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LOS SUELOS: VISION EDAFOLOGICA Tomado de “L’Eco-Geographie et L’Aménagement du Milie Na- ture!”, F. Maspero, Paris, 1979. pags, 121-140. Autores: Jean Tricart Jean Kilian * Traducci6n: Julio Enrique Florez O.** CONCEPCIONES BASICAS, HISTORIA . Si la nocién de suelo es muy antigua, la edafologfa es una ciencia reciente. Edafologia (pedologia'), viene del griego pedon? que significa suelo, el terreno Jean Tricart: Responsable de estudios para acondicionamientos hidréulicos, evaluacién de recursos en tierra y en agua, su conservaci6n, el acondicionamiento de cuencas-vertientes, la insercidn en el medio natural de las vias de comunicacién y de aglomeraciones en Francia, Africa, América Latina desde 1963. Fundador del Centro de Geografia aplicada (Estrasburgo, Francia). Jean Kilian: Responsable de la edafologia en el Instituto de Investigaciones ~ tropicales y de cultivo de hortalizas; 25 afios de experiencia en el estudio de suelos con miras al acondicionamiento y al desarrollo rural de los paises mediterréneos y tropicales. Geégrafo. Profesor de la Universidad Nacional, N. del T. El original “pedologia” fue cambiado por el de “edafologia (edafos: suelo) término éste de uso corriente en el mundo hispanohablante, (Cf. La edafologia, G. Aubert, J. Boulaine, Oikos-tau, Barce- ona, 1962. Atlas Ecolégico de Los Suelos del Mundo, Ph Duchaufeur, Toray-Masson-Barcelona, 1977). Sin embargo, las diferencias entre uno y otro concepto son bastante marcadas y siguen generando fuertes controversias, Pedologia’ es el estudio del suelo en cuanto a su formacién geomorfolégica a la vez que el estudio detallado de la textura, de la estructura, de la naturaleza y las propiedades de las arcillas, en la bisqueda poco clara de las menores variaciones existentes en los perfiles. Podrfamos decir que se trata de método cuantitativo de los suelos. La edafologia considera al suelo como un conjunto de ecosistemas particulares y aborda su estudio a partir de las relaciones entre el suelo y la vegetacién, es decir, ve al suelo como elemento de la bidsfera y ue los ecosistemas. Se trata pues de un andlisis cualitativo. Es sin duda, esta dltima visién, la que encaja con la visién de interrelaciones y dinamismo ropios de la geografia. NIN, del T. Ped6n: segin la escuela estadounidense, es “el més pequefio volumen que puede ser llamado lun suelo. Sus dimensiones laterales son lo bastante grandes para permitir el estudio de la naturaleza de todos los horizontes ( . . .) la superficie varia de 1 2 10 m? (. . .) un pedén es tridimensional y ligeramente hexagonal” (Soil Taxonomy). La edafologia. Op. cit. sobre el que caminamos, En una primera aproximacién, la edafologia serfa, pues, segtin G, Gaucher (1968), “la ciencia que estudia los fenomenos de la descompo- sicién de la parte superficial de la litosfera y las sustancias que ellos engendran”. Ella estudia los caracteres y la evoluci6n del suelo. Segin se dé mas importancia a los caracteres que se relacionan con la descripcién de las partes de un suelo 0 a su evolucion que sobreentiende una dindmica, las concepciones de la edafologia variardin bastante. La edafologia nacid, segin G. Gaucher (1968), ante la impo- tencia de la agrologia, 0 ciencia de Jos suelos cultivados, para generalizar sus concepciones y conclusiones. Este punto de vista merece ser explicado mds am- pliamente; la agrologia encontré, en efecto, su origen en la voluntad de aumentar la produccién de las tierras, y haciéndolo, se mantuvo largo tiempo preocupada fnicamente por las Opticas agricolas. El suelo para la agronomia era solo el soporte cultural, nicamente le interesaba la capa de la superficie trabajada por los instrumentos; las capas inferiores buscadas por las raices eran Iamadas subsuelo, no superando todo esto los 30 6 40 cms, de profundidad. Los caracteres estu- diados lo eran solamente a través del impacto cultural: caracteres quimicos, fisicos, comportamiento del conjunto con relacion al agua; el vocabulario emple- ado traducfa esas preocupaciones: se tenian tierras francas, tierras ligeras, pobres, pesadas. . Durante bastante tiempo, la agrologia solo se centré en el mejoramiento de la fertilidad quimica de los suelos en raz6n de los progresos que conocié a partir de 1840 - 1850 el conocimiento y Ia extension de los abonos (trabajos de Liebig en 1840; La Quimica en sus Relaciones con la Agronomia; trabajos de Bousin- gault en Francia y de Lawes en Inglaterra). Una primera inflexion se hizo mas tarde bajo el impulso de Risler en Francia, de Staring en Holanda: las relaciones entie los suelos y la geologia fueron abordados y tuvieron numerosos sucesos durante unos quince aos. Risler describia los caracteres agricolas de los suelos clasificndolos con relacion a las formaciones geoldgicas, “Es a la vez la clasificacion més cientffica y la mAs prictica” habfa declarado (citado por Gaucher) en la sesion inaugural de su curso de agricultura comparada en el Instituto Nacional Agronémico en 1878. Bl trabajo de esos gedlogos de formacion condujo a la elaboracién de mapas agro-ge- oldgicos y a descripciones regionales de suelos. A pesar de ese trabajo serio aparecido en su “geologia agricola”, Risler centra su trabajo en la estratigrafia de los materiales geoldgicos mis que sobre la naturaleza misma de las rocas. Mas tarde, Lagatu, alumno de Risler, retomé la Optica agro-geolégica pero modulin- dola; mucho més centrada en la naturaleza mineralogica de los materiales, su consistencia, su porosidad, siendo asi el precursor del concepto de “material original”; gedlogo de origen, supo sin embargo dominar la nocién de la estratigra- fia, ya de avanzada edad, para que hubiera tenido ya la presciencia® de la nocién de alteracion. 