Anda di halaman 1dari 12
92 EL Arte BIZANTINO San Juan Bautista en un icono de la catedral de la Anunciacién, Moscti (derecha). LA PASION POR LOS ADORNOS Y EL COLOR ‘urante mas de mil afios, desde los comienzos de la Edad Media al umbral de la Edad Moderna, el Imperio bizantino asent6 sus dominios sobre las tierras de buena parte del Mediterraneo Oriental. Su capital, Constantinopla, estaba destinada a asumir un papel mundial; fue una ciudad espléndida, la mejor de Europa, pero sobre todo brillé como centro espiritual y artistico. Habiendo sido capaces de dar forma a la sintesis de las ensefianzas griegas, romanas y cristianas, sus talleres lograron productos tan sofisticados que se convirtieron para Occidente en objetos de deseo, motivo de inspiraci6n y, en definitiva, inimitables. ‘Al abarcar un perfodo de tiempo tan amplio el arte producido en Bizancio pas6 por distintas vicisitudes. Una primera etapa, la de formaci6n, supuso la independencia del nticleo originario romano al tiempo que se proporcionaban los elementos adecuados para la constituci6n de un arte cristiano monumental y un arte mueble que acentu6 su papel ideol6gico. La transformaci6n de la capital en una gran ciudad corresponde a esta época y fue Justiniano quien le proporcioné uno de sus monumentos mAs significativos: Santa Sofia, cima culminante del primer arte cristiano imperial. La caida del Impetio de Justiniano supuso el final de la Antigiedad tardia. Después vendrian aftos de pérdidas territoriales y decadencia cultural que la controversia icOnica no logré superar, El triunfo de la ortodoxia y la restauraci6n del culto a las imagenes —843—, ademas de suponer un reforzamiento del caricter griego del Imperio, trajo consigo el nacimiento del arte bizantino propiamente dicho. De la mano de las dinastias macedénica y comnena maduran propuestas arquitectOnicas de tal claridad conceptual —como la planta de cruz inscrita— que habjan de resultar ideales para alojar programas decorativos de amplio aleance; de su eficacia nos habla el hecho de que perdurasen durante centurias y fuesen adoptadas por los estavos convertidos al cristianismo después del siglo nx El discurtir del Imperio se vio seriamente afectado por la presencia latina —1204-1261— y la presi6n creciente de serbios ¥ turcos, que fueron limitando poco a poco sus territorios y su poder; todavia fue posible una diltima etapa de florecimiento cultural —el renacimiento Paleslogo—, aunque la pintura acabé por dominarlo todo. Curiosamente, se aprecia ahora cierto interés por la escultura en bajorrelieve acompaftada de un repertorio mas variado que incluye temas mitol6gicos, composiciones herildicas y combates de animales, aunque la figura humana sea poco empleada. La caida de Constantinopla —1453— no evité la pervivencia de la influencia bizantina, z “ 4 BIZANTINO 94 EL ARTE a La PASION POR LOS ADOENOS ¥ particularmente en el arte de los iconos: las escuelas de Creta 0 rusas asf lo testimonian. Y a pesar de su duracion en el tiempo, la amplitud geogréfica de sus manifestaciones ¢ influencias variadas como la del islam, el arte bizantino presenta algunos caracteres permanentes: 12 Fue en lo esencial un arte cristiano, dedicado al servicio de la Iglesia y utilizado como medio adecuado para ilustrar y desarrollar la liturgia. 22, Fue también un arte imperial. El emperador tuvo que conjugar su poder con la concepcién cristiana del mundo, convirtiéndose en el elegido de Dios y su representante en la Tierra, en la cabeza visible del Imperio cristiano, No es de extrafar, por ello, que el arte exaltase la grandeza sobrehumana del emperador, utilizase los objetos preciosos para realzar su prestigio y que las iglesias mas importantes y muchos de los monasterios mAs grandes fuesen fundaciones imperiales. 32 Es un arte oriental al buscar la sustitucién del relieve por las formas planas. La plistica, la escultura de bulto redondo en la que el arte clasico hallara su més perfecta expresion pasa a un segundo plano, pricticamente desaparece; en realidad, la Gnica contribucién bizantina en este campo hay que situarla en la ‘oramentacién arquitect6nica: se trata de las placas rectangulares de piedra con cruces, combates de animales... que en los siglos x1 yy xit fueron adosadas a los muros de los edificios y antes a los canceles. Asi las cosas, el arte bizantino concibe los monumentos arquitectonicos como masas equilibradas, de materiales déciles pero poco nobles —ladrillos, mampuestos—, con exteriores austeros pero con interiores suntuosos y brillantes, a la basqueda de un efecto pictérico por medio de los juegos de luces y sombras. 