Para ello, la disciplina debe ser entendida como expresin de una moral
compartida por todos y no como control social o simple manejo de conducta. Debe
dejar de ser punitiva para pasar a tener connotaciones morales. Si la disciplina se
vuelve una tarea colectiva, los estudiantes asumirn el control disciplinario como
propio, se acabar la presin de pares para hacer precisamente lo contrario a las
normas, ya que las normas no sern de los profesores sino de todos. Jean
Piaget deca con toda razn que la disciplina debe abandonar la idea de que el
primer objetivo del castigo debe ser la disuasin (para lo que se necesitan castigos
cada vez ms horrendos), y reconocer que su objetivo principal debera ser la
expresin de la desaprobacin del grupo. Esto depende, por supuesto, de la
fuerza de la comunidad y el aprecio que cada uno de sus miembros le tenga.