3. N, del T. Presciencia; conocimiento del futuro. Salvat/ Uno, Diee. Enciclopédico, A pesar de las alternativas de Risler, con la “geologia agricola”, y de Lagatu enseguida para regionalizar la noci6n de suelos la ciencia de los suelos permanecié durante muchos affos, ligada a la nocion de la tierra arable, de productividad agricola. Los esfuerzos emprendidos en el sentido de relaciones con otras ciencias como la quimica, la fisica, la geologfa, no pudieron conducir a una ampliacion de esta ciencia; las primeras clasificaciones y sus criterios nunca fueron més alld del marco quimico, Fisico y cultural. Todas estas propiedades no pudieron dar las bases de una clasificacion general. Hacia los afios 1877 - 1878 en Rusia, el gedlogo Dokuchaev fue encargado por su gobierno para estudiar los suelos de Ucrania azotada por una fuerte sequfa, para tentar de remediar y aumentar la productividad agricola. El se puso a obserar los suclos con una Optica nueva, y de sus reflexiones nacié una nueva ciencia, la edafologfa. Se puede sefialar ademds que allf también el origen fue idéntico: el objetivo inicial fue el de mejorar los rendimientos agricolas, lo que muestra que la resolucién de un mismo objetivo puede ser generadora de métodos bien diferentes. La edafologia, sin embargo, se extendid lentamente en Francia, donde se desarroll6 gracias al impulso de Demolon. Dokuchaev en el curso de sus investigaciones supo, y ese es su gran mérito, sobrepasar el marco de las preocupaciones de sus contempordneos europeos; sus numerosas observaciones le permitieron generar las ideas claves de esta nueva ciencia y establecer las bases de la doctrina edafologica que inicialmente estaba conformada por tres (3) ideas fundamentales (G. Gaucher): — El suclo es un medio especial resultante de una formacién continua o edafogénesis. — La influencia del clima es predominante en la edafogénesis. Sélo el estudio de la edafologénesis permite sacar las caracteristicas esen- ciales de los tipos de suelos. Fs conveniente desarrollar estas ideas; ellas permitirin precisar las defini ciones de aprehender algunas concepciones que se afrontan actualmente, de abordar los poblemas de clasificacion que encuentran una prolongacién en la cartografia. 1. ELSUELO Y LA EDAFOLOGIA Desde las concepciones de la agrologfa para la que el suelo slo representaba las primeras decenas de centimetros accesibles a los instrumentos de arar, la noci6n del suelo se amplia y varias definiciones pudieron darse traduciendo algo la evolucion de las concepciones. Para A, Demolon (1952), cl suelo, situado en el limite de la litosfera y de la atmésfera, aparece como resultante de la una y de la otra. Hace parte de la biostera y los factores biolégicos también intervienen poderosamente en su evolucion, Sus ideas lo condujeron a formular la defincion general siguiente: “EI suelo es la formacion natural superficial con estructura blanda y de espesor variable, resultado de la transformacién de la roca madre subyacente bajo la influencia de diversos procesos fisicos, quimicos y biolégicos”. Demolon toma aqui la expresién “roca madre” en el sentido més general, esta roca puede ser una formacion blanda. De entrada esta definicion da el punto de vista de los edafélogos sobre el suelo: Es una formacién natural que es la resultante de una serie de procesos, Bajo esta Optica, los suelos cultivados representan s6lo un caso particular. ‘ Las definiciones mas recientes del suelo confirman este punto de vista introduciendo ademas la nocién de limite inferior del suelo que divide ain a los edafOlogos y todavia, es, ya lo veremos, el objeto de una controversia bastante viva con las ciencias conexas a Ja edafologia, Para G. Gaucher (1968), “‘ningin espesor puede ser arbitrariamente fijado al suelo, la profundidad de la descompo- sicion de la roca y la de la penetracién de la vida vegetal son los tnicos eriterios”. Para é1, el suelo puede ser la pelfcula supercifial de una roca sobre lz cual una colonia de Iiquenes se ha instalado, Puede ser también, por el contrario, una capa blanda enterrada que fue recubierta de vegetacién en curso de un perfodo geologico pasado y que las condiciones actuales no reproducen. EI punto de vista de G. Sys (1961) es un poco parecido: “El suelo es la parte superficial de la corteza terrestre influenciada por los factores que rigen los procesos ongdnicos. Como el suelo se encuentra en la interseccin del reino mineral y de los orga- nismos terrestres vivos, todas las fases de la evolucién del primero deben necesa- riamente influenciar 1a evolucion del otro. De ello resulta que el suclo es una materia alterada, en la que se ha desarrollado una vida orginica”. G. Aubert (1962), por el contrario, “enfoca el suelo en la totalidad de su perfil desde la roca inalterada que le dio nacimiento, hasta la superficie”. Finalmente mas recientemente, Jamagne define cl suelo como “la parte superior de la litosfera que evoluciona bajo Ia influencia de factores externos, es decir de la hidrosfera, de la atmdsfera y de la biosfera”, lo que conduce a escribir que la edafologfa es la “ciencia que estudia la génesis de esta formacién superfi- cial, lo mismo que las propiedades que ella adquiere bajo la influencia de estos factores”. De esta manera la edafologia poco a poco ha ampliado y revolucio- nando el concepto suelo, considerandolo como un medio capaz de evolucion. El estudio de esta evolucién constituye la edafogénesis, 2. LA EDAFOGENESIS Estos fendmenos de descomposicién contribuyen a la edificacién del suelo sea a despensas de una roca madre in situ o bien a partir de materiales reordena- dos, La evolucién de un suclo cn el transcurso de su historia se caracteriza por tres procesos distintos (Duchaufor, 1952). — Descomposici6n y alteracién progresiva de las