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desaciertos e improvisaciones. Incluso la fase principal de la batalla, la defensa
del pueblo y los cerros cercanos por parte de las dos divisiones del general
Reding, se debi a que ste incumpli rdenes y estaba donde no deba estar.
Pero hubo suerte. Y huevos. La tarde del 18 de julio, con el general Castaos
detrs, llegaron a Bailn los franceses, que entre otras glorias llevaban el botn
obtenido en el saqueo de Crdoba. All encontraron el paso hacia
Despeaperros y Madrid cortado por 18.000 cenutrios que les tenan muchas
ganas. A las 8 de la maana, despus de tres horas de sacudirse estopa, los
espaoles sostenan sus posiciones pese a varios reveses parciales y a las
cargas de dragones y coraceros enemigos, que los acuchillaban y obligaban a
defenderse a tiros y bayonetazos, en campo raso y sin refugio donde
guarecerse. Dos horas despus, bajo un sol abrasador, enloquecidos de sed,
los franceses haban atacado ya con todas sus tropas, sin lograr abrirse
camino. Y a las 12 del medioda, un ltimo ataque masivo gabacho,
encabezado por tres mil trescientos marinos de la Guardia Imperial, lleg hasta
los caones espaoles, y all se qued. Siete aos antes de Waterloo -La
Garde recule!- la Guardia se comi, en Bailn, un marrn como el sombrero
de un picador.