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62 “ll a Pa im cI g 304 FA FI i] FI FY 8 2° E PI iEs Shakespeare nuestro contempordneo? El teatro de William Shakespeare es de siempre, porque también ¢s de hoy. ¥ es, precisamente, desde nuestro ahora desde donde se nos impone la apremiante tarea de interpre- tarlo y de actualizarlo; si es que, en verdad, queremos llegar ‘a descubrir a Shakespeare hoy con toda su novedad y frescu- 1a. Es, pues, objetivo prioritario inaplazable el delimitar y des- * cribir las coordenadas y concreciones significativas que hoy ssuarda Ja dramatica shakespereana para descubrir y encon- trarnos con éI desde las exigencias e imposiciones de nuestro presente, porque él ¢s uno mas entre nosotros.. Sumane ingle. Por eo es de — apareciese entre los afios TS1613 aproximadamente. Posee, ademés, Ja virtualidad y el dinamismo necesarios para’ conediar y sine tonizar con lo actual y para atraer a un piblico multiforme y variado, porque es un teatro de siempre. No No shstracamet: ‘{ considerado, sino histéricamente cor geen a anh ner sus raices vitales fundamentales y sus intereses re- reiterativos, nos daremos cuenta de que estamos. Jun ser humano radicalmente teatral, puesto que el tea- lend y colmé, en plenitud y con total intensidad, to que , pudiéndose afirmar que el teatro fue su d, posibilitindose asi una produccién, Edad, cuya adivalzactn conlera 5 que definen y deter es 'ysu obra, quitando en definitiva todo aquello que pueda en; i el auténtico encuentro con lo shakes ign hoy, el teatro de Wiliam Shakes: 4 1, El teatro como radicalidad existencial ‘obra de William Shakespeare. Su radicalidad dramatica fun- «damental, pues, es lo primero que ha de acentuarse con in- tensidad suficiente al describir ¢ interpretar el sentido pro- undo y la trascendencia definitiva de su universo dramatico sin precedentes, Lo teatral, en este caso, no es algo casual, de su teatro, en toda su extensiGn y con todas sus implicacio- nes, sin tener en cuenta esta dimensidn vital recurrente fun- damental. Teatralidad y existencia se funden y fusionan para Sonfortar Antes isperble Por elo Shakespenre no ado ‘existir sin esta religacion necesaria e imprescindible para con el inundo de la escena. El teatro, en esta ocasién, se convir- tid en vida pletérica de actividad dramatica incansable y de cane ais aeCON eT esceHaNG. Una Vision actualizada de Ta produccion Seneca areata meee Sam maturgos mas creativos, grandiosos y universales de todos los iempos. Ademds se da un precsoy consiante paralelismo” cnle vivencia teatral y creacidn artistica, llegindose a una relacidn de maxima fecundidad que posibilitard hasta lin 3 insospechados la aparicién de un teatro nuevo, grand interpelante, cuyo arte, atractivo e interés van més all de tiem- 008 ¥ de espacios. Si queremos, de verdad, recrear y actual ar el teatro shakespereano, hemos de partir del presupussto adical de su actividad teatral existencial.' Solo asf podremos Casa natal de Shakespeare, en Stratford-Upon-Avon 1, Nuestra aprosimacidn guarda cera telacén con la postr IM. Charney, para quien Shakespeare uhas become a cultural pai. id we ned to proceed layer by underving layer to recover. the Bai abs tum.» Para ello propose que, al menos, isiestemoswto understand the rabolic and theatieal contest of the play that Shakespeare wrote, por ve puede suceder que vThere may have been some literal wiakty in the sme special appropialness inthe theatrical situation that we are ow missing.» M. Charney, Hamle's Fictions, London, Routledge, 1988 igs 13 6 saree ret Bieter ees Sear itary ne Sones cone ae Sag ee eee ee es ens emi a aa pie ee arpeenr ein poe leer Sa a eee MS a yl sauce a nn RRR dante on eT ee ee eae ete tea caaee ae rae eae eee ee ee eer sand Nice even ieee a eae pe hae ta cls ew a Se 2. Prueba de clos los tituloraparcidos con los que se prtende dat conocer a importanca capital de lo humana la hora de interpear y 4e profundzar ene eatto shakesperean. Cf. W. Bahegot, Shakespear ine Men, Nueva York, Fleroft Library Eations, 190), reirpe. 1974 Ken neth Mui y otro, Shakespeare Man ofthe Theatre, Londres Tron, A ‘ociated University Presses, 193. Otros autres dedican un calle a Shae kespeare hombre. Ch. M.M. Badawi, Bockrround to Shakespeare, Lanes y Basingsioke, Macmillan, i981; EA J. Honigmann, MjriedeMinded She- ‘expeure. Essays Chiefly on the Tepes end Problem Comedies, Londres, Macmala, 1989 "7 “oontecimientos ye ambiente iteraioexstente du rante cl reinado de Isabel I de Inglaterra los que posibilit ‘ron y provocaron la aparicién de un teatro tan grandioso como ‘rrepetible. La época isabelina El reinado de Isabel { (1558-1603) fue 1 marco histérico ‘en el que el ingenio de William Shakespeare, su arte y su ca~ pacidad creativa se forjaron, desarrollaron y consolidaron. En su obra se advierte con claridad lo definitivo y decisivo de la impronta isabelina. La situacién histérica, el estado de la lengua inglesa y el desarrollo dramitico alcanizado confor- maron la realidad conereta y particular, donde el arte dra- " mitico shakespereano encontrd el medio idéneo para su arrai- BY crecimiento, Esto nos obliga a profundizar en este J, sies que, on verdad, se quiere tener un conocimien- Tomayor de las eausa, los elementos y los components que ‘configuraron su concrecién histérica.’ Porque el teatro sha kespereano no solo tefleja, sino que también manifiesta una conciencia atenta y sensible para con su época, erigiéndose, a través de su actividad dramdtica, en testigo excepcional de lun tiempo mas complejo y controvertido de lo que a veces 2. Ex precsamene su humana y su dimensi historia lo gue 1s Limos cxtdios biografces han tratado de poner de relieve y de acento, te. Schoenbaus, Wiliam Shotexpeore A Documentary Life. Oxford University Pres, 197 MLM. Rees Shakespeare is World and His Work, Londres, E. Arno, 1983, reir, 1980, E-AJ. Honigmann, Shakespeare ‘The Lost Yoors, Manchester Unversity Pres, 1985: G. Greer, Shakespeare, Oxford Univesity Pres. 1986. se ha podido creer. Shakespeare, y como muestra su tezado literario, supe sintdnizar <4 su entorno, Elrentro fe Teva estar mis metido y en contacto con la vid sn cara eon aps Poros bo bea rama ‘fue aurayenda"F CapITO LE atencion de gentesy de public os, al tratarse de un teatro que parte de la inmediatez y de la frescura de lo real, para convertirse en ficcién dramatica que quiere, positivamente, influir y concienciar al espectador 4 través de la provocacion dramatica. El teatro en Shakespeare fs, pues, arte comprometido con su cotidianidad conereta, Es verdad que, a veces, se ha favorecido una visin de su per- sona por encima de todo lo humano e historico, centrada ex- clusivamente en su tarea de creatividad artistica, Sin embat £0, ¢s urgente corregir esta desviaciGn apreciativa y rescatar al genuino Shakespeare de posibles manipulaciones y adulte- raciones, puesto que su humanidad y su historicidad son la ‘base y el presupuesto de su actividad literaria, Sélo asi se es- tard en condiciones de llegar al Shakespeare total y de dar ‘cuenta de las implicaciones, sentidos ¢ interpretaciones que su obra, tan isabelina como universal, encierra En principio el reinado de Isabel 1, pertencciente a la di nastia Tudor, puede considerarse y valorarse positivamentey ya que ¢ cuando Inglaterra, como tal naciGn moderna, se onsolida y acrecienta su poder, siendo el inicio de su hey. ‘monia industrial y comercial. Una ineipiente y rudimentaria industrializacién era ya palpable en los grandes centros ur- ‘banos que aglomeraban y aglutinaban grandes micleos de po- blacion.’ Hemos de tener presente que mas que hablar de in- ddusirias como tales hay que referirse a una intensa actividad industrial, basada sobre todo en el trabajo manual. Todavia 4. As algunos critics, desde un exesivopatrotine y optinsme, no han dudado en llamata whe golden age of Englands, GM. Trevelyan, En {lsh Social Histor, Harmondsworth, Penguin, IST, emp 1979, pie |S '. Habeia que matizar son DM. Pls, ydenominar «pre indstilied 20 periodo pura vita poubles equsocos. DM. Palliser, The Aye of El ‘aherh Emaland under the Later Tudors, Londres Nueva York, Lona, 198, pig. 297 19 ‘no existia una especializacion industrial, sino agrupaciones comerciales con un ritmo de produccion paralela. La factu- racion y la comercializacién de productos agricolas suponian Ja maxima concentracién de actividad industrial y comercial. Dentro de este incipiente comienzo industrial hay que desta- car las industrias relacionadas con Ia obtencion de cobre, la ‘manufactura de papel, la fabricacién de pélvora y las text les. También este trasiego industrial trajo consigo un crecies te consumo de productos y un considerable aumento y desa- rrollo de la actividad comercial, lo que contribuyé a la aparicién de un nuevo modelo de sociedad, creando un tipo de relaciones econdmicas y sociales nuevas, diferentes y dis tintas a las que se dieron en la Edad Media. Todo ello tuvo ‘como consecuencia inmediata y directa el aumento de la pros- peridad y del bienestar nacional. Esta nueva situacién econémica guarda una estrecha re- lacién con el crecimiento de la poblacion, En 1547 Inglaterra ¥y Gales tenian un censo de unos tres millones de habitantes, ‘su poblacion se increment6 al final del reinado de Isabel 1 ‘en un 35%, Norwich, Bristol, Exeter, Salisbury, Coventry y ‘Newcastle contaban con una poblacién superior a fos 7.000 habitantes. Londres, en el afto 1600 tenia unos 200.000 habi tantes. La actividad municipal fue ampliindose y hacién- dose mas compleja y diversa porque, ademas de procurar el ‘mantenimiento del orden y el cuidado de las murallas y de ‘otros edificios, se pusieron en prictica las medidas higiéni- ‘cas necesarias para prevenir el siempre amenazador azote de las plagas. También se cuidaba con esmero todo lo relativo, al comercio y al mercado local por ser el centro en torno al ‘cual giraba la vida eiudadana. Sin embargo la ciudad no cra por si misma autosuficiente, ya que necesitaba adquirir los productos de los que carecia y vender aquellos que le sobra- ban, originéndose, de esta forma, un notable auge del comer~ cio interno, cuyo volumen lleg6 a ser por lo menos diez veces, superior al del comercio exterior, realizindose su transporte por tierra y por agua, a través de rios y canales, 20 ‘Mas novedosa y trascendente fue la consolidacién e in- tensificacién del comercio extcrior mas alla de las fronteras inglesas gracias al creciiniento y florecimiento del capitalis- mo mercantilisia. Este tipo de mercado abria grandes posibi- lidades de inversidn y de productividad ceonémica. Durante cl reinado de Isabel Tudor se crearon nuevos mercados con los que se traficaba, en lugar de los ya tradicionales puntos ‘de comereializacién, localizados en Francia y en los Paises Bajos. Esta ingente actividad econémica y mereantil fue acompafiada de una nueva mentalidad de expansionismo y de colonizacion de otros teritorios mas distantes, aunque no se llevé a cabo con éxito fundacién alguna de colonias du- rante el periodo isabelino. La colonizacién de América fue debatida, por primera vez, en Inglaterra a mediados del siglo XVI, siendo en el afio 1568 cuando comenzaron los primeros intentos de colonizacién del continente americano, Todo-este xpansionismo comercial y econémico vino aefarzat Fuer= Slater sehabiaconvertido en una nacion moderna Sos una iosin ropia ; suTicTente para gunar volun ‘des ¥ para garantivar un futuro prometedor. ¥ 1a Soren ETmonares To era todo y1o podia cast todo.” El absolu- tismo ¥ el despotismo regio, denominadores comunes de la (6. Asi, Edmund Spenser ene Fiere Queene, no duda en lamar san ‘slain Isabel. Mis lars y sgnficativas son las palates que Lord Noah exrbié al obispo de Ely, confimand al cardcterdivino de a so- eran ingles, She # oure Cod in earths if ther be perfection i Nest and blood, undoughiedye i is her majesiye> Cli. DM. Palliser, op. el, pig, 301 7, Bl representaba ste life, the bead, and the authori of al things ‘hat be doone inthe elie of England.» Ct, Sir Thomas Smith, De Repu fica Angforum, 1583, pig. 62. a ‘Tudor, también continuaron siendo prictica frecuente largo del teinado de Isabel I, a cuyo encumbramiento las artes contribuyeron decisivamente, ali- ftando una adulacién sin limites a través de un sistema ‘mecenazgo cortesano. Los diferentes nombres que se dio soberana inglesa reforzaban y cxplicitaban su status casi Entre ellos destacan los de Gloriana, Belphoebe y As- la Virgen regia de la mitologia clasica que vuelve a la fra para inaugurar una nueva era. De este modo, el mito se consolidé ain mas al propugnarse un poder itt ‘del monarca y una obediencia pasiva total por parte de Js Stibditos, lo que contribuye a fortalecer y a robustecer una monarquia cuya cficacia y aptitud para cl gobierno se comen- aron a poner seriamente en tela de juicio. Ena, precisamente, el soberano quien ocupaba cl lugar mas ‘levado dentro de la estructuracién piramidal existente en la sociedad isabelina, la cual estaba rezida por los principios de ‘orden y de jerarquia® y era comparable a una escalera con diferentes niveles.* Esta vision global unitaria no hizo desa- las diferencias sociales que eran palpables y visibles. fatunque la divisién de clases se aceptaba como algo natu- se empez6 a dar una mayor movilidad y fluidez social, ido mas ficil y accesible el paso de pertenencia de un es- famento a otro. La estructura social siguid estable a lo largo dela iltima etapa de la dinastia Tudor, a pesar de las convul- siones internas y a pesar de la erisis de la ultima decada del siglo xvi. Hay que destacar, asimismo, el ereciente proceso de culturizacién que se vivia. La gran cantidad de libros que se publicd aceres la cultura a una gente que se interesaba cada dia mas por el aprendizaje y la lectura. La imprenta, junto con la normalizacion y consolidacién del «Standard English» |. R. Healam Wells, Shakespeare Poles end rhe Stat, Londes, Moe lln, 1986, pig. 8 '9, Harrison y Smith divin 3 sociedad en sls clases categoria, queen, nobiiy, gentry citizens, yeornen and afer or labours. Ct. DM. Palle op. cit. pl. 60 2 * 5 > ; 2 > p > 7 > fueron Jos grandes generadores de cultura en la época isabe- lina, siendo las escuelas, fas universidades, la corte y la Tgle- sia los focos indiscutibles de una culturizacién en alza. in embargo, la época isabelina no fue un tiempo tan pa- cifico ni tan explendoroso como a veces se ha podido creer. La historia no fue todo lo dorada que en ocasiones se ha que Fido mostrar. El progreso aleanzado y la prosperidad existente son la cara externa y superficial de una realidad trigica, con lunos acontecimientos tan s6rdidos como lacerantes que sem- bbraron el desconcierto y la confusidn entre todos. De esta ma- neta, el esplendor se torné en la agonia y contradiccién de lun tiempo en crisis profunda,® dado que, conforme avanza- ba el reinado de Isabel 1, la situacién politica se fue, seria mente, deteriorando." La estabilidad del trono inglés estuvo ‘mas de una ver en grave peligro por las tensiones y rebetio- nes existentes, destacando la sublevacién encabezada por el ‘conde de Fssex en 1601, La falta de descendencia directa de Ja reina complicaba en gran medida el delicado panorama po- litca, en efervescencia por las luchas internas ocasionadas por ‘el conflicto religioso y por e! enfrentamiento exterior con otros paises. La confrontacion con Eypana se vivid con una gran intensidad por la continua amenaza que suponian sus reite- rados esfuerzos por conquistar Inglaterra. La diversidad y la complgjidad de los eventos hizo que las relaciones se fueran debilitando y deteriorando, hasta tal punto que el 7 de j dde 1871 se elebré en Madrid una reunidn del Consejo de Es- tado para decidir la muerte de Isabel 1, siendo el episodio de la Armada Invencible la culminacién historica de un largo 10, Fe en esa €poca suando Inplateresvsuflered the wors evonomic Akpecvin i had known.» Cte R, eam Wels, op. ct pig 1. |. AS ox encontramos con ue les tins ahon de relnado wuld os have ceed lke golden age. They were marked by crop fallen ceo omic unex, andthe general malas of living Unde an ageing quece who ‘would not nave a sceetor and whose imminent dent threatened chaos.» (COCA. Lent alsh Drama: Shakespeare 1 he Restoration 15H%.1880, onde. Login, 1984, pg B ‘enfrentamiento politico, cuyas eausas pudieran ser mis pro. fundas y