Todo esto se ha
demostrado
tambin, de
modo ms
inofensivo, en la
historia de la
Repblica
Federal de
Alemania. En su pubertad, en los primeros
aos del milagro econmico, las masas no
quisieron escuchar las advertencias de los
intelectuales ante el refrigerador y el
automvil, por ese entonces todava
mercancas de lujo. Ms tarde, el movimiento
estudiantil fracas cuando quiso proteger al
pblico de un peligro inminente, el terror del
consumo. Y cuando la Repblica Democrtica
Alemana se acercaba a su merecido final
algunos virtuosos escritores vieron
impotentes cmo millones, indefensos, eran
vctimas de las tentaciones de la abundancia
y consuman frutas exticas del trpico.
6. La seguridad. Es posiblemente el ms
precario de todos los bienes de lujo. Si el
Estado no puede garantizar la seguridad,
crece la demanda y los precios se van al
cielo. Guardaespaldas y servicios de
seguridad, sistemas de alarma todo lo que
promete seguridad pertenece ya al carcter
de la vida de los privilegiados. El ramo de
seguridad puede contar en el futuro con altas
tazas de crecimiento. Quien visita los barrios
donde viven los ricos, sospecha que el lujo
del futuro no promete ningn placer. Como en
el pasado, el lujo no slo trae libertades, sino
tambin coerciones. El privilegiado que busca
la seguridad no slo excluye a los otros, sino
tambin se encierra a s mismo. Sea como
fuere, estas conjeturas apuntan a una vuelta
llena de ironas. Si algo quieren decir,
entonces el futuro del lujo no est en la
multiplicacin, sino en la disminucin, no en
la acumulacin sino en la precaucin. La
abundancia ha llegado a un nuevo estadio de
su desarrollo, en el cual debe negarse a s
misma. La respuesta a esta paradoja sera
una nueva paradoja: el minimalismo y la
renuncia podran resultar tan escasos,
valiosos y deseados como antes el derroche
ostentoso.