IV.3.2.- La Tutela.
El tutor del Rey menor lo ser la persona que en su testamento hubiese sido
designada por el Rey difunto, siempre que sea mayor de edad y espaol de
nacimiento; si no lo hubiera nombrado, ser tutor el padre o la madre siempre que
permanezcan viudos. En defecto de lo anterior, lo nombrarn las Cortes Generales.
IV.4.- Poderes y Funciones de la Corona.
El sistema de funciones y poderes del Rey diseados por la Constitucin es el
siguiente:
a) El artculo 56.1 C.E. determina tres tipos de funciones generales que
corresponden a la Monarqua:
1. Simbolizar la unidad y permanencia del Estado.
2. Asumir la representacin del Estado en las relaciones internacionales.
3. Arbitrar y moderar el funcionamiento de las instituciones.
b) La referencia que en el art. 56.1 C.E. se hace a ejercer las funciones que le
atribuyan expresamente la Constitucin y las Leyes, no es una funcin en
sentido estricto, sino simplemente un condicionamiento de las facultades que
tendr la monarqua para el desarrollo de las funciones generales antes citadas,
que vienen esencialmente desarrolladas en los artculos 62 y siguientes de la C.E.
IV.4.1.- Funcin de simbolizar la unidad y permanencia del Estado:
La Corona representa la unidad del estado frente a la divisin orgnica de poderes,
as como su permanencia, y todo ello, con independencia de los avatares polticos.
La concrecin de esta funcin se lleva a cabo mediante los siguientes poderes o
facultades:
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IV.5.- El Refrendo.
El refrendo es una de las sutilezas del derecho constitucional contemporneo.
Histricamente fue una simple formalidad que autentificaba o daba fe de un acto; en
el rgimen parlamentario, es fundamentalmente una limitacin material del poder
regio en cuanto que, quien refrenda asume ntegramente la responsabilidad de la
legalidad y oportunidad del acto refrendado.
As pues, en las monarquas parlamentarias como la espaola, el Rey no tiene un
verdadero poder poltico, de ah que, conforme a lo dispuesto en el artculo 56.3 y
64 C.E., sus actos, a excepcin de los puramente particulares o privados, requieran
para su validez, que vengan refrendados, bien por el Presidente del Gobierno, los
Ministros o el Presidente del Congreso. El refrendo implica que la responsabilidad
de los actos del Rey se trasladan a la persona que lo realiza.
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