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Rivalizando con las producciones importadas de Ópera Italiana, una tradición francesa aparte
fue fundada por el italiano Jean-Baptiste Lully en la corte del Rey Luis XIV. Desafiando su origen
extranjero, Lully estableció una Académie Royale de Musique (Academia Nacional de Música) y
monopolizó la ópera francesa desde 1672. Comenzando con Cadmus et Hermione, Lully y su
libretista Quinault crearon la “tragédie en musique”, una forma en la cual las música para
danza y para coro fueron particularmente prominentes. Las óperas de Lully también muestran
preocupación por el recitativo expresivo, el cual ajustó a los contornos de la lengua francesa.
En el siglo XVIII, el sucesor más importante de Lully fue Jean-Philippe Rameau, quien compuso
cinco “tragédies en musique”, como también numerosos trabajos en otros géneros tales como
la opéra-ballet, todos notables por su rica orquestación y sus audaces armonías. Luego de la
muerte de Rameau, el alemán Gluck fue convencido de producir seis óperas para los
escenarios parisinos en la década de 1770. Éstas mostraron la influencia de Rameau, pero
simplificadas y muy enfocadas en el drama.
Al mismo tiempo, a mediados de siglo, otro género fue adquiriendo popularidad en Francia: la
“opéra-comique”. Ésta fue el equivalente del singspiel alemán, donde las arias eran alternadas
con diálogo hablado. Destacados ejemplos en este estilo fueron producidos por Monsigny,
Philidor y, sobre todo, Grétry. Durante el período de la Revolución francesa, compositores
tales como Méhul y Cherubini, que fueron seguidores de Gluck, trajeron una nueva seriedad al
género, el cual nunca había sido cómico, en tal caso.
En la década de 1820, la influencia Gluckista en Francia llevó al gusto por el bel canto italiano,
especialmente luego del arribo a París de Rossini. Su ópera Guillaume Tell colaboró en fundar
un nuevo género, la Grand Opera, una forma en la cual el más famoso exponente fue también
un extranjero, Giacomo Meyerbeer. Las obras de Meyerbeer, tales como Les Huguenots
enfatizaron el canto virtuoso y extraordinarios efectos escénicos. La ligera opéra-comique
también gozó de éxitos tremendos de las manos de Boïeldieu, Auber, Hérold y Adolphe Adam.
En este clima, las óperas del compositor nativo Hector Berlioz lucharon para ganar audiencia.
La obra maestra épica de Berlioz Les Troyens, culminación de la tradición Gluckista, no ha
tenido una representación en alrededor de cien años.
En la segunda mitad del siglo XIX, Jacques Offenbach creó la opereta con obras ingeniosas y
cínicas como Orphée aux enfers, así como también la ópera Les Contes d'Hoffmann; Charles
Gounod registró éxitos masivos con Faust; y Bizet compuso Carmen, la cual, ni bien la
audiencia aprendió a aceptar su combinación de Romanticismo y Realismo, se convirtió en la
más popular de todas las opéra-comiques. Realizó otra menos aclamada pero de gran calidad
en 1863 "Les pecheurs de perles". Massenet compuso "Werther" y Delibes con "Lakme" con el
famoso dúo de las esclavas, así como Saint-Saëns compusieron obras que forman parte del
repertorio estándar. Al mismo tiempo, la influencia de Richard Wagner fue sentido como un
desafío a la tradición francesa. Muchos críticos franceses rechazaron airadamente los dramas
musicales de Wagner, mientras que muchos compositores franceses los imitaron de cerca con
éxito variable. Probablemente la respuesta más interesante llegó de Claude Debussy. Como en
una obra de Wagner, la orquesta ocupa un rol principal en la única ópera de Debussy, Pelléas
et Mélisande (1902) y no hay verdaderas arias, sólo recitativos. Pero el drama es
incomprensible, enigmático y completamente no wagneriano.
Otros destacados nombres del siglo XX son Ravel, Dukas, Roussel y Milhaud. Francis Poulenc,
uno de los poquísimos compositores post-guerra de cualquier nacionalidad, cuyas óperas
(incluyendo Dialogues des carmélites) han ganado un equilibrio en el repertorio internacional.
Saint François d'Assise (1983), el extenso drama sagrado de Olivier Messiaen, ha atraído
también amplia atención.
