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arnesnerexDic6ne a RECIIDO tA AYUDAALA THADUSION La eprodyceiin total o parcial de ete lito, no atria por los eices, ‘ola derechos reservados, Cunlqier tiaeion debe ser previamente sliced 1 dito septembre 1995 reimprein: brave 2001 Diseao eubiena:Pre-Texos .. “Tul de sedis original en leg lina ‘Sean a pavol e fartasma ls cultura occidentale (© deta waducion: Toms Segovia (©1977 Gio naa etre pa, Torino ‘© des preente cdicon: enon, 2003| is Sanne 10 “005 Valencia nm a er eA oe BUGIOT S58 Dero ai: 750- 2001 "1. Rr, $A Ta, 961524085 - Pot. oo, Por om Je0 *4698 Prom (Vatenc) Capitulo primero BpIro ¥ tA Bsmnce 1, La esencia de la intencion emblemtica es tan extrafta a la ideologia dominante hoy, que cada vez, a pesar de la ejem plar defensa de Benjamin’, se hace necesaria de nuevo su ex- posicién rigurosa, Los estudios que, en la estela fecunda de AAby Warburg, han hecho de ella mis de una vez su objeto pro~ 1a defens ala que xe aude agut es a que est contenida en el Us pra de dessctonTrawer (1928). Hts ca es ceatente aos opulent I de Rename Gane a qe reali enc ‘ls profnda, Reproduce ara ak punt, en su esuuctur, la lceraion del Emblem, que puede dete de ell lo que el stor dice e a sbegora la “Segoe desembocsen evasion to cour qe ella cto como pe Imaneate prefunddad, existe slo onl, es soko yexclsivarentealegii, ‘guia digo iftente de lo que es. dee que spi prcsaente# [Sede lo qu ela represents El saber en torso al al no ene magn ble {Es rte en 2 sentido pron en que Kikegaad entend ca pt Iara a pio y privilegiado’, no sélo no han contribuido a hacesla mas familar sino que nos la han vuelto, si ello es posible, mas ex- traf: lo que, en este caso, se escondia en el detalle no era, cen efecto, el -buen dios, sino el espacio vertiginoso de Io que, ‘mientras no se levantara el velo que desfiguraba sus linea ‘mientos, tenia que aparecer necesariamente como wna caida Iuciferina de la inteligencia y como una deménica distorsion, del nexo que une a cada criatura con su propia forma, a cada significante con su propio significado. En las Lecciones de est fica, Hegel se hace el intérprete del smalestar? de nuestra cul- ‘uaa frente alos simbolos, esas formas que -por si no nos dicen nada y no dan goce ni contentan en su intuicién inmediata, st ‘no que nos piden por s{ mismas que las pasemos de largo ha- cia su significado, que debe ser algo mas vasto y mis profundo {que esas imagenes. Después de haber definido el simboto co- ‘mo signo, © sea como unidad de un significado y de su expre- sion, individvaliza sin embargo su caricter especifico en la pe sistencia en él de un -desacuerdo parcial y una -lucha entre Ia forma y el significado’ 2 inst ewan or sto ev trent te siren las imprse HW pecaiae aberdameno de Wari de ls gene ucts carscetardiendo que aba cadh agen como un tpresa goE ‘Gananairak memoria oles un engrama cargado de ensones wiles Sobre los emblems, despues el eto de M. Pus, Suds ent century Iago (tae ofthe Wars iste, 3, london, 1939, vase, ive oven, 8 Gouanen, cones ambi, the val nage in neo Sie the (ourmat of te Warburg and CourauldIsttute 2h 1949 YR un, Lathes de esprssion fir da is as ales us bprse iblotieque Htraniane et Renasance, XK. 1957. 1 OIDs sentincndsaconados apenas nos tence 3 sabol- | mol entmos que nes movemen ent probimas» Hegel, ecg ke Final cudado de N Mere, Torxo 1967, 309 2" Seno de ests hits buscames un principio as precio para a utusn elas, vemos que este, en la medida en que end 28 / Elsmalestar que la forma simbélica trae escandalosamente a la luz es el mismo que acompafia desde el comiienzo a la refle- xin occidental sobre el signficar, cuyo legado metafisico fue tecogido sin beneficio de inventario por la semiologia moderna. En cuanto que en el signo esta implicta la dualidad del mani festante y de la cosa manifestada, es en efecto una cosa frag- ‘mearada y doble, pero en cuanto que esa dualidad se manifies- ta en el Gnico signo, éstees por el contrario una cosa conjunta y lunida. Lo simbélico, el acto de reconocimiento que retine lo que esti dividido, es también lo diabélico que continuamente /- ‘tansgrede y denuncia la verdad de ese conocimicnto, El fundamento de esta ambigledad del significar esti en fsa fractura original de la presencia que es inseparable de la experiencia occidental del ser y por la cual lo que adviene a la