Lo rreductible del malestar y las lgicas de la segregacin.

De la modernidad
femenina a la escena educativa. Sobre las ideas de Rhite Cevasco

De qu hablamos cuando hablamos de malestar?

Leer como sintomtico la respuesta que un sujeto o una institucin encuentra

para el tratamiento de la diferencia (p.5) Podemos analizar el modo
sintomtico en que sujetos e instituciones responden al tratamiento de la
diferencia

Lo irreductible es el malestar mismo hay un lmite ineluible, un resto de

insatisfaccin inevitable tanto en lo que atae al propio cuerpo como en lo que
atae a la relacin con el semejante (p.6)

Que sea irreductible no significa que sea inabordable, que no pueda ser
acotado por la cultura. Es en relacin a esta posibilidad que Freud sostiene <2
porque hay malestar hay cultura, porque es la cultura la que viene, bajo
ciertas condiciones a acotar o encauzar la incidencia de las pulsiones. El
malestar comporta un aspecto estructural, que supone un desencuentro
inevitable entre lo pulsional y la cultura, para todos los sujetos (p8)

Un modo particular de desencuentro entre pulsin y cultura: la segregacin de

un elemento extrao lo extrao que le da consistencia al grupo

La exclusin es una condicin necesaria para la definicin misma del sujeto

universal moderno.

El funcionamiento armnico del grupo, que solo es tal a condicin de la

exclusin del factor perturbador, encarnado en lo extrao, lo incalculable (p.10)

Cuidar que el lugar de la excepcin quede siempre vaco