radicales que las meramente religiosas o expansio- nistas."9El teatro inglés de la época tue testigo de excepcion de la conflictividad existente entre ambas naciones. Por lo que ‘no extrafa que, ante la siempre amenazadora sombra espa= ‘ola que se cernia con toda su fuerza sobre la sociedad ingle~ sa durante el reinado de Isabel | y parte del de Jacobo 1, se jera una sistematica y continuada denigracién de Espafa. Este estado de enfremtamiento y de inestabilidad politica re- percutid negativamente en los distintos ambitos politicos y sufrié con fuerza el impacto de ETnicleo Familiar se vid res Se ee Sab saa sna dep, quienes casaban a sus hijos por motivos econ ‘ysoca- ST Se, acim sellegaba a poner en tela de juicio, por parte de algunos, que cis evet she, ode ele paces provide 1. nufe los nismos tabelings aparece un fecadente,ienien-— Sobre ido en poesia, etc senimienta rotunda se olans {ysellevé asus tltimas consecuencias. La poesia de John Don- ne es una muestra Ineontestable de esta decrepitud y caducidad que afecta no s6lo al hombre sino tambien a la naturaleza,§* 12, fal fondo que estaba ocuriendo esque wngland achieved ms ‘urity, became a modern sate, where Spain remained moda country With large empire overseas.» AL Rowse, The Expansion of Eizabethon England, London y Basicpstoke, Macillan, 1981, pig. 322 13. J Lats, Renaissance Drama in England and Spain. Topical Alu- sions and History Play, Prinecion, New Jersey, Princeton University Pres, 1987, pg 27. 14, El First Anniversary y la «Satyr Il expresan con rotundidad y balea esta vivenca. TW. y RJ. Craik, Joh Donne. Selected Poesy and Prose, Londres, Methuen, 1986, pis (3 4 Por todo ello seria erréneo exagerar el progreso y el bienes- tar obtenido por Inglaterra en este periodo que acaba con la muerte de la soberana inglesa en 1603 Teniendo en cuenta estos hechos negativos que dejaron ‘una huella profunda en la sociedad isabelina, no se puede pre- sentar con exclusividad, como hace E.M.W. Tillyard en The Elizabethan World Picture, una vision idealizada de esta poca, dado que los principios basicos de orden, de armonia, ‘yde obediencia, en los que se sustenta, no agotan ni explican la complejidad hist6rica, politica y social de este periodo, Me- 1s aiin se entiende su pretendida universalidad y globalidad para dar razén de un tiempo tan controvertido, cuando no ‘eran sino los fundamentos esenciales de la ideologia oficial predominante, propugnada y mantenida por el poder esta- blecido para salvaguardar sus intereses y asegurar su control politico y social,¥ dejando de lado y obviando la parte tré- gica de una historia tenida, también, de contradiceién y de sinsentido. Atin reconociendo la posible validez parcial de esta ‘ordenacién cosmica, no es licito dogmatizar y general bre la vida y los acomtecimientos de un tiempo comy y complejo.” No se debe dar como tinica concepcién aque- lia que servia para reforzar, de una manera positiva, la pre- 15, EMW. Tilhard, The Bllesbethan World Picture, Harmondsworth, Penguin, 1943 ripe 1976; EM. Tillyard, Shokespeore's History, Hate rmondsworth, Penguin, 196. 16, Un ejemplo claro dela propaganda de a deolota oficial estableci- «4 dentro del aparsto palitico abeling seria «Sermon of Obedience or AR LExhortation concerning Ordre and Obediease to Kuler and Magistrates US4D), y donde se dice: wAlmighe God hath created and apoyocted all ‘hyness, im heaven, yearth, and waters in a most excellent and ple 0 re. In he yearth he ath assigned kynges, princes, wth other novernors under them, all in good and necessarie ore.» 17. La visén oficial dealizada dea sociedad isabelina, manteida y di vlad por el Estado y por I Iglesia ewas only one dimension of Renai- Sance ideology», G. Hulderes, Shakespeare History, Dublin, Gil and Mace nll, 1985, pig. 19; M. Reston, Siteenth Century English Literature, Hong-Kong, Macmillan, i982, cap. 1. a ‘eariedad y la debilidad de una monarquia que empezaba a derrumbarse y que necesitaba avivar a toda costa una creen- tia ciega en el absolutismo monarquico; mas ain cuando «el derecho de sucesidn (de la reina Isabel 1) no era tan claro, ‘Pues Ia iglesia catdlica y hasta la iglesia cismatica de sui pa- dre la habian tenido por bastarda. Su permanencia cn elt TO se justificaba, pues, por el testamento de su padre» La situacién se hizo cada vez mas delicada y compleja por la di- versidad de credos existente, por los nuevos descubrimientos ‘cientificos realizados y por la transformacién de una socie- dad inglesa en cambio social sin precedentes. Todo esto mi- ‘haba en su misma base la imagen de una sociedad uniforme yy perfectamente delimitada, provocando y fomentando la ne- ‘eesidad de tun nuevo orden mas humano y mis acorde con Jos tiempos moderns. Stratford y Londres Si el contexto histérico es decisive para la comprensién de la obra de William Shakespeare, no lo es menos la demar- ‘eacién y delimitacion geografica de su transcurrir existencial. Stratford y Londres fueron el espacio geograifico demareati- vo fundamental de su vida y desu teatro, No se puede cono- ‘cer el fendmeno shakespereano en toda su radicalidad © tensidad sin tener en cuenta su contextualizacién espacial determinada, Es imprescindible. pues, mostrar que no es in- diferente el que Shakespeare realizase su periplo exisicncial Stieorees erhane Peer acre f08 literarios hubiesen sido muy disfintos sin un contacto fisico duradgro v configurativo con effos, La Influencia que {tuvieron y el papel que dlesempearon en la génesis y confor= macién de su genio dramatico y poétivo deben ponerse de re lieve con suficiencia y claridad, puesto que ellos perfilaron 18, Charles Davi Ley Shakespeure pare expaote, Made, Revit Uo Ovcidemte, 1951, pie. 17. 26 e 1 ser Stratford supone el micleo pr ‘mario natural de su entorno existencial que marcara de for- ‘ma radical su vida y su personalidad, Londres, por su parte, posibilto y configuré su dedicacién dramética fundamental. Asi micntras en Stratford s¢ hizo cl hombre, en Londres se allzd clariista. De esta manera, ambas cidades quedaron~ Dorpethamente unidas a su produceidn artistica como presu- puestos bisicos recurrentes de su vida y de su obra, En principio, y en contra de lo que se pudiera creer, los datos de que disponemos sobre la vida de William Shakes pare!” son, en gran medida, ef resultado de conjeturas y su- Posiciones. Poco, en realidad, se conoce con eerteza sabre su biografia,® a pesar de los abundantes y bien documentados studios disponibles sobre su persona. Sin embargo, suclon set mas sobre Shakespeare que de Shakespeare, dando en oca- siones exeesiva importancia a lo anecd6tico.» Todavia sigue sienddo materia controvertida y debatida la extension y el al cance del aprendizaje y de la eseolarizacién del insigne dra- maturgo inglés, dado el interés y la trascendeneia que cl con- {enido de la ensenanza recibida tiene en la configuracién de st! personalidad literaria y en la plasmacién de su universo dramatico. Fue en la eyeuela donde se empezd a forjar su 19, Lone las biogratias de William Shakespeare destacan: G.K, Cham. ben, Wiliam Shakespeure. A Study of Facts and Problems, Oxford at the Clarendon Pres, 198, 2 s6iss E.AW, Honigmann, Shakespeare: The {ost Yeus, Manchester Unversity Press, 1988; MIM. Reese, Sokespeare, ‘His Morland Hes Wark, Londtes, ©. Arnold, 1980, WS. Schoeabaum, Shokespeare. A Documentary Life, Ostord atte Clrendan Pres, 1975 ‘Ad. Rowe, Shakespeare Se/-Porinut, Londres, Macmilan, 198. 20. NLM. Mada, Backxrounc to Shakespeare, Londres Basingstoke, Macnian, 981, pg. 16. 