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80 PRELINENARES continuity of the Platonic Tradition during the Midate ‘2 Corpus Patonicun Medit-Aewt (Landees 1930) ‘Age? (Broseas| re du mayen dge US, Pa Pour, RL, Iiuinisions of th history of medieval thought (Londres 1884 1920) TI. La filosofia cristiana 1. Origen de la expresién. La mayor parte del pre- sente volumen versa sobre la especulacion desarrollada por pensadores cristianos, en mayor 0 menor relacién con la filoso- fia griega. Este hecho plantea la cuestién de lo que se ha Ila- casi literalmente, en Clemente de Alejandria 2 hallamos en San Agustin: «Obsecro te, non sit honest sophia gentium quam nostra christiana, quae una est vera phi- losophia, quandoquidem studium vel amor sapientiae signi- ‘sur hoc nomines 3. Su sentido debe entenderse como tna 7943 De onding, Ete y ane jo que asribe Altercation susie 14 eitosorts.cxrsriasn 3a i afios en revistas y congresos. Bastard recoger tn eco, ya leja- primera, porque procede de una fuente | 20, de la misma, fijindones en las actitudes fundamentales que se sefialaron en el debate. leerbo catcepio de Ticino fang sition: 2. Controversia sobre 1a «filosofia eristianay. Como Mane ee te baie pa aes Gee ates et antecedente remote podemas indicar ls actitud de los historia. del cristisnismo, El amor a la sabiduria debe conducic a la doves sctomlirias l sigeax, 30 ean vet vl ésta nose halla en el paganismo, sino en el cris- res culturales. propios en ck news rpuielaaripay aa ee hasta la pontbilidad dena eflosofia mmo si fuesen, dos palabras que se excluyen mutuament ismo pro- cede de la fe, y la filosofla se apoya en abiendo ‘una razén cristina, tampoco puede haber una filosofie cris. bien se subraya Ia econtraposicién entre la nos y la doctrina revelada, que es pi diato de la controversia, o la chispa que adoptando la forma de una’ subordinaci icendio, fué la afirmacién de E. Bréhier en su filosofia es presen- tada como sierva, ancilla o pedisequa de la teologia. En jento, Erasmo hace revivir la expresidn de ve aparever con mis frecuencia, y ‘ente entre los restauradores de la Gonzilez, E, Blanc, D'Hulst, N. del rada como un reto, que fué recogido por E. Gilson, ef cual llews el problema a discusién publica en la de la Société Francaise de Philosophie de 21 de marzo 1. Mantuvieron el debate, schvieg, sosteniendo una y-por otra, Gilson y J. Maritain, que defendieron la tesis afirmativa ? 's Angelici in scholis cathol 179), y la repite en el breve Cum hoe Te iphiam Christianam, excitato Doctoris Angelici amo- que, instaurasser Tiene, pues, interés el sentido en que puede y debe entenderse esa expresién, la cual, a partir de 1932, fué 36 aeuantvanes vista no se mueve en el campo de ciones entre la razén y la fe, entre el orden natural y el sobre- natural, entre la flosofia y la teologta, o entre la labor cienti- fica que cortesponde real losofia en su propio campo ¥ con sus propios recursos y el influjo que puede y debe tener la fe sobrenatural en las especulaciones de un filésofo cristiano. EL segundo aspecto, © sea el histérico, solamente puede re- solverse examinando Ia historfa, y viendo si de hecho se ha dado 0 no ovofia orientada, inspirada y desarrollada bajo al infiujo evelacién y de fe crstiana. Planteado asi el ver que, en medio de su aparente discordan- icadas tienen no pocos puntos de coinci , que vamos a procurar poner de relieve expresién filosofia cristianay. Tra- ilo en las siguientes proposiciones: 14 sutosort, cxisreaxn asentimiento a las verdades zeveladas por Dio: motivo formal de asentimiento de la flosofia resultado, el proceso de investigacién floséfica es la ciencia, Ja cual so- Jamente se produce en el entendimiento en virtud de la evi-

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