presencia, adviene a la presencia como lugar de tina diferi- ion y de una exclusion, en el sentido de que su manifestarse ¢s, al mismo tiempo, un esconderse, ss ser presente un fala. Fs esta copertenencia originaria de la presencia y de la ausen- cia, del aparecer y del esconder lo que los griegos expresaban cen la intuicion de la verdad como ddfBeus, desvelamiento, y es sobre la experiencia de esa fractura sobre la que se funda el discurso que seguimos llamando con el nombre griego de ‘amor a la sabiduria.. Slo porque Ia presencia esti dividida y despegada es posible algo como un ssignificar es slo porque rho hay en el origen plenitud sino diferimiento (ya sea inter- pretado como oposicion del ser y del aparecer, como armnonia ‘solment fs autntcos significado y 2s forms conespondents su ‘cba ene el contenido que contrast co el vercndeo at oat {gue lees micho menos homogenes.. Todo el te smbelico pucte 4 ese ‘especto concebise como un cntase inceant etre aderuaton Inade ‘acon de sgnifeado foun, pore elle dvesoe gas oso ats es [ets diversas deo sinc, sino estar yma Se la lana contra ‘Sti iid, p 355). 29 de los opuestos 0 como diferencia ontol6gica del ser y del en- te) hay una necesidad de filosofar ‘Durante algin tiempo, sin embargo, esta fractura qued6 apartada y ocultada a través de su interpretacion metafisica co- smo relaci6n de ser mis verdadero y de set menos verdadero, de paradigma y de copia, de significado y de manifestaciones ‘Sensibles, Fa la reflexion sabre el enguaje, que es desde siem- pre por excelencia el plano en el que se proyecta la expetien- Gh de la fractura original, eta interpretacion se cristaliza en Ia roci6n de signo como unidad expresiva del significante y de! ‘Sianificado: la fractura de la presencia toma asf el aspecto de wn proceso de ssignificaciém y la significacion se interpreta a par- birde la unidad de la forma significante y del contenido signi- ficado ligados uno al otro en una relacién de -manifestacion- G de ocultamiento), Esta interpretaci6n, cuya posibilidad esté ‘6lo implicta en la definicion aristotélica del Lenguaje como ‘onuavends, yooos “sonido significante", adquiere valor norma tivo en el transcurso del siglo XIX en la construccion de un ‘dogma que impide todavia hoy el acceso a una auténtica com- prensi6n del signfiear. Seadn esta concepcion, que ha encon- trado en Ia estética su cristalizacién ejemplar, la relacion mas aita entre el significado y la forma, y aquella ala que tiende ten general todo significar, es aquella en que la apariencia sen- ‘ible se identifica sin residuos con el significado y el significado fe resuelve infegramente en su manifestacion, A esta unidad perfecta, lo simbélico, en el que e! significado esta todavia en parte escondido, se opone como algo imperfecto y que debe Ser superado. En las Lecciones de estética, Hegel fi en ta obra de arte el modelo de esta superacién del simbolo: to simbélico, en el sentido en que lo entendemos, cesa ea feta alli donde la ibre ndividualidad, en el lugar de re- ‘resentaciones indeterminadas, generale abstracts, con 230 _tuye la forma y el contenido de a fguracion.. Signifcado Y represeiacin sensible, inteeno y extend, cosa e inagen ‘ya no son entonces distinios unos de otros y no se presen fan ya, como sucede en lo que es propiamente simbdlico, simplemente como anes, sino que se presentan como un todo, en el que la apariencia no tiene ya otra esenci, nila cesencla ota aparencia fuera de st oa su lado 1a difericion original de la presencia, que es propiamente to que habia merecido ser interogado es spartan any pes 12 de lado en lt aparente evidencia de la convergencia expresi va entre forma y contenido, extemo e interno, nanifetacion y latencia, aunque nada obliga en principio considera el sig nificar como un -expresar- 0 como un ocular. En la semolo- ia moderna, el olvido de la fractura original de la presencia Sse manifesta justamente en lo que denunciarla o sea en a ba rrera—del grafo = Elhecho de que el senda de esta barre fa se deje constantementeen lz sorb, cubriendo ast el abismo abiesto entre el significant y el significado, constnuye el fon ddamento de est -posicion primordial del significant y del sige nifcado, como dos Grdenes dstintos y separados por una ba ser Signin’ que gobi desde comnz come amo esconclido, la reflexion occidental sobre cl signo, Desde el ‘punto-de visa del