21. Ello expica que en algunas ovasiones, lo que mis import citer ‘sel mismo Shakespeare contin iendo un desconocida, porque estas bo rics dan mis imporiarcia fo irelevantey secundari. Es por esto ae there nes OF Shakespere which cave Shakespeare ute. Jones, The Or ins of Shakespeare, Osoed atthe Clarendon Press, 1977, pap. a contacto cone mundo deta tas clisicas, to quel fits ‘un conocimiento directo de la tradicién, de la que su pocsia y su teatro serian una continuacién que se convirtié en crea~ io teciaties deasieatuaregiate bes Gates a tzenla parece no haber dda despues de os sbaos eae tivos de TW. Baldwin, si bien no disponemos de una evi- dencia directa de ello, La escolarizacién, y més en concreto, el conocimiento que Shakespeare pudo tener del mundo cla bate Tue initat-por Bon Tomson, quer oF eT pT Ge c= ‘EIS sv Motive de Sy et he reps Tae st ehds G2 as Ienuas sas, gues pots esis Se ‘ha Less Greener: Los TO CMCSA TSM Ha in eararuntaminn mincrosts \cgiatea tetas siglo, donde la controversia continua, pudiéndose reducir las Posturas a dos.» Por un lado estarian aquellos criticos que apres sae Seabeain eouems conc loo ‘Gate dai fos pelvis enicnes laa cats Yok Shteeeen 7 aeese lon uel mec cs. suales 0 provenientes de otras fuentes. Y, por otro lado, esta- rian quienes apostarian por un conocimiento minimo, pero: sulfeiente de esas lenguss- Lo quest pam Kus de toda dud gu lini ido por algunos ors is, com vidio Séneca, en su obra cs inmesable, — ‘Otro de los puntos fradicionalmente mas controvertidos. por la eritica shal ido el de tratar de explicar 9 de justfiear ta acjividad desarrollada por el joven Shakes: Pear entre los ahoa ety ex perio tare 22. Ci TW. ani, Smal Late ese Gre be ts Unenty Pers Be? es Win Shakapese Fay Sotelo te lke Uatery Fra Bt Stoheenes Fe At Secure Ur term, os Unie Pron, 850 23. Chr Kenneth Muit, The Sources of Shakespeare's Plays, Londes, Methuen, 1977, pis. |. 28 currido desde que deja su Stratford nata hasta que apare- geen Londres, y que se conoce con ef nombre de «The Lost Years» porque, realmente, no se sabe con exactitul q ‘ni donde estuvo. Las explicaciones que se han dado han sido, ‘Rumerosas, aunque no suficientemente satisfactorias al care- cer de una sélida y convincente argumentacién. Se ha ereido. que, durante este tiempo, Shakespeare estuvo en Londres fa alando en una especie de OUTete, To que Te habria dado la ‘oportunifad’ de Tamiliarizarse con Ios términos legates, deTos ‘(ue luego harks uso en su in Oi son partidarios de abo- por una estancia fuera de Taglatera deve i como sok inet larlan quienes sostendrian que Shales: "Peas siguia viviendo en Siratfond, donde ayudaria-a dar clase irTa evcucTa Tocal. Sin embargo, la cuidadosa y casi det fee eenleate atue Pe eee Faber avjado mabe each ie ceaue senieae Se i, y retomando la posicién de O. Baker y de E.K. Chambers Salspathine amo aninsakan cates fatentente de Lancashire;® fo que, por otra parte, aportaria [Os sobre su ct lldad religiosa.. Pero sera Londres la ciudad que le brindard Ta oportuni- dad de tiunfar y de consagrarse como dramaturgo. En ella ‘encontrard su genio las condiciones necesarias para crear un teatro tan asombroso como inigualable. Ello no fue fruto del azar o de la fortuna, sino consecuencia de la realidad londi- rnense del momento, pletorica de actividad literaria y con una efervescencia teatral desconocida. La ciudad del Timesis, ‘pues, supo despertar su instinto dramético y eolmar, con ere- 24. tay un antigua tadiin que sostene que Shakespeare eid Si {ford al ser acusado de haber robado un cero en el parque de Si Thomas ‘ey, Lo sito sae dee bautizo de Hama y Judith, ss bijos gem tos, en 1585 no disponemos de datos fedignos y contastados flacion ‘ads con su vida hasta que leg a Londres en 1592. MLM. Badawi, Back- svourd 10 Shakespeare, Op. it pat. 1B 25, EAJ. Honigmana, Shakespeire: The Lost Years, Manchest Us verily Pres, 1985, VI 29 expeciativas de ambiciGn literaria de forma absolu- era una ciudad nica por su importancia tanto ‘como social y literaria. Era una urbe que todavia con- \despertando admiracién y entusiasmo en sus habi- vsitantes. Asi John Lyly io duda en afirmar en 1579 ingiesa supera alas otras ciudades del mundo Y riqueza. No es dificil encontrar expresiones pa- que manifiestan un orgullo y un patriotismo ciuda- “dano ilimitado para con una ciudad que era el simbolo del " progreso y de la cultura de un pais en alza. La ciudad de Lon- dies, de la que J. Siow nos hace una descripcin en su Sur sey of London. Londres se habia convertido en u thidades curopeas mas randesy populosas. Duran ado de Enrique Vilsu poblacién era cinco véces mavor que lide Norwich, la segunda ciudad mas poblada de Inglate- ‘ra, Siendo, al mismo tiempo, diez veces mis rica que el yen juerfo mis grande de todo el pals. Fl descubri- lento de América y las guerras religiosas que s6 ibraban los Pusey Bajos Hien ae el facade In actividad co fyi eee Geen ctu! yates tio Gabbed Gastdgt er el tuicy sere de sfucacion supe for existente- Incl ‘én Ja practica desde el palacio de Lambeth, To que Ta conver (Getanee oy opal este Todo cli arin de a ‘SHOU mae = eres que Tones tenia para viajeror™ ‘YeorLesanos, para comerciamtes y artistas ‘que se podia Sonar v todo a lo que se podia aspirar, ue se pox fo a lo que se podia aspirar. No ex- \rafia, pues, que tambien el joven Shakespeare se sintiese fas- 26, John Stow, A Survey of London, Oxford at the Clarendon Press, 1908, 2 vos 30 cinado y cautivado por este nuevo mundo que se abria ante sus ojos, y que podia colmar y satisfacer cumplidamente sus expectatvas litrarias. Londres fue, es y segura siendo, fundamental para la pro duccidn y la expansidn del teatro inglés. Yfus, oes sn Londres, donde se consagré y consoli ran éxi enorme aceplacion, el teatro de este periodo. Este ambien Ede gusto ein ara no fue algo casual, sing Ge fe Conuccueethyrealiads Ot tas conetloner Wage dee y tee us const Gwe pine anion ce, ‘un de Tos et7OF Mas genes de todos Tos tempos, LaTen-— fig, y est por varias razones. En primer lugar porgue ya xe tanafensa durante el periodo del inglés antiguo y que habia ® fo durante parte del inglés medio, Fue en el siglo SW Eundy ompenTer Tgatera borat ig tan decisiva para su identidad nacional y tan imprescindible para la literatura isabelina. La variedad que se impuso, ¥ que fue la base del inglés moderno, fue la que se utlizaba en la caneilleria de Westminster. Este seria el modelo linguistico ue, poco a poco, se ue extendiendo y aceptando por toda Inglaterra. Ademés, esto trajo consigo un mayor caudal se- ‘méintieo, lo que enriquccié notablemente sus posibilidades ti terarias. Con ello la lengua adquirié los recursos léxicos, mor. fosintacticos y estilisticos suficientes para poder constituirse en lengua auténoma con su propia cspecificidad ¢ identidad, El inglés, pues, habia salido airoso del debate al que las len sguas verndculas tuvicron que haver frente en esta época, sin do también la controversia imtensa en Inglaterra, y eniendo sus detractores,? los menos, y sus defensores,H los mas. ZI. RE tones, The Tumph ofthe English Language, Oxtond Univer- sity Pres, 1983, pg. 24 2K. Como Kiyo, Atcham, Wilson, Putenhai sobre odo, Musser Cte AC. Baugh A History of English Language, Londres, Rouwledge vd Kegan Paul 195i, rege. 197), pags 248s, 31 La nueva situacién lingstca, y gracias al estado de aeep- tacion y de normalizaciin conseguido, la aparicién de obras de tna gran calidad, y que no mucho tiempo atrés hubieran parecido impensables y poco posibles, vinieron a confirmar ‘que el inglés habia alcanzado ya con creces la mayoria de edad. Deeste modo, Londres s¢ erigid en el centro literario por ex cclencia, donde vivian y adonde llegaban quienes albergaban Sueios de éxito artistico. Ello explica la gran proliferacién y oncentracién de escritores en busca de meecnazgo cortesa- ho. Era, en definitiva, la capital del Timesis fa que daba la popularidad 0 sumia en cl fracaso. Era ella la que tenia el privilegio, casi exclusive, de promocionar, publicar y repre- Sentar lo mas destacado y prometedor del panorama liters ‘io del momento, contando con el patronazgo incondicional dela corte. Por es0, para Shakespeare, la ida y el aventarniento ten Londres se convirtieron en un imperativo cateydrico exis- tencial para llevar a cabo su vocacién literaria, aunque, en principio, la vida en Londres no le result6 nada facil, La ta ‘icidn cuenta como, al comicnzo de su etapa londinense, Shar espeare se dedicaba a tener cuidado de los caballos de las personas que asstan alas epresentacionesteatrales en el Glo- bo. Si es10 fue asi o no, habra que comprobario con mayor ‘cxactitud y veracidad, Lo que si parece ser mis cierto es que Shakespeare pasé por tiempos dificles hasta leyar a ser un ‘popular y reconocid autor fatral, puesto que incluso los