EL ORIGEN DEL CARBON

A la hora de datar su primer uso tenemos que relacionarlo con el

comienzo de los procesos metalrgicos en los cuales tom parte como
elemento reductor. En la Biblia se menciona repetidas veces en los
primeros libros del antiguo testamento, tanto el carbn normal (carbn
vegetal) como el diamante, sin que hubiera conexin alguna entre ellos
como parece lgico, dado su disparidad externa y en sus aplicaciones;
el hombre de aquellas civilizaciones no poda relacionar el producto
extrado de la combustin de la madera con una piedra preciosa.
Tambin en los escritos de los vedas se hace referencia al diamante.
Teofrasto (IV a.C.) habla del carbn fsil, como ANTRAKON (vv),
que podr sustituir al carbn vegetal y que posteriormente su raz, dar
nombre a numerosos compuestos orgnicos.

En acadio se usaba el trmino KABABU, para designar el calentamiento

con fuego y en las antiguas lenguas mesopotmicas, existe la palabra
KU-BU, que empleaban todos los metalrgicos cuando el mineral estaba
en el horno. Desde el punto de vista de la alquimia babilnica, se tradujo
por embrin, haciendo ver que los minerales eran embriones salidos de
la tierra, sin embargo existen opiniones que se dirigen a la creencia que
se trataba de algo, una especie de demonios, que invocaban y
simbolizaban, que favorecan la fusin del mineral y la obtencin del
metal. Naturalmente si analizamos este concepto desde el punto de
vista qumico, podramos identificar estos demonios representados por el
negro carbn que reduca el mineral para producir el metal.

En eras geolgicas remotas, en el periodo carbonfero, grandes

extensiones del planeta estaban cubiertas por una vegetacin
abundante que creca en pantanos. Al morir las plantas, quedaban
sumergidas por el agua y se descomponan poco a poco. A medida que
se produca esa descomposicin, la materia vegetal perda tomos de
oxgeno e hidrgeno, con lo que quedaba un depsito con un elevado
porcentaje de carbono. As se formaron las tuberas. Con el paso del
tiempo, la arena y el lodo se fueron acumulando sobre alguna de esas
tuberas. La presin de las capas superiores, as como los movimientos

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de la corteza terrestre, en ocasiones, el calor volcnico, comprendieron y
endurecieron los depsitos hasta formar carbn.

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