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€ oO ra més bien breve, en cierto mado senda, la Padica es la mas antigua teoria sistematica de 1a literatura’ ue conocemos. Compuesta en torno del 334 26. Bjercié en ‘@Se campo una influencia amplia y todavia persistente. No impidio esa notable recepcién el hechd de qise la ‘Poetica llegase hasta nosotros de manera fragientaria. Aristételes parece haber agregado, en momentos distiites, ideas y co” Trecclones, El sesgo sistematico y metédico, que’sin emtiar- ‘go.astenta la Poética, pone de manifiesto un rasgo propio de laescritura y del estilo intelectual de Aristételes;’y atestiqua fa escrupulosidad de su reffexidn acerca del arte, Como en ‘todas sus obras, esa reflexion se desenvuelve ef tn dialego, To siempre explicito, con la tradicién precedente: un ‘ialoga. complejo, que combina elementos de continuidad y de apro- iecién, de polémica y de ruptura. ! La traduccién y el estudio prelimingr han estado a cargo’ del Doctor Eduardo Sinnott, profesor en Filesoffa, 7 én Len- guas y Literaturas Cldsicas, quien realiz6 estudios de Filoso- fia, Filologia Griega y Lingtistica General eni la Universidad de Munster (Alemania). La labor de Sinnott corto traductor de griego y latin es ampliamente reconocida: ES epiciones counue ARISTOTELES “Os COUHUE POETICA ARISTOTELES oy POETICA ARISTOTELES OY POETICA Traduccién,notas eintroduccion: Eduardo Sinnott COLIHUE € CLASICA dtele | A poetieas 14 ed. 1° reimp. - Buenos Aires : Calihue, 2006. | 272 p. 18x12 om. (CobaueCésica] | Tracnesia de: Bévarde Sinnott | ISBN 950-563-008-5 | }. Filosofia Aristotélica. L. Titulo | epp 18s Titulo original: Hept nouyeutig Coordinador de coleccién: Mariano Sverdlof® Equipo de produccién editorial: Cristina Amado, Marcela Diaz, Gustavo Novas y Damian Marrapodi. Disedio de tapa: Estudio Lima+Roea Larcragonta MATA ALLIBRO ESUNELTO 19 edicién / 1° reimpresi6n. LS.B.N. 950-563-008-5 © Ediciones Colibue SRL. Ay. Diaz Vélez 5125 . {C1405DCG) Buenos Aires - Argentina wow.colibae.com.ar ecolibue@colihue.com.ar ; el depésito que merca le ley 11.72: Hees EN TA ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA \ i | ww INTRODUCCION bra mas bien breve, en cierto modo sencilla y ex-al- gunos puntos a primera vista ingenua, la Poélica es la més antigua teor‘a sistematica de la literatura que.conoce- mos, Compuesta en torno del 334 2. C., ejercid en ese campo, a lo largo de casi toda la tradicién, una influencia amplia y atin persistente, 2 le que sdlo se aproxima la de la Retérica. No fue obstéculo para esa notable recepcion el hecho de que la Poética se transmaitiese y Hegase hasta n0- sotros de manera fragmentaria y en un estado de elabora- cién bastante desparejo: Ja redaccidn del texto indica, en efecto, que no se trata de una obra hecha para 'la:publica- cidn o ya lista para ese destino, La Poética pertenece-cla- ramente'a las:llamadas «obras acroamaticas», esto es, a los escritos ex'que Aristételes basaba sus lecciones en.el Liceo y que cixcularfan entre sus discfpulos ala manera de apuntes de clase.’ Eso no debe sugerir, sin embargo, que la Poética sea una simple compilacién de anotaciones: como se vera especial- mente én 10s preliminares de cadla.capitalo, la composicién det tratado sigue un plan bésico bien definido. Por cierto, Aristoteles parece haber agregado, en momentos distintos, ideas, observaciones y correcciones, sin atender a todos los detalles del contexto, esto es, como quien escribe para sf thismo o escribe con vistas a una rédaccién postérior mas 1.Cf, xv 1454618, donde exprésamenté se contrapone la Poitiza a és textos publicados (ekdedomarioi leo). vr EDUARDO SINNOTT cuidada. Esas interpolaciones plantean dificultades 2 memu- do serias de interpretacién y de traduccién, pero minca He- gan a desbarater la organizacién bésica general del texto. El sesgo sistemético y metédico que, con esas salveda- des, ostenta la Poética, dustra, en general, un rasgo propio de la escritura y del estilo intelectual de Aristételes, y atestigua, en particular, la escrupulosidad de su reflexién acerca del arte Lo mismo que en otros sectores de sw filosofia, esa re- flexion se desenvuelve en