delitos Imputados en los expedientes denominados “MEDICINAS CHINAS” y “DECRETOS DE URGENCIA", en el que se presenta el delito de Fraude al Fisco (articulo 239 del CP) como un crimen; pese a que nuestra legislacién expresamente le asigna la calidad de simple delito, Como bien sabe V.S. Excma. el delito de fraude al fisco, tiene aparejada una pena compuesta de presidio menor en sus grados medio a maximo (pena privativa de libertad constitutiva de simple delito) y de inhabilitacién especial perpetua para el cargo u oficio. EI articulo 94 del Cédigo Penal, establece que respecto de fos simples delitos — como es el caso -- la accién penal prescribe en 5 aos. Cabe hacer presente @ V.S. Exema. que el Requirente entiende, por el hecho de tener el delito de fraude al fisco una pena ‘compuesta (una privativa de libertad constitutiva de simple delito y otra de inhabilitacién perpetua, constitutive de"pena de crimen segtin el articula 21 del Cédigo Penal) que la accion penal en este caso prescribe en 10.afios, en raz6n de estar sancionado también con una pena de crimen, cual ¢s, la de inhabilitacion perpetua. Este razonamiento es erréneo y contrario al texto expreso dela ley. El referido articulo 94 dispone en su inciso 6° dispone que; “Cuando la pena sefialada__al__delito sea compuesta, se estaré a la privativa de libertad, Para la aplicacién de las reglas comprendidas en jos tres primeros acdpites de este articulo.” 2 En consecuencia, para determinar que pena debe primar a efectos de fa prescripcién de la accién, slador 6 expre 2 ivi fl ci I razoni ni n est {i jilitacié Por consiguiente, en los casos en lo5 que recurre a esta forzada y artificial argumentacién, los delitos se encuentran prescritos, segin se expone oportunamente a Propésita de cada expediente, b= Errado_«. ito de los Presoripaten— lazos de SUSPENSIGN de la En esta argumentacién de la contraria se evidencian claros €rrores de interpretacién de'las normas respectivas, que contradicen no sélo el texto expreso del articulado pertinente, sino que ademds el parecer jurisprudencial inequivoco sobre la materia. En efecto, a fin de sosiayar el cumplimiento del plazo de Prescripcién, el Estado Requirente sostiene que la suspensién de dicho plazo (institucién que ya es cuestionable que opere en un proceso de ** Inciso sustituide por el articulo decimonoveno, NO4 de ta Ley Ne18.857, Diciembre de 1989. de 6 de extradicién, pero que esta parte no pretende controvertir) en todos los casos, debe contarse desde la fecha en que fue decretada la vacancia presidencial del Presidente Fujimori por parte del Congreso Peruano, ‘ocurrida el 22 de noviembre de! afio 2000. Asimismo == sostiene el Estado Requirente -- sino se acoge este planteamiento, la suspension debe contarse desde la fecha en que se dio inicio al antejuicio constitucional respecto del ex Presidente Fujimori. Al respecto, baste decir que lo que pretende la contraria es alterar el texto expreso del articulo 96 del Cédiao Penal que sefiala que la prescripcién se suspende desde que el procedimiento se dirige contra el imputado, pero si se paraliza su prosecucién por tres afios 9 se termina sin condenarle, en ese caso sigue avanzando el piazo de prescripcién. Asi, no merece ninguna duda que la norma se refiere a un procedimiento penal, respecto de la reglamentacién de una institucién que extingue = pore! paso del tiempo -- la posibilidad de ejercitar ta Pretensién punitiva respecto de un determinado hecho y persona. Por consiguiente, se pretende extrapolar a instituciones de Maturateza constitucional, normas consagradas a fin de regiamentar ta Institucién de la prescripcién contenida en el Cédigo Penal, como causal de extincién de la responsabilidad penal (no politica). Comentarios a este respecto huelgan S.S.Excma. Ademés, de aceptar el infundado argumento de la contraria, se llegaria al absurdo de sostener que en caso de dar inicio a un procedimiento de antejuicio constitucional, en el que finalmente se decida que no hay mérito para acreditar responsabilidad politica alguna, o si se prefiere, si es que se llega a considerar que existe dicha responsabilidad politica pero no se ejercita finalmente accién penal alguna, Et PI ON DI E HABREA IGUALMENTE SUSPENDIDO. Asi, en caso de no formalizarse denuncia penal alguna, siguiendo la linea argumental de la contraria, e plazo de prescripcién_de todas formas se suspende; cabiendo Preguntarse a este respecte, ¢Hasta cuando?, ¢Indefinidamente?, éAlguna vez prescribiria la accién penal respecto de una persona que ha sido objeto de un antejulcio constitucional?. Si aceptaramos el parecer de la contraria la respuesta a esta Ultima interrogante seria NUNCA, dado que el término se encontraria permanente e indefinidamente suspendido. A mayor abundamiento, y como se anticipara, nuestra jurisprudencia, respecto de la suspensién de la prescripcidn, invariablemente ha resuelto (y no podria haber sido de otra forma) que la suspensién opera cuando tiene lugar un procedimiento que se dirige en contra del imputado, a través al menos de una denuncia Penal. Ello, sin perjuicio que existen decisiones jurisdiccionales que sostienen que la suspensién tiene lugar sélo cuando se dicta el auto de procesamiento en contra del imputado, toda vez que sélo en aquella oportunidad, el sujete pasivo del procedimiento pasa a ser parte en el proceso penal, dirigiéndose formalmente en su contra (articulo 278 del Cédigo de Procedimiento Penal). En cuanto al procedimiento de extradicién, nuestra jurisprudencia resolviendo.en un caso concreto las alegaciones del Estado Requirente sobre una supwiesta suspensién de la prescripcién, sefiald lo siguiente; “Los delitos. imputades - violacién - se enmarcan en la clasificaci6n de erimenes, atendido.a 10 dispuesto en @1 axrticule 21 del Cédigo Penal y la pena que tienen asignadas al articulo 94 del mismo cuerpo legal; luego, su término de prescripcién es de 10 afios que empieza a correr desde el dia en que se hubieren\ cometide: Asi, establecido como est’, que el witimo delite atribuido al reo acaacié en 1984 y el requerimiento de la Josticia alemana en su contra se inieié on © necesario concluir que a época_ya_se meontraba cumplido Plazo de prescripcién”,** (negritas y subrayado es nuestro) 1998, * 20/11/2003, Rol de Causa 37S1-2002, Excma, Corte Suprema, Seatin lo anteriormente expuesto, son evidentes los errores en los que incurre la contraria, puesto que no cabe ninguna duda respecto a desde cuando deben computarse Ios plazos de suspensién de la prescripcién: al menos desde la denuncia penal dirigida en contra del imputado. Bilo, sin perjuicio que bajo la interpretacién in dubio pro.reo es. posible afirmar que la suspensién comienza a contarse con fecha posterior a la respectiva denuncia deducida por el Ministerio Ptiblico Peruano, toda vez que, seguin dispone la ley més favorable al imputade sobre esta materia - nuestro nuevo Cédigo Procesal Penal én su articulo 233.— el plazo de Inicio del cdleulo de la suspensién tiene lugar a Propésito de la formalizacién de la investigacién (no de la denuncia penal). cn Errada aplicacion de las normas contenidas en ¢1 Cédigo Penal respecto de la prescripcién.- Las normas del Cédigo Penal atingentes a esta materia, estan consagradas en los articulos 21, 94 y 95. El articulo 21 del Cédigo Penal expresamente se refiere a les penas asignadas por ley a cada delito, para efectos de distinguir entre crimenes y simples delitos. Por medio de una artificial maniobra, la contraria pretende computar el plazo de prescripcién sobre penas_hipotéticas segin la eventualidad de concurrir © m6 circunstancias agravantes de la responsabilidad penal, desechando por to demés de plano y acomodaticiamente, cualquier circunstancia aminorante de la misma. Un ejemplo de ello, es la interpretacién que hace respecto del expediente “SOTANOS-SIE", en el que se pretende extender el plazo de prescripcién, en razén del aumento de las penas por medio de. la cireunstancia agravante contenida en el articulo 400 del Cédigo Penal. Ello, es derechamente inaceptable. En efecto, constituye un’ principio _uniformemente reconocide, que para el cémputo de los plazos de prescripcién, debe estarse a las penas en abstracto. En este sentido sostiene el autor espafiol Francisco MUNOZ CONDE a propésito de la prescripcién “La duracién de tas penas se computa en abstracto, es decir, segin el marco penal que tenga designada el delito, y no sequin la que sorresponderia aplicar en un caso concreto” Finalmente y en cuanto a la caprichosa interpretacién del articulo’ 100 del Gédigo Penal por parte de la contraria, a fin que se compute un dia por cada dos para efectos de la prescripcién de ta accién, hacemos presente a $.S. la improcedencia de esta argumentacién, * Derecho Penal Parte General, Sexta Edicién, Tirant Lo Blanch, Valencia, Espafia, 2004, pagina 409. Ello, puesto que esta norma evidentemente no puede tener aplicacién para los procedimientos extra nales, toda vez que el extradicto estaré siempre fuera del territorio de la Republica, o de otra forma no se le estaria requiriendo por el Estado en el que se pretende su juzgamiento.”* Asi, nuevamente la contraria yerra en la pertinencia e interpretacién de las disposiciones legales que slega para sustentar sus argumentaciones. a.- Exrada_e imprecisa infozmacién xrespecto de las fechas do ocurrencia de los hechos 1 doben Foshas de _occurrencia de los hechos y que deben servir de sustento para el cémputo de los plazos de prescripcién,- En algunos casos el Estado Requirente ha sido intencicnalmente poco preciso, mientras que en otros, derechamente ha incurrido en errores al momento de hacer presente las fechas de ocurrencia de los hechos que’se imputan a nuestro representado. En efecto, en diversos casos (vgr. “DECRETOS DE URGENCIA", INTERCEPTACION TELEFONICA", etc) no se han precisado las fechas de ocurrencia de los delitos que se imputan, incurriendo en ** Sin perjuicio de fo anterior, aunque se aplicara esta disposicién, igualmente estarian prescritos muchos de los casos, como se verd en su oportunidad. definiciones vagas como durante el gobierno de Fujimori o en ef periodo de tiempo comprendido entre los afios 1990 y 2000. En otras ocasiones, se ha incurrido en graves errores en la definicién de las fechas de-los hechos. A este ultimo respecto, vaiga mencionar queen la-pagina iii parrafo 4° del escrito de fs, 672 Y siguientes, se expresa que se imputa a nuestro représentado el Presunto secuestre de Samuel Edgard Dyer Ampudia cometide con fecha 27 de Julio de 1999, para posteriormente en ta pagina 138 Parrafo 5° del mismo escrito, hacer-presente que “se trata de crimenes cometidos en el afio 1992". iHuelgan comentarios! Estas imprecisiones y errores no son menores S.S. Excma. si se tiene en consideracién la penalidad que tienen asignados los delitos que se imputan en el Estado Requirente, y la condicién de derecho estricto de los procedimientos de extradicién en cuanto al cumplimiento de las