sigoificr, a metafsca noes sino el olvdo de oa liar, la metatisica no es sino et avi 1a posbilidad del significar es ella misma resistente a la sigaifi- ‘ain, falsifica por ello mismo su intencién mis auténtica. En la frase de Saussure: la unidad lingdistica es una cosa dobles, el 5 eo, tics ot, p.354 spy) nite ei are dan cit es F985, 231 acento se ha puesto unas veces sobre el polo del significante y ‘as veces sobre el del significado, sin que se pusiera nunca Cn cuestion la paracoja, para é insuperable, que habia eonfiado fies formulaci6n, Que la relacién indicada por la barrera se Conciba en efecto como tuna sustitueién convencional o como el “Amoroso abrizo estético de la forma y del significado, en ambas hipdtesis queda en la sombrajustamente el despego original de ln presencia sobre cuyo abismo se asienta la significacion y la pregunta que queda omitida es precisamente la tinica que hu- Dieta debido formularse, a saber: »gpor que la presencia esti de tal modo diferida y fragmentada que algo como “Ia significa- cién' se hace también solamente posible? 1.2. Blorigen de esta disimulacién de la fractura de la pre- sencia en la unidad expresiva del significante y de! significado sti esbozado entre 10s griegos en un mitologema que ha ejer- ‘ido una fascinacién particular sobre nuestra cultura. En la in- texpretaci6n psicoanalitica del mito de Ealpo, el episodio de la Esfinge, que sin embargo debfa tener para los griegos una im- portancia esencial, queda obstinadamente en la sombra; pero ES precisamente este aspecto de la viisitud del héroe el que ebe ponerse en primer plano. EL hijo de Laio resueive del mo- ‘Jo mis simple el enigma propuesto por las mandibulas feroves de fa virgen mostrando el significado escondido detras del sig- hificante enigmatico, y con s6lo esto precipita al abismo al monstruo mitad humano mitad fiera. La ensefianza liberado {de Edipo es que To que hay de inquietante y de wemendo en cl ‘enigma desaparece inmediatamente si se vuelve a llevar su de- Gra la teansparencia de la relacin entre el significado y su forma, del que s6lo en apariencia éstelogra escapar. ‘Lo que podemos entrever de los enigmas arcaicos muestra sin embargo no s6lo que en ellos el significado no debia pre- ‘existir ala formulacion (como crefa Hegeb, sino que st cono- ase cimiento era de plano inesencial. La atibucién de una solv- ‘ci6n- escondida al enigma es el fruto de una época vlterior ‘que habia perdido el sentido de qué es lo que verdaderamen- te en el enigma venia al lenguaje y no tenia ya conocimiento sino de la forma degradada de la diversién y de la adivinanza, ‘Ahora bien, el enigma estaba tan lejos de ser una diversion, ‘que hacer su experiencia significaba siempre exponerse a un, esgo morta’ {Lo que la Esfinge proponia no era simplemente algo cuyo significado esta escondido y velado detras del significante senigmético, sino un decir en el que la fractura original de la presencia era aludida en la paradoja de una palabra que se Acerca a su objeto manteniéndolo indefinidamente a distancia. Elalvos del adver no es s6lo oscuridad, sino un modo mas original del decir, Como el laberinto, como la Gorgona y co- ‘mo la Esfinge que lo profiere, el enigma pertenece en efecto ‘la esfera de lo apotropaico, es decir de una potencia protec tora que rechaza lo inquietante atrayéndolo y asumiéndolo dentro de si. El sendero de danza del laberinto?,que concluce al, ‘corazén de aquello de lo que mantiene a distancia, es e! mo- elo de ésta en relacién con lo inquietante que se expresa en clenigma Siesto es verdad, la culpa de Bdipo no ¢s tanto el incesto, sino una ips ante Ia potencia de Io simbélico en general la Esfinge es asi verdaderamente, segtin la indicacion de Hegel, ‘el simbolo de lo simbélico») que él ha desconocido interpre 7 La incapacida pars ceslver el enigma tenia como consecvencia mye por deseoperacien, Ai habrisn mucr, sega aden gue, Ho ‘oer y Galea 1 Soe Is pomimida ene danza ylaberno f. Rabo, Za dion, Zasich, 1980, p77. Propameste toda investgacin referee al aber || ‘oideberia pri dla danza" 233 tando la intencién apotropaica como relacion de un significan- te oblicuo y un significado escondido. Con su gesto, inaugura ‘una hendidura del lenguaje que tendré una larga descenden- ‘ia metafisica: por una parte el discurso simbslico y por térmi- nos impropios de la Esfinge, cuya esencia es un