un didlogo no sieimpre explicito con la tradicién precedente, en particular con el pensamien- to de Platén: un didloge complejo, que combina elementos de continuidad y de apropiacion, y elementos de polémica y de ruptura. Los INICIOS DE-LA REFLEXION ACERCA DEL ARTE Desde Ja segunda generacién de fildsofos, a mediados del siglo via. C., hasta la generacién de Plat6n, a fines del siglo V a. C., se habia desarrollado una tradicién estética avent la lettre que reunia por lo menos tres visiones filos6fi- camente diversas en torno de un temario comin. En forma directa, o por via del platonismo, todo ello esta presente, de manera mds o menos notoria, en él horizonte de ta Poética. ‘La mds temprana de esas visiones es laipitagérical‘ que presenta dos ideas principales. Por una parte, una nocién _ formal de la bellez, concorde con Ja inspiracién matema- ‘ica dé esa escuela, segén la cual le belleza consiste-en la CE. més abajo, el titimo apartado de esta Jnsreduciin, 3. La cual se habia iniciado mucho antes de la redaction de la Podti- ca. Lasistas antiguas de las obras arisinislicas incluyen titulos como Acerca de los postes, Problemas homvicasy Acerce dela meisca, textos hoy perdidos, referentes ala literatura y el arte, 4.Ch, pace lo que sigue, especialmente Filolao, B 10 Diels; B 11 Diels; Jémblico, Vita th, 169, 203; Aristides Quintiliano, Ii, 6 INTRODUCCION me 0, més bien, placenteras, y las artes tiles. Las primeras no persiguen ningan fin til; ni la verdad, sino solamente procurarnos placer. A la ob- 5.En lo que se refiere a Aristoteles, ef. Poet vii 145089738 y-Ja nota 198, en efe capitulo. 6, Ci, Lord (1982: 68-104}, 7.Ct. la dltime seccién de la nota que precede al capitulo vii, 2 En relacién con lo que sigue, cf. especialmente Alcidamants, Ora- Ha, 10; Dialéxeis, 2, 8; 3, 17; Paton, Hipias mayer, 2086, Gorgias, fr. B U1, B23, Diels x EDUARDG SINNOTT jetividad de la belleza pitagérica, los sofistas oponfan, ade- més, una vision subjetivista y sensualista, segiin Ie cual es bello lo agradable para los sentidos. Gorgias destaco tam: ‘bign la capacidad de ins artes que se valen de la palabra,” a do Ja retorica y Ja poesia dramatice, dé sedu ry de producit una iiusién, un engario (apdté) o un verdadero he- chizo. Platén y APSE to Comparten, por certo, el rela- tivismo estético de los sofistas, pero sustentan una idea afin su hedonismo en esie terreno! ambos admiten que es pro- pio de las artes , Este término, corrientemente taducido por ), ballé xii EDUARDO SINNOTT te», coincide s6io parcialmente con el concepto posterior de «arte (bella), y conlieva significados y connotaciones filo- Soficas diversos. La palabra «téthné» designa, en generale la : bre \ activided productiva especializada, sol ides iriamos més bien como «artes: “Bei, son «tékinai> disciplinas tan distintas entre si como la escultura, la carpinteria y la medicina, Segtin hemos sefiala- do, la reflexién filoséfica se habia interesado en este con- cepto desde mediados del siglo v 2. C., con los sofistas y S6- crates,“ pero se debe a Aristoteles la conceptualizacia mas completa de ella. _ Enla filosofia de Arist6teles, Ja kin? representa una e- fera especifica del saber, que se contepone al Val seber préctico po propia ntingente}, La tékand es, pues, en me oa elsa- __ ber productive, es decir, el saber orientado hacia la produc- ién (pofésis}: el saber hacer que el artesang, pose bajo la for- ma de un hébito” y que se halla en la bese de. to de toda produccisn distinta a naturaleze (phjei)." En la tind es funda- ded, la cual se pone de mani- todicidad se a wa oe que el artista, 0 el corn equivaiente latino la palabra ars, de donde derivan la palabra espafola «artes y sus equivalentes en otras lenguas modemas. Cabe observar que, como se subraya acriba, en Aristoteles designa una ca- pacidad y, en ocasibnes, el proceso de su aplicacién, pero no su re- Sulléide, Ie obra, como ls moderna palabra «artes. 14. Ch, ademés, Wieland (1982). 15. Cl EN'V1 iv, en particular 144026-10. 