48 Oriental es también el gusto por lo decorativo, la pasion por el ornamento, sustituyendo a la busqueda de la forma, El aprécio por lo abstracto en detrimento de lo realista, de la preferencia por la brillantez de lo ornamental y precioso frente a la armonfa de lo severo, de la supremacia del color. Consecuencia de lo anterior es la afici6n a la materia rica: alabastros, jerpes, pérfidos... manifiestan la busqueda del esplendor, del color que se revela también en el empleo de la seda coloreada, las piedras preciosas o los esmaltes, hallando en €l mosaico su simbolo mas poderoso. Los mosaicos ayudaran a producir la impresin de que se trata de un espacio en movimiento y en el que la vista no se fija en un punto determinado. Nada mejor para evocar la imagen de la Jerusalén Celeste descrita en el Apocalipsis de San Juan. 52. De todos modes, un buen nimero de motivos ¢ ideas proceden del arte clasico, y no s6lo en la época de la renovacion macedénica. Realmente, la herencia clasica nunca se perder del todo, a pesar del atractivo de algunas propuestas que venian de Oriente. Las imagenes de Daphni, Chora o las de las pinturas de ‘Andrei Rublev testimonian esa continuidad de la is 96 EL ARTE BIZANTIN! Fachada principal de ta catedral de la Dormicion, de Moscti, siglo xv (derecha). Patena en plata dorada, siglo v1. 10 62 Elarte bizantino no descuida el interés por la figura humana, Mas alli de las representaciones individuales que afectaban a la familia imperial y su entomno, los artistas se interesan por la figura humana como residencia del espiritu y de la fe; los seres humanos son arquetipos, figuras alejadas de la realidad visual, cuya definicion formal y proporciones estaban previamente establecidas. Ello suponfa copiar modelos dados y su consecuencia era una cierta monotonia sélo salvada por los mejores artistas; implicaba la sumision a la Iglesia, pero se justificaba por la creencia en la eficacia de la imagen, su poder estaba ligado a la fidelidad a los prototipos. Por lo que hace al paisaje, la naturaleza no se concibe con sus accidentes y particularidades sino como un elemento que contribuye a ambientar una determinada escena —el rio en el Bautismo de Cristo— o ayuda a perfilar la composicion del conjunto. Lo mismo ocurre con los edificios, mobiliario... la logica visual no coincide con la constructiva y, en tltima instancia, el fondo dorado acttia como limite de personajes, naturalezas y arquitecturas que parecen acercarse al espectador diseftando una especie de perspectiva invertida. Mas alld se extiende lo absoluto, Asi fue como el arte bizantino quiso hacer patente lo invisible. Las lineas que siguen tratan de ofrecer un cuidado panorama del arte bizantino, combinando la evoluci6n cronolégica del Imperio con el andlisis de sus contribuciones mas importantes; atendiendo tanto a las distintas técnicas, como a los ejemplos mas significativos, sin dejar de lado las controversias que afectan a alguna de las parcelas de este estilo artistico. Se trata de un punto de partida sobre el particular, una oferta basica, que puede ser enriquecida con la ayuda de las referencias bibliograficas que se mencionan al final del texto. 98 Et Arte BIZANTINO Retrato del emperador Justiniano (mosaico de San Vital de Ravena) (derecha). ILA FORMACION DEL ARTE BIZANTINO lave del control de los mares Egeo y Negro, paso obligado entre Europa y Asia, adecuado emplazamiento para una administracion centralizada y un comercio floreciente, Constantinopla estaba destinada a ser envidiada por todos. Fue fundada por Constantino I sobre el lugar que ocupara la ciudad griega de Byzantion en el afto 324, y al asigndrsele un perimetro tes veces mayor que el que ya tenfa la antigua colonia se urbaniz6 como una ciudad de la Antigiledad tardia. La creacién de Constantinopla EI nuevo centro de autoridad imperial, formado por el Gran Palacio y el Hipédromo, fue emplazado en el recinto antiguo. Desde aqui, una avenida recta flanqueada por columnas se