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La entera tradicién dela critica soci Cee ee Ce et Oe ee Cae meee 0s sociales y los filésofos se insuficiencias de la democracis ee ee ect . Ce eel eee J eee eee) eee eee Es ry Na Reificacién USO RERUN tee au aod }00000000000000006 30000000000000000 ‘Axel Honneth (Essen, Alemania, 1949) Filésofo y socsloge etud6 en Bona y en Bochum, y continud su carrera académica cen la Universidad Libre de Belin, Se actor’ sn el Tnstituto Max Planck de Munich bajo la dreccién de Jtrgen Habermas, para luego trasladaree ala Universidad Goethe de Frankfurt, donde enseié flosofia social Desde 2001 es director del Instituto de Investigaciones Sociales, conocido como Escuela de Frankfurt, Enel campo dea filosoia social y préctics, ‘ctualmente Honneth esté dedicade al proyecto e revitalizar la teoria critics por medio de una teoria del recanocimiento recproco, cuyo primer bosque se encuentre en su obra ‘Ls lucha por el reconocimient (edicién original slemana de 1982, tredvccin al castellano da 1987). Su trabajo consiste en articular la dimension descriptva de una tworin del reconecimiento con la descriplén rescriptiva de una teeria moral, para lo cual ‘se apoya en la premisa antropolégicn que sostiene que “el hombre sclamente es hombre entre los hombres” (Ficht}, es decir que la rolacién préctice consigo mismo se consttuye ‘en une relacion on el otro Reificacién | Del mimo autor {atcha pore reconocinent por wa grates mon delosconficos cis, Barcelons, 957 Redisribucin oreconocint Made 2006 ‘The critique of power: Reflesve stags critiel cial ‘hear (States in Contemporary German sca Snght), Massachsets 159 ‘The sree for recognition: The moral grammar of eal confit (Sudes ix Contemporary German scl thought), Massachsen, 1996 as Andee der Grech. Auta cur praise Philosophie Prank 000 Leiden an Unbestivonthet, Ene Reakouiserang der Hegel Recipies 3001 Bef us der Madge Paradavien des pgemeitigen Kepitalismus, ear 2002 Kampf on Aeris, Zur moralichen Gremmatit sociale Kofi, Frankfurt, 2003 Unschdarket tatone einer Tari de terse, Frankfurt, 2003 Schslietde Keitschen Tore (Gebundene “spite), Wietbaden, 2006 ‘Axel Honneth Reificacién Un estudio en la teoria del reconocimiento Traducido por Graciela Calder6n Tinned, Ase Ted ~ Buenos Aire : Kat, 2007. 154 pall em, 5 : “Tract por Greco Caldera ISBN 957265577 | 1 Flosota Madera, Calder, Greil, rad. 1. Tito cop 180 Primera ein, 2007 Kats Edtoes| Sele 2949, 5B 1425, Boenos Aiee nnelateditorescam ‘Tau del ei original: Wedingichung ‘ine anerkenungstoortsche Stadia © Suhshamp Varig ‘Franke em Male, 2005 ISBN Argeotina: 9872255:57-7 ISBN spas: 64-955187-9-4 conti intelectual de ext cba encuentra tei par vera lees y rata intenaionals ‘qs prohtbn la eproducin ntgre o extacad, ‘ealzeda pr cuslauierprocedimiena, que no cuente onl sutorizacénexpresa del editor, Disa de clei: thal ast Inmpreso en la Argentina por Latingéfca SRL ‘ocho el dept qu marea ley 1.725, Rein: un estudio en Ia tao dl reconociianto — indice 7 Prefacio 1 Introduccion 23 1LLARBIFICAGION EN LuKkos J i peockes a mesooen Dew V 83 IV.LA REIFICACION COMO OLVIDO 105 conTonog DL AUTORREIICACION tmp Vi FOBNTESsointns DLA RIICACION abres 149. Indice de Prefacio Hl presente estudio es la versin revisada y ampliada de las “Tanner Lectures’, que ofreci en matzo de este aio en la Universidad de Berkeley. Motivado por circunstancias actuales, me hubja propuesto refor- rmular un tema signficativo del marxismo occidental dde manera tal que sus contornos tebricos y su urgen~ cia fueran