Compositor francés de origen italiano, uno de los introductores de la ópera en Francia. Nació
en Florencia, Italia, el 28 de noviembre de 1632 y su verdadero nombre era Giovanni Battista
Lulli. Viajó a Francia con 14 años pues había llamado la atención del Caballero de Guisa, y en
1652, con veinte años, entró al servicio de Luis XIV como bailarín de ballet y violinista. Más
tarde dirigió una de las orquestas reales y en 1662 fue nombrado director musical de la familia
real. Sobresalía por entonces como violinista, director y compositor. A los 29 años se había
casado con la hija de Michel Lambert, compositor y alto oficial de la Corte. Cortesano astuto,
consiguió mantener el favor real a lo largo de toda su vida, lo que le permitió manejar la suerte
de otros compositores franceses. Compuso ballets, como Alcidiane (1658), para la corte, que
en ocasiones él mismo interpretaba ante el rey. En colaboración con el escritor francés Molière
(Jean Baptiste Poquelin) compuso una serie de ballets cómicos como Les fâcheux (1661),
Matrimonio a la fuerza (1665) y El burgués gentilhombre (1670). Se hizo prácticamente con el
monopolio de las artes musicales en Francia y explotó la grandeza y la teatralidad de la corte
de Luis XIV. En 1672 consiguió mediante intrigas el puesto de director de la Académie Royale
de Musique y a partir de ese momento volcó su atención en la ópera. El compositor ya había
conseguido un título de nobleza y se había hecho con numerosas propiedades en París y en sus
alrededores. Sus óperas (a las que denominaba tragedias líricas) estaban basadas en las
tragedias clásicas de sus contemporáneos, los dramaturgos franceses Pierre Corneille y Jean
Baptiste Racine. Desde el punto de vista musical sus óperas son solemnes y majestuosas, con
un énfasis especial en la claridad del texto y las inflexiones de la lengua francesa. Sus
elaborados espectáculos de danza y sus coros de gran majestuosidad tienen su raíz en el ballet
de cour (ballet cortesano). Las óperas de Lully contrastan con el estilo italiano de ópera de la
época, en donde se daba prioridad al lucimiento del cantante. Entre sus obras cabe citar
Perseo (1682), Amadís de Gaula (1684) y Acis y Galatea (1686). Lully falleció el 22 de marzo de
1687 en París. La importancia de Lully reside en las mejoras que impuso. En la ópera francesa
abandonó el recitativo de eco y lo sustituyó por un recitativo con acompañamiento artístico.
En los ballets, introdujo danzas más rápidas que las que se interpretaban. También estableció
la forma de obertura francesa. Lully evolucionó desde su fidelidad inicial al estilo de sus
compatriotas Luigi Rossi o Francesco Cavalli hasta una perfecta asimilación del estilo y del
gusto franceses.
Sus primeras lecciones musicales las recibió de su padre, un organista profesional. Luego fue a
una escuela jesuita y más tarde pasó un corto periodo estudiando música en Italia. Al parecer
tocó violín en alguna orquesta antes de ser nombrado, en 1702, maestro de música, primero
en la Catedral de Avignon y, luego, en la Catedral de Clermont. Alrededor de 1706 siguió
trabajando como organista de un colegio jesuita en París, retornó a Dijon en 1709
compartiendo el cargo de organista en Notre Dame, en 1713 estuvo en Lyons y en 1715 volvió
a Clermont firmando un contrato de 29 años como organista.
François Couperin
Procedía de una familia de músicos, de modo que para reconocer y distinguirlo y reconocer su
grandeza, se le ha apodado, “El grande”. Su obra más conocida son los 24 órdenes (suites),
publicados en 4 volúmenes, que están entre las mejores piezas para clavecín de su época. Al
principio fueron suites de danzas comunes (gavota, sarabanda, etc.), pero a medida que su
estilo evolucionaba, sus obras se volvieron de carácter más evocativo. Su escritura es muy
elaborada y con multitud de ornamentos, y, en común con otros compositores franceses de
entonces, más armónica y menos contrapuntística que la música alemana.
Bibliografia
http://www.beethovenfm.cl/index.php?option=com_wrapper&Itemid=53
http://www.epdlp.com/compclasico.php?id=1049
http://www.epdlp.com/compclasico.php?id=1050
http://www.italianculture.net
http://www.pianomundo.com.ar/operas/francesa.htm