anarcoindividualismo
Eso fue bien reconocido por algunos, por hombres de Estado incluso,
como Thomas Jefferson, y los mejores luchaban contra esa nueva
tirana velada; pero el aparato constitucional est construido tan
ingeniosamente que es fcil agregar autoridad e interpretar lo que
existe en un sentido ms autoritario, pero es imposible reducir esa
autoridad seriamente. El pueblo es conducido como en las monarquas;
hay amplitud o sus movimiento son circunscritos segn la voluntad del
amo; en el caso presente, segn la voluntad gubernamental controlada
por los intereses de la propiedad.
Esta situacin produjo pronto el descontento de espritus audaces, y
Voltairine de Cleyre y C. L. James han esbozado esas primeras
protestas de hombres que, ciertamente, no fueron anarquistas en el
sentido presente, pero que tuvieron horror al estatismo y a la
dominacin insolente de los monopolistas sobre las riquezas naturales
de medio continente. En las ciudades del Este, sobre la costa del
Atlntico, hubo no poca efervescencia democrtica vertida en un
socialismo laborista que, precisamente al ver a los polticos llenarse la
boca de libertad, retricamente, fue autoritario, riguroso, estatista. Se
reimprimi el gran libro de Godwin (Filadelfia, 1796), el irlands John
Driscol (Equality, or A History of Lithoconia, 1801-2), y J. A. Etzler (en
Pittsburgh, en 1833) compusieron una utopa y un ditirambo sobre la
liberacin del hombre por la mquina, tratando de ser lo menos posible
autoritarios; pero, en suma, de esas ciudades tan rpidamente
industrializadas y convertidas as en focos de la poltica y en centros
de las finanzas, no sali jams una verdadera vida socialista integral, y
los trabajadores se organizan paralelamente a los capitalistas. De igual
modo los inmensos territorios agrarios, nuevamente roturados,
contienen poblaciones absorbidas por el trabajo, poco accesibles
todava a las ideas, dejndose alimentar o condenar al hambre
intelectualmente por lo que los curas, la Prensa y los polticos les
entregan.
Nota del autor. Este captulo resume las pginas .103-132 del libro
Worfrhling y remito tambin a mi artculo Anarchism in England fifty
years ago, en Freedom (Londres), noviembre diciembre 1905, que se
ocupa sobre todo de Ambrose Caston Cuddon, cado en olvido
completo entonces; fue reimpreso por Tucker, en Liberty (1906).