rocas conduciendo a la for- macién de un “complejo de alteracion” a costa de los materiales primitivos. — Aumento de la proporcion de materia orgénica fabricada por la vegetacidn que coloniza el suelo en formacion. El equilibrio se logra, més 0 menos répidamente segtin los casos, cuando los aportes frescos compensan exac- tamente las pérdidas por mineralizacion, — Desplazamento de elementos solubles 0 coloidales, de un punto a otro del perfil bajo la influencia de corrientes de agua que circulan en el suelo: son las migraciones de substancias que conducen a la constitucién de horizontes empobrecidos (horizontes A) o enriquecidos (horizontes B). La evolucién del suelo termina con la diferenciacion del perfil edafologico en horizontes, caracterizados por su color y sus propiedades, constituye lo que los edaf6logos Ilaman edafogénesis y que represena, segin G, Gaucher. “el conjunto de fenémenos que descomponen las rocas, produciendo suclos a sus despensas y Pprovocando en ellos transformaciones y desplazamientos de substancias .. . La edafogénesis constituye esencialmente la fase de desgregacién de las rocas que permite la erosion y la sedimentacion”. El suelo, objeto de la edafologia, se encuentra pues situado dentro del marco de los fenémenos naturales y puede ser definido por caracteres originales que se pueden definir asf (G. Gaucher 1968): Es un medio natural, formado independientemente de la accion del hombre, aunque éste pueda intervenir para modificar sus caracteres. — Es un medio auténomo creado por procesos particulares, sometidos a leyes que le son propias, a pesar de la multiplicidad de disciplinas cientfficas de las que la edafologfa requiere su colaboracién. _ Es una formacién continua, cn constante evolucién en la que se superponen © se suceden numerosos fendmenos complejos con fuertes interacciones. Esta continuidad le imprime a los procesos de evolucién una orientacion dada en Ia que se pude ver un cierto dinamismo. Finalmente estos fenémenos conciernen el conjunto de la capa superficial de la litosfera. Esta ampliacion de la nocion del suelo y de la edafologfa caracteristica en el urso de los tiltimos afios, sefiala bien la individualizacién de esta ciencia con slacion a la agrologia que constituy6, y hay que recordarlo, el punto de partida, ero jhasta dénde Iega esta ampliacién? ;dénde se situan los limites de la dafologfa, si es que hay limites? Este proceso de ampliacion claramente comen- ado jno desborda en otras ciencias? Esta pregunta, tan molesta como puede erlo, merece que se haga. La respuesta a esta tiltima permitird posiblemente el eventual enriqueci- niento que ofrece la vfa del contacto interdisciplinario. . Las definiciones dadas al suelo muestran que atin hay un punto obscuro y oco precisado que opone a edafdlogos y practicantes de otras disciplinas, tales omo la geomorfologia o la geologia, es que problema del espesor del suclo, de su ‘mite inferior, 0 mejor dicho la diferenciacién que se hace frecuentemente entre 9s suelos y formaciones superficiales; en la parte inferior del “suelo”, en efecto, 1 dominio de la edafologia se acerca al de la geomofologta y al de la geologia. Una fuerte confusi6n reina y los limites cuando son fijados, lo son frecuen- emente de manera arbitraria y algo dogmitica. 1 Suelos y Formaciones Superficiales Las formaciones superficiales constituyen para los geomorfélogos el con- unto de materiales diferentes de la roca sana, y por consiguiente muy diferentes le las rocas definidas por los ge6logos. Ellos comprenden los productos de Iteracion y aquellos que han sido desplazados. El anilisis de ciertos casos precisos nos ayudard tentativamente a clarificar sta controversia. _ En ciertas zonas tropicales hamedas y especialmente en el hemisferio sur, espesas alteraciones (50 - 60 m) han podido desarrollarse “in situ” sin ser interrumpidas por procesos morfogenéticos 0 de modulaciones del clima, es decir en situacion de fitostacia en donde la edafogénesis puede ejercerse libremente. En estos casos , la zona de alteracién, bajo el horizonte B, esta muy avanzada en profundidad; hay disyunci6n entre los modos de alteracion profundos, esencialmente fisicoquimicos, y el modo de evolucién de super ficie, fuertemente influenciados por los procesos bioldgicos, El problema del limite inferior del suelo se plantea aquf: ydénde se acaba la edafogénesis y se considera que el factor biol6gico es necesario a su existencia? ,dénde se sittia el Ifmite entre el suelo y alteracion?, y ,como se realiza el relevo entre los dos procesos? Para los estadounidenses y los belgas, los efectos de la edafogénesis se sitdan esencialmente en el solum (parte activa del suelo que esta formada por los horizontes A y B). Para otros edaf6logos, dentro de los cuales algunos clasificadores franceses, el perfil del suelo comienza en la roca inalterada quien le ha dado nacimiento. Sin ninguna duda, aquf, formacion superficial y suelo se confunden, al menos en lo que concierne al solum, — En los casos de materiales alotigenos,4 la edafogénesis se cjerce en general solo después del dep6sito (materiales aluviales, depésitos de lavakas,® etc.). No hay en estos momentos ninguna confusion posible entre formaciones superficiales y suelos: las primeras forman el material original de los se- gundos; ellas estén influenciadas por los suelos que se forman a sus costas, Cuando una roca se encuentra desnuda en posicién estable, la transformacion de la roca in situ bajo la accién de procesos quimicos, fisicos y bioldgicos conduce a la formaci6n de un suelo. Este suelo es igualmente una formacién superficial, Si la evolucién se prosigue durante un tiempo suficientemente largo y siempre en posici6n de estabilidad, llegaremos progresivamente al pimer caso citado, Si se