Cuentan que en tiempos remotos hubo un sultn en Persia llamado Schariar
que desconfiaba tanto de sus mujeres que todos los das se casaba con una nueva y la mandaba a matar al da siguiente. El pobre Visir tena que obedecerle sin chistar, aunque ello le causara mucha tristeza. El mismo tena dos hijas a las que quera mucho: la mayor se llamaba Scherezade y la menor, muy joven an, Dinarzada. Cierto da Scherezade le dijo a su padre: Padre mo, si me haces la esposa del sultn, estoy segura de que lograr librar al pas de muchas crueldades. Despus de la boda, el sultn Schariar llev a Scherezade a sus habitaciones y le orden que se quitara el velo, quedando hechizado por la increble belleza de la muchacha. Le habl con cario, pero la joven se ech a llorar desconsolada. Oh, gran seor! Tengo una hermana pequea y la quiero mucho. S que maana me mandars a matar y quisiera darle un beso y contarle un cuento para despedirme de ella. El sultn orden que fueran a buscar a la pequea, pues tambin a l le gustaba mucho or contar historias. Y Scherezade comenz su cuento. No haba terminado an, cuando ya empezaba a amanecer. Oh, gran sultn! exclam entonces . Todava no he llegado a lo ms interesante y maravilloso de mi cuento. Si t lo permites seguir contndolo esta noche. Schariar, que estaba impaciente por or cmo terminaba la historia, pens: Hoy no puedo dar la orden de que la maten; ya lo har cuando haya terminado el cuento . A la noche siguiente Scherezade termin el cuento pero viendo que an quedaban muchas horas para el amanecer, comenz otro nuevo, ms bonito e interesante que el anterior. Antes de terminarlo se hizo de da y dej la continuacin para la noche siguiente. Y as lo fue haciendo noche tras noche. El sultn, siempre ansioso de conocer el final de las historias, no se atreva nunca a ordenar que la matasen. Transcurrieron mil y una noches en las que Scherezade cont mil y un cuentos. Amada esposa dijo Schariar cuando su esposa termin el ltimo cuento, hace mucho tiempo que decid que no moriras. Reinars a mi lado como sultana hasta el fin de nuestros das.