pro pios dramaturgos miraban con cierto recelo su fulgurante ca- Frera dramética.» Pero todo ello no supondria un obstiic- {o insalvable para dar a conocer la grandeza y macstria irrepetible de su genio y de su arte. 29, Foe Rober Greens, quien aporizante en eco de met, tig Shatespee como «An Upstart Crow beautied with ou cathe ‘Sato, cases, ft a privera shi decay certs qv poseo$ ‘aw ptanca eo Londres. Sehoebau, The Life of Shakespeare» $ Wel cd), The Combridge Companion to Shakespeare Stucis, Cat ridge Univesity Press, 1985, ae. 8 2 interés dramatic y a ncesante actividad tata que cu Bra ag Sree a a alin: Fen eal a es coTpAT poe es, donde palabra y acta ¢ comstnabar parmOEE ar crear Ur mundo de Wasion ye aNTSGT Nova ae Tuo exeTusivo v rest io VresiFinEITS pare un cicule-coijereto y del imitado Cs personas, Het pop cra sob tala one oan TENE populr weno a ods case ae Te a Stara cdad de Londres, formando hata pune parte desu vida, qe losses teats camber su fas. fomiaeternay com tien eninicaores conus du pawn" De fen y eaten ao tjtcia el teatro ene Smbitociudadano puede da ura eIhecho de que ene 176 1600 se contraeram ste ea, tose safer dea sida El primero ellos ute lamado «these, sido al norte dl Témesis yeni parte ete dela eiudad, no sor de ishopat. Cera de Se constayo oto rei tetra ol «Courtine le ber urs ec el «Rose» en 1587, logan ase uno de los mas prestige de su tempo, y donde representation algunas bras de Shakexpeare somo Tus Andon Su Sensirusn Tue Financuda par Pillp Henstowe John Cholmie. Hasta gue costruy eon fue cn to de representaiones dei compat teal, somos con Cl nombre de wdmia's Men El siguiente cat edad fue «Newington», del due apes se enen mois No si cede lo mismo con el «Swann gue gras al dibujo de Jo. hanes de Wit ev fms conocido de tos eats fabeln0u, dao que pristicamente oda as feonstrueronts de 0s nose on pos de ia san Sine tgs ycurionamiente,sbemos que slo una dor, A Cha. te Meid in Cheapside de Thoms Midleton, 3 Tpsents 20, Michi! Hattaway, Eleuberhen Popular Theate Pa lar There. Phas in Pro ‘mance, Londres, Rowleig and Rega? Pal, 1912 No se encontraba lejos del Rose, donde actuaba la com- ‘conocida como los «Pembroke’s Men». Pero seré cl el teatro shakespereano por excelencia, puesto que m &i se escenificaron todas las obras de su etapa de madu~ ‘fez. Prueba de la familiaridad del dramaturgo de Stratford "para con este escenario es la referencia directa que de él hace ‘en el prélogo de Henry ¥, aludiendo a su forma particular. snitable la escasez de informacidn disponible para co con mids dotale su estructura, dimer Mi de esta manera, Tracerios una Wea tris exacta del alcance ¥ sit eoencas de dad shakespereana. Las, Senn ain nde por el hecho Je GUC Tan is Gaetano on toomo esto pose eT eater we nome Saas aeT Same corese ronbre en Ie saat do fo noc paea eR LOMTTES HTS aTComiezo del siglo xv ee fbvtuens el gan tal del Globe stando al Roe Je Ja ciudad. Después vendria el «Red Bull», construido cn 1606. Tor estos cates saan alae re saa eet forma cela, No saben, pus techs como ls (aos Ferran Ea signtica que odo, cept el scenario ys Ptsas cea dence. Elinor de ease Gv stn ion pares: ecenanio¥ el auditor, Sendo el pe mero frontal y sin teldn, y com una especie de toldo que res- Sua los actors de as incemencis dl tempo. El saat del ereario cextaba uni al pic pr tes de sus ados... se parecia algo a un «ring» de boxco o de lucha lie (assed ay como cominuasion dels gales, se et- bes rbun etrnesdependenia con dinero sos, Ea Ta ‘orCaper aba hs habiacdn,donds os acres am Fe iets con un balcon gue po lassen [a a ain, como ocr onl eee encode balcon BP Romo ond ut, Finalmente, ene iio mis ao habia — ——— 31, Charles David Le ‘Ocsideate 1981, pis. 19.20. 4 espeare par expaoles, Madi Revista de tuna dependencia que se empleaba para guardar el mobiliario yel vestuario. El auditorio, por su parte se componia del patio. ‘© lugar abierio que carecia de asientos, y estaba en contacto directo con el escenario. Alrededor de él habia tres galerias gon bancos. Las dos mas bajas se dividian en palcos, mien- {ras que Ja mas elevada era una especie de corredor continuo. La visibifidad del escenario era tal que desde cualquier lado podia seguirse la representacién sin problema alguno. El pre- sio de ta entrada variaba segiin la parte del teatro clegida. Asi, mientras cl ver la funcion desde el patio costaba tan slo tun penique, el conseguir pasar a alguna de las dos primeras xgalerias podia costar hasta una corona; si bien los asientos tenian un precio afadido que habria que calificar, en todo ‘caso, de médico. Los teatros tenian una gran capacidad, su- ficiente para recibir a mucho piblico que, aunque ileirado fen su gran mayoria, tenia wel sentido poético agudizadon, 4o que facilitaba enormemente su sintonia y su gusto para con fo teatral y hacia que las Funciones fuesen auténticas mai festaciones populares. Asi cl uGlobe», por ejemplo, podria tener cabida para unos dos mil espectadores, lo que cont ‘ma la gran demanda popular y cl interés generalizado por ef teatro en la época isabelina. También habia una especie de s6tano debajo del escenario, por donde los actores podian desaparever y desde el que, en ocasiones, y siel guidn ast lo cxigia, salian voces. Sies verdad que el teatro isabelino, en general, se caracte- rita por la rudimentariedad y la falta de medios teatrales, no por ello hay que pensar que se descuidaban los detalles escé nicos que eontribuian, de forma docisiva, ala genesis y al sarrollo de la accién dramatica. Sin embargo, ¢s conveniente resaltar cl hecho de que el teatro isabelino es, en si mismo, tun teatro de desnudez y de despojo en el sentido de que el fundamento y la base de la representacién son palabra y ac- 2. Charles David Ly op ci. ie. 20, 8 ‘ion en conjuncién mutua ¢ interdependiente, El dramatut sas es una gun idad y prollertibn de ete Tanis ilimas consecuencias, le baslaban y sobraban pai Tary weTostmiliud a su universo dramatico, xii a revel y eat de medion peo ue sesshaban.ch anal, aries mie ates), natural y digo. Ademas, lose esladorec ho eperaban una ewberancia y grandiondad ds dios y efectos. Nios nevestaban, ai Tos echaban de me tos, La Dastaba con Tas infinitas posbilidades que la lengut “Podia crear er combinaci6n cone] pesto ye AS {YHONqUE «salfan onos suntuosos, banderas, procesiones, er ticrros y otros elementos espectaculares... habia que recurrit onsialy praciennete nen i cmargo.no se debe pons que a careela de com- ents eseeicosy aratatrales fuese absolut. AS, us eee ipso escenario para dar, es se colgaban STamtendcr que la escena iba-a fener lugar oreo a ‘ocurrig ei. eL a= Signa qa ov un polacio, Coma ambien oswrria elie (co medhcval- Ta caTzasTon la conerecion, tanto histSrieg oe Meant Ererae i infomaon dada parle ait ba ui cartel or Tos diferentes per bien se pasa Peiiemao o durante snaciOn, pa ae ete Todo ee Thuaac ecto donde bi accon Oramaica Se jar a conocer ell 0 d a Sesrol Bohabisleoracones movies aungiee yo soflloss, Hl mobijasiasalia ser minimo nesesrio, Ea Se ae lavas soi oa. con Tale a Eagmibronte ‘GontexTualizacton escénica, Lo que dentio Teesie ambiente Ge penuria no deja de worprende es la riqueza y magnificen: Rae ee Ti uiiizade que contasiba, an Fran medida, a eee eo Ea confecciom y SOUISTCTON — 33, Charles David Ley op cit. pie 2 36 de vestidos se gastaban grandes sumas de dinero. El esmero yeaa Sepa eee tio es ens mene Sco Sel peotale ye sade coe ST tscontraba Fags tote ‘ea elmo (iia de be ee siguiente : oats fe Dig en feat ona te oe ae Scenqcats inpael RIA (alialins bones sania ee tores, siendo Tos Instrum: Ton Tos mas Ta Tuncion Enea as tes dete ede Tandove la bandera y anuncldndose, medlantecatcleseacitoss sane, su inminentecomlenco tres el tect toqee de lati Aas Cincuso durante el ranscutso dela eceneacion a i ora ocr buena, el piblio asente diana ends user do als cartas obebiendo cervecs El evento dela secon 1a suptcabe ta i Valal ser la eta que todos Somparmmny arta ree a participaban. Cuando faltaba la luz del dia se encendian ur Candies, pars que Ta repesentacign pulse onto Dee fia det protoge y dee entontatde decor asuien coe? Un largo vende sega se dfga «los Goce ae po clemencia_y