16. Aunque hay entre ambas un parelelismo. ~ Acerca de la diferen- cia entre producciéa nanural J prednesen artificial, ef. Met VII vais aulemés, Umer (1953}; Will (1960). INTROBUCCION xi artesano, procede segin un plan deliberado y coherente, guiado por una nocién definida de la forma del objeto por producir y por un conocisiento de la meteria en la que esa forma puede ser incorporada.” La tébhné no es, pues, una cepacidad irreflexiva o azarosa, sino que p coacebido universalmente" y procede, exp! > nréiite, gegtin_reglas generales. Por otra parte, a difere de las capacidades naturales Ga percepcién sensible, por ejemplo), que pueden ejercerse insuediatamente por el solo hecho de poseerlas, la tkhné es una capacidad intelectual gue se adquiere mediante “él api ae: ~ ejemplos, el artesano puede, en efecto, explicarle y comuni- cazle eficazmente su saber al aprendiz, De ac idea, es posible, entonces, llev: artéal plano del concepto, La ifitencién fundamental del Fi- Tesoto. ae ‘oética es justamente Ja de presentar en. :khn en que consiste el saber del poe- antigua concepcién de la poesia como" a, creéncia presente en la Tfadicin rege ‘desde la primera linea de la Mada y susten > tada, en registro Bloséfico, ya por Demécrito, pero, sobre * todo, por Plats: En efecto: a juicio de Platén,” la capacidad del poeta o, al menos, la del verdadero poeta, no se cifra en Ia posesion de 77, Ci, ademas de Met VEL vii, BNIL iit y Phys I viii, 18. Ck Meth y ds Pos U.xix, en especial, 100669: en la thin? se cd) tiene un saber reflexivo de lo universal” lo mismo que en Ia ciencia! 22 (cpitttaiiy-y of pubs de pavida de ambaa te halla fguaimenta en 14, lempeirta); peco mientras que la ciencia se refiere 2 lo que 1a tékhnd se refiere a la origin: si ot 18.Ch. MaIX iy v. 20. CE. expecialmente Jon 5330, 534, Fedro, 2450, y el estudio de Ti gestedt (1859). x EDUARDO SINNOTT una tkhn? 0, en general, en alguna forma de saber racio- nal, sino que es una donacién, el efecto de una interven- ’-ci6n divina, gratuita y arbitraria, que pone al poeta en un *” estado de mania gracias al cual puede producir poesia (0, més bien, puede servir como intérprete 0 vocero de Ia di- vinidad, que es la verdadera autora de la poesia}, y que abandona al poeta cuando la divinidad lo decide. Platon observa que mientras que el artesano, por ser duefio de su “capacidad productiva, fa aplica conscientemente cuando lo desea, y puede dar cuente de ella, el poeta, en cambio, no dispone en realidad de la suya, y ni sabe verdadera- mente, como no lo sabe el adivino, por qué dice lo que di- ce, por qué medio llega a hacerlo, ni aun cual es el signi- ficado de lo que é! mismo dice. La poesia, al menos la poesfa auténtica y valiosa, es resultade de un estado de po- sesién por el frror poetics. Al Jado de este «poesia inspire- da» hay, desde ya, piensa Platén, une «poesia técnica», ba- sada en reglas, pero «falsa» y carente de interés y de valor. La distincién separa, como se ve, dos formas de poesia, y no dos formas de arte: la poesia auténtica no cee, para Plax én, en el terreno del arte. En una forma de ver como ésa | una teorizecién acerca de la poesia coma Ja que se expone | \en la Pottica carece de sentido desde el principio. | v A aa DEL ARTE. ny Gas ye many, 4, °\Simplificadas, las dos visiones que se acaban de resumir, C_-fiferon fijadas por la tradicién como dos maneres bésicas al- ternativas (y unilaterales) de concebir la capacidad artistica: /Pyla ecldsicay o «racionalista», que subraya lo que en ella hay \\! de eonceptualizable o de explicable, ¥ la ningtn momento.un covsponente interno de la forma: no hay, desde luego, disyuncién entre. estructura y funcion, c “oy Ob 0 wise 22. CL. Pal VI vii, oye ke 23. CF, Poet vi 144900728, Ello vale para la tragedia y muy Probable mente también para la poesia épica. INTRODUCTION 0; para decitlo en términos aristotélicos, entre c “¥ €atisa final. Eso hace que, pese a partir de una nocion ‘eh Gert ‘iodo «instrumentalistay del arte, Aristételes mantenge-el centro de gravedad de la poesia en Ia propia poesia: E} interés por los aspectos «inmanentes» de ella en la Poitica se corresponde, ademés, con la exclusién o, al me- nos, con la notable atenuacién del interé: aspectos formativés’ del visto, ocupan, en cambio, el pr lano. Como se acaba de Sefialar, la poesia tiené, seg la