cifrat y un es ‘conder, y pot la otra el discurso claro y por términos propos de Edipo, que es un expresar 0 un descifrar. Edipo aparece pues en nuestra cultura como el shéroe civilizador que, con 55 respuesta, proporciona el modelo duradero de la interpre~ tacion de lo simbélico, (Que este modelo esta en relacién con ‘el signilicar- de la escritura alfabética, cuya invenci6n la tra- icin griega atribula precisamente al progenitor de Edipo, Cadmo, cuya descendencia mantiene una relacién con el es- cribir y con el significar que esti todavia por interrogarse ~el hijo de Cadmo, Potidoro, es llamado también Pinacos “el hom- bre de las tablilas escrtas" y Labdaco, padre de Laio, deriva su nombre de la letra lambda~ da testimonio de la importancia de este aspecto del mitologema que Ia interpretacién frevudiana tha dejado en la sombra). Toda interpretacion del significar co- ‘mo relacion de manifestacin 0 de expresién (o, ala inversa, de cifra y ocultamiento) entre un significante y un significado {G tanto la teorfa psicol6gica del simbolo como la semistica de! Tenguaje pertenecen a esta especie) se coloca necesariamente bajo el signo de Edipo, mientras que coloca en cambio bajo el signo de la Esfinge toda teoria del simbolo que, rechazando teste modelo, ditja sobre todo su atencién a la barrera entre Significante y significado que constituye el problema original cde toda significacion “Junto a esta supresion edipica de la fractura original de la ‘presencia, otra interpretacién queda por decirlo ast en reserva ten la tadici6n del pensamiento occidental. fsta aparece du- rante algsn tiempo a la luz en el proyecto heracliteano de un. Gecir que no -escondae ni -reveles, sino que ssignifiques la mis- 24 sna junturaCowwyis)insignficable ene la presencia ya au- Senta, el significantey el significado, Muchas veces Herilto, {que gan6 por eso fauna de oscuro, apunta a tal palabra insti {byendo acereamientosente contariosycreando oximoros en tos que los opuestos no se excluyen, sino que sefalan hacia suinvisible punto de contact. Ts significavo, desde este punto de vista, que Aisteles, para carateizarel enigma tice ina expresion que cae in: Cdablemente lo que Herdelito dice sobre fa -conmesura de los ‘puestos. nla Potrca (8), define el enigma como un tt aBivara oovayet “conectarconas imposibies” Para Herihto, todo significar es, en ese sentido, un ta ddivera ouvérya,¥ tO" do autertico significa es siempre -enigmatico- El onive ci vino al que alude el fragmento 93, no puede en efecto ent Jerse en el sentido, que la metaisica nos ba welto familia, de tuna relacion de manifetacion Code ocaltamieno) ent siga Ticante y significado, exter e interno, sino que, por el con taro, st intencion se carscterza propiamente, en oposicion al Réyew y al xpintew/Cmo una mirada lanzada al abismo abier- to entre significame y significado hasta el-clios- que aparece entre ellos Tata mirada es la que una semiologia Hberada de la im- pronta de dip y fel la paradojasaussuriana debera final Inente ditgi la -barreraresstente al signfcacion- que do- ‘nina sin Vent ella njsmna al lengua, la reflexion occidental Sobre el signo y sobre cuya supresion se funda aquelia post ion primordial del significant ¥ del significado que pentenece > Gi Heucao i: 10: Conmesoes dpa: enteo-no entero, coo soto comonantedsoeame de sls aa no eto 10” Set Sehcr,cuyo onfcul ex en Delos, ao dice Cyd al exonde sir), sino sige omnia ie 2s Fimediro we rea de modo esencial a la metafisca, Meta de este ensayo es, de- findose capturar en el laberinto al que lo atrae el eivos de la forma emblemética, senalar hacia la originaria estacion apotro paica del lenguaje en el corazén de la fractura de la presencia, fen la que una cultura que hubiera pagado su deuda con la Bs finge podria encontrar un nuevo modelo del significar. 