comprensidr funcién no sala como se. SSparaba, Hay que hacer nowy diem de lo gaa ‘Gh, que el teatro labeling era un slo raiders pies a tentc se setia con la libertad sufcente para ntertonoirg inervenie durante los cinco actos que conformavay Is eal dad dea obra El aplauso ea la manera ms eommn y ul zada para expresar la aprobacion, mientras que el patear 9 tytar con aranextruendo ruldo eran signo de Sesame 7 {de disgusto para con lo visto en ef escenario. ALeare- fee de telon, Ia represeniacién transcurria casi de forma ‘sin grandes pausas, y con una duraciOn aproxi- © al final de The Tempest, A continuacion s€ repre Filaba una escena comica de tema un tanto ligero, y hasta ‘obsceno, que se acompaflaba de muisica y danza. Cuando se larriaba la bandera, la representacion terminaba. La proliferacidn de teatros y las posibilidades que ofre- ‘cian, a pesar dela carencia de recursos, contribuyeron en gran manera a-ctear las condiciones propicias para que una pro~ uccidn teatral tan brillante y magistral, como es la de Wi- iam Shakespeare, tuviese el marco eseénico adecuado y €5- prado. Es dificil imaginarse la primera puesta en escena de Hamlet 0 de Coriolanus fuera de estos recintos, tan particu- fares y peculiares. Existe, pues, una relacién de interdepen- dencia mutua entre Ia calidad teatral de las obras del tea " istbeling y la oferta de locales con una cieta sofisticacion y altura que ayudaron a conseguir un teatro de calidad irre- petible y de éxito imperecedero. ¥ cllo porque la plenitud dra i como contrapartida, la existencia ide unos lugares que posibilitasen, al menos, una escenitica ‘én digna y adecuada, Finalmente, hay que poner de mani- fiesto como, incluso hoy, la continuidad y ta actualidad de este teatro estin intimamente ligadas a estas dos ciudades sha- espereanas por excelencia, ya que en ellas sc siguen repre: sentando sus obras con asiduidad y con regularidad, siendo ja «Royal Shakespeare Company», a pesar de sus problemas ¥ dificultades econémicas, la encargada de mantencrlo vivo, Actual ¢ interpelante a través de las propuestas teatrales que cada temporada ofrece tanto en Stratford como en Londres, ¥ continuando, asi, indisolubfemente unidas al nombre y al teatro de William Shakespeare. 38 EL teatro como existencia » cotidianidad Ls imprescindibl, para tener un conocimiento real de S spew doers ruber ini ral, que en este caso se muestra como aspecto conforma fandamental des realidad hntorca conertay com roe rente explicativo de su idiosincrasia personal y de su genio literatio sin prowedentes.Y esque Shakespeare antes que nada 3 hombre de teairo, Su quchacer existencial y su dedicacion profesional no fueron otros que el mundo fascinante ne totale el ao Podeton dvr Gu ote dene en isial y radicalmente. su ser EI ues, 2 Rin asaliny lalteoe toe xd consi See cae la realidad trascendental shakespereana, omnipresente sem pre en actividad permanente, Evidentemente no se pretende ear dicotomas ni esquematizarprioridades esenciales. Sin ‘embargo, no ereemos que nada, ni siquiera lo podtico, sea tan dasrminatey sie eno lo teat, que supe y ds. bora won ees os nites deo exitamente Hera, AU cereals afirmaciones ose quiere en absolutoinfravalo- rar ni poner en tela de juico su mas que probada, iniguala- ble y definitiva artesania poética, y que, a su vez es parte con- Suntanctal de su teatro, sino de-dar a Jo teatral su justa dimensidn y su radial importancia que va mis alld de fo ex- sivamente postica, ¥ esto porque su vivir no ea sino para elteatto, del teatro y pore teatro. Ello se expicay justia, porque ademas de dramaturgo, también fue actor, empresa ro tattle inluso dievtoe No extra que con estos pre- supuests se le considere como el mds profesional hombre de teatro de entre los escitores ingleses.™ SM Wet, Slayer’ Ty: La IML Det 1957 pi 3S. Nose rata de un wem-pofesional ie Jonson or Chapman, but ‘wholly: actor, dramatist and produ sher in the company’s polit. Cit AL Rome, Shakespeare’ Globe Is Intellect and! Moral Ouhook lanes, Weideniek! and Nicolson, 198, pg. 38 . Respecto a su condicidn de actor no existe duda alguna. William Rowe en 1709 habla de su reputacién como tal y de su actuaci6n en el escenario; si bien sus papeles serian socun- darios, su representacion del fantasma en Hamlet es una de sus actuaciones mas destacadas. En una leyenda posterior, relatada por William Oldys, e dice que uno de los hermanos mas pequefios de Shakespeare le habia visto representar el pa pel de Adan en As You Like /t, Sin embargo, ni tanto su ci dad interpretativa como los diversos personajes que pudo in: terpretar estin suficientemente atestiguados, ya que no disponemos de la documentacion pertinente que asi lo corro- bore. Sies cierto, por otra parte, que su nombre aparece en- ccabezando {a lista de los principales actores que intervinic- ron em la puesta en escenia de las obras que comporien el «Fits Folio»; lo que no deja de sorprender, puesto que precede a actores dela tallay prestigio de Richard Burbage; si bien esto mis bien puede considerarse como un cumplido por parte de los editores para con Shakespeare. Por Ben Jonson sabemos que, cuando se represents Every Man in His Humour, él era cl primero en la relacion de actores dada. Elactor de la época isabetina se caracter disitmas habilidades w amplia gama de funsh facets sobre GIO nO Ol eraba ase € interprctase el pay Torrespondients, sino que ademas debia de saber modul: Soe Conboer ls rated Yes Ta danza 19 Tipo de movimientos excénicos. En realidad, se Tijaba mds de eplapersn que de atores en elsenido est del término, No era, pues, suficiente para un actor el decla- ‘mar bien, puesto que la apariencia fisica y la agilidad corpo- ral eran también aspectos importantes. Tan diestro habia de ser en la declamacién de un texto dificil y de intensa signiti- ceacién como en la lucha cuerpo a cuerpo. El actor isabelino solia asociarse en compafiias teatrales, ya que esto daba con- tinuidad y seguridad a su profesion que, poco a poco, se fue convirtiendo en una forma de promocién personal y de ren 40 tabitidad ccondmica. Shakespeare también, y dada su profe- ion y su dedicacién a lo teatral, formé parte de las compa- ‘hiay eatrales entonees tan en boga, llegando a ser uno de los socios fundadores de los «Chamberlain's Men» que en 1603, 4¢ convertirian en los «King's Men» al tomarlos el rey bajo su proteccién y patronazgo. Es Philip Henslowe quien en su Giario da toda clase de detalles sobre su organizacién y fun- sionamiento durante su primera elapa. Su fundacién como grupo teatral tuvo lugar en 1594, y entre sus componentes, ademais de Shakespeare, hay eminentes ¢ insignes figuras del teatro isabelino, tales como Burbage, Heminge, Condell, Kemp y Armin. Todas estas compafias desempeftaban una intensa actividad, dado que debian trabajar duro y con poco tiempo para satisfacer las demandas de una cartelera teatral que teclamaba frecuentes estrenos. Sin embargo, el trabajo no lo cra todo, ya que la compaiia se entendia y se vivia como luna continuacion de la familia, Asi, trabajaban juntos y co- ‘mian juntos. Es mai, la relacién entre sus componentes te Saba hasta tal extremo que se mencionaban mutuamente en Sus respectivos testamentos ¢ incluso se llegaban a dar aloja ‘miento unos a otros. Sus temporadas estaban organizadas con regularidad y su actividad teatral no se limitaba exclusivamen- tea Londres, sino que también hacian giras recorriendo otras, ludades. En su conformacién y configuracién se pueden dis- tinguir tres estamentos. En primer lugar estarian los socios y miembros con todos los derechos, participantes en las ga- hhancias provenientes de las funciones teatrales. Después ven- rian las personas eontratadas y que recibian su correspon- diente salario. Y finalmente habria tres o cuatro nifios, cuyo vometido no seria otro que el de representar los papeles fe- ‘meninos, ya que como es sabido a las mujeres no les estaba permitido actuar en el teatro isabelino. La vida de estas companias, como la de los actores, cra siempre precaria y dificil. Sin embargo, las dificultades que uvieron que afrontar fueron mas de las previstas, porque la plaga de peste bubénica todavia continuaba siendo