formalidades, sobre todo réspecto de la individualizacién de los delitos que se imputan (articulo 12 del Tratado Bilateral). Improcedente invecacién de la Convencién de las Naciones Unidas contra la Corrupeién; Finalmente, hacemos presente a S.S. Excma. que el Estado Requirente pretende salvar todas las omisiones y yerros expuestos, citando en algunos casos la reciente Convencién contra la Corrupcién de las Naciones Unidas, dejando completamente de lado, el Tratado Bilateral que rige a Chile y Perd desde 1936 sobre esta materia. A este respecto, sdlo baste decir que dicha Convencién Multilateral fue publicada en el Diario Oficial de nuestro pais tan sélo el mes pasado, con fecha 30 de Enero del 2007, por lo que m r_apli = J leaciin esta Convencién. En consecuencia esta Convencién sélo puede tener efectos respecto de hechos ejecutados y procesos Iniclados con posterioridad a la entrada en vigencia de la misma. Malamente puede aplicarse a los +hechos que se imputan por medio del presente pedido. De todo jo anteriormente expuesto, se evidencia que las acciones para perseguir los supuestos hechos que motivan Ia peticién de extradicién han cumplido ya su plazo de prescripcién, ‘sin perjuicio de lo que se alegard expresamente en cada uno de los casos, al momento de ser tratados de manera singular. Valga recordar a este respecto que constituye un principio inamovible para nuestra doctrina y jurisprudencia que "Extinguida la potestad represiva de los Estados, es inconcuso que no puede operar la extradicién, que ha sido instituida y reglamentada para hacer efectiva esa potestad. De esto se desprende que las normas concernientes a fa Prescripcién se incorporan al sistema juridico de la extradicién, como ocurre por lo demés en las fuentes juridicas que regiamentan la extradicit jeyes especificas, tratados bilaterales y convenciones multtilaterales”?* a) Nuestro Cédigo de Procedimiento Penal (CPP) regula a partir del parrafo 2, Titulo VI, Libro III la tramitacién de los procedimientos de Extradicién Pasiva (articulos 644 y siguientes). * Revista de Ciencias Penales, Tome XXII, Enero- Abril 1963, Corte Suprema (Extradicién Pasiva contra Walter Rauff). 3 A fin de sustentar y probar atin més este motive de improcedencia de la extradicién, se adjunta en un otrosi un Informe en Derecho, evacuado por el Vice- Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chil b) ©) Co) 2) Asimismo, segtn dispone el articulo 647 del CPP, en esta clase de Procedimientos tienen aplicacién los Tratados Internacionales y los Principios de Derecho Internacional. Como también es sabido por V.S. Excma., en el presente caso esta. norma importa remitirse principalmente al Tratado Bilateral suscrito entre PERU y CHILE, la Convencion Multilateral de Montevideo de 1933 y al Cédigo de Derecho Internacional Privado 0 Cédigo Bustamante. En la especie, el Tratado que liga directamente a ambos Estados (que data desde 1932 y se encuentra vigente desde el ato 1936), dispone en su articulo 13 textualmente lo siguiente : “ba demanda de extradicién en cuanto a sus tramites, @ la apreciacién de la legitimidad de su procedencia y a 1a admisién calif: y cacién de las excepciones con que pudiese ser Shpugnada por parte del eo o préfugé reclamado quedara sujeta en cuanto no @ oponga a lo prescrite en este tratado, a las leyes xespectivas del pais de refugio” (Los destacados son nuestros). De ahi que por una razén de especialidad — y en definitiva de reconocimiento de la confluencia de voluntades soberanas formalmente manifestadas -- el Estado Peruano y el Chileno, luego de los canjes respectivos, acordaron regular sus f) g) relaciones en materia de extradicién, en.base a un cuerpo legal consensuado por ambos suscriptores. En él, expresamente se sujeta el procedimiento de extradicién a “las leyes del pais de refugio”, lo que en el caso de autos, implica aplicar las leyes chilenas. Cabe consignar que esta decisién persiste hasta el dia de hoy, dado que el mencionado Tratado no ha sido derogado. Lo anterior, sin perjuicio de la aplicacién supletoria de ta Convencién de Montevideo y particularmente del Cédigo Bustamante, segtin lo ha’ sefialado nuestra Excma. Corte Suprema.?” En suma, en autos - a fin de ponderar el presente pedido de extradicin —. debe atenderse primera y principalmente a las disposiciones de nuestro derecho interno; no pudiendo soslayarse la misma en los aspectos sustantivos como erradamente pretende el Estado Requirente. En efecto, Auevarnente en forma acomodaticia el requirente afirma en la pagina 3 de su escrito de cargos, que “en virtud del art. 13 *” Revista de Ciencias Penales, Tomo XXII, Enero- Abril 1963,( Corte Suprema Extradicién Pasiva contra Walter Rauff). En este fallo la Corte Suprema, reconoce validez a las disposiciones del Cédigo Bustamante - aprobado en la Convencién de La Habana en 1928- respecto de la Convencién de Montevideo del afie 1933 (posterior en el tiempo) Duesto que esta ditima Convencién Latinoamericana no derogé ni menos modifies los tratados internacionales vigentes sobre la materia. h) 3.2.- del propio Tratado, s6lo en cuanto a Ia tramitacién de Ja demanda de extradicién y a la admisién y Calificacién de jas ‘excepciones o impugnaciones opuestas por el reo o préfugo reclamado rigen las normas procesates chilenas: en Jos aspectos sustantives rigen las disposiciones del Tratado mismo" (los. destacados son nuestros). Tan evidente resulta la manipulacién normativa de la contraria, que de la sola lectura del articulo 13 del Tratado Bilateral con el Peru precedentemente reproducido, queda de manifiesto que la demanda de extradicién se rige por el derecho interno de} Estado Requerido respecto de “LA_APRECIACION DE_LA LEGITIMIDAD DE SU PROCEDENCIA”, siendo asi inadmisible la curiosa interpretaci6n del Estado Peruano, en cuanto a que nuestra legislacién tendria unicamente aplicacién en este caso, “s6lo” -respecto de aspectos meramente formales y para la “tramitacién de la demanda de extradicié6n...". de Procedimiento Penal chileno: a) Como se dijo, en los casos de extradicién que se sujetan a nuestra Jurisdiccién nacional, el érgano jurisdiccional debe examinar tanto aspectos de forma como de “fondo o sustantivos, revisando por consiguiente los antecedentes en los que se fundamenta la existencia del delito que se imputa: al extraditurus, asi como aquellos que sustentan su supuesta participacion penal. b) Ello, dado que como se ha hecho presente el articulo 647 del Cédigo de Procedimiento Penal dispone que todo proceso de extradicién pasiva debe propender a establecer si ef delito que se imputa es de aquellos que autorizan la extradicién segin los tratados vigentes 0, a falta de éstos, en conformidad a los principios del Derecho Internacional; y a acreditar si ef sindicado como procesado ha cometido o no el delito que se le atribuye”. (Negrita y subrayade son nuestros). ¢) De esta forma, V.S: Excma. para apreciar la legitimidad de la procedencia del requerimiento de extradicién dando aplicacién a nuestra egislacién -conforme lo prescribe el citado articulo 13 del Tratado Bilateral con el Perti- no puede desatender la exigencia perentoria™® que el sujeto pasivo de un procedimiento de extradicién, se encuentre SOMETIDO A PROCESO por los delitos que se individualizan en la solicitud de extradici6n. d) Mas atin, NO CUALQUIER RESOLUCION DE PROCESAMIENTO SATISFACE ESTA EXIGENCIA, ya que de acuerdo al mismo articulo 38 Misma exigencia esté plasmada en el articulo 644 del CPP 13 del Tratado Bilateral entre CHILE y PERU*’ debe estarse en presencia de una resolucién de encausamiento que cumpia con las exigencias del ORDENAMIENTO JURIDICO DEL PALS REQUERIDO, en la especie Chile; por lo que el procesamiento debe satisfacer en defi a los requerimientos del articulo 274 del Cédigo de Procedimiento Penal. €) Asi, -como se verd- no es posible asimilar cualquier status procesal extranjero, que bajo la denominacién “procesado” 0 “acusado” pretenda equipararse con el del sujeto pasivo de un proceso criminal que ha sido encausado al tenor de lo dispuesto el articulo 274 del antiguo CPP chileno; sostayando de esta forma las perentorias exigencias de nuestra legislacién interna. f) En la especie nuestro representado ha sido acusado en el Pert) por ef Ministerio Pdblico de ese pals y no procesado o encausado por una resolucién judicial asimilable al auto de procesamiento del nuestro antigtio Cédigo de Procedimlento Penal. g) Incluso més, en los distintos expedientes que motivan la solicitud de extradici6n, NI SIQUIERA SE RECABO LA DECLARACION BE! 1 como ineludiblemente se exige en el articulo 274 del Codigo de Procedimiento Penal de nuestro pais. 39 En este mismo sentido el articulo 80 de! Tratado de Montevideo. h) Asi, si el sujeto pasivo de-la solicitud de extradicién, no ha sido Procesado en los términos que exige el articulo 274 del Codigo de Procedimiento Penal chileno, el re imi xtradi es rechamente. fent i) De esta forma, nuestra legislacién exige perentoriamente?” que el sujeto pasivo de un procedimiento de extradicién, se encuentre a sometido a proceso por los delitos que se individualizan en la solicitud de“extradicién y que a su respecto, Pesen antecedentes incriminatarios que al menos hagan presumir fundadamente su culpabilidad, superando asi la presuncion de inocencia que nuestra Constitucién concede a todo habitante de la Republica, i) Por lo mismo, resulta de extraordinaria relevancia constatar que en la especi la “acusaci6n” formulada por el Ministerio PGblico del Pera no se asimila ni siquiera remotamente al “auto de procesamiento” exigido en fa legislacién procesal penal chilena. k) En efecto de conformidad con el Codigo de Procedimiento Penal del Perd, una vez que concluye la fase de investigacién® a cargo del Ministerio Publico, el Fiscal debe en conformidad a los articulos 197, 198 y 199 del CPP del Pert emitir un dictamen en virtud del “misma exigencia est plasmada en el articulo 644 del CPP 3 Articulo 196 del CPP del Perd roy Cval puede adoptar tres opciones, a saber: 1.- solicitar una ampliacién de la investigacién; 2.- solicitar al juez la expedicién de un auto) de Sobreseimiento; 0 3.