Anda di halaman 1dari 2

Antes que la peluca y la casaca

fueron los ros, ros arteriales:


fueron las cordilleras, en cuya onda rada
el cndor o la nieve parecan inmviles:
fue la humedad y la espesura, el trueno
sin nombre todava, las pampas planetarias.
El hombre tierra fue, vasija, prpado
del barro trmulo, forma de la arcilla,
fue cntaro caribe, piedra chibcha,
copa imperial o slice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuadura
de su arma de cristal humedecido,
las iniciales de la tierra estaban
escritas.
Nadie pudo
recordarlas despus: el viento
las olvid, el idioma del agua
fue enterrado, las claves se perdieron
o se inundaron de silencio o sangre.
No se perdi la vida, hermanos pastorales.
Pero como una rosa salvaje
cay una gota roja en la espesura
y se apag una lmpara de tierra.
Yo estoy aqu para contar la historia.
Desde la paz del bfalo
hasta las azotadas arenas
de la tierra final, en las espumas
acumuladas de la luz antrtica,
y por las madrigueras despeadas
de la sombra paz venezolana,
te busqu, padre mo,
joven guerrero de tiniebla y cobre,
oh t, planta nupcial, cabellera indomable,
madre caimn, metlica paloma.
Yo, incsico del lgamo,
toqu la piedra y dije:
Quin
me espera? Y apret la mano
sobre un puado de cristal vaco.
Pero anduve entre llores zapotecas
y dulce era la luz como un venado,

y era la sombra como un prpado verde.


Tierra ma sin nombre, sin Amrica,
estambre equinoccial, lanza de prpura,
tu aroma me trep por las races
hasta la copa que beba, hasta la ms delgada
palabra an no nacida de mi boca.

Anda mungkin juga menyukai