un azote 41 ire Ia poblacion inglesa. Desde 1348 habia habido brotes itentes, lo que obligaba a suspender todos los actos pi- bilicos para evtar el posible contagio, Londres seguia sufriendo ‘Con intensidad y con relativa frecuencia sus sccuelas; lo que ‘motive la suspensin de toda reunién publica durante los alos 1563, 1574, 1577, 1578, 1581, 1593, 1603 y 1625, sin contar Jos afos en los que se redujo el niimero de representaciones [por temor a que se teprodujese a plaga con una mayor viru- Jencia. Esto tuvo una repercusi6n negativa en la vida de las ‘compaiias teatrales que vieron asi interrumpidas sus actua- ‘ciones, Io que conllevaba la disminucién o la desaparicién e los esperados ingresos. La costumbre que regulaba el cie- ie de los teatros por motivos de peste consistiaen que, cuando ‘el miimero de muertos sobrepasaba en una semana los cua- Tenta, autométicamente se ordenaba el cierre de los recintos teatrales, lo que précticamente acarreaba el ecse de toda ac- tividad teatral. La contrariedad que esto suponia era aiin ma- {Yo si se tiene en cuenta que estos brotes aparecian en los ‘meses de verano, precisamente cuando las funciones de tea- tro eran mas numerosas en los teatros puiblicas al aire libre. Sin embargo, las compafias de actores no esiaban Visias, puesto gute representaban un auténtico peligro para la sociedad. Para, de alguna forma, regular y legalizar su situa- ‘Gin aparecié tna ley en 1572 por la que estaba prohibido represcntar sin la correspondiente autorizacién, En el fondo, To que sucedia era que las autoridades municipales eran, por principio, hostles al mundo del teatro por lo que pudicra sig- nificar de perversién moral y de amenaza para la buena ar- monia y convivencia ciudadana, y querfan, de este modo, con- trolar por todos los medios su actividad y funcionamiento. ‘Asi, en ocasiones, sc justificaba el cierre de los teatroy por la aparicidn de brotes de peste bubéniea, cuando cn realidad esto no era sino tan solo un pretexto para impedir la norma lizacion de la actividad teatral. La respuesta de las gentes det teatro a esta continiada provocacién no se hizo esperar, por lo que, ademas de las quejas expresadas por dramaturgos tan a ‘epresentativos como Thomas Nashe, se representaban obras como The Isle of Dogs, escita en colaboracién por Jonson y Nashe, donde se atacaba y ridiculizaba a la autoridad, lo ‘que motivé el cierre de Ios teatros londinenses durante el ve- Fano de 1597. A todo esto hay que afadir los viscerales aa- {us que et teatro padscia por parte del cada ver mas pudiente € intraasigente puritanismo, y que llevé a Si Philip Sidney a escribir su Apology for Poetry, publicada en 1395, despus de su muerte. Parece ser, y aunque su defensa no se reduce ‘xclusivamente al tatso, sino que pretende, sobre todo, jus- Aificar la vaidee y legitimidad de la literatura («poetry») como are creativo con una amplia gama de posbiidades, que la . La abundaneia y ver- borrea de su discurso, paulatinamente, conducen a un es- cepticismo verbal, porque la palabra tiene sus limites y res- tuicciones, resultando, finalmente, un completo y absurdo sinsentido, Se nos advierte, pues, del riesgo que conlleva un desmedido abuso de las palabras que, de este modo, se pue- den volver contra nosotros y producir un eaos lingistico ab- a soluto. Ante est ‘una mayor sobs oF en su utilizacién. La critica que Thace Berowne es del fodo pertinemte en estas circunstancias, ‘dada Ia reiterada adulteracién y desmedida manipulacién que de ellas se hace: jh! Nunea jamds confiaré en discursos escritos © en palabras de un escolar, Nunca se me ocurti- 1 la idea de ir en busca de mi amiga con un dis- faz, ni hacer la corte en rimas, como la copla dde un menestral ciego. ;Frases de tafetén, térmi- ‘nos precisos de seda, hipérboles superfinas, alec taciones pulidas, figuras pedantescas, moscas de estio que me han inflado de espectaculares anto- jos, os detesto! Hago aqui el juramento, por este guante blanco (jDios sabe cuanto mis blanca es Ja mano que lo tleva!), de que en adelante mis. ‘cumplimientos de amor secan formulados por un «sin burdo 0 por un «no» casero. 5.2/1.190.191 Este recelo para con lo lingiiistico se encuentra de nuevo en Romeo and Juliet, otra de las obras pertenecientes a a pri- ‘mera etapa, donde la palabra es slo un signo arbitrario, sin entidad propia, dependiendo exclusivamente en su significa- cin de quien Ia utiliza. Por es0 para Julieta el nombre de Romeo, como tal, e indiferente. No le importa que reniegue de 1, con tal de que la ame, «jh, Romeo Romeo! ;Por qué eres ii Romeo? Niega a tu padre y rehisa tu nombre; 0 si ro quieres, jirame tan s6lo que me amas, y dejaré yo de ser uuna Capuleton (2.2/1.302) ‘Sin embargo, y,conforme Ja obra shakespereana va ad- ‘quiriendo una mayor madure Sesh oem a aie On teairal mas acentuada. Lo verbal tiene otro sentido m: profundo y adecuado y otra funcién mas definitiva y perti- “a hhente, erigiéndose en uno de los clementos centrales de la es tutes alabra no sirVe ni se utiliza ara que un emisor dé 4 conocer_un mensaje codificado lnnterogitor eildo-siio que obs ees oo ra crear situaciones y caractertzar a Tos personajes. Verbal, de esta forma, se convierte en uno de Tos clemen- ‘os Fai sion dramatica Ast, en Sha: espeare, y siguiendo el principio jonsoniano de que no hay hada que mas distinga y earacterice al hombre que su forma de hablar, cl lenguaje se muestra como elemento distintivo Cueniran. Lo que resulta en una rica y variada gama de idio Tecios. Aaron, el moro de Titus Andronicus, se caracteriza por el uso de diferentes registros, dependiendo de las eircuns- tancias en que se mueve. Puede, unas veces, adoptar un tono ‘humilde, casi servil; mientras que, otras veces, muestra un es- tilo mas grandilocuente y despreciativo, como sucede en 2. Otros personajes se conocen y se les identifica no por lo que ellos dicen de si mismos, sino por lo que de ellos se cuenta. En Cymbetine, la lucha que tiene lugar entre Péstumo y Clo {en no se eseenifica; pero si se noy relata en dos versiones di ferentes. Adcmas los primeros 55 versos de la obra no son sino una presentacion y deseripcion de Imégena, Cloten y Cimbelino. La obra se convierte, de este modo, en un intento. dle exploracidn de los personajes a través de fo que otros ven, dicen o juzgan. Poco a poco, y después de un proceso de de puracion verbal, se llega a un empleo mas equilibrado y di- ndmico de la palabra dentro de la produeciSn dramuitica sha- kespercana. Aprendemos que la lengua ha de utilizarse en su justa medida y de forma apropiada, para que contribuya, en toda su intensidad y con todas sus posibilidades, al evento teatral. Asi, nos encontramos en The Tempest con un come- ido y hasta restrictivo uso de lo verbal, puesto que las pala bras se transforman en sonidos y melodias magicas, 65 hhan dejado de tener valor y sentido y se han convert en falaces y engafosos. El defenderse y mantener la personal, dentro de la confusion politica y linguistica “etistente, no es tarea fécil. Se requiere heroicidad y valentia "para oponerse ala corrupcién de una Roma en ocas0, La. obra jienza con un didlogo de sordos, donde muchos quieren lary pocos escuchar, poniéndose pronto de manifiesto la txisiencia de una manipulacion premeditada y de un engaio ‘intencionado. Sumergido en este desorden linguistico, Corio- anus, se ve obliga a restaurar el verdadero valor y sentido “de las palabras. Su cometido consistira en darles ia consis- “tencia, la veracidad y la credibilidad perdidas, lo que, final- ‘mente, va a significar su destierro y muerte. La vergtienza y Ta afrenta son aiin mayores, puesto que serd su propia madre “Ia que le incite y pida sin concesin alguna su capitulacion stica: Porque ahora os es preciso hablar al pucblo, no segiin vuestras luees, no segin las inspiraciones y los impulsos de vuestro corazén, sino con pa- Jabras aprendidas por rutina, aunque sean pala bras falsas y silabas sin valor con relacién a vues- tro verdadero criterio... Yo disimularia con mi naturaleza si mi fortuna y mis amigos en peligro exigieran que lo hiciera por honor. 