- formular acusacién, ') Ello evidencia el papel protagénico que se reconoce al Fiscal en la legistacién peruana - y no al juez como ocurre con nuestro tradicional auto de procesamiento- Para determinar ta Procedencia del juicio oral, en alguna manera similar al del Nuevo Procedimiento Penal chileno. m) Del mismo modo, frente a una acusacién fiscal, ef control Judicial en el Peri es limitado y més bien formal. Asi, el juez debe ejercer un control limitado, tendiente'a constatar si la acusacién se Pronuncia por todos y cada uno de los delitos y personas contempladas en el auto deapertura de instruccién, Debe asimismo advertir si la acusacién respeta los hechos objeto de investigacién y las calificaciones juridico penales, en tanto estas no Importen un cambio de bien juridico. Finalmente el control judicial formal también se extiende al cumplimiento de los requisites que debe contener toda acusacién fiscal, tales como peticién de pena, proposicién de prueba, etc. n) De alli que ta Corte Suprema del Perd ha asentade que una vez formulada la acusacién fiscal, el Tribunal debe sefialar dia y hora para la audiencia, sstando _prohibido que el Tribunal_deciare_ta jai ibilitaria al Fi i . eaales e importaria una absolucién prematura. fi) Por lo mismo, en esta etapa de acusacién el legislador peruano sdlo ha previsto la intervencién del Ministerio Pablico, cuya opinién es decisiva para que se dicten los autos de sobreseimiento ode enjuiciamiento. Hay, al decir de autores peruanos como SAN MARTIN “un lamentable olvido del imputado, del actor civil y del tercero civil: ellos mo pueden instar la practica de diligencias previas ni Pronunciarse con cardcter previo y obligatorio respecto del dictamen fiscal a fin de que el érgano jurisdiccional tenga en cuenta su punto de vista”? ©) En definitiva, la “acusacién” no es sino un “dictamen fiscal” sometido @ un control jurisdiccional basicamente formal, lo que difiere sustantiva y cualitativamente del "auto de procesamiento” previsto en la legislacién procesal chilena (art. 274 del CPP). P) Mientras que nuestro "auto de procesamiento” exige que sea un Tribunal de la Republica quien determine la existencia de un hecho punible y de las presunciones fundadas de participacién, ef * Anales Judiciales, 1926, Lima, pg 175 citado en Derecho Procesal Penal, Segunda edicién actvalizada, César San Martin Castro, Vol. 1, pag. 613, Editora Juridica Grijiey, Lima, Peri. ” Derecho Procesal Penal, Segunda edicién actualizada, César San Martin Castro, Vol. I, pag. 615, Editora Juridica Grijley, Lima, Per’. procedimiento peruano deja exclusivamente entregado al Ministerio Publico una vez concluida la fase de investigacién la decision de formular la acusacién. q) Del mismo modo, mientras el “auto de procesamiento” puede ser objeto de escrutinio judicial en doble instancia, por el TRIBUNAL AD QUEM, el control jurisdiccional al dictamen acusatorio en Pert es formal y limitado, entregando Ia decisién en definitiva de aquilatar el estadio de conviccién exclusivamente al Ministerio Publico. r) De esta forma los antecedentes necesarios para formular la respectiva acusacién de acuerdo al procedimiento del pais requirente son exclusivamente los que el Ministerio Publico ‘evalua como aptos para instar por un juicio propiamente tal. La ponderacién de dichos antecedentes no ha pasado otro filtro que la propia autocomplaciente, parcial y ligera apreciacién de mérito por parte del 6rgano persecutor peruano. 5) Por consiguiente, satisfé ini ledal_que_exige la_legistacién chilena para dar curso a la solicitud de extradici6n de nuestro representado. Como es evidente, si se acepta el dictamen fiscal o acusacién formulada en el Pert a instancias del ente persecutor -el Ministerio PGblico- como un sustituto perfecto del auto de procesamiento que exige el articulo 647 del CPP y los tratados de Montevideo y el Cédigo Bustamante, se estaria entregando a la voluntad unilateral de la parte requirente el dar por cumplido el standard legal de conviccién exigido por el legislador chileno. t) Con ello, la exigencia del articulo 647 del CPP pierde todo sentido y capacidad de limite a la indebida o improcedente Persecuci6én penal, por cuanto esta exigencia de nuestra leaislacién quedaria siempre entregada a un acto de voluntad del propio solicitante de_la_extradicion, sin que exista un antecedente propiamente judicial que permita al Estado requerido tener un minimo de conviccién en cuanto a que en el evento de.conceder la extradicion, los antecedentes conducirin a una resolucién judicial en contra del imputado. u) Finalmente, el grado de conviccién en relacion a ta posible culpabilidad del “procesado” y del “acusado” son tan diversos, que el Propio requirente realiza un extraordinario _esfuerzo hermenéutico en su escrito de fs. 672 y siguientes tendiente a intentar salvar la inexistencia de “procesamiento” respecto de mi representado, y la ausencia del Standard legal minimo de conviccién que deriva de dicha exigencia del articulo 647 del cpp. v) Es asi como Megan al extremo de sostener que bastaria la existencia de dicios racionales" de culpabilidad para dar curso 47 a estos autos extradicionales. iNada mas lejos del tenor de nuestro texto procesal y la jurisprudencia uniforme de nuestros Tribunales Superiores de Justi unt Est w) Es decir, mientras la contraria se “aferra” a lo que denomina “indicios racionales de culpabilidad”, nuestros Tribunales Superiores de vusticla, han establecida reiteradamente que dicho standard minimo y muy preliminar (virtuaimente similar al de las "fundladas sospechas” que exige un auto de detencién) es manifiestamente Insuficiente para satisfacer la exigencia del arti 0 647 inciso 3° en concordancia con el articulo 274 del Cédigo de Procedimiento Penal. La exigencia procesal es superior: No bastan meros “indicios” sino que derechamente debe estar establecida la. existencia del delito, y deben existir presunciones fundadas de participacién criminal del inculpado. x) Tanto es asi, que a modo ilustrativo en los procedimientos de extradicién seguidos en Chile contra el ex Presidente de la Republica Argentina don Carlos Sail Menem, se resolvid no dar curso al Procedimiento de extradicién - entre otras razones -- precisamente por a falta de eumplimiento del requisite de encontrarse procesado de acuerdo a lo dispuesto en nuestra legislacién interna. Al respecto el Ministro Instructor de la causa N° 1639-2004 sefialé: “A mayor abundamiento, les articulos 352 del Codigo de Derecho Internacional Privado y 5° y 8° de la Convencién sobre Extradicién de Montevideo, exigeh para el caso de extradicién pasiva, que la persona que se encuentre en territorio chileno debe haber sido previamente procesada_o condenada_en 2a nacion xequirente, lo que corroboran los articulos/306 yo 308 del Cédigo Procesal Penal de Ja* NaciéA Argentina y concuerda con los articulos 644 y siguientes del Cédigo de Enjuiciamiento Penal Chileno Y 274 del mismo ordenamiento, los cuales debe ser especialmente atendides por corresponder a la logislacién interior del_Estado requerido, como le Ordena el mencionado articulo 8* de dicha \Convenci6n”.™ (negritas y subrayado Son nuestro). y) — Igualmente, segdn se observa en fallo pronunciado con fecha 12 de enero de 1994 por el Exemo. Sr. Presidente de la Corte Suprema en causa rol N®11-92 aprobada posteriormente en Sala por la Excma. Corte Suprema con fecha 20 de enero de 1994, se resolvié denegar fa extradicién de un extranjero por no cumplir la solicitud format extraditoria con Jos requisitos exigidos por nuestra legisiacién, en ** 27/05/04, pronunciada por el Exemo. Sr. Ministre don Jaime Radriguez Espoz, N° 1639-2004 49 concordancia con ls Principios de Derecha Internacional contenidos en jas Convenciones Internaciones suscritas por Chile. El Sr. Ministro Instructor del proceso en primera instancia. y Posteriormente la Corte Suprema en segunda instancia, decidieron rechazar el requerimiento, pese a haberse acompafiado copia auténtica de sentencia condenatoria no firme, toda vez que se estimé que el hecho de no mantenerse ejecutoriada la resolucién, impedia configurar los requisitos formales que debe cumplir una peticién de extradicién, desde el momento que la calidad en Ia que se habia Solicitado la_extradicién era la de condenado por el Estado Requirente. z) Asi, meridianamente claro queda, que en este caso, desde la Sptica de nuestro derecho interno, nuestro representado no se encuentra. procesado (ni tampoco acUsado) por lo que no podrd Prosperar a su respecto el presente pedido extraditorio. 3.3.+ No se encuentra acreditado si suieto pasivo de la solicitud ‘ . babavais ‘Como se ha sefialado, en Chile el 6rgano jurisdiccional no puede desatender los aspectos de fondo o sustantivos inherentes a un caso de extradicién, revisando necesariamente fos antecedentes en los que se fundamenta la existencia del delito que se imputa, asi como los que sustentan su presunta participacién penal. Todavia més, nuestro legislador exigié en el articulo 647 del CPP que en el procedimiento extradicional se acredite si el “sindicado Por lo anterior s6lo seria posible acceder al pedido del Estado Requirente, en la medida que en autos el EXAMEN DE LAS EXIGENCIAS PROBATORIAS al que deben ser sometidos los supuestos antecedentes incriminatorios que obrarian en contra de don Alberto Fujimori, PERMITAN NECESARIAMENTE CONCLUIR QUE EN CADA UNO DE LOS CASOS SE ENCUENTRAN ACREDITADOS TANTO EL DELITO COMO LA PARTICIPACION PUNIBLE EN EL MISMO por parte del ex Presidente de la Reptiblica del Perdi. Ello, sin perjulcio del cumplimiento de los requisitos que imponen los Tratados Internacionales a fin de dar libre curso a la extradicién de una persona, esto es, que el delito no sea politico, que se cumpla con el principio de lesividad superando la barrera de punibilidad de 1 afio en cada delito, que el ilicito (accién o pena) no se encuentren prescritos, y que se cumpla con la doble incriminacién de las conductas. Como se vera en el Capitulo pertinente de este escrito en ningune de los casos que sustentan ¢l pliego rogatorio de extradicion y que se han formalizado por el Estado Peruano por medio de su escrito de fs. 672 y s.s., se logra dar cumplimiento copulativo a las exigencias resefiadas, y que justificarian finalmente la extradicién del ex Jefe de Estado del Peri. Como:bien ‘sabe V.S. Excma. a fin de autorizar un pedido de extradicién, la normativa y principles de derecho Internacional exigen el cumplimiento de los requisitos de DOBLE INCRIMINACION (articulo 353 del Cédigo Bustamante y articulo I letra b) Convencién de Montevideo) y PENALIDAD MiNIMA (articulo 2 del Tratado Bilateral de 1932). Este requisito importa un doble cumplimiento de exigencias por parte del Estado Requirente. Por un tado, las conductas consideradas licitas en el Estado Requirente, deben ser también considerados como delito en el Estado Requerido, a la época de la comisién dé los supuestos hechos punibles. Por otro lado, este requisite exige -- como ha fallado nuestra jurisprudencia en reiteradas oportunidades -- que exista una i i M I I radici jerido. Asi. se imy i Ja deman: extradici pero _los_antecedentes aportados al _pedido dan cuenta _de la cont i isti En efecto, nuestra Corte Suprema ha resuelto - en Un caso relacionado con el presente pedido y también a requerimiento de! Perti ~ a prope: de la doble incriminacién: “Que las precisiones antés estampadas, tradacen una vital importaneia por cuarito no puede desentenderse el principio de ia) doble incriminacién consagrada en el articule 353 del Cédigo/de Derecho Internacional Privado y que se )recoge en a Convencién sobre Extradieién suse#ita en Montevideo 1 26 de diciembre de1933,00n su articulo I letra b), donde se Comprende no solamente ia identidad de 10s hechos sino que también 61 de la