admite que los procesos biol6gicos y las substancias og4nicas son necesarias al “conjunto de fendémenos que descomponen las Tocas, produciendo los suelos a sus costas”, la profundidad del suelo se limita a la presencia de oganismos vegetales o de productos orginicos; el enlace geomorfologico o edafoldgico se sittia a ese nivel... pero 4cémo discernir este limite que es mucho mas teérico que real? Por esta razon y para evitar fraccionar initilmente formaciones continuas en la naturaleza, admitimos al igual que numerosos geomorfélogos, que las forma- ciones superficiales resultan de la interaccién entre procesos geolgicos, geomor- fologicos, edafoldgicos, La anexién en una disciplina solo sirve para escamotear un problema cuyo estudio s6lo puede ser interdisciplinario; de suerte que se puede escribir con J. Tricart; “Muchos suelos se han formado a partir de formaciones superficiales y a la inversa e] suelo influye en las formaciones superficiales”, Este 4. NL del T. Alotigenos: minerales de una roca originados antes y fuera de ésts. Dice, Enciclopédico. Salvat/ Uno. §. Lavaka: proceso erosivo en Madagascar en forma de abarrancamiento, por efecto de arroyada, a Diecionnaire de la Géoeravhie Pierre Ganroe PTIE Parte 10707 vasto problema debe ser abordado por varias disciplinas, la naturaleza en efecto no admite forzosamente los limites que se forja el espiritu humano, El estudio de ese problema tiene su importancia para la clasificacion misma de los suelos, Si la ampliacién del concepto de suelo le permitié a la edafologia salir del impase de la quimica agricola, por el conrario la atencion se oriento en extremo sobre el perfil del suclo, lo que paradégicamente alejé a los edaf6logos de una sana vision de su utilizacion agricola. Esta tendencia hace camino a través de clasifi- caciones que poco a poco han nacido; las unas se orientan demasiado hacia los suelos virgenes, sin entrever las’ consecuencias de ese particularismo; otras se cristalizan en los aspectos estadisticos, descriptivos. Eso tiene como efecto desviar de la ciencia del suelo a numerosos de sus utilizadores. Nosotros situaremos esta evolucién analizando algunas clasificaciones esta- blecidas estos dltimos afios, y trataremos de deducir las consecuencias sobre la cartografia de los suelos que es un objetivo no desdefiable de la edafologia. 3. LAS CLASIFICACIONES Las clasificaciones, tanto en Francia como en los otros paises desean res- ponder a un doble objetivo: — Reagrupar los objetos en una serie de categorfas definidas segin un criterio de clasificacién adaptado a la ciencia: - Proveer a los edafélogos los medios de representar cartogréficamente las unidades definidas por la clasificacion, y eso con fines, en principio, practicos. El objeto final de la clasificacion es el de legar (P, Duchaufour, 1970) a “una clasificacién dnica, jerarquizada, comprendiendo todas las categorias de unidades; tal clasificacion debe presentarse bajo la forma de una pirdmide; las unidades superiores, poco numerosas forman la cispide, las unidades inferiores més y més divididas y numerosas forman la base”. Si continuamos en las unidades superiores, las bases de las clasificaciones son los procesos fundamentales de la evolucion del perfil, de ahf el uso del témmino de clasificacién genética, Si las primeras clasificaciones se centraron exclusivamente en el factor dominante, las clasificaciones més recientes han utilizado esta opinion y se han basado igualmente en los caracteres del conjunto del perfil edafolégico conside- rando que sus caracteres son la resultante de procesos evolutivos. La primera clasificacion puramente genética fue la clasificacion climdtica, propuesta por Dokuchaev y sus discipulos, que dividfa los sueldos en tres grandes grupos superiores en funcion de la influencia del clima: suelos azonales y suelos intrazonales, Esas ideas aplicables en Rusia, inmensas regiones donde el clima es un factor preponderante, debieron ser matizadas en otros paises y especialmente en las regiones mediterréneas, En los U.S.A. después de Marbut (1927), quien insistié en las caracteristicas mismas de los suclos, la clasificacion de Balwin, Kellog Thorp (1938), se bas igualmente en el clima a nivel de unidades superio- res, los grandes grupos eran definidos a partir de las propiedades de los suelos, Varias clasificaciones fueron igualmente elaboradas, construidas en las propie- dades quimicas de los suelos: clasificaciones basadas en la saturacion del complejo absorbente (Gedroiz, 1929) y sobre la naturaleza de la lixiviacién® analizada en el “percolado”” (Pallmann, 1947). Otras clasificaciones en fin fueron construidas bsasadas en el grado de lixiviacién y el clima (Robinson, 1949). Las clasificaciones més recientes hacen énfasis en los caracteres morfolégicos del suelo, siendo entendido que estos ultimos reflejan, integran, los procesos evolutivos (Kubiena, 1953, después Muchenhausen, 1957). En la clasificacion australiana de Stephen. 1956), las unidades estén dife- renciadas por la morfologfa seguin caracteres que traducen diferencias genéticas. Nos detendremos ms ampliamente sobre las clasificaciones estadounidense y francesa que son en la hora actual los mejores ejemplos de todas esas clasifica- ciones centradas sobre los caracteres de los suelos, dando cuenta de un proceso evolutivo. 