dirigia a la bisqueda de las murallas erigidas al oeste de la poblacion. No lejos del Hipdromo quedaba un foro circular coronado por una estatua ecuestre de Constantino, al que se afiadieron otros de la mano de Teodosio, Arcadio... hasta alcanzar en el limite occidental la Puerta Aurea. La trama urbana se completaba con una segunda calle principal y otras menores que llevaban hasta el mar. La invasién goda y la dertota del emperador Valente en Adrianépolis —378— pusieron de manifiesto la vulnerabilidad de Constantinopla y la conveniencia de articular nuevas defensas, entre otras cosas, para proteger los suministros de agua que demandaba una poblacién cada vez mas numerosa: pues llegaria a las 500.000 personas en el siglo v. Constantinopla no tenia rio, pocos manantiales y el agua de lluvia se perdia rapidamente, por lo que pronto se hicieron necesarias las reservas que permitiesen afrontar con garantias las sequfas y los asedios prolongados; se construy6 un acueducto que se extendia mas alla de 100 km camino de la Tracia y se decidié alejar mil quinientos metros el circuito defensivo constantiniano. Las nuevas Murallas —dobles— habfan de ser concluidas el ato 413 a instancias de Teodosio Il, y fueron tan eficaces, que protegieron a la ciudad durante un milenio: todavia se mantienen en pie lienzos, torres y puertas. Veinticinco afios més tarde se Ievantarian las murallas costeras, mas sencillas, ejerciendo el conjunto una notable influencia constructiva en Tesal6nica, Nic6polis... ¥ en el espacio que quedé libre entre las antiguas y las nuevas lineas defensivas se construyeron tres grandes cisternas. La mayor, la de Aecio —421—, que media 244 x 85 x 14 metros de profundidad, tenia una capacidad de 300.000 metros cibicos y suministraba agua, junto a las de Aspar y San Mocio, a unos cuarenta baftos pablicos, monasterios e iglesias. Los emperadores hicieron esfuerzos sostenidos para embellecer la capital al tiempo que miembros de su familia y altos oficiales del gobierno levantaban 99 La FORMACION DEL ARTE BIZANTINO 100 EL Arte BIZANTINO Retrato del emperador Constantino. Restos de las murailas construidas en Constantinopla por Teodosio I, afios 412-413, mansiones de corte prineipesco. Constantino y sus sucesores importaron estatuas de dioses paganos, de figuras mitol6gicas o de fil6sofos, y las colocaron en baiios piiblicos, foros o en el Hipédromo; es realmente revelador el esfuerzo desplegado por Teodosio para instalar en la spina” del Hipédromo, el aiio 390, el célebre obelisco de Tutmés II Claro que lo interesante hoy es la basa esculpida: un bello ejemplo de escultura de transicion al arte bizantino. Los edificios pblicos, por su parte, no tenfan un caricter menos monumental: Ios dos recintos del Senado, teatros, bahos piblicos... eran el adecuado reflejo de la magnificencia imperial. Constantinopla ofrecia ya la imagen de una ciudad cuajada de monumentos a la manera de Roma, disefiada de acuerdo con un eje longitudinal, y con la construcci6n de las Gitimas muralkas de tierra adquiri6 un perfil que no se modificaria hasta tiempos recientes. La ciudad habia alcanzado su maxima extensi6n: aumentaria el ntimero de iglesias, se haria mas complejo el diseio del Gran Palacio, se perfeccionarian las obras piiblicas, pero, a la altura del siglo ¥, lo esencial se habia realizado ya. Al mismo tiempo se iban borrando Ios tiltimos restos de paganismo y echando raices las bases de lo que llamamos civilizacion bizantina: el emperador era ya reverenciado como virrey de Dios. Nadie represent6 mejor este papel que Justiniano. Justiniano, emperador cristiano No parece que Constantino transmitiese una vocacion ‘inicamente cristiana a la ciudad, pues los viejos templos paganos de la Acr6polis y el Capitolio, que tenian un cardcter claramente pagano, siguieron en uso. De hecho, Constantino no construy’ mis alla de tres iglesias: Santa Irene, la catedral, y dos martyria* dedicados a dos santos locales, Acacio y Mocio. Y de acuerdo con la tradicién romana, la basilica continué como modelo constructivo de referencia. La iglesia de San Juan de Studio —450— proporciona evidencias arqueol6gicas en este sentido y parecidas caracteristicas debi6 ofrecer la antigua Santa Sofia. Gracias a Procopio, conocemos Ia actividad edificatoria del emperador