figura tipica por 1a cual se solicita la extradicién, toda vez que se trata de noxmas que revisten el caracter de GARANTIAS RESPECTO ge las personas requeridas, con el fin de evitar su Procesamiento por delitos distintes;”*5 3% 7 24/05/05, N° de causa 2.139-2004, fallo de rechazo de extradicién de EDUARDO. MARTIN CALMELL DEL SOLAR DIAZ, Valga consignar que en este caso, el Excmo. Sr. Ministro Instructor a cargo del proceso, razoné en tal sentido, puesto que el Estado Requirente solicit la_extradici6n por una determinada figura’ penal, pero en su escrito de traslado - en base a jos mismos hechos ~ sustituy6 subsidiariamente el tipo penal por otro distinto, a fin de fundamentar sus pretensiones. Ello, como se ha visto, ha sido finalmente rechazado por nuestro Tribunales, estableciéndose perentoriamente el cumplimiento de esta exigencia en la demanda de extradicién. Como se vera en cada uno de los casos invocados en autos, el Estado Requirente solicité fa extradicién por un delito que segin las imputacionesy la probanza aportada para sustentarla, confiaura un delite distinte, violentando asi este requisito. Sin perjuicio de lo anterior, y para que S.S. Excma. tome cuenta desde ya de la infraccién en Ja que se incurre, a continuacién se inserta un detalle caso por caso, con excepcién del caso denominado “Barrios Altos y La Cantuta”, de los delitos por los que fue formalizada la extradicién y los tipos penales segin los cuales de! En este mismo sentido se fallé a propésito del rechazo de la extradicién de EDGARDO DANIEL BOROBIC GUEDE (causa ro! 3028-2002) calificarse juridicamente los hechos de acuerdo al Cédigo Penal de nuestro pais.°” Lesiones corporales Lesiones corporales art. 397 CP art. 397 NP2 CP Delitos cometidos contra la Delitos cometidos contra la libertad y seguridad libertad y seguridad L art. 141 CP incisos 2y 3 art, 141 CP inciso primere 2. Caso: “PAGO SUNAT = BOROBIO" lites formalizados:em el | Corre iJuridic: ‘Spetitorio.de Extradicion || 5% * oa Asociacién llicita Fraude al Fiseo art. 292 y 293 CP art. 239 CP Malversacion de caudales publicos art. 233 GP } 3. ys 1 ua Asociacion Hlicita art. 292 y 293 cP Desfalco o distraccién de Malversacién de caudales fondos publicos publicos art 235 CP art. 233 CP Falsificacién de documentos pUblicos 0 auténticos art. 193 cP *” Lo anterior no sélo es relevante a 3 hora de dar debido cumplimiento al Principio de doble incriminacién, sino que la indebida ‘alificaeién furidica de los hechos efectuado Por el estado requirente, incide en la debida apticacién de las normas de preseripeién de fa accién penal, como se vera en e| acépite detallade de cada uno de los casos en la SECCION SEGUNDA de este escrito. 5s (ECorrecta|Calificacion Juridica) SAAS 5S PD Ta Fal 4.- Caso: “DECRETOS DE URGENCIA” Asociacién Ilicita art. 239 CP art. 233 CP publica diferente art. 236 CP Art.236 CP art. 193 CP Delitos formalizadosjenjeljiy “Spetitoriodermxtradicion!. | art, 293 CP Fraudes y exacciones ilegales Malversacién de caudales publicos Malversacién por aplicacion Malversacién de caudales pitblicos icacion. de documentos piiblicos o auténticos ‘Crimenes contra la seguridad exterior y soberania del Estado art. 109.CP 5.- Caso: “Trae! chinos” — “Mt de Comunicacién”. sar cectnCallsacigny ariaina Asociacion Iicita ~ art. 292 y293 CP Malversacién por aplicacién Malversacién de caudales publica diferente publicos: art. 236 CP art, 233 CP Fraude al Fisco Usurpacién de funciones art. art. 239 CP 213 CP ‘Medicinas China: Delitos formalizados ence] + pétitorio: de! Extradicion' Correcta Calificacion|Jut San oa Asociacion Iicita art. 292 y 203 CP Malversacién por aplicacion Fraudes y exacciones ilegales puiblica diferente art. 239 CP art. 236 CP 7. Caso “Faisal” (APRODEV), Asociacié6n llicita art. 292 y 293 CP Malversacién de caudales pUblicos art. 233 CP 8.- Caso: “Desviacién de fondos". Fraude al Pisco art. 239 CP ‘Asociacién Micita art. 293 CP Malversacién de caudales pUblicos art. 233 CP Falsificacién de documentos plblicos 0 auténticos art. 193 y 196 CP. Falsificacién de documentos pUblicos o auténticos art, 193 ine.6°CP Malversacién por aplicacion publica diferente art. 236 CP Asociacion Ilicita art. 292 y 293 CP Cohecho art. 250 CP Usurpacion de funciones art. 213 CP Abusos contra particulares art. 255 CP Usurpacién de atribuciones art, 232 cP 11.- Caso: “Interceptacion telefonica”. Delitos formalizados|eniel ‘petitorio. deiExtrai Delito contra el respeto y proteccién a la vida privada y piblica de la persona y su familia Malversacién por aplicacion art. 161 A CP publica diferente art. 236 CP Asociacién Hicita art. 292 y 293 cP Malversacién de caudales publicos art. 233 CP —n cuanto al requisito de minima penalidad, hacemos presente a S.S, Excma., ya sea en razén de una indebida: imputacién segin nuestra legislacién, que hace que los hechos conformen un delito distinto del inicialmente imputado o bien, en razén de haber imputado derechamente un delito que no supera la pena de 1 aiio de prisién al tenor del articulo’2 del Tratado Bilateral de Extradicién entre Chile y Perti, ha infringido, el Estado Requirente ha infringido iqualmente este principio. En cada una de los casos en los que se hayan violentado los dos requisitos fundamentales antes expuestos, se hara valer ante $.S. Excma., a_fin de demostrar_la_improcedencia_del_presente pedido extraditorio. ** Las conductas descritas en los Articulos 161 A y 161 B del CP no se encontraban tipificados a la fecha de ocurrencia de hechos imputados por la parte requirente como se explicitard en el acépite respective. yo Existe consenso irrebatible -- tanto a nivel doctrinario como jurisprudencial -- en cuanto al insoslayable e irrestricto respeto que merecen las garantias y derechos a un debido proceso en todo sistema Ge enjuiciamiento; instituto fundamental - que para algunos -- reconoce su origen formal a partir de la Carta Magna inglesa de 1215 (due process of law), Ya la Constitucin de los Estados Unidos de Norteamérica en el efio 1789 consagré, entre otros derechos, que “ef acusado gozard def derecho a ser informado de Ja naturaleza y Ja causa de la acusacién; a confrantar con los testigos contrarios; y a la asistencia de abogados para su defensa" (Enmienda V1). 2° Nuestra Constitucién confirma el reconocimiento de las garantias de un debido pracese, a propésito del catélogo contenido en su articulo 19, particularmente en su numerando tercero.” °” A fin de sustentar y probar ain mas este motivo de improcedencla de ta extradician, se adjunta én un atrosi un Informe en Derecho, evacuado por el Vice-Decano de fa Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. “° Consagracién constituclanal que viene en reconocer los Convenios Internacionales Sobre esta materia, entre ellos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, Convencién Artericana ‘sobre Derechos Humanos 0 Pacta de San José de Costa Rica. Dentro de las garantias de debido proceso que deben respetarse ineludiblemente, se contempla el derecho a conocer ¢ imponerse de la imputacién que obra en contra del sujeto pasivo del proceso, a fin de activar debidamente la defensa. En efecto, al decir de MAIER "La imputacién correctamente formulada es la Mave que abre ‘la puerta de [a posibilidad de defenderse eficientemente, pues permite negar todos 0 alguno dé sus elementos para evitar 0 aminorar la consecuencia juridico-penal a la que, se pretende, conduce 0, de otra manera, agregar jos elementos que, combinades con las que son afirmados, guian también a evitar la consecuencia o a reduciria”.** En este sentido, continua el procesalista y destacado Juez argentino, “la base esencial del derecho a defenderse reposa en la posibilidad de expresarse libremente sobre cada uno de los extremos de fa imputacién; ella incluye, también, la posibilidad de agregar, ademas, todas las circunstancias de interés para evitar aminorar la consécuencia furidica posible (pena o medida de seguridad y correccién), 6 para inhibir la persecucién penat’“? “Derecho Procesal. Penal, Editores del Puerto, Buenos Aires, Argentina, Julfo. 8.2, MATER, pagina 549, * Derecho Procesal Penal, Editores de! Puerto, Buenos Alres, Argentina, Julio B.3. MAIER, pagina 552. 3° Conjuntamente con-el derecho a conocer y contradecir la imputaclén desde un inicio en todo procedimiento penal, el respeto y reconocimiento de un debido proceso, consagra el derecho a contar con una asisten técnica, debidamente capacitada, que permita defender los intereses del imputado. En este sentido MAIER sefiala “Empero, a més de la defensa material, [a particularidad del procedimiento penal reside. en la obligatoriedad de la defensa técnica”. “Previsiones tan exhaustivas y detalladas sobre la necesidad de la defensa técnica, al punto de consideraria un servicio publico imprescindible, que se presta atin contra la voluntad del imputado, sélo pueden indicar que el Derecho procesal penal, de alguna manera muy particular, no considera al imputado suficientemente capaz para resistir la persecucién penal — estatal, pero también Ia privada ~ por si solo, salvo casas excepcionaies; esto es, admite que no posee ta plena capacidad pare estar 0 intervenir en le procedimiento penal por si mismo. &l defensor viene, asi, a completar 0 complementar fa capacidad del imputado para estar en juicio penal y esa es la auténtica funcién que é1 cumple *° Derecho Procesal Penal, Editores del Puerto, Buenos Aires, Argentina, Julio 8.3. MATER, pagina 549. * Derecho Procesal Penal, Editores del Puerto, Buenos Aires, Argentina, Julio 6.2. MAIER, pagina 551. 40 Nuestro Cédigo de Procedimiento Penal, considera la presencia del imputado desde las primeras etapas de investigacién del procedimiento, como una condicién consustancial a la persecucién penal: Esta exigencia - que le permite al tenor del articulo 67 del CPP - defender desde un principio sus derechos -- pese a no ser parte formalmente del procedimiento conforme el articulo 278 del CPP -- da cuenta de un sistema persecutorio que (por las propias caractert: icas inquisitivas que impone la etapa de Instrucci6n o sumario) demanda INELUDIBLEMENTE la asistencia personal del imputado. En efecto, la investigacién para seguir su libre curso y vincular al imputado con el procedimiento a través del auto de procesamiento, necesariamente demanda notificarle personalmente de los cargos ¥ recabar previamente su declaracién indagatoria (articule 274 del CPP). Asimismo, el procesado que se encuentre ausente y haya sido declarado rebelde no puede ser objeto de una acusacién en su contra, debiendo sobreseerse el procedimiento segin los dispone el articulo 409 N° 5 del CPP, hasta dar con su paradera. Junto con la presencia personal del imputado durante la etapa de instruccién, la defensa técnica y letrada es obligatoria durante el curso de la investigacién a partir del auto de procesamiento (articulos 274 y-278 del CPP), no pudiendo evadirse tal obligacién desde el momento en que el procesado es notificado personalmente de las imputaciones dirigidas en su contra. 