3.1 La Clasificacién Estadounidense EI sistema de ,clasificacién elaborado por el Soil Survey Staff del U.S.D.A. Soil Conservation Services, llamado clasificacion de los suelos. Un sistema comprensivo, La séptima aproximacién (Soil Clasification, A Comprehensive System, 7th Approximation) presentado por primera vez por D. Smith en Ma- dison (USA) en 1960 fue explicado de nuevo en el simposio internacional de clasificacién de los suelos en “Gand en 1962. Las unidades de ese sistema “son definidas por las propiedades del suelo que pueden ser observadas, destacadas 0 medidas . . . La decision de definir las nuevas § _N, del 7. Lixiviacién: procesos de migracién y de acumulacién de los coloides hacia ls parte inferior del perfil, por via fisica. La edafologia, Aubert, G., Boulaine, J., Oikos-tau, Barcelona, 1982. Percolacién: penetracién del agua en los horizontes inferiores, luego que se ha filtrado en le superficie del suelo, Esté determinada por la estructura y la textura del suelo, Hardy, Fr., Edafologia Tropical, Herrero linos., México, 1970. unidades en funcién de las propiedades del suelo se bas6 en Jas consideraciones siguientes” (D. Smith): — Los suelos constituyen el objeto para clasificar y no los factores de for macién del suclo; son los suelos los que deben ser clasificados y no el clima, la geografia o las formas del terreno. — Se necesita una clasificaci6n que pueda ser aplicada por todos los edaflogos; eso implica definiciones de unidades objetivas. Las interpretaciones genéticas son subjetivas; ellas dependen de opiniones de clasificacién. efiniciones genéticas, los suelos cuya génesis es desconocida no Este sistema trata pues de seleccionar un cierto nimero de propiedades que son utilizadas para definir las unidades. La seleccion de esas unidades se basa en varias consideraciones: — Sdlo las propiedades que existen actualmente deben ser utilizadas. — Sdlo pueden intervenir en la definicion de unidades las propiedades que resultan de la edafogénesis o que la influencian. — Los caracteres y propiedades seleccionados deben ser, segiin los términos de Smith (1962), “‘medibles, visibles o tangibles”. — El punto de vista genético constituye una base obligatoria para la seleccion de las propiedades escogidas para la definicién de las unidades, pero es utilizado a través de efectos directos que los procesos producen en el suelo. Las etapas diferentes de la evolucion de un suelo no estén agrupadas en un taxon comiin. Los procesos que han dominado el desarrollo de un suelo dejan su huella, lo que permite agrupar los suelos que han sufrido una génesis comin a condicién de que guarden las huellas. Estas concepciones han conducido a la definicion de horizontes diagnostic que permiten caracterizar el perfil y clasificarlo. Los horizontes son definidosen téminos tan precisos como sea posible “porque hay necesidad de un sistema de clasificacion objetivo” (D. Smith). Los horizontes diagnéstico estan divididos en tres grupos: Los horizontes en profundidad que son los més importantes (horizontes Aso argflico, 6xico, cambico, etc.). — Los horizontes de superficie corresponden a los horizontes A y a horizontes de transicion (horizontes molico, imbico, cimbico, histico, etc.). Ellos constituyen los Epipedones. Estos horizontes especialmente los de profun- didad, sirven para definir las unidades superiores de la clasificacion: ordenes y sub-Ordenes. — Los horizontes secundarios o particulares (horizontes cdlcido, gysico, élbico, duripan, fragipan, etc.) sirven para definir los grandes grupos y las unidades inferiores. Estas definiciones deben en principio ayudar a una cartografia practica de los suelos. El problema de todas esas definiciones ya bastante numerosas, se convertiran en el futuro, y segtin los propios términos de D. Smith, “mds complicadas ain cuando los limites sean ajustados a diveros suelos: Se puede esperar igualmente que las definiciones se harén mds precisas cuando nuestros conocimientos sean mas amplios”, Esta conclusién muestra sin ambigiiedad 1a via que se fijaron los edafélogos norteamericanos. 3,2 La Clasificacién Francesa La Altima version del sistema de clasificacion francesa fue publicada provi sionalmente en 1967 por Comisién de edafologia y de cartografia de suelos,. creada por el servicio del mapa de suclos de Francia, cuyos trabajos se prolon- garon de 1964 a 1967, Esta clasificacion toma los grandes principios de la “clasificacion edafologica utilizada en Francia”, presentada por G, Aubert en el simposio internacional de la clasificacién de los suclos que se llevé a cabo en Gand en 1962. Segin los términos de G. Aubert, la clasificaci6n debe obedecer “‘al principio de la homologia y de subordinacién de caracteres”, lo mismo que en el principio de parentesco y de filiacién. Debe ser general, es decir que debe permitir la clasificacion y la cartografia de los suelos existentes, cualquiera que sea el nivel de estudio, Tiene que poder ser utilizada en el terreno, y, para ello, debe tener en cuenta los caracteres observables. En fin deben tenerse en cuenta los caracteres agricolas de los suelos. Siempre basindose en el principio de parentesco y filiacion, Ia clasificacion edafologica debe sin embargo continuar siendo una clasificaci6n de los suelos en cuanto a ellos mismos, y no convertirse en la de sus modos de formacion, A nivel de unidades superiores se ordenaron los suelos que tienen en comin los caracteres mayores siguientes: i ~— Un cierto grado de desarrollo del perfil o de la evolucion del suelo. — Un modo de alteraci6n de los minerales definido por la naturaleza de los sesquiOxidos liberados de la misma manera que la predominancia de ciertos tipos de arcilla. Una composicion y una reparticién de la materia orgdnica susceptible de influir la evoluci6n del suelo y Ja diferenciacion de los horizontes del perfil — Ciertos factores fundamentales de la evolucién del suelo que se convierten en predominantes, por el ejemplo el hidromorfismo y el Halomorfismo, a condicién de que su intensidad modifique completamente el modo de evolucion del suelo y de su perfil. Las otras unidades son definidas por caracteres morfolégicos del perfil correspondiendo a procesos de evolucion de esos suelos (grupos), de