3.2/2.817 S, Para tener un mayor conocimiento del significado de a lingo, ‘asf como desu contexualzaion dentro del complejo sry complicado exstir {de Coriolano, ver Jost Manuel Gonzilez Fernandez de Sevilla, «Existential Needs nd Political Deeds in Corolenuse, Actas del! Congreso de SEDE- A, Universidad de Oviedo, 192, pigs. 135148. 66 Pese a estos asaltos continuados, provenientes hasta de sus seres mis allegados, él intentara, por todos los medios, crear lun cédigo verbal propio que le dé la estabilidad y las garan- tias suficientes para subsistir en un mundo de inestabilidad y confusién linguistica absoluta. De esta manera rechazando de plano y con firmeza toda tentacién de manipulacién, con- seguir conservar su integridad verbal hasta el final: Menenio. —Bien, basta, Senador 1° —No habléis més, os lo suplicamos. Coriolano. —;Cémo! «jNo habléis mas!» Lo mismo que he vertido mi sangre por mi pais sin miedo de ninguna fuerza exterior, igual que mis pul- ‘mones, mientras les quede aliento, lanzaran palabras contra esta sarna... 3.1/2.810 Ante estas imposiciones y coacciones Coriolano tendré que buscar otras formas de expresién mas fiables y definitivas, ‘Asi, la contundencia del actuar sera su palabra mas inapela ble, «pues on tal asunto la accién es elocuencia» (3.2/2.817). La explotacién enj | abuso partidista de lo verbal aaeas shalssneleauo eranah Donlende essen [a relat limitacién intrinseca del signo linguistico. Su incapacidad radical resar lo humano cn toda su di- mension con verdad y radicalidad. ¥ no sélo porque mediante lapalabra se anipdla seengats adulter lo que se quiere significar, sino porque, ademds, ella es en si misma limitada insuficiente, lo que obliga al dramaturgo a recurtir a otros lenguajes no verbales que puedan Ilenar ese vacio, Esto ex- plica y justifica la recurrencia a otras formas de comunica- én y de expresion con peso especifico en la dramética sha- kespereana. El silencio serd uno de los recurs yereanos qui en To posible, mentard Tena lz manifesta ccarencia verbal o para expliitar emociones, sentimientosy atuaciones que van TSA de Todds. 2OGE van Ts ETOCS TRANSPORT sin-susslencios? Pero el silencio en Shakespeare es mis que un mero recurso retdrico, Lo dramitico es su finalidad it ‘ma y su funcionalidad radical, Ellos son los que eargan, in- ‘ensifican y elevan la grandeza y dramaticidad del momento escénico,credndose un climax catalizador fundamental para el desarrollo de fa secuencia dramtica, y dentro del cual la ‘comunicacién verbal cobra nicvos matices. Fl personaje cn elocuent silencio aparece revestido de una fuerza especial Para destacarle mas, incluso se le separa del grupo focaliza- dor dea accidn, para que el espectador pueda darse cuenta de su importancia en ese momento concreto, Es en las ire sas, donde ios silencio legan a su maxima cxpresividad dra- ‘nati, En King Lear legan a estar rodeados de una profun da intensidad escénica, viniendo a subrayar y-a expresar cl srado de soledad y de desosperacién en la que cl anciano rey Sc ve sumido, Sin embargo, el silencio Nip siempre tiene pot faleo de os grants alates Stoo mee ol oomionea te Romeo om Tule, Pero, al tei que Tr palabra et slence iene sus limitaciones. Y es por lo que Shakespeare recurre, de nuevo, a otros lenguajes no verbales, como puede ser el sto pea, Ue eo pare tence a dead Pac tavaic Gea Ganle bee jamat le En Julius Caesar, y cuando Ta conspiracion hi Tnutl todo uso lingiistico, las palabras dan paso a los gestos ‘como formas de eficacia comunicativa definitiva, Sern aho- ra, y como dice Casea (3.1/2.191), las manos las que habla- rin y tendran la tiltima palabra, Lo visual cuenta, asimismo, con un tratamiento y un mimo espectal dentro de la drama ‘Ga shakespereana, Tas Taidgenes, Tos simbolos y 1o que los ojos Pueden caprar ch el escenario, refuerzan y explicitan lo que “Festa representa brent ur uno de po aee yYefectos dramiticos que Shakespeare agora en fo posfble. Esta ‘igueza y abundancia de lenguajes conformativos de la tea tala shakespereana se hace necesaria para sustentar un 68 Universo dramético tan complejo ¢ intenso en calid “ (GUM Adends, tos avers fvguajes opted as parte del engranaje teatral que los une y configura. Todos, Dues, tienen sentido dentro del todo dramético al que perte. fnecen. Las silencios por si mismos, y sin estar enmarcados ¥ contextualizados dentro de la dindmica de otros lenguajes, Perderian su funcionalidad. Sin embargo, y dentro de un con. {ato verbal, logran toda su intensidad significativa. Asi, y sic! silencio hace clocuentc la palabra, ésta, a su ver, explica ¥ cxplicita aquél, concretando y determinando el alcance y la significacion del gesto, que por otro lado, plenifica y vie sualiza el sentido de la palabra. Se da, pues, una implicacién explicitacién nutua entre palabra, gesto, silencio y visual 2acion. Yes, procisamente, la suma de todos ellos To que ‘como réstltado un di [_cual es el teatro shakespe- Fran; donde no se puede expresai ai significar mas ni mejor Teutratidud dramética consumativa El teatro shakespereano, y con todos estos elementos y vomponentes, es fundamentalmente un teatro de plenitud absoluta que, incluso, sobrepasa la conciencia ereativa de su propio autor, En pocos casos se pueden conseguir cotas dra- mati tas y consumadas. En dl y por naz todo es completativo y consumativo, porque reune. ‘imo al ser un teatro en cl que no s6lo lo tgalral, sino tame bien To podTico s Tmepanbleds eres ‘Ton _dramaticas. El verso blanco 0 suello, pues, es otro de fos components esenciales que conforman el teatro shakes pereano, donde lo literario, considerado en su conjunto y en Sus diferentes manifestaciones, aparece con tal macstria y s¢ exhibe con tal perfeccién y destreza que es dificil, literariae ‘mente, legar mas lejos. Y es que en Shakespeare los yéneros 'iterarios Wegan a alcanzar cotas de realizacién inigualables, lexplica el que la poesia adquiera, por si misma, una im- ca inusitada, teniendo relevancia y consistencia por si Jo que significa, y sies que se puede hablar asi, que aun- hakespeare no hubiese sido conocido ni admirado por teatro, su genialidad hubiese sido igualmente aclamada y ida por sus logros poéticos. “Pero no es s6lo la poesia, sino que la prosa® también bri- ‘la con luz propia’ en el firmamento shakespereano, confit: “mando mas la irrepetibilidad y genialidad del talento fitera- de William Shakespeare, al que bien podemos dar en iF animal literario, dotado hasta limites insospechados {a naturaleza. Sin embargo, y juzgando la totalidad del fenémeno shakespereano, es lo teatral lo que mas za Henifica con creces su produccion literarta, porque es lo . identifica, Te define, y porque es To que E ‘agerea a un pilblico entregado de por vida a su arte dramatico, ie $7. Ask, The Merry Wives of Windsor pricticamente una comeda en pros que, también, oupa una part importante de otras comedias como, ‘Much Ado About Nothing y Twefth Nigh. 58. Milton Crane, Shatespere’s Prose, The University of Chicago Pre 1951, pig. 70 3. Hacia una desmitificacién radical del teatro de William Shakespeare Interpreiar a Shakespeare en nuestros dias significa des- tmitificar, quitar prejuicios y visiones eriticas impuestas,y abrit_ Ja posibilidad de un avercamiento actualizado y diverso a airo para inieniar, al menos, sintonizar y captar su sgt cacién desde fa concreta de nuesiro moi tGriea, Se trata de responder a a pregunta de quién kespeare o mejor, i retacion tiene s: hoy, porque no ven las respuestas pasadas ni-las actitudes ‘peetrias, Se nos pone la inedible trea de hacer signi éalivo ¢ influyente a Shakespeare en nuestro presente con unas sircunstaneias contextualesconcretas y comtando con las ex. Dectatvas y frustraciones consiguientes, dado que su teatro 40 €8 una pieza de musco, sino que tiene la virtualidad de adaptarse a un tiempo determinado y en unas citeunstancias precisas. Yes a partir de aqui desde donde su dramatica, con vos matices y resonancias, cobra toda su plenitud } ac dad, Este es el reto que lo shakespercano nos impone y_ «al que hemos de responder si queremos hacer a Shakespeare Dresemite y operative entre nosoires. No vale con repetit lo de antes para nuestro ahora, porquc, de este modo, nuestro.

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