5° A mayor abundamiento, nuestro nuevo sistema procesal ha perfeccionado el sistema de garantias del imputado, reconociendo Ia vital relevancia que significa para los actos del procedimiento su PRESENGIA PERSONAL ~ para efectos de conocer los antecedentes que obran en-su contra ~ asi come el derecho a la ASISTENGIA LETRADA desde /a ri _ nite (articulos 7 y 93 del Cédigo Procesal Penal-NCPP), En cuanto a la posibilidad de conocer los cargos que obran en contra del imputado, se concibe una audiencia judicial — formalizacién de la Investigacion --.de comunicatién al imputado respecto de los hechos que se investigan a su respecto. Esta audiencia es un trémite esencial para acusar al imputado, al punto que por expresa disposicién legal, se exige que la congruencia entre ja formalizacién y la acusacién fiscal, como requisite de validez de esta ultima actuacién.*> Ademés, el le lador -- desde la audiencia preti de formalizacién -- ha exigido Ia presencia de un defensor letrado, dejando asi en evidencia que la asistencia técnica de ‘El articulo 259 del NCPP dispone que “La acusacién sélo podrd referirse a hechos y personas Incluidos en la formalizacién de la investigacién, aunque se efectuare una distinta calificacién Juridica”, defensa en nuestro sistema de enjuiciamiento criminal es esencial y necesaria_para la validez de todas las actuaciones (articulos 229 y 231 del NCPP), 6° Pero la garantia de una defensa letraday ademds importa que dicha defensa sea eficaz, esto es, que represente los intereses del imputado de manera fiel y por medio de actuaciones. procésales Soneretas, que permitan en definitiva hacer valer y aportar los argumentos y probanzas de descargo; sea para evitar las consecuencias derivadas de la persecucién punitiva, o para inhibir dicha persecucién. En cuanto. a la defensa eficaz de los derechos de todo imputado, nuestros Tribunales superiores han procedido ha invalidar de oficio sentencias obtenidas a través de procedimientos que han violentado principios del debide proceso, y particularmente, en raz6n de una defensa inactiva y que no representa fielmente los intereses de quien defiende. En este sentido, se ha fallado: “La omisién “de a contestacién de la acusacién Fespecto de dos de los tres delitos de que se acusa al encausado, importa haberlo dejado on ila indefensién, al no haberse expuesto con claridad fodos los hechos, circunstancias y consideraciones gue_pudieron acreditar su inocencia en los xeferidos delitos, incurriéndose en la causal de invalidacion penal de la sentenciay por omisién de un tramite esencial™® “Procede la Corte de Apelaciones a casar de eficic en ja forma la sentencia en alzada al advertir que al haberse contestado la acusacién fiscal por la defensa del procesado, se limité a sefialax que, encontrandose acreditada la participacién de su representadse, era necesario inveear en su defensa las circunstanejas atenuantes que alli ‘indies, no obstante que el prestar declaracién indagatoria, neqé a sentenciado, cha .cipacién’ “No puede »considerarse Alida Ja contestacién en que el abogado defensor,» asi aeetgnada por el sistema de turnos, Feconoce le aseverado en la acusacién dirigida contra st defendido, por cuanto uno de los principios basicos del deber del abogado es emplear en ella todos los medios licites y ordenarlos para una buena defensa, como lo consigna el articulo 443 del Cédigo de Procedimiente Penal. En con: jcuencia, al vulnerarse el debido proceso, per ausencia de un *® 11102/1998, Conte de Apelaciones de Santiago, causa N° 59090-97 *” 0307/2002, Corte de Apelaciones de San Miguel, nimero de causa 327-2002 tramite declarade esencial por la ley (articulo 541 N° 12 del mismo cédigo) la sentencia es casada de oficio por el tribunal de alzada, que conocia de olla por consulta, retrotrayendo la causa al estado dé contestarse nuevamente la acusacién fiscal."** Asi, se concluye del parecer reiterado de nuestros Tribunales de Justicia, que nuestra jurisprudencia considera insoslayable -- durante el curso de un procedimiento penal — que el abogado a cargo Ge la defensa del imputado, cumpla su labor eficazmente, por medio de_defensas que leven _a_desvirtuar o controvertir los Ahora bien, como ya se ha manifestado en el presente proceso, 8 nuestro representado no le fue respetado el derecho a conocer de los cargos que pesaban a su respecto, ni tampoco se le permit la asistencia técnica en las investigaciones que se Instruyeron en su contra, y que terminaron finalmente en una acusacién fiscal. Bo En efecto, segtin se observa de la lectura de los expedientes judiciales seguidos en contra de don Alberto Fujimori y 2/04/2002, Corte de Apelaciones de Rancagua, nimero de causa 2050-04 los antecedentes que se aportan en un otrosi de este escrito, las ilegalidades so evidentes. En estos procesos, junto con violentarse el derecho a defensa eficaz al no designarse un defensor de sus derechos de oficio -- en aquellos casos en que éstos fueron tardiamente nominados ~- los abogados no efectuaron ningun acto de defensa. Para mayor comprensién de S.S., en el otrasi de este escrito se presenta un detalle respecto de las ilegalidades resefiadas en cada expediente judicial, conjuntamente con jas correspondientes probanzas que dan cuenta de ellas. 9° Como se observa'de los documentos que se aportan en el otrosi, es evidente que el ex Presidente Fujimori, no conté con la asesoria necesaria, ni tampoco con Ja posibilidad de controvertir los cargos que pesaban en su contra. Lo anterior asume especial Importancia desde la dptica del respeto de las garantias de un debido proceso, maxime si de haberse reconocido el derecho a defensa eficaz en estos casos, no nos cabe la menor duda, ri i bili inhibir finalmen: persecucién penal, no arribandose finalmente a formular acusaciones fiscales en contra del ex Presidente de la RepUblica del Pert. 10° la posibilidad (y obligacién) de ponderar en un proceso de extradicién el cumplimiento de las garantias de un debido proceso por parte de los érganos del Estado Requirente, ha sido especialmente reconocida por la Excma. Corte Suprema, al punto de haberse negado la extradicién mn h infri imputado en el pais que lo reclama. En este sentido ha resuelto nuestro maximo Tribunal de Justicia, que:*? “La calificacién por 1a magistratura del pais requirente de los elementos probatorios que se contienen en la sentencia condenatoria adjunta, no obliga estrictamente tribunal chileno, por corresponder’a este iltimo su apreciacién conforme a las normas constitucionales y legales que sean atingentes, preservandose asi los principios y garantias basicas del debido juzgamiento que el exdenamiento juridico nacional consagra_para_su xespeto preeminente por los érganos del Estado, entre ellos\precisamente los de caracter jurisdiccional”, “La negativa que efecttia el requerido sobre su tticipacién en los hachos, se deolaracién * 08/11/2000, contra Rad! Eduardo Iturriaga Neumann, niimero de causa 3,863-2000, los destacados son nuestros. prestada_de estos autos y considerando que fue juzgado en ausencia por el ‘Tribunal Romano, corresponde en esta perspectiva que, acudiendo a nuestra legislacién procesal penal, se analicen’ los elementos de cargo a que se circunscribe #1 fallo italiano para establecer estrictamente, sébre la base de aquélios, si le ha cabido a el requeride participacién a algdan titulo) ceprochable en los delites que han sido materia de la céndena:” “ta garantia del justo.) clebidovprocese, resulta stil recordar que éste comprende, on la dectrina general y en la legislation positiva, todes los derechos fundamentales-de carfcter procesal y sustantivo, como un conjunte de garantias tendientes a asegurar su respato y eficacia “En @fecto, el debido proceso impone el dab a _todas jas autoridades que intervienen en el juicio, y especialmente al juez, de instruir cargos y advertix de__sus derechos constitucionales al _imputado mediante una relacién oportuna, expresa, precisa clara y circunstanciada de los hechos__y sus eonsecuencias legales; y asto sélo puede lograrse an Blenitud CON LA PRESENCIA PERSONAL DEL MISMO IMPUTADO © DE SU DEVENSOR. Asimismo, es un derecho del imputado y de su defensor intervenir en el proceso y, particularmente, hacerse oir por el juez, “No obstante haberse incoado en (Italiay Ja. causa tantas veces referida, en contea del requerido)) no consta de los antecedentes acompafiados al Tequerimiento de extradicién ni de la propia sentencia condenatoria.récaida eh dichos autos, Que a EL_REQUERTDO SE LA HAYA DADO NOTICIAS OFICIALES y RUESTO EN SU CONOCIMTENTO, DE EA EXISTENCIA DE DICHO SEER SU CONOCTMEENTO, DE IA EXISTENCIA DE DICHO PROCESO, y los cargos y acusacién deducidos en su gentra, lo queen Ja especie debié hacerse por la via del exhorto © carta rogatoria correspondiente” “Habiéndose dictado la sentencia en que se funda la peticién de extradicién, on wna causa en que se dineurrié en la omision da los derechos y garantias @senciales a que se ha hecho mencién, necesariamente $e Ulega a la conviccién de que en la especie tal encausamiento no se ajusté al debide proceso ¥ A UNA ‘RACIONAL ¥ JUSTA INVESTIGACIGN, apareciendo de esta RACIONAL ¥ JUSTA INVESTIGACTON, manera violada la garantia constitueional establecida en el articulo 19 N® 3 inciso quinto de nuestra Carta Fundamental y, adem4s, las garantias judiciales estatuidas en las convenciones y tratados actualmente vigentes, a los que ya se ha hecho suficiente mencién, los que se encuentran incorporadas a nuestro derecho terno y respecto de los cuales este tribunal ha debido verifiear si se les dio cabal acatamiento, lo que en la especie, como se ha visto, Ro aconteci6.” “El encausamiento del requerido ante el 2° Tribunal Penal de Roma, esta desprovisto a ‘su respecto de eficacia legal, y como consecuencia la sentencia condenatoria’ en la que se funda la solicitud de extradicién sub lite, carece igualmente de valor para sustentar esta peticién del Gobierno de la Republica ge Italia, todo lo cual es suficiente para proceder —[SS SSS SS Sut acionte para _proceder al rechazo de la solicitud de extradicién en ah rechazo de la solicitud de extradicién en estudio”, 41° Por consiguiente, segtin el parecer de nuestra Exema. Corte Suprema - concordante por lo demas con fa jurisprudencia invariable de nuestras Cortes de Apelaciones segiin se ha visto mas arriba - el respeto al debido proceso, es una cuestién primordial y primige: @ ponderar en un proceso de extradicién. Ello, dado que de no haberse respetado las garantias del imputado en el pais reclamante, toda la probanza que se ha reunido con ocasién del 5 al . Gufs Sportunamente es de por si insuficiente-, ES NULA, y por consiguiente no puede sustentar un pedido de extradicién. 12° En el caso cuya sentencia se ha citado, el extraditurus fue condenado in absentia, pero ta Corte Suprema hace extensible la obligacién de respeto del debido proceso a la etapa de Instruccién del Pprocedimiento, al momento de reconacer el derecho a una RACIONAL YJUSTA INVESTIGACION en contra del imputado. 