236 Capituto segundo LO PROPIO ¥ 10 IMPROPIO a 2.1. BI doblez originario de la concepeion metafisica del significar se manifiesta en la cultura europea como oposicion de lo propio y lo impropio, -Duplex est modus loquendi, se lee en el De veritate de Santo Tomas de Aquino, «nus se- cundum propiam locutionem; aliumodus est secundum figu- rativam, sive tropicam, sive symbolicam locutionem®. La im- posibilidad, para nuestra cultura, de dominar esta antinomia esti atestiguada por el constante alternarse de épocas de lo Jmpropio, en que la forma simbélico-emblematica ocupa el ugar central en la cultura, y €pocas de lo propio, en que ésta les empujada a las margenes, sin que ninguno de los dos dis- ‘cursos logre no obstante reducir enteramente su propio do- bez, » kes crt 237 tos fundamentos de una teoria de fo impropio, que debia dar x jusifieacion teol6pica Ja obsesin emblemdtia de re artigo y del barroco no menos que ala exalada alegoria (ge inmistica medieval, se enclentran delineados en el corpus “terfo que circula bajo el nombre de Dionisio Aeopagit, Es pPiraticnlon se enncia como una especie de sprincipio de i Jangruencia sean el coal, puesto que respect de o vino ns nagaciones son més verdaderas y més congruentes que ls Mfmaiones, una representacion que proceda por distepa Sine desviaciones seria més adecvada a ello que una repre: sees Jon que proceda por andlogis y semejanzas. En otras p ‘Gipus, pustamente la inadecuaci6n respecto de a istico objeto aot al simbolo incongruo lo que se podria definir como SPaearadojea -congruencia por variaciom que permit 3 la aan pan un amoroso empeno anagogico,alzarse del os, en uate de cole Prati des Hews 256 dios de linguistca indoguropea con el genial Mémoire sur le _stéme primitf des vepelles,vivi a fondo la experiencia ejem- plar de Ia imposibilidad de una ciencia del lenguaje en el inte- flor de la tadicion metafisica occidental, Los documentos de esta crisis han sido publicados hace tiempo por Benveniste’ y retomados en un articulo memora- bie’ sin que él mismo, sin embargo, sacase todas las conse- ‘cuencias; pero la edicién critica del Curso que vio la luz en. 1967 al cuidado de Rudolf Engler* del nico modo posible, 0 ‘ea como sinopsis dle todas las fuentes de las que se habia Sa ado el texto de 1915, hace ahora impostergable Ia revisién del estatuto del Curso en la historia de Ia lingistica moderna. Ea los proximos afos, en la medida en que refleja auténticamente cl pensamiento de Saussure, el Curso no podri ya considerarse ‘como la Fundacion de la semiologia, sino, en todo caso, como} ™* su puesta en entredicho radical: es decie que no contiene su | © =" exordio, sino en cierto sentido su clausura. FI primer documento de lo que se ha definido como el drama de Saussure’ esti en una carta a Meillet de 1894, en el periodo en que estaba trabajando en el libro sobre la ento- nacion y el acento en lituano que nunca habsia de salir a luz rude, 196.65) abord debutant gna, “beau comme ua jane de’, qo facune enue eitane dans scene; pis, dupes un por eit parson Fete pend es andes parses, le jeune homme mesa ee tnt es par Pesigence interes enfin mage demir, le genome vei ‘a, at mainen dine, un peu is, porae dans so regu eve aes nsogation se laquelle se ceca soma sa ies “Notes inte de. de aunsre (Cabs F de Saussure 12,1954) 5 Sausue aps un damit: 2, 1563, empres co isomers, Proomes de ings pera cpp 32). Wr "Sausns Courr ct La edison cada la nlc que pede amare ca en set poses 7° Nesllenc cache un rane ql ado ve douloureus, qu se agave avecles ants, quia nme jamais wouvedisue- Saver, Probie de linguisiqu éncralec,p. 30 257 ‘Con insotita amargura, Saussure confiesa su descorazonamien- to frente a la vineptitud absoluta-y alas contradicciones de la terminologia lingtistica Estoy degustadsimo de todo esto y de a difcltad que se tencuentia en general para esenbir diez renglones que ten- {gan sentido comén en matesa de hechos de lengusie.Pre- ‘cupado desde hace tempo sobre todo por laclasficacion Toglea de estos hechos... veo cada vex mas la inmensided del trabajo que seria necesario para mostat al glist lo ‘que hace.,.¥ al mismo tiempo, la gran vanidad de todo To que, a fin de cuentas, puede hacerse en lingtistica, sto acabars a pesar ao en un libro en el cual, sn enti- sas nl pasion, expliaté por qué no hay un solo término ‘usado en lingdisties al que conceda yo un sigaiicado cual {guicraY slo después de haber hecho eso, lo cones, = ‘dre reamudat mi trabajo en el ponto en que lo he dejado” Ese libro no fue escrito nunca, pero los apuntes y los ¢s- bozos que han quedado de él y que confluyen més tarde en los cursos de lingistica general muestran la Iicida conciencia ‘que Saussure tuvo de una impasse que no era solo suya, sino de la ciencia del lenguaje en general: He aqui nuestra profeson de fe en materia lingistica: en ‘otros campos, pede hablar de cosas sagin ese oe fro unto de visa, estando seguros de encontrar un