intensidad de ese proceso o procesos secundarios (subgrupo). Las unidades inferiores tienen en cuenta de caracteres menos genéticos y son sobre todo utilizados por la cartogra- ffa de detalle. La unidad taxonémica de base para esta altima, utilizada por el servicio cartografico de Francia es la serie, élla misma dividida en series derivadas, variantes, fuses. Hacen parte de una misma serie (Jamagne, 1967), “todos los suelos que presentan la misma sucesion de horizontes genéticos desarrollados en unt material de la misma naturaleza y presentando una econom{a hfdrica andloga”. Las series son pues definidas por dos elementos esenciales: un elemento litolégico: el material criginal, un elemento edafoldgico: el desarrollo del perfil; la economia en agua da cuenta del drenaje interno del suelo, segin los términos mismos de la clasificacién, la serie constituye la etapa anterior a su interpretacion genética. El punto de partida es pues la observaci6n del perfil y la busqueda prioritaria de criterios de identificacion. El suelo continua siendo el objeto mayor a carto- grafiar. 3.3 La Clasificacién F.A.O. El establecimiento del mapa mundial de suelos es uno de los objetivos de la F.A.0. en cuanto a suelos se refiere. Frente a una multitud de clasificaciones nacionales o regionales, la F.A.O. se encontré desde el comienzo en posicién delicada en los planos técnico y diplomatico. Utilizar una sola clasificacién habria suscitado polémicas sin fin cuya primera consecuencia habria sido la desafeccion completa del documento producido a costos elevados. La necesidad de una armonizacion de las clasificaciones conduciendo a un sistema independiente de toda escuela se imponfa si se querfa lograr ese objetivo bastante loable en si mismo. Ese fue el origen del sistema de clasificacién propuesto por la F.A.O. (Duval, 1968). Esta operacion se presentaba en extremo dificil en la medida cn que los Principios de base de las clasificaciones eran bien diferentes. Sin embargo, si el espiritu diferfa, una cierta convergencia sc revelé existir a un cierto nivel de clasificacion: el grupo. El trabajo consistié en armonizar esos diferentes grupos doténdolos de una nueva definicion, mas que a concebir las bases de una nueva clasificacion. Para no chocar a ninguna susceptibilidad de escuela, el “agrupamiento” F.A.O. logro pues imponerse a pesar de las criticas que cada quien no dismimula formular. Los numerosos grupos asi definidos fueron reagrupados en veinticuatro categorias que serin probablmente conducidas a ser modificadas. Los trabajos del subcomité de correlaciones de suelos para el Africa del Oeste, creado en 1971, creado en 1971 por la F.A.O. después de reuniones preliminares de Kumasi (Ghana, 1970), son destinados, entre otros objetivos, a mejorar la armonizacion entre el sistema F.A.O. y las otras clasificaciones utilizadas en el Africa. Estas categorias son definidas a partir de criterios mas geograficos que morfol6gicos. Actualmente, sin embargo, las clasificaciones ameticana y francesa son atin las més utilizadas por los edafélogos de expresién francesa; es por lo que nos limitaremos a comparar estas dos Gltimas y a examinar en qué medida ellas pueden ser utilizadas para aprehender el estudio del marco ecoldgico y de su ordenamiento, objeto de nuestras preocupaciones. 4. COMPARACIONES Y CRITICAS. CLASIFICACIONES ESTADOUNIDENSE Y FRANCESA. Si quisiéramos desmenuzar al extremo los multiples aspectos de las dos clasifica- ciones, nunca acabariamos y su interés no es ni evidente ni prioritario. Las criticas y comparaciones de concepciones y de métodos cartograficos nos revelarén sin embargo si el empleo de esas clasificaciones nos parece ser adaptado al objeto mismo de nuestras preocupaciones, que es el estudio del medio fisico en vista a un ordenamiento racional, En las dos clasificaciones, la prioridad esté dada a los caracteres morfoldgicos del suelo. Esta concepcién esta claramente definida en las dos presentaciones, Son los suclos en si los que deben ser clasificados y no sus factores de formacién. La edafogénesis se toma en cuenta, pero en la medida en que deja huellas en el perfil. a, Clasificacion Estadounidense: Ese principio esta muy claramente afirmado en la clasificacién norteamericana. Para que un suelo sobre caliza, por AS ejemplo, sea clasificado dentro de las rendsinas (Rendolls), el perfil debe expresarlo por sus horizontes, Incluso si el medio de edafogénesis calciforme se ejerce desde hace poco sobre un material calcdreo descubierto por la erosion, no se tiene en cuenta, Las propiedades morfolégicas resultantes de esos procesos estando ausentes del perfil, se considera como una interpre- tacién al sefialarlos; es pues subjetivo. Esta preocupacién de objetividad cs tal que explica la importancia dada por los clasificadores norteamericanos a los horizontes diagndsticos y especialmente a los de profundidad, porque se sittan fuera de las modificaciones posibles como la utilizaci6n agricola por ejemplo, Las propiedades que permitan una diferenciacion y de las que los clasifieadores buscan la permanencia, deberfan ser, segin los términos de D. Smith (1962), “medibles, visibles o tangibles. Las mds itiles son esas que pucden ser medidas o estimadas cuantitativamente en el terreno”, Este sistema admite la génesis en tanto que proceso de formacién de los suelos, pero ella no figura en su definicion . . . La caracterizacién de un suelo en el terreno puede pues hacaerse sin anilisis del medio edafogenético y en caso extremo sin tener en cuenta, el entorno del perfil. . . El factor tiempo es igualmente tomado en cuenta, pero bajo un aspecto que'se podria calificar de negativo; en efecto solo se buscan las huellas naturales que han dejado en el suelo uno 0 varios procesos, cualquiera