Poética, un 0 cliweraturae. Por lo pronto, incluye las artes musicales y xo incluye, ent cambio, ninguna de las variedades de la poesia ica. Acerca de {a omisién de In poesia lirica, véase mas abajo; cf, ademas, la nota 16, en al capitulo 1 41. Se Tes hallard resumides en las notis que preceden a esos capita los. Cf. ademas los esquernas sindpticos on Somviile {1075: 13-15) y en Sinnott (1978: 185-137). | i INTRODUCCION 20011 existentes, empirica o historicamente dadas, que hun de ha- lar un lager sistemético preciso en aquella red abstracta, ia cual incluye también formas virtuales, tedricas, sin ilustra- cién en la realidad. Aristételes reafirma con todo ello laim- portancia de la nocién de «género» en la reflexién acerca de la literatura. Al hacerlo prolonga, por cierto, un supuesto platénico, pero refleja ala vex lo que era una realidad en la roduccién y la recepeién literarias de la As ad, de Ta codific | genérica inte estricta. Las con- Veiiciones findamentales del género constitufan un matco de referencia esencial tanio para el-paeta cuanto para el pi- blico, y, como se ve aqui, eran asimismo Validas y decisivas para el tedrico. LA MAMESIS: co €Oifipiarten un rasgo,en Com miméti La idea de que el arte es mimésis integra, como se ha Visto, Ja herencia sccrética que Aristételes recibe a través de Pla- tn y que acaso se remonta a una manera de ver prefilosé- fica més o menos corriente. En la Podtica Aristételes intro- 3; duce la idea a la manera de un postulado, no pareciéndole 5, necesaric_consignar en forma expresa qué entiende por, ifn latén habia ofrecido en la Republica dos definicio- “nes, diferentes pero complementarias, de la miméris. La di- ferencia, entre ambas se telaciona con el hecho de que en cada caso se atiende a una actividad artistica distinta: por una parte, hacer mimisis consiste, dice Platén, en asimilarse a. otro mediante el gesto y la voz, esto es, en llevar a cabo une cosa como 1a que hace el actcir (0 el rapsoda} cuando representa a un personaje; por otra parte, laminas es, ogy Ose : bees wee 03e CE. Havelock [1963] y Keller [1984). rye ch omy EDUARDO SINNOTT. produccién de apariencias:“ el modelo es en este caso el pintor o el escultor, no el actor, si bien la nocién se apli- ca también a la actividad del poeta, Estos dos sentides pa- recen haberse incorporado a la seméntica del término en el uso filos6fico, como en general io sugieren sus ocurren- cias en el texto de Ia Poética; en ellas las dos ideas se en- trevén con bastante nitidez, ya sea por separado o més 0 menos fusionadas. En todo caso, la coexistencia de esos dos sentidos hace que la palabra «mimisio se vea afectada por cierta ambigiiedad e: inestabilidad semanticas. En efecto, «mimisior (0 el verbo «mimeisthai = chacer mimisis [de]>} alude a veces a Ja actividad del actor, a veces ala actividad del artista, y a veces a la naturaleza del produc- to postico. La tradicién ha consagrado la traducci6n (y la interpre- tacién implicita) de «miméri como «imitacién»."' Esta equi- valencia, con cierta base en la etimologia, tiene en su fa- vor, sobre todo, la circunstancia de ester notablemente 43, Cf, Repiiblica X 598b, GOle — En Axistételes, la apariencia, o imagen ( i pierde la connotacién negativa que tiene en este texto platénico. 44, En las notas que acompatian a la presente tracueci6n se destaca el predominio ocesional de cadz uno de exos valores. En particular, el verbo méimeisihai suele tener como sujeto, expreso o ticito, a los act (ores.0 sl rapzoda que hacen las veces de in personaje; en otcos car 508, el sujeto ex el poeta, y en otros la cuestion no puede decidirse, Hay, por cierto, razones hist6ricas de esa oscilacién: el papel de poe- {a yl de actor se reunieton originariamente en una sola persona CE Sinnott (1978). 45.0 sus equrivalentes en otras lengua modernss: ing. tmtiation, ab Nashalinung, it: imilazione, ic. imitation Parecen nas inepropiados, por-xeflejar, ex el mejor de les casos, sdlo aspectos de la mimisis, ter” mings tales como: «expresidns, eidealizaciéa», «represeniacion», etcétera, pepe como alternativas de «imitaciéns; cf, por ejemplo, Fyfe (1968). INTRODUCCION soy igada.