Segn nos han contado, parece ser que sus inicios como Carmelita no fueron fciles.
Efectivamente. Imagnate que apenas haca tres aos que disfrutaba de la vida del claustro, que tanto
haba anhelado, cuando se desencaden en Espaa una revolucin. Se persegua a los religiosos, se
quemaban los conventos y muchos tuvieron que abandonarlos. En el ao 1835 le toc el turno a
nuestro convento de San Jos y los religiosos nos dispersamos para salvar nuestras vidas.
Es en ese momento cuando usted descubre que la Iglesia es importante en su vida, verdad?
S, la Iglesia comenz a ser todo para m: mi cosa amada, mi novia, mi esposa Era una presencia
viva, siempre la llevaba conmigo. Haba encontrado su sentido profundo tras muchos desvelos; la
haba llamado con voces agonizantes y no saba que estaba en medio de mi corazn. Le ofrec mi
vida y la acept.
Oracin: Ojal que, a ejemplo de Francisco, no nos cansemos nunca de buscar su voluntad. Como l
lo hizo: con perseverancia, paciencia y sin precipitarse.
Imitemos tambin las disposiciones interiores y exteriores que le permitieron y ayudaron a buscar la
voluntad de Dios: la soledad, el silencio y el desprendimiento de todo aquello que nos aparta de
Jess.
Pidamos al Seor, por medio del Padre Palau, por todas las necesidades de la Iglesia, su amada; en
especial, las de todos los buscadores: los que buscan la justica y la paz, los que buscan la verdad,
los que buscan el sentido a sus vidas
Y, con esa intencin, rezamos todos un Padrenuestro.