que sea su duracién, En estas condiciones, la apreciacion de una evoluci6n se vuelve imposible. Solo cuenta el resultado, se podria escribir para resumir esqueméticamente esta concepcion, Todos los aspectos de este procedimiento que se encuentran en cartograffa no se puede abandonar. Una cierta disciplina de apreciaciones es instaurada, autorizando una cierta uniformizacién de tas observaciones que facilite entonces las comparaciones, En el plano cartogrifico, eso conduce a una homogeneidad que hacen las comparaciones menos arduas, Por otro lado, los criterios de diferenciaci6n obedecen a normas que evitan grandes diver gencias de interpretacién de hechos naturales; se evita asf una explosion de diversidad contra la que los norteamericanos quisieran ciertamente preser- varse. Sin embargo, este exceso de cuantificacion conduce a una rigidez que hace condenar esas concepciones y ese sistema de clasificacion, al menos para aprehender la complejidad del medio natural, Primero en el plano practico, si la codificacion Nevada al extremo facilita el trabajo del prictico, no autoriza por eso una buena vision del medio fisico. Un buen manual de referencia se convierte en efecto en el dtil fundamental del edafologo quien, al extremo, puede ser reemplazado por un buen lector de cédigos; la misma cartografia puede ser, en esas condiciones claborada “‘en escritorio”: se cartograffan los caracteres mas que la naturaleza. El espfritu, nde egurado por un enorme arsenal de normas que podria dar la Oe a a Rea. At laciones naturales” que son tan atiles, en resumen no se razona mas en cuanto a naturalista, lo que para ese tipo de preocupaciones debe continuar siendo la base de la cartografia. Sin desear adentrarse en una polémica facil, nosotros no crecmos que este método pueda “facilitar la cartograffa de los suelos con un sentido practico, teniendo en cuenta como objetivo el mejoramiento de la agricultura”. Este mejoramiento depende de una cantidad de otros parémetros que el suelo mismo, inclufdo en un paisaje, no puede él slo integrar. Continuando con el plan de procedimiento, la busqueda de criterios per- manentes y situados sobre todo en profundidad nos parece peligrosa para abordar los problemas de ordenamiento del medio ffsico. La apreciacion de esos criterios permite ciertanente, y dentro de una cierta medida, dar cuenta de una evolucién pasada, a través de la huella que dejan sobre los suelos el o los procesos que han dominado. Esforzarse en encontrar en el suelo las huellas de un proceso dado para saber si ese proceso se cumple atin o si se cumpli6, proviene, igualmente cierto, de una buena intencion de métodos, Sin embargo, a fuerza de querer cuantificar todo, medir todo, evitando al maximo detenerse en los fendmenos superficiales, se excluye el tomar en cuenta la evoluci6n actual, y especialmente el de la morfodinémica, que tiene la importancia que se sabe en la organizaci6n de los suclos; el aspecto dindmico no puede ser incorporado, y el espiritu mismo de 1a clasificacion norteamericana no lo permite. En efecto ,c6mo cuantificar una remoci6n superficial, si se climina toda posibilidad de producir un diagnéstico a nivel del horizonte? ;Cémo definir un coluvionamiento actual, en los bajos de un lote (por ejemplo recubri- miento de cepas de vid consecuencia de malas pricticas de cultivos en las cabeceras), ya que ese coluvionamiento se traduce por aporte de materiales heterogéneos, en la textura, el espesor, la estructura, la porosidad, etc., no organizada en horizontes? “Las propiedades de un suelo que desaparecieron © que no se han desarrollado ain, no pueden ser entonces utilizados uni- formemente para clasificar los suelos, Como sus propiedades estin actual mente ausentes, su utilizacion se vuelve puramente objetiva” (D, Smith, 1962). Se comprende entonces que toda esa dindmica, que traduce la evolucion actual, no pueda ser tomada en cuenta por los clasificadores norteamericanos. Sin embargo esos fendmenos son esenciales en la identificacion de su natu- raleza como en su intensidad para el acondicionamiento del medio fisico. Se comprende igualmente cuan dificil es el empleo de esa clasificacién por los técnicos que desean aprehender los métodos racionales de la explotacion de tierras. AS Clasificacion Francesa: Si la clasificacién francesa de menor importancia al rigor absoluto del diagnéstico, y si se tienen en cuenta igualmente en una cierta medida los procesos evolutives que han afectado los suelos (aspecto genético), deben sin embargo continuar siendo una clasificacion de suelos en si mismos, y no ser la de sus modos de formacidn, (G. Aubert, 1962). Las grandes Iineas son pues las mismas, aunque sean més coherentes, La diferencia esencial que da a esta clasificacion una parte de su originalidad fue rdpidamente percibida por los noteamericanos: “La clasificacién de Aubert y Duchaufour (1956) esta basada en la génesis y en las propiedades de suelos virgenes; en efecto, estos autores no tienen en cuenta los perfiles BC” (D, Smith, 1962). Es posible responder, como ademis lo hizo G. Aubert en Gsnd en 1962, que, cuando el perfil esté erosionado, el suelo es inclufdo en la categoria a la cual podria ser relacionado si no estuviera erosionado, después de ser comparado con los suelos vecinos con perfil completo. Otras modali- dades permiten, si esta eventualidad no es posible de agregar este perfil a otras unidades taxon6micas de nivel variable ademas. Sin embargo la materia orginica (compoposicion y reparticion) que condi- ciona la migracién de soluciones que cjercen influencia en los modos de alteracion, es e! origen de procesos mayores que se traducen por la indivi dualizacion de un horizonte humifero ¢ interviniendo para la definicion de Jas unidades superiores de la