Justiniano —527/565—, sabemos el papel que jugé la arquitectura en la consolidacién del Imperio y sabemos también LA FORMACION DEL ARTE BIzaNTINO 101 Detalle del Poliptico Barberini; siglo vi (Museo del Louvre, Paris) a Esplendor de Santa Sofia Be saber qué religion era la mejor, Vladimir I, principe de Kiev, hijo de Svjatoslav y nieto de Igor, envi6 emisarios a las sedes de musulmanes, judios, latinos y bizantinos. Llegados a Constantinopla, fueron conducidos a Santa Sofia en un dia de fiesta y alli, bajo los mosaicos centelleantes y entre nubes de incienso y los fulgores de los cirios, los deslumbrados boyardos creyeron ver a j6venes alados que flotaban en el aire y cantaban el trisagio: ‘Santo, santo, santo es el Eternos. Al ser informados de que en la iglesia fos propios angeles descienden del Gielo para Celebrar los oficios con los sacerdotes, declararon a Vladimir: No sabiamos si nos hallabamos en el Cielo 0 en la Tierra, ya que en la Tierra no se encuentra belleza semejante. Tampoco sabemos qué decir; pero estamos seguiros de una cosa: alli Dios ‘mora con los hombres, Vladimir y su pueblo se convertirian al cristianismo de Bizancio poco después, en el afio 988. 102 Et Arve BIZANTINO que los destrozos causados por la revuelta popular de Nika —532— le obligaron a reparar o construir de nueva planta buena parte de los edificios de la capital; en este sentido, nada refleja mejor su caricter de emperador cristiano que los esfuerzos desplegados en el templo de Santa Sofia, la iglesia de la Divina ibidurfa, consagrada el aio 537. Habia sido comenzada cinco afos antes bajo la direcci6n de Antemio de Tralles € Isidoro de Mileto; ellos fueron quienes idearon una planta que combinaba el modelo basilical y la rotonda, dando como resultado un edificio nuevo, asentado sobre Ja cGpula y con un sistema de contrarresto que incluia dos semicipulas dispuestas en el eje longitudinal del espacio. Semictipulas que descansan a su vez en dos pequefios nichos organizados en diagonal respecto al ee. 1a soluci6n adoptada era completamente original al rechazar tanto las filas de columnas que separaban las naves de la basilica como las estructuras con deambulatorios concéntricos. Idearon un sistema audaz, capaz de dar una respuesta adecuada a un recinto de grandes dimensiones, un recinto de mas de diez mil metros cuadrados con una cGpula de 31 metros de diametro y que no se apoya sobre muros s6lidos sino que esté suspendida- en el aire Es verdad que la del Panteon tiene 44 metros de didmetro, pero su formidable estructura de apoyo esta ausente por completo aqui. El espacio interior, que apenas se vislumbra desde el exterior, era sumamente diéfano gracias a los revestimientos decorativos y a los juegos de luces y sombras, ¢ invitaba a que la mirada de los fieles vagase de un lado a otro, arriba y abajo del edificio, No es de extraftar, en consecuencia, que los enviados rusos del principe Vladimir creyesen estar en el cielo cuando asistieron a una ceremonia religiosa en Santa Sofia. Santa Sofia fue tan extraordinaria que dej6 en segundo plano oitos edificios de la capital: San Polieucto, decorado con un nuevo vocabulario ornamental, deudor de la influencia sasinida; Santa Irene, Sergio y Baco... todos ellos son un buen ejemplo, por lo demas, de cémo las construcciones religiosas crecerfan en detrimento de las civiles, una tendencia que, junto a la preocupaci6n imperial por extender estos recintos més alli de la capital: Rivena en Italia —San Vitat—, Resafa en Siria la Santa Gruz—o el monasterio de Santa Catalina del Sinaf, han permitido decir a Runciman que ahora, por primera vez, se puede hablar de un arte bizantino: el arte de un imperio cristiano, irradiado desde un mismo centro y con una corte ansiosa de atender las necesidades del Imperio y de la Iglesia de una manera digna. Pricticamente, ningtin edificio que no tuviera cardcter defensivo se construyé en los siglos vit y vt, A finales del iconoclasmo*, Constantinopla contaba con unas pocas decenas de miles de personas viviendo entre las ruinas de glorias pasadas que, en buena medida, no comprendian, La situaci6n habfa de cambiar radicalmente con la llegada de Basilio I LA FORMACION DEL ARTE BIZANTINO 103 i Aspecto actual del monasterio de Santa Catalina del Sinai,

Anda mungkin juga menyukai