13° Aqui, se reclama ante S.S. Excma. se reconozca el derecho a defensa en favor de nuestro de representado, puesto que nuestra judicatura, en razén del expreso mandato legal contenido en el articulo 647 N° 3 del CPP, debe examinar en un proceso de extradicién siel sindicado por el delito ha cometido los hechos que se le atribuyen. 140 Para ello, V.S. Excma debe necesariamente ponderar las pruebas y/o evidencias aportadas por el Estado requirente, y resolver si @ partir de ellas es posible alcanzar el standard o estadio de conviccién que exige nuestra legislacién para dar curso a la solicitud respectiva. viamente si dichas Gn sien fick rm e ina_investigacién del Mini Sill my Ln mini inl respecto del imputado, es menester prescindir de las mismas pues ellas mal podrian permitir a V.S. Excma,. ponderar debidamente los hechos y la participacién atribuida al tenor del perentorio articulo 647 N©3 reiteradamente citado. ise Este mandato legal por cierto asume atin mayor relevancia en este caso, desde el momento que nuestro representado, al comparecer por primera vez ante un érgano jurisdiccional por los hechos gue se le imputan (el Tribunal de §.S, Excma.) negé toda participacién en los delitos que se le imputan afirmando su inocencia. ' 16° Como se ha expuesto ya én esta presentacion, nuestros Tribunales, y en este caso a S.S., estén facultados para ponderar y valorar la probanzaineriminatoria respeeto del ex Presidente de la Republica del Perd, Por consiguiente, en la valoracién de dicha probanza debera tenerse presente si los elementos de prueba que se presentan, fueron obtenidos de acuerdo a las normas y garantia de un debido proceso, i nive Irri ii S_ cuales, anto_el_Perts hil n I it cualquies fe i se in 17° En este caso, ha quedado sentado Ia flagrante violacién de los derechos de nuestro representado, por lo que permitir que se le someta finalmente a juicio pese a las actuaciones nulas que le han Precedido, constituye un atentado, que estamos seguros S.S. Excma, no estard dispuesto a tolerar. Como V.S. Excma sabe, @s condicién ineludible para que proceda un pedido de Extradicién, que el imputado haya intervenido al menos en un delito determinado, y que dicha intervencién se encuentre establecida en una etapa procesal significativa, que en nuestr¢ ni mens nal. Asimismo, en virtud del principio de doble incriminacién, resulta forzosa para acceder a dicha peticién, que la especifica forma de intervencién que se fe atribuye al sujeto en el o los delitos de que se le imputan, de lugar en ambos Estados a alguna categoria de participacién punible. Asi por ejemplo, si en el Estado requirente se le atribuye al imputado participacion punible a titulo de complicidad, dicha forma de intervencién delictual debe ser punible también en el Estado requerido. Pero adicionalmente, si se le atribuye la intervencién en el delito bajo un titulo de participacién que sea efectivamente punible en ambos sistemas (por ejemplo -la autoria) ello aun no basta para satisfacer la doble incriminacién, por cuanto restaré todavi revisar si los hechos en que se basa la atribucién de esa categoria de parti acién penal, sirven o no para fundamentarla en ambos Estados. Asi por ejemplo, puede ocurrir que la comisién por omisién sea una forma de autoria sancionada y reconocida como tal en uno de los sistemas penales, pero que en el otro, no obstante se sancione fa autoria, no se considere como tal a una actuacién omisiva, Estas reflexiones previas, resultan de gran.Importancia para la correcta solucién del presente caso, por cuanto més alld de las repetidas inconsistencias y contradicciones en que incurre el requirente al justificar el titulo de autoria que le atribuye a nuestro representado, gpta_al_parecer finalmente por _imputar_dicha forma de participacion. " Fundamentacién inconsistente de la forma en que el Supssmentacion ineonsistente de la forma en que el extradittzus habria sido autor de las conductas que se sreeateturus hebria sido autor de las conductas que se le_imputan, ‘conforme la versién del Estado requirente: Basta una somera lectura de los diversos antecedentes presentados en estos autos por el Estado peruano, en que se da cuenta de la forma en que presuntamente nuestro representado habria tenido Participacién en calidad de autor de los delitos que se le imputan, para advertir la insostenible variedad de formulas -algunas de: ellas incompatibles entre si- en que se pretende fundar su calidad de autor. En efecto, como se expondrd mds adelante, el Estado requirente reitera en al menos 9 oportunidades que nuestro representado fue autor del delito de Asociacién Ilicita, ya que en su concepto don Alberto Fujimori habria formado parte de las supuestas Asociaciones Ilicitas que en cada caso se formaron Ad Hoc, para cada delito presuntamente cometido. En tales supuestos, la calidad de autor le vendria dada por su intervencién directa en los hechos, al simplemente formar parte de las presuntas 9 organizaciones criminales dispuestas para cada presunta irregularidad politico-administrativa en que habria intervenido, Luego, también ha imputado el Estado requirente por medio de los antecedentes que ha aportado, que al no poder desconocer nuestro representado lo que otros funcionarios hacian en su gobierno, y en consecuencia presuntamente tolerar dichas actividades, ello lo transformaria automéaticamente en autor de tales conductas. Es decir, bajo el manifiestamente equivocado concepto del Estado Peruano, bastaria para ser autor de un delito determinado, saber I jiente_hi int directa_y_materialmente en el hecho. Ello, como resulta evidente, constituiria en nuestro sistema un caso de falta de Omisién de Denuncia (Articulo 84 del Cédigo de Procedimiento Penal, en concordancia con el articulo 494 del Cédigo Penal), o en el peor de los casos, una hipétesis de encubrimiento de un hecho ajeno. Sin embargo ni en una ni en otra hipétesis (omision de denuncia o @ncubrimiento de hecho ajeno) se satisfacerian debidamente los Principios de doble ir iminacin y penalidad minima inherentes al Instituto de la Extradicién. Nuestra doctrina es undnime-en cuanto aexigir para la co- participacién penal, y consistentemente para la ceautoria, un requisite objetivo, a saber, la aportaciém material comin de todos los intervinientes en el hecho, como también un elemento subjetivo, cual es el llamado principio de convergencia en el dolo o dolo comun. En cuanto al primero de tales requisitos, no se ve satisfecho cuando un sujeto s6lo toma conocimiento de fo que otro hace, o teniendo una jerarquia superior en una institucién, sélo lo tolera. Para que se cumpla esta “exigencia, tendrian que sefialarse acciones soncretas que puedan afirmarse como contribuciones UTILES que de hecho hayan aportado jnequivocamente a la produccién del resultado, Pero atin més importante que ello, corresponde a la exigencia subjetiva comtin conocida como convergencia en el dolo. Segiin ella, ademas de conocer todos los intervinientes de la realizacién del hecho respectivo, importa que este hecho sea producto de una decisi6n delictiva comin. En términos de la dogmatica de la participactén penal, esto se ha manifestado como que el dolo comun de fa participaci6n debe presentarse en sus dos elementos (cognoscitivo y volitive) en la _subjetividad de cada coparticipe. Es decir, debe existir una decisién comin en base a un conocimiento comin. Por el contrario, si alguno de jos intervinientes no sabe ‘exactamente en que consiste la operacién o la cree de otra forme, no habré elemento cognoscitivo comin a su respecto, debiendo responder exclusivamente hasta su propio dolo. Asimismo, él plan respectivo debe provenir de un concierto de voluntades, que implique una decisién comin, de manera que si alguno de los participes tiene intenciones distintas del resto (y més atin si cada uno tiene un plan distinto). no le es atribuible a todos lo que cada uno haga por su propia voluntad. Para que exista coautoria, la actuacién sélo podrd ser atribuida a la pluralidad de sujetos, cuando se haya acreditado que este proviene de una decisién delictiva comin, y debe probarse que existié el concierto de voluntades en pro de una decisién de actuacién comiin y conjunta, y que todos sabian que se haria, y que todos querian que ello se realizara. En el caso de la presente solicitud de extradicién, no se han invocado antecedentes que permitan demostrar mas “all de la séla detentacién del propio cargo potitico de eleccién popular de nuestro representado -la Presidencia de la Republica del Perd en tres periodos consecutivos, tras derrotar en las elecciones en una ocasién al candidato Mario Vargas Llosa, en la segunda al candidato Javier Pérez de Cuellar, y finaimente en ef afio 2000 al candidato Alejandro Toledo-r-, que los hechos realizados por terceros fueran fruto de un concierto de voluntades, que implicé ADEMAS una intervenci6n dtil en cada caso. Las alegaciones en orden a que Pudo o tuvo que saber, o que talerd, o que no hizo nada para impedir, cuando mucho sirven en nuestro sistema para fundamentar la responsabilidad politica, no asi para fundar en ellas la coautoria con miras a_atribuir fesponsabilidad penal. Finalmente, y aparentemente conciente de la situacién de comprender la levedad de los antecedentes invocados para fundamentar ‘a autoria del extraditurus sobre los delitos imputados, el Estado Requirente termina por fundamentarla en la Teoria del “Dominio del Hecho”, ‘ En lo que se refiere a nuestra ley, es claro que la teoria propuesta no guarda relacién ni es subsumible dentro de ninguna de las ya extensivas hipotesis de autoria que nuestro articulo 15 del Cédigo Penal considera como tales. En efecto, sostener la “responsabilidad del superior” o la “comision por omisién”, *° incluso si ese fuese el caso de nuestro representado, no corresponde a lo preceptuado en el articulo 15.N° 4 del Cédigo Penal chileno, ya que no implica tomar parte en Ia ejecucién del hecho. Tampoco, encuadra con Io exigide en él articulo 15 N°2 del mismo texto legal que requiere una induccién © forzamiento DIRECTO del inductor al ejecutor. Tampoco finalmente se producen los requisitos copulatives de concierto subjetivo, facilitacién de medios o presencia fisica en el hecho como lo requiere la hipétesis del articulo 15 N93 del Cédigo punitivo, Es decir, aunque de /ege ferenda fuese un criterio digno de ser aceptado, atin asi, de /ege lata, como observacién del Derecho vigente, no puede afirmarse su posible aplicacién a la ley penal chilena. Pero mas atin, ademés de tratarse de una hipdtesis que a la luz de la ley penal nacional no es constitutiva de autoria, se trata de una doctrina explicitamente rechazada entre otros por CURY, E. quien en la Ultima edicién de su prestigioso Derecho Penal, Parte General, se refiere especificamente a este planteamiento, sefialando en su pagina 606 que: “Sin embargo, pienso