clasificacin: de esta manera las investigaciones se dirigen hacia los suelos virgenes; pero eso supone condiciones particulares del medio, dificiles de generalizar, especialmente las condiciones de estabi- lidad del paisaje, colocando al suelo en condicién de biostacia. Si por una causa cualquiera (tala, modulaciones del clima), los procesos de morfogé- nesis entran en juego (remoci6n, recubrimiento) afectando la parte super- ficial de los suelos, el ambiente biolégico de los suelos se modifica. Las nuevas tendencias de la edafogénesis pueden imponerse en un perfil cuya morfologfa conserva las trazas del medio anterior, conduciendo a la elabo- racién de una organizacién del suelo; la evolucién del pasado crea un efecto un antecedente para el que sigue; esta nueva edafogénesis, que es importante de definir; puede ser diferente a la que se prosigue en los suelos vecinos con perfil completo; lo mismo para los “suelos poco evolucionados de erosion”, es esencial conocer las condiciones de la edafogénesis, que son el origen del horizonte humifero nuevamente formado” el estudio de un suelo no puede ser finalizado mientras su edafogénesis no sea conocida”. (G. Gaucher, 1968). Todas estas modificaciones salidas de una dinémica perpetua son a veces dificilmente puestas en evidencia por el nico medio de clasificacién actual Los clasificadores estadounidenses, muy centrados en el rigor de las defini- ae de priteriange han nreferido por esta razon hacer énfasis en los horizontes inferiores del perfil, lo que entre otras cosas no resuelve el problema capital. . . El punto de vista dindmico no est4 completamente exclufdo de Ja clasificacién francesa, pero aparece en niveles taxonOmicos muy diferentes segin las clases de suelos, del grupo a la fase, dirigiéndose esta ultima sobre todo a modificaciones poco importantes y temporales. Esta ponderacién disminuye y sobre todo diluye Ja importancia del papel de la morfodindmica, causa no menos importante de la evolucion del complejo modelado-suelo, En la practica, esta dilucién puede crear una cierta heterogeneidad en las unidades cartograficas: la degradacion o la remocién de los suclos podran por ejemplo aparccer a nivel del subgrupo, mientras que la unidad vecina, afectada por los mismos procesos, apareceré en otro subgrupo poniendo en evidencia dos caracteres; eso puede crear una heteroge- neidad molesta a Ja lectura y a la explotacién de los mapas edafolégicos . . . Las dos clasificaciones analizadas tienen divergencias fundamentales: el uso exagerado de los horizontes diagnéstico domina la 7a. aproximacién, la impor- tancia dada a la materia orgdnica caracteriza a la francesa. Ambas sin embargo, parecidas en esto a muchas clasificaciones, le dan ptioridad a los caracteres del suelo; es a los suelos a los que se clasifica y no a sus factores de formaci6n; en cuanto a esto se les puede atribuir un caracter general descriptivo. Los mapas edafoldgicos que son el reflejo de esas clasificaciones estan, y es I6gico, esen- cialmente centrados en el objeto del suelo. Tales mapas contribuyen al cono- cimiento cientifico de un territorio, justificando asf su existencia. Sin embargo ison ellos suficientes actualmente, para responder a todas las preguntas que se hacen los responsables del ordenamiento? Mejor dicho, el solo conocimiento de los suelos es suficiente para administrar convenientemente el medio natural? La respuesta a esas dos preguntas dard las bases de nuestro proceso cartogré- fico. Hemos visto, en efecto, en las paginas precedentes que, para nosotros, el medio natural es un sistema caracterizado por una interaccién entre toda una serie de fuerzas diversas. El objeto de nuestros estudios es el comprender la estructura de los diversos sistemas naturales, a fin de descubrir y determinar los modos de intervenci6n que permiten aumentar la productividad, manteniendo a la vez. las potencialidades. Nuestro método reposa, pues en gran parte en el estudio de las interacciones que actdan entre los diversos componentes de ese sistema, Un ordenamiento no consiste en intervenir un medio inerte; repitamoslo atin: consiste en intervenirlo y reemplazar por otra la dindmica existente. Estudiar un ordenamiento, es determinar como una accion se encuadra en la dindmica natural para corregir ciertos aspectos desfavorables y para facilitar la /) explotacién de los recursos ecolécicos nue ofrece el entaro, Numerosos edafologos, entre ellos los que han afrontado regularmente los yroblemas pricticos y en particular los del I.R.A.T.2 han tomado conciencia Yoco a poco que el “trastorno” de un medio provocado por un ordenamiento lependia de una multitud de factores y que no podia en todo caso ser discernido or las Gnicas vias de la edafologia demasiado centradas en la descripcion del yerfil y de sus horizontes; el punto de vista dindmico debe ser puesto a la cabeza lel procedimiento; debe guiar la clasificacién de los mdios naturales al nivel axonomico mis elevado. Parece logico conocer primero este medio antes de explotarlo, es decir nualizar las fuerzas que lo modelan y sus interrelaciones. Se trata de poner en videncia esa dindmica que se ejerce sobre un relieve que ella ha contribuido, en el urso del Gempo, a modelar y que el hombre explota y modifica: la edafologia ola no puede pretender responder a todas esas preocupaciones. Es por lo que emos Ilegado a insertar la edafologia en una vision mas vasia. Esa vision nterdisciplinaria desemboca normalmente en un método cartogrifico de un tipo wuevo, mucho ms adaptado, nos parece a los problemas pricticos de la explo- acion. 8 LRAT: Institut de Recherches Agronomiques Tropicales et des Cultures Viriéres, 110 Rue de L’Université, 75007 Paris, CON PERE RECL TE. 48

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