Reflexin del da
Muchas veces cuando vemos que alguien sufre pensamos: algo habr hecho o el que las
hace, las paga y nos quedamos tranquilos creyendo que nosotros pertenecemos al bando de
los buenos.
Pero algunos de los males ajenos son anticipo de lo que a todos los hombres nos suceder si
no nos convertimos de corazn, reconociendo que Dios es Padre de todos los hombres y
que nosotros somos todos hermanos.
La tierra que Dios cre para todos se reparte entre unos pocos; cuando algunos se mueren
de hambre, otros lo hacen por indigestin; mientras muchos pasan fro, las polillas
engordan comiendo los vestidos que nosotros hace tiempo no usamos.
Cambiemos nuestra forma de pensar, convirtmonos hoy!, y no permitamos que Dios se
arrepienta de haberle entregado al hombre las llaves de la tierra.
Oracin del da
Seor, Dios nuestro,
que, no por nuestros mritos,
sino por tu gran misericordia,
nos creaste y nos ofreces la salvacin;
concdenos por intercesin de San Expedito,
mrtir, ser constantes en la tribulacin
y convertirnos sinceramente,
ya que todo lo esperamos de ti.
Por Jesucristo, nuestro Seor. Amn