** Pero es claro que no refleja los valores semanti- tos y coneeptucles de la palabra griega a la que pretende verter. La palabra espafiola més cezcana a los valores de, pa Ta ef la Poética es, a nuestro modo de ver, +i Gi if que el acte es «imaitaciéne (entendido el térmi- 6° el sentido corriente) €s insinuar por lo menos tres cosas: que la actividad artistica consiste en replicas copier o reflejar una realidad particular preexistente; que el Semi ficado del producto artistico consiste en 1a reac refeare cial que mantiene con esa realidad; que la concordanci con el modelo-referente posee alguna relevancia estética 0 ac Pe iteciGum, asi entendida, no amon: empero, con aspectos de importancia en la nocién artistoté- ica del arte como mimésis, Por lo pronto, en lo que conde: ne ala actividad poética, pasa por alto el cardcter transfor- i i e, segin Azistételes, est actividad mativo y constractivo que gn sida ‘ostenta, y en lo que conci 0 Su ésencial autonomia respecio ‘dein ‘efecto, Axistateles sefiala que la mimesis * concordar con una «realidad, diverge ella.” Piensa, ademés, que el «contenidor munniético noes in contenido reely particular {como el que 1a historiografia Br cura reflejar 2 propésito de los hechos pasados), sino posible ti én hemos: 7 we por razones pricticas, en esta tradaccidn hemos 46. Prin has vaclasones por someteros aesa tadicin, pe- Soa la critica gue bacemos de elia aba, a enaialnc inate “Gimitacién» debe considerarse, pues, convenci vests, $e tn ae ha sefalado, por ia wadicon (ala manere de le equivalencia Sew esubstancian), y le sulicitamos al lector que la tome, par to, con todas reservas que se hacen a. continuacién. \44841-5; fia. ideatiz: o de Ja caricaturizaci: Eid 1 i. 37 Ro vind des ay dad que no reviie para Arttcler interés artistico. sow EDUARDO SINNOTT “Y.universal* Tnsiste en que aquel contenido resulta del orde- namiento de-los bechos en una trama nerrativa, a la que ex- presamente describe como na construccién:hecha por el poete mediante la seleccién y la articulacion de los datos de _una historia tradicional, o, aun, ideada por el propio poeta, de [acuerdo con pautas artisticas definidas. Los criterios que rigen™> | esa_construcci6n son la verosimilitud y Tk cokierericn miter | | pas® no Ia concordanci aidad, sade) "Para Aristételes, lo que el poeta prodiice es, pues, una” totalidad de sentido imaginaria o ficticia que es ‘neutral respecto de la verdad o la falsedad facticas. Por cierto, de- be ser , y un segundo grado, (#éxis), rasgo que, como se ha visto més arriba, es una condicién de le belleza. Pero la belleza reclama tam- bién-una cextensin» o «tamatiow (mégethes) determinado.” En realidad, ef orden y extension hacen, ala vez, que la tra- ma sea bella y comprensible: en la Poética, las condiciones de esteticidad y de inteligibilida ~ “Por otra parte, 18 especifico dé la tramia tragica est en que expone, en particular, ia historia de una doble trans- formacion: e] paso de la dicha a la desdicha (ia peripecia, peripéleia) y-cl paso de la ignorancia al conocimiento {et reconocimiento, anagnérisij.” Elio supone un hecho dolo- roso consistente en la accién dafiina (tfpicamente el homici- io) que.uno. de los sujetos de la accidn.ejerce sobre otro, con el que esté unido por una relaciin de amistad o de pay rentesco.” Como se ha visto arriba, Aristoteles nota que no puede admitirse como sujeto de la.accién daiiina ni al hombre moralroente perfecto ni al hombre malvado. Es menester que el héroe trégico sea un homibre «medio»: un hombre que no esté movido por.lamaldad; pero es falible, y comete el acto: destructive por famartig, 2 causa de un error de naturaleza intelectual mas bien que ética: por no 68. CE. vii 1450824-35, 69. CL. ix 45095-1451 06. 70, CL. x5 1452022-33, 74. CL. xiv 1453615-22. INTRODUOCION maiento no e superacién, tardia, de esa ignc La Gama que ¥ésponda a esas condiciones cumpl con la funci6n especifica de la tragedia de suscitar conmi- seracién y temor. La conmisetacién (y la suspension del Juicio ético) se suscita ante el padecimiento inmerecido, y el temor ante el hecho de que el que lo ha sufrido es un héroe

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