que dabe prescindizse de esta categoria de autores mediatos. Como bien sostiene GIMBERNAT, que también se pone a ella, tal ** Pagina 35 a 37 del escrito de fs. 672 y sigs. concepcion esta enraizada en sentimientos de culpabilidad nacional que induce a los juristas alemanes a una apreciacién escrupulosa de da situacién.” Asi, ademas de no producirse la hipétesis de “Estado criminal” que exige esta figura segiin su autor®! y de haber sido desechada por nuestra mas calificada doctrina, in nt ur it js i iL jr it 1 1 i a i En conclusién, al tenor de todo lo anteriormente sefialado queda claro que el Estado Peruano al no contar con la evidencia_necesaria _para_acreditar ta participacién punible de ri intervencion i r i doctrina y jurisprudencia, ha del variadas argumentaciones, todas tas cuales tiene un comin lo recurrir a las mas forzadas y denominador (asociacién icita, omisién, dominio del hecho), cual es la justificar la participacién punible de nuestro representado itu ir i rt ja i ni: ** ROXIN CLAUS, “Autaria y Dominio del Hecho en Derecho Penal”, " formid: Constitucié dais. Ello, da cabida a la presuncién de Derecho de responsabilidad penal y a la responsabilidad penal objetiva, cuestiones nada mas ajenas a los ordenamientos Penales chileno y también peruano. Como bien sabe V.S. Excma. dado que el Derecho Penal permite al Estado la aplicacién de sanciones que significan la privacién o restriccién de los derechos y garantias mas importantes para el cludadano, su aplicacién se encuentra supeditada a la observacién de diversos principios que limitan el ejercicio del Tus Puniendi y garantizan la aplicacién racional y justa de la persecucién yel castigo estatal. Entre tales principios, se encuentran el de Proporcionalidad, que exige una. justa correlacién entre el daiio social que produce el delito con la pena que se le asigne en abstracto (¥ que luego se impanga en concreto); el de Non Bis in Idem, que prohibe la aplicacién de mas de una sancién penal por un mismo hecho o una misma circunstancia; el de Ultima Ratio, que exige tanto al legislador como luego al Juez preferir la sancién civil o administrativa antes que la propiamente penal, por resultar las primeras menos restrictiva de libertades individuales, y para con ello reservar el castigo penal para los casos mas graves dentro de la dindmica social; y finalmente, el principio de Especialidad, que ante la existencia de diversas disposiciones penales aplicables, obliga al Estado a preferir aquella que de manera mas especifica regule el caso en cuestién, Tede 'o anterior, se funda en la aspiracién propia de un Estado Democratico de Derecho en cuanto a reducir al minimo la posible irracionalidad y arbitrariedad del Estado en el uso de la herramienta penal. No obstante ello, y pese a que tales principios tienen consagracién legal, constitucional e internacional en el ordenamiento vigente en el Per y desde luego también en Chile, el Estado peruano en pro de una desvergonzada intencién de “sobrecargar” la supuesta responsabilidad penal de nuestro defendide, ha eludido 1a aplicacién racional del Derecho Penal en las imputaciones que formula, infringiendo de manera flagrante los principios antes sefialados, 2 _cuya “observancia se encuentra obligado por ley. Ello por si sola ameritaria desestimar la solicitud de extradicién materia de autos. En efecto, como ya hemos puesto de manifiesto con anterioridad, el requirente pretende atribuir a cada uno de los hechos de Que se acusa a nuestro representado, en cuanto realizados por mas de una persona, la satisfaccién de la figura auténoma de Asociaeién Iifcitas Es decir, argumenta vulnerando los mas elementales Principios del Derecho Penal, que en cada delito la presunta fase de preparacién, seria a la vez un delito auté6nomo y separado de la figura principal. Pero ademas de ello, en repetidas oportunidades pretende el requirente que adicionalmente el hecho propiamente tal satisfaga dos figuras delictivas. Tal es el caso -- por ejemplo -- del cuaderno de Extradicién N° 07-05 (“Tractores Chinos") donde increiblemente se Persigue la supuesta Fesponsabilidad penal por las presuntas maniobras Para comprar tractores chinos y administrarios Por parte de una repartici6n piiblica formalmente incompetente. Se le reprocha penalmente al Sr. Eujimorien su calidad de Presidente de fa Republica del Pert: haber dado instrucciones que competian al Ministro de Agricultura de ese pais, iNuevamente Huelgan Comentarios! El requirente postula que dichos hechos -més allé de la “magica” inverosimilitud de los mismos- icarian tres delitos separados e independientes, a saber Asociacién Ilicita, Peculado y Usurpaci6n de funciones, En esta misma infraccién al Principfo non bis in idem se incurre en el caso del cuaderno de extradicién N° 11-05 C15 Millones”), la presunta desviacién de fondos publicos hacia ef Sr. Viadimiro Montecinos. Aqui, los mismos hechos constituirian simulténeamente Asociacién Ilicita, Peculado y Falsedad ideoldgica. Otro ejemplo en el mismo sentido, esté dado por el caso del cuaderno de extradicién N° 17-05 (Desviacién de Fondos") donde la Presunta utilizacién de fondos piblicos para benefitio personal y de terceros -no acreditada en autos al extremo que el requirente se negé a acompafiar el Informe encargado a ta empresa KROLL para indagar sobre sus bienes y patrimonio y cuyos resultados relevaban de todo posible beneficio personal a nuestro representado-. En dicha causa que Se enmarca en el contexto de la adquisicién de acronaves de guerra en el durante el conflicto con Ecuador, se imputan conjuntamente los delitos de Asociacién Ilicita, Colusién desleal, Peculado, Malversacién de fondos, Falsedad Ideolégica € incluso Traicién a la Patria, Si VS. Excma. se detiene en cada uno de estos casos, o toma como ejemplo este Ultimo - cuaderno de extradicién N° 17-05 ("Desviacién de Fondos”)-, observaré que en general se pretende una aplicacién poco seria de la normativa penal vigente, probablemente con mas enfoque hacia el discurso comunicacional, gue a la aspiracian de ‘efectivos resultados procesales. En efecto, de otra manera no se entiende que en casos donde sé plantean hechos que cuando mucho dan lugar a sanciones administrativas © politicas, como por ejemplo la Irreguiaridad en ia dictacién de decretos gubernamentales, 0 1a administracién de bienes publicos por instancias incompetentes, o la invocacién de necesidades bélicas presuntamente inefectivas, se pretenda olvidar el Principio de ultima Ratio, y afirmar_que_tales conductas no pueden ser mn rol in rel is 6 Lo mismo ocurre, cuando olvidanda los principios de Proporcionalidad y Non Bis in Idem, se pretende que un mismo hecho pueda dar lugar a mas de un delito, sin que opere el principio de absorcién, ni tampoco la exigencia de especialidad. En efecto, el requirente pretende que lo que acusa como actuaciones fraudulentas con fines de lucro, en vez de representar un solo delito de malversacién o fraude, corresponda al tipo de asociacién ilicita al prepararlo, y ademés, al delito de Malversaci6n o Fraude alefectuarlo, y ademés a delitos de Falsificacién al (para) cometer los presuntos fraudes. Es decir, con un solo hecho, el requirente estima que s¢ han perpetrado 3 o mas delitos INDEPENDIENTES. Mediante esta constataci6n, sélo interesa hacer ver a V.S, Excma. que el instrumental y artificial desplieque de figuras delictivas . imputadas, esconde.en el fondo el abultamiento desproporcionado y reiterativo, de algunos hechos que de ser efectivos, cuando mucho, darian lugar a reacciones meramente administrative sancionatorias, y que adn de tratarse de hechos cuya gravedad alcanzara para estimarlos deli ivos, el principio de especialidad exigiria que en cada caso se aplicara la figura més especifica, y no conjuntamente todos los tipos penales que pudieran entenderse satisfechos. Como V.S. tendré la oportunidad de advertir, el Estado Requirente incurre en Una flagrante infraccién a la rigurosidad propia de todo procedimiento de extradicién. Esta falta de pulcritud sdlo se explica por una parte en el claro afén persecutorio en contra de nuestro representado. por espurias consideraciones politicas del gobierno peruano de la época; asi como por la ausencia de respeto al debido proceso en las causas pertinentes, que impidieron el oportuno control de fa investigacién por parte de la defensa del Sr. Fujimori. En efecto, la parte requirente comete el absurdo de solicitar la extradicién POR UN MISMO HECHO EN DOS EXPEDIENTES DISTINTOS. Ademas el requirente utiliza’ los mismos elementos Probatarios para fundamentar a partir de ellos dos supuestas infracciones que califica juridicamente en forma separada, y en expedientes diferentes. Por absurdo y - a la vez — preocupante que parezca, el Estado Requirente ha incurrido en esta irresponsable y desprolija conducta. Asi, en el caso denominado “DESVIACION DE FONDOS” (cuaderno de extradicién N° 17-05) la gran mayoria de los testimonios aportados, dicen relacién con la supuesta concertacién existente entre ex Presidente de la Republica don Alberto Fujimori, y sus asesores Carlos Bolofia Behr (ex Ministro de Economia y Finanzas), Carlos Pergamino Cruz con (ex Ministro de Defensa), Viadimiro Montasinos Torres, y Federico Salas Guevara-Schultz, CON EL FIN DE DISPONER Y APROPIARSE DE DINERO DEL ESTADO ASCENDENTE A LA SUMA DE S/ $2,500,000 NUEVOS SOLES,** SEGUN SE OBSERVA A FS. 74 y SIGUIENTES A PROPOSITO DEL DENOMINADO “CASO 15 MILLONES” (cuaderno de extradicién N° 11-05), EL ESTADO REQUIRENTE SOLICITO LA * pag. 303 y s.s. del eserito rofante a fojas 672 y sigs. EXTRADICION DE NUESTRO REPRESENTADO, BASADO EN Los MISMOS _HECHOS UESTA _PROBAN: .TRIBUYENDO ADEMAS OTROS DELITOS. Otro ejemplo en el mismo sentido esté dado por ef caso “DECRETOS DE URGENCIA’. En efecto, asi como en el caso dé “DESVIACION DE FONDOS” la contraria se valid: para imputar distintos delitos, de los mismos actos administrativos que fueron considerados a Su vez para imputar conductas delictivas en el proceso “DESVIACION DE FONDOS". ta misma infraccién se. .comete en el expediente “MSDICINAS CHINAS", puesto que como se observa del mérito de los antecedentes probatorios aportadas, se hace referencia a dos decretos ave dan cuenta dela autorizacién de adquisicion y recursos referentes a la compra de tractores de origen chino, hechos materia del expediente “TRACTORES CHINOS”, Io que nuevamente da cuenta de la duplicaci6n de antecedentes Probatorios y ~ lo que es mas grave ~ de ii jiones. licti jor _los_mismos hecho: ue _buscan sorprender el iterio de V.S. Excma.. to anterior, importa un severe atentado al principio NON BIS IN IDEM, pero ademas, una FLAGRANTE INFRACCION a la rigurosidad y SERIEDAD con Ia que debe conducirse todo petitorio de extradicién. Ello, es derechamente inaceptable y estamos ciertos que S.S. Excma. sabra ponderar esta infraccién en los casos en los que se incurre. En vista que en la mayorla de los casos el Estado Requirente imputa esta figura