terteno se fgoro en el objzo mismo. En lingbistca, negamos por via ‘de principio que exissan objets dados, que haya cosas que ‘ighen exisiendo cuando Se pasa de un orden de ideas a ‘otto y que se peda por consiguiente permiuconsideraras © stetres de F. de Saussure a M. Meille-(Cabiers F de Saussure, 21, 1368, 258 cosas en éndenes dversos, com st estuvieran dadas por st Ta ley verdaderamente kina del lenguaje, al menos por cuanto osemos hablar de ella, ex que noes nunca nada ‘Que pueda resid en 7 slo término, y eso a causa del Inecho de que los simboloslingisticos estan sin relaion con lo que deben designas, por lo tanto que a es incapaz ‘de designarcoalquer cosa sina ayuda de hy pareamente bain Ia ayuda de bien que uno y oto no valen sino por su diferencia reiproca, 0 que ninguno de los dos vale, ‘ungue sea para una parte cualquiera de él mismo (pot ‘ejemplo a riz, ct), salvo por ese plexo mismo de dife- ‘eoviaseternamente negativas, ‘Se marivilla uno. Pero onde estara en verdad la po sibildad de lo contraro? Dénde estaria un solo instante el nto de iadscién postvo en todo el lengua, desde el ‘momento en que no hay imagen vocal que esponda mis ‘que otras lo que debe deci” Saussure, en sus lecciones, se ve sin duda empujado por la necesidad didctica a valerse de su desconfianza en la posi- bilidad de encontrar en el lenguaje un término positivo; 0 obstante, la edicin eritica del Curso muestra que el parrafo donde ei signo se representa como algo positive no refleja, exactamente las notas de los estudiantes. Alli donde el texto del Curso dice -apenas se considera el signo en su totalidad, ‘se encuentra uno en presencia de una cosa positiva en su of- deny, las notas dicen mas cautamente: ‘gracias al hecho de que estas diferencias se condcionan ‘unas a otras, tendremos algo que puede asemejarse a unos \érminos postvos a tavés de le confrontacioa de ciera Terencia de I idea con una cist diferencia del sgn” 9 Notes ings de Fe Saussure p63 1» Seosieg, couse, 272 259, vs at L {y mis abajo: oro el significant y lsigaiiado contraen un nexo en ve- tad de los valores determinados que han nacido de a com Dinacon de un tanto de signos acistione con un tanto de recores que se pueden hacer en la masa. Qve sera nece- slo para que esta relaci entre el significant yel signif ‘ado fueze dada en si misma? Seria necesano ante todo que In ides estviese determinada con aticipacion, y nolo es: 14. Sennecesaia ante todo que el significado fuese de a temano una cosa determinada ¥ no Io es, Por exo eta rela ‘én no es sino otra expresion de los valores tomados en su posta. foo Si el Ienguaje es el espacio absolutamente insustancial de estas iferencias eternamente negativas, el signo es por cierto 1 Gltimo elemento que pueda ofrecer en si mismo ese -punto Ge itradiacién positivor sobre el que podeia construisse una ciencia del lenguaje finalmente liberada de la «inept de later rminologie courantes antes bien, en cuanto que define el esta- tuto doble de la unidad lingQistica, éste es el ligar de la dif rencia absoluta, en el que la fractura metafsica de la presencia viene a la luz de] modo més abrumador. Un paso decisive de las notas atestigua que precisamente en cuanto signo el len- ‘auaje es, para Saussure, algo inasibe: PL Lenguaje no ¢s nada més que un caso particular de la tora de Ios signos. Pero preisamente por este solo he- cho, se encuenta en Ia absolutaimposiblided de ser algo simple (@ dizectamente asible por nuesto esprit en su ‘mado de sr), sin que por eso sn embargo, en la tora ge ‘eral de los signs, el caso parcular de fos sigos voeales ot 8 sea el mis compijo de todas os casos particulares conoci- dos, como la escritur,l cif, ete Lejos de simplifica el caso lingistico, la inclusion del len- _auaje en la perspectiva semiol6gica have de él algo imposible; y s6lo tomande conciencia de esta imposibilidad (cuya raiz, ‘como muestra la historia de la nocién de signo, desde la Stoa hasta la Logica medieval, se hunde en la esencial solidaridad de toda interpretacion del signicar con la interpretacién me- tafisica de Ia presencia) es como la ciencia de los signos po- ‘ded aleanzat au fase entica, Cuando Saussure, que habia legado ‘en el conocimiento del lenguaje al punto de no-retomo en el, {ue -esté uno abandonado por todas las analogias del cielo y de la tera, habla, con expresiones aparentemente parajicas que recuerdan la definicion aristotelica del enigma como -con- rmesura de imposible, de un -plexo de diferencias eternamente negativas,, de un -lazo estable entre las cosas que preexiste a Jas cosas mismas, de una unidad doble «que tiene un derecho yun reves, lo que le urgia ante todo era evitar sustancializar los términos de aquellaescisiGn que se le habia revelado come coesencial al lenguaje. Entendia que con ello sefalaba hacia quella diferencia y aquella ;conmesura de imposibles- que ha sido cubierta y seprimida, en la semiologia moderna, con la 16m. En el algoritmo semi6t- 12 Notes inks de Fe Saussure, p66. 