Un reto difícil… pero impostergable

Los constructores mexicanos contamos con la capacidad necesaria para realizar las obras que
se requieren para alcanzar el bienestar social y el progreso que México precisa para ubicarse en
el 20 por ciento de los países mejor evaluados del mundo.

Por Humberto Armenta

Actualmente México se encuentra en una etapa decisiva en su desarrollo, y nos exige

ser más competitivos como personas, como empresas y como nación.

La industria de la construcción es uno de los grandes motores de desarrollo del país y

una de las actividades más nobles dentro del sector productivo.

En esta administración, la construcción, especialmente de infraestructura, adquirió su

debida prioridad debido a que es considerada un detonante para ofrecer el bienestar
que la población demanda.

Los constructores mexicanos contamos con la capacidad necesaria para realizar las
obras que se requieren para alcanzar el bienestar social y el progreso que México
precisa para ubicarse en el 2012 en el 20 por ciento de los países mejor evaluados en el
tema de infraestructura de acuerdo al índice que genera el Foro Económico Mundial y
que fue establecido como compromiso dentro del Programa Nacional de Infraestructura.

Como Presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y

representante de más de 8 mil empresas afiliadas a esta organización, mi principal reto,
difícil pero impostergable, es propiciar las condiciones necesarias para desencadenar
las inversiones y despejar el camino para que los proyectos de infraestructura se
concreten lo antes posible y respondan con exactitud a las necesidades de la población
mejorando su nivel de vida.

Una de nuestras metas principales es garantizar la participación de empresas

mexicanas en la construcción de infraestructura, buscando como meta la
autosuficiencia técnica, constructiva y financiera.

Por otra parte, es importante fortalecer las relaciones con el poder legislativo y
sensibilizarlos sobre la situación de la industria y sobre las bondades que tiene para
nuestro país el hecho de tener empresas técnica y financieramente robustas.

También es importante el desarrollar una doctrina empresarial orientada al

cumplimiento de nuestras responsabilidades ante el gobierno, la sociedad y el medio
ambiente, así como una cultura de contratación responsable para generar transparencia
y certeza jurídica a los contratistas.
Del mismo modo, la CMIC se compromete a mejorar la capacitación y la gestión de
nuestras empresas a través del Instituto de Capacitación y del Instituto Tecnológico de
la Construcción, permitiendo así el acercamiento a nuevas tecnologías y el intercambio
de conocimientos, ofreciendo servicios de valor a nuestros afiliados.

En la medida en la que nuestras empresas grandes, medianas y pequeñas se

fortalezcan, la industria será mas dinámica y contará con empresas más competitivas
que servirán mejor al país. Todo esto se logrará uniendo esfuerzos entre las
instituciones públicas, los sectores productivos y la sociedad organizada. Por ello,
estamos interesados en participar de manera activa en los espacios de colaboración
entre los sectores público y privados tanto a nivel federal, estatal y regional, donde se
promuevan mejoras para la concreción estos proyectos que ayudarán al progreso del
país.

Es momento de involucrarnos aún más y mantener nuestra presencia activa dentro de

los sectores productivos, como una organización empresarial propositiva y
comprometida con el desarrollo de México.