delictiva, no hemos visto forzados a trataria de manera independiente y antes de entrar all andlisis de’cada uno de los Proceso judiciales, afin que V.S. Exema. tome noticia desde ya de la manifiesta falta de fundamento al momento de imputar este delita y de la improcedencia de la extradicién-a su respecto. Como bien sabe V.S. Excma. el delito de Asociacién licita, es-una de las figuras que mayor polémica ha Suscitado tanto a nivel doctrinal como jurisprudencial en Chile y el extranjero, Ello, se debe entre -- otros motives -- @ que la referida figura permite sancionar con penas -incluso de crimen- a sujetos que se han organizado para delinquir; aplicar conjuntamente la sancién © Se hace presente a S.S. Excma., que los argumentos que se presentan en este acdpite se hacen extensibles a todos los casos en los que se pretende la extradicién Por el delito de Asociacién Ilicita. Se ha decidido tratar esta materia de manera Separada en razén de las continuas, reiteradas y sistematicas imputaciones de este delito a fo largo de la demanda de extradicién. penal: de esta figura .con la pena de los delitos concretamente cometides; y extender el castigo penal a todos quienes integran la respectiva asociacién, bastando para ello acreditar su militancia, no asi su efectiva ‘intervencién en los delitos concretos que en ella se produzcan. En raz6n-de estas caracteristicas se ha observado que esta figura infringe. entre: otros, los. principios de Lesividad, Non Bis in Idem (Proporcionalidad), y Culpabilidad (responsabilidad por el hecho propio). Por lo. anterior, fa doctrina se divide entre quienes plantean derechamente la no aplicacién de esta figura. por resultar inconstitucional y atentatoria de los principios generales del Derecho Penal, y en ultimo término, de los principios propios de un Estado Democratico de Derecho, (quienes ademas Plantean de lege ferenda derechamente su’ derogacién); y quienes admiten su _aplicaci6n sspecialmente ‘exigentes que deben concurrir en el caso concreto aiue'se istifique! icacis Este ultimo €s el caso de nuestra doctrina y jurisprudencia nacional, ‘la cual unanime y consistentemente se ha manifestado partidaria de aplicar ‘‘restrictivamente esta figura, exigiendo invariablemente la concurrencia de’ diversos elementos adicionales a los t i almen| | i I Como V.S. Exema. podré advertir con facilidad, tales requisitos no concurren en los. casos ‘presentados por el Estado Requirente en contra de nuestro representado,. ni aun en caso que fuesen efectivas las afirmaciones —no acreditadas- en que basan la repetida y forzada imputaci6n de esta figura. Para facilitar tal constatacién, procederemos a continuacién a: sefialar aquellos requisitos de: Ja figura imputada que’ resultan atingentes al caso, demostrando -- como. es ‘claro -- que ellos no concurren en la especie. ar Formaciéh “y estructuraciéni de una organizacién criminal: Naturalmente, dado que el Derecho Penal no sanciona estados de cosas, sino exclusivamente las acciones de sujetos capaces, el primer requisite de la figura en comento tiene. que ver con’ ta Sfectiva organizacién de una agrupacién de sujetos para fines delictuales. » Es decir, resulta ineludible para la imputacién del delito de Asociaci6n llicita, que se .acredite que determinadas Personas en pro de un abjeto delincuencial comin, formaron una organizacién o grupo que con anterioridad .no existia. Por el contrario, resulta evidente que si en una determinada organizaci6n social, politica o empresarial previamente..existente, uno-o0 mds de sus integrantes deciden conjuntamente Ia realizacién ocasional o frecuente de determinados delitos, ello nota transforma:en asociacién ilicita. Asi, silos miembros de un club deportivo o una reparticion pliblica se conctertan para cometer relterados fraudes, podrin y deberdn set castigados por tales hechos (con las circunstanclas agravantes @ que haya lugar), sin que pueda razonablemente afirmarse que FORMARON un organizacién: criminal,.. cuando el sustrato organizative era precedente, y no fue concebido ab initio como plataforma para cometer delitos, Por lo mismo, ia utilizacién de la estructura de un Servicio PUblico del Estado Chileno, por parte de algunas de sus autoridades para cometer supuestos y diversos delitos funclonarios y patrimoniales, no permite .afirmarque-dicha, Institucién, -ni tampoco los vinculos extraoficiales paralelos que en. ella se pudieron producir-, constituyan una Asociacin ‘licita. donde deban responder todos sus miembros, incluidos Jefeide servicio, Subsecretario, Ministro y hasta el Propio Presidente dela Republica.. En.términos :sencillos, -ain cuando tampoco es el caso de nuestro. representado-, no ‘comete Asociacién Iicita quien se sirve de una estructura’ previamente existente para delinquir, toda vez que la esencia de la hipétesis delictiva exige.que de hecho se cree una En el caso que’nos ocupa,' de manera reiterada la parte requirente intenta afirmar que la intervencién en los presuntos delitos: de diversos funcionarios publicos presuntamente coludidos’ ni mds ni menos- con el entonces Presidente de la Repdblica del Pera, don Alberto Fujimori, da lugar al delito de’Asociacion Ilicita, En concepto de la contraria, Hi g IF re quienes existe una determinada colusién, instantaneamente se consuma el jlicito en andlisis. Sobre el particular, adems de “resultar tal premisa derechamente equivocada, cabe’consignar que -- en los hechos -- las estructuras y jerarquias existentes entre los supuestos miembros de cada asociacién, corresponden a los cargos que cada uno de ellos ya desempefiaba en la Administracién Estatal del Peru. En efecto, en todas las innumerables oportunidades en que se imputa esta figura, se afirma que el entonces Presidente de la Reptblica instruyé a diversos funcionarios para efectuar, fraudes o irregularidades funcionarias, pero en ninguna de ellas se da cuenta: que para tal’ efecto haya existido PREVIAMENTE UN ACUERDO en cuanto:a formar ‘con carécter ESTABLE, PERMANENTE -y~ JERARQUIZADO, © una organizacién criminal que los Ilevara a efecto. Mas atin,. iresulta evidente que si entre quienes Presuntamente intervinieron en los hechos existia una jerarquia, ella no respondié a una decisién.comin de sus supuestos miembros en cuanto @ estructurarse jerdrquicamente de manera ajena a la Administracién del Estado, sino: que claramente ellos se encontraban previamente vinculados por la institucionalidad administrativa del pais, y como ocurre en cualquier gobierno, todas las actuaciones politicas de nuestro representado en su calidad de Presidente dela Repiiblica del Per se efectuaron mediante las instituciones, autoridades y jerarquias preexi entes. Por absurdo que resulte a estas alturas afirmarlo por escrito y en grandes caracteres, resulta ineludible ante la forzada y absurda argumentacién de Ta parte requirente relterar a V.S, Excma. que : * EL SR. FUJIMORI DETENTO EL CARGO DE PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DEL PERU DEBIDAMENTE ELECTO MEDIANTE VOTACIONES POPULARES EN 3 PERIODOS PRESIDENCIALES, Y NO DE JEFE DE UNA ASOCIACTON ILICITA. EL SR. FUJIMORI EJERCIG COMO PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DEL PERU TANTO CUANDO FIRMO Los DIVERSOS DECRETOS GUBERNAMENTALES QUE AHORA SE LE REPROCHAN — PARA ADQUIRIR MEDICAMENTOS, TRACTORES, ARMAS EN LA GUERRA CON ECUADOR, ETC- 35 COMO CUANDO FIRM6 _Iversos TRATADOS, INTERNACIONALES CON CHILE ¥ OTROS PAisES, Giertamente resultaria insostenible pretender que’ fos convenios y tratados firmados entre Chile y Per durante el goblerno del Presidente Fujimori hubiesen sido obra de una “asociacién ilicita”, Sin embargo bajo la premisa de las insdlitas imputaciones que en los diversos cuadernos de extradicién se formulan, las actuaciones del Gobierno de! Peri, de su Presidente, Ministros de Estado y Jefes de Servicios; de tos miembros del Poder Judicial y de las Fuerzas Armadas Peruanas, y en general el funcionamiento de la tnstitucionalidad del pais, habrian dado cuerpo a una Asociacién Iicita, b. Sardcter permanente y objeto delictual indefinido se_lavorgandzacién criminal. pistincién de Asociacién Tiicita Son coparticipacién ¢riminal: &n segundo lugar, ta exigencia més undnimemente requerida por la doctrina y jurisprudencia para afirmar la comisién del delito de asociacién ‘ilicita, corresponde a la exigencia de tratarse de una Organizacién formada para mantenerse Permanentemente en el tiempo y con el objeto de efectuar diversos delitos indeterminados en el futuro. Por el contrario, en ios supuestos donde se reunen varias Personas para organizar exclusivamente uno o varios delitos determinados, estaremos en presencia de la fase Preparatoria de la comisién de un delito en régimen de coautoria (agravado eventualmente por la causal de actuar en grupo o pandilla, ser dos.o més los malhechores, 0 en general cualquiera que se refiera a la multtiplicidad de intervinientes). Como reza un conocido aforismo “ef delito de Asociacién Hlicita persigue al Crimen Organizado y no a la organizacion de un crimen”. Sélo a partir de esta distincién puede fundamentarse la no infraccién del principio de Non Bis in Idem, por cuando fa lesividad de la propia existencia dela organizacién, €n cuanto ella esté dispuesta para actuar en el futuro de manera general e indefinida, no quedaria absorbida por Ia pena del delito especificamente cometido, como si ocurre por el contrario cuando las fases preparatorias y de tentativa de todo delito se ven absorbidas por la pena del delito consumado, En “resumen, organizarse para un delito determinado corresponde a la fase preparatoria o eventualmente ta tentativa de ese delito en particular, mientras que organizarse de manera permanente Para delltos en general, puede, Si concurren los demas requisitos, configurar una asociacién ilfcita. Este criterio ha sido recogido invariablemente por la Excma. Corte Suprema, que al respecto ha sefialado con meridiana claridad que: “En efecto, fluye de la interpretacién sistem&tica y coherente del articulo 292 en relacién al 293 y ss., que cuando el Cédigo Penal alude a 1a "ascciiacion” se esta refiriendo no a una raunién cizcunstancial’ de personas que cometen conjuntamente un heche qua reviste caricter de delite, sino una sociedad de garacter permanente an el tiempo. Asi se desprende de la misma norma contemplada en el articulo 292 que habla de “organizarse” Yr de da norma del articulo 293 que alude’a Mos jef@s" o "tos que hubieren ejercido mando" en dicha asociacién, con lo cual se est4\ efirfendo a una sociedad efectivamente “organizada" ¥y jerarquizada, en 1a que estén claramente distribuidas las distintas esferas de poder y decisién. Que el, ‘cardcter trascendente en el tiempo de las aseciaciones ilicitas se desprende igualmente del fiismo “sentido del texto del articulo 293 ya citado, el cual alude a asociaciones que han tenido por objeto 1a perpetracién de “crimenes" o “simples delitosi, le que

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