1 Nous sores a contra polondiment covainew que qicongue pose le pied srl ternin de la ange, peut sede guile abandonne pat Saipan ih ents ees dS cep. 6. 261 ae mo unidad positiva de signans y signatum, de la original y problemética posicin saussuriana del hecho lingiistico como ‘plexo de diferencias eternamente negativas, equivale a volver 4 hacer caer a la ciencia de los signos en la metafisica. 5.2. La solidaridad de a iterpetacion del signiiar como nia de un siniicante y den significado con a historia de in meuafisia occidental esta explictamenteafimada por una intencion cca cuyo proyecto se enuncia como Ia sts tueion de na ciencia de a eseritura(gramatologa) ala cen Cia de los sigoosCemiologa). Segin ete proyecto, la metal- i, [Sea se funda en un estatto privilegado del significado, ‘Gnendido como plenitud dela presencia, respecto del sign [Gime que cn su easvo exterior ste pivlegio excl mismo que Fonda en la radicin de la metaisica occidental, a superior Gadde a got sobre ely, de la voz sobre la eset, EL ‘ricer eopecico del proyecto gramtologico se expresa por | Soven a afrmacin sein la cual la experiencia orginara es, | Siempre ya astro y escitr, el significado siempre est ya en |postion de sigiicane. La usom de na presencia pena y |Cfiginara es la ison de fa metafsics, que toma cuerpo en ‘a eatuctora dobe del sign La clausura de la metafisica,y 1H Esa E Benveniste (es deci unlnglt que ha lograo, sen nas cars, una nueva sac dea cen del eaghaje) 2 qlens debe a toa sn | a oneiencin ae lata de Inadecasson de a perspective semis en Soil eauict pars dar tat del fendmene Ingo es nerd, $0 Sisincoy de use dcble tence dl lense (que el deine mod semi coy mods somdntca el pomero dels ales debe ser teconocdo- Yl {faldo compen ye los cuales 0 hay eunsielon) y su busqueda de | Bite aspece oc probie dl send, ene que nocon seta de igo |eome anil postive sgniticante yignfend) fa 0 sv, apna {Sint ton gue ag ents tatdo de conga oponiendo a hocen ed | pic dl imine a esting 262 de la semiotogia que es solidasia con ella, implica Ia concien ‘Gade que no hay origen posible més alli del sigificante y del rast el origen es un archirasir, que funda en laa Sencia de origen la posblidad misma del apaecer y del sig- nica" ‘Sh, restaurando la orginariedad del signiicante, et proyecto gramatoldgico opera una critica saludable de la herencia me- taisca que se ba crstalizado en la nocién de signo, esto no (quiere Jeet que logre realmente compli ese -paso-atris-mis ‘ls dela metafisica que, con mis prudencia, lfigsofo en eu- Yo pensamiento encuentra sv fundamento vacilaba en decs- Far cumplido.o incluso solamente posible". La metaisica no en efecto, simplemente la interpretacén de la fractra de fa presencia ¢omo duslidad de apariencia y de esenci, de sg- rifcantey de significado, de sensible y de ineligible; sino que lhecho de que la experiencia orginal eté siempre ya apre Sada en um pliegue sea ya simple en sentido etimol6gico sim- ‘plex “plegato una vez"), es decir que la presencia ex siem- pre ya apresada en un significa, tales precisamente el orgen Se la metaisia ocidenfal,Ponet en el ico una escitura yun rasto significa poner el acento en esa experiencia original, pe- qo no por certo superla. Tian y gowh pertenecen en cfec- {o ambos al proyecto metafisico griego, que, calficando de ‘gramatiee aa eliexion sobre et lenguaje y concibiendo la ‘port como enyaveur} (0 sea como sign de una -escrtura el aima.), ha pensado desde el comienzo el lenguaje desde % ch..Dunmn, Dele gramme, Pas, 157 1% Come gran parte dl peneamleno ances cortemporineo tarblén et de Dents ene su funcameno, ss 9 menos dear, en Heide, rye Anmotte eer larder sematico del lengua mano a It facta. cays genes segon una meter presente yen Pan, Om ‘Sen como an esti na. 263 {el punto de vista del let. a metafsca de a escrturay del \figiicante no es sin la ota cara de la metallica del signif [eat y de la or el venir la luz de fndamento negativo y fo por cierto su superacion. Si es posible, en efecto, poner al ‘esnudo la herencla metafisica de fa semiologia modern, 1o ‘Qbe sigue slendo para nosotros todavia Impasblees decir qué cosa serfa una presencia que, inalmente liberada de la dife fencia,fuese dnicamente Una pura e indivisa estacién en lo abiero, Lo que podemos hacer es reconacer la sitacion or ‘inaia del lengua, exe plexo de diferencias eternamente ne- gativas en la barre reistente ala signfieacion a la cua la fepresionedipia nos ha ceradoel acceso Hl nleo originaio, Gl signicar no est len el sigalicante ni en el significado, a en la escrtura ni en la voz, sino en el pegue de la presencia, Sobre el que sts se funda e logs, que carateia al hom- bre en cuanto 200n lagon chon, es exe pllegue que recoge y divide cada cosa en la-conmenir de Ix presencia, Ye! Rat mano es precisumente esa fracture de la presencia, que abre {un mundo y sobre el cual se sostiene el lengua. El algoriino | eb rece por eo nla sca bare — pero ene | mera nodebemos verso el rastro de una diferencia, sno el juego topologico de Iss conmesuras y de las articulaciones Covi, cayo modelo hemos ttado de delinearenel aay potropzico de la Esfinge, en la melancélica profundiad del femlema, en la Vedanta del eich Tn el fengtsjeaoral del penamientogriego esta atin lucid de la presencia fora el nombre de Sqyovie. En torno 2 nz indocuropea de esta palabra se dispone una constela Cion de teins que apna hacia ina noc cardial de unk ‘verso de los pueblos indoeurpeos: el del orden juso que re gua el nto del univers, desde el movimiento de los ssros fasta el sucederse dels estacionesy las relaciones ene los 264 hombres los dises*. Lo que nos interes es sin embargo me nos la centalidad de este concepto que el hecho de que la idea de -ordenjusto- se presente desde el principio de la es- peculacion grcga como un atcular, un acordar, un componer ‘past égopiona, signifcan en el origen “conjuntar tar" come hace el carpintero), es decir que ia joya perfect del cosmos impliqe para los giegos la dea de una laceracion aque es ala vez una str, de una tension que esa la vez una tucuacin, de una diferencia que es la vez unidad. Es a es. aticulacion -belisima:e invisble-a la que alude Hericlito en los fragmentos* en los que tpuovia no es simplemente a at ‘mona en el seatilo que noses familiar, sino el nombre del principio mismo de la esacion usta en la presencia. Que esta aniculacion que, para Hericto, percenece todavia a la esfera ‘Gatlvisiva, se tansfiera después la esfera numético-actist- a, e8 algo que da testimonio de un vueleo del penssmiento ‘occidental en el cual sin embargo es todavia posible captar la Solidaridad entre aticulacion metalsia y sigafiar, en el pa 50 del aspecto visio del lenguse al acstco, Solo cuando hayames legado alas cercanias de esta-at- culacion invisible: podremos decir que hemos entrado en una Yona a patr dela eval el paso-atré-ms al de a metafisica, ‘que gobierna la interpretaion del signo en el pensamiento oc. ‘dental, se hace verdaderamente posible. Qué cosa seria una presencia restitutda a la simplicdad de esta varmonia invisible- 1 am conscacon de mines, que detva de I ale ar comprende, cme crs cos, vic a, anton ay, is, rs eg pope {GEE Toomer, le ooabuiie des suns indo ere, at 190, ‘oi Ip 201 ad tains Iaccabular dle vont doer, Tne, 197, vo pp. 357350) 13 "CE 1 Sina, Clatical and Cian tea of world Barmony, Baio + 16a as armenia dl mond Blot, 1, p88 Be 515 ‘que, en la posible comunidad reencontrada de pensamiento ¥ poesia, parece apenas apuntar desde un cuadro de Cézanne al Fhmo Ridsofo occidental, tal vez por ahora s6lo podemos presente, Feles en est la intenci6n apotropsic, cuyo s8- Pifear habia aparecido en la aurora del pensamiento grieBo cO- eaves decir que no fuese ni un recoger ni un esconder, 10- teos no pordemos mas que acercarnos a algo que debe por ahora permanecer nla distancia ana bral del poor et el pllegue / de lo que wens a8 ceca ne erect lana / veka spe, sana, curds / ane Haney te cendnd tena de mises Se axe ail un sender, que Fur ee erenenca dea poesia dl pense. HCH, eee a aches eo Rn Ca, Ler, Pat, 17 266 SRT

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