comprensibles para los oidos analiticos del pablico de Berkeley: y, obviamente, también queria ‘ratar de que el concepto del reconocimiento resultara fecundo para un tema que perteneceallegado no eabo- rado hasta hoy de la tradicion de la Teoria Critica. Si no interpreté mal las reacciones del pablico, parece hhaberse tendido un puente entre Frankfurt y Berkeley; sobre todo los tres “respondants” que fueron invita- dos para comentar mis exposiciones —Judith Butler, Raymond Geuss y Jonathan Lear me hicieron ver claramente con sus objeciones singularmente inteli- gentesy comprometidas que mi exposicign fue seguida con genuino interés. En el momento de revisar el ° 9 ° 8 1 eaicacion ‘manuscrito traté de considerar sus propuestas y sus recomendaciones, y también las indicaciones que en Frankfurt ne hicieron Rahel Jaeggi y Christopher Zurn. A todos ellos ls estoy agradecido por su animada critica la editorial, Eva Gilmer hizo todo lo posible para que mis conferencias fueran publica- das répidamente; también a ella quiero hacerle legar mi agradecimiento, ‘Axel Honneth Frankfurt del Main, mayo de 2005 Toda reifcacién es un olvido. ‘Max Horkheimer y Theodor W. Adorno, Dialctica de la Mastracion EI saber se basa al fin en el reconocimiento. Ludwig Wittgenstein, Sobre la certeza Introducci6n y v p En os pais de abl alemana dante ls dads dessn0 950 coneps dere? fn it tmotv delaras y ual neta expres Yn oto onceptos veins precin concentra Tomo enunespeo ura as epeiencin hist uemararonaRepblicade Weimar japon dal recente desemploy dla criss econdmics es tlaones soi aban aimpreion de unas mnentlidad ay alealaoraelamorartesano pra covshaba eid idetementfrenteguns acta de dsposcionpuramentinsumenal yaun as e=e- tenes inerores dessus pean entreverd halo do de usa dca intend Sn embar govera neers la presencia dein den sao comprometidoinlectuamets pare qu esas Ss tendencis puderan ser compendia bjt dene minador dno de“reiicacion'sy fue Geog Laks ahienenlacoleciin eens Hira yeoncenia DOQOCOCL bo 121 eeincacén de clase? publicada en 1925, logr6forjar este concepto clave mediante una audaz recopilacion de motivos provenentes de a obra de Ka) Mas, Mas Weber | Georg Simmel. En el centro de ese volumen, impul- Sado porla esperanza de una revolucién inminente, se encuentra el largo ensayo en tres partes titulado “La reificacion yla conciencia dl proletariado"? que alent6 a fil6sof0s y a soci6logos de toda una generacién a analizar las formas de vida imperantes en ese enton- ces como consecuencias de la reificacin socal? No obstante, en la époce posterior ala finaliza- cign de la Segunda Guerra Mundial la categoria de “wificacin’ perdi a posicién central que tenia como dliagndstico de la €poca. Como sila ruptura dea civi- lizacion que signficé el Holocausto hubiese parali- ado toda aficiOn especulativa de diagndstico social de largo aleance, la mayoria de los tedricos sociales y "ou ads Gach nd Keno gn Woke Grafs) NenwityBe go inp. ond tsp: sry cnn ds ec Gres} 2 Grr lates Die etnghchang und ds Berar es Pleat artsy concen del plas), iis psp » Vase Mano -Georg cs and thors ofthe Westen aris prams en Nar an aly The aber efecont fom as Fabs Cah ‘Andre Arto rl ese ang Laan °F esen marion Nec Tote “ee Inreopuccion 143, delos fildsofos se conformaban con analizar las insu ficiencias de la democraca y de la justicia sin hacer uso de conceptos patolégicos como “rificacién” © “comercializaci6n’. Aunque estas perspectivas pervi- vian naturalmente en los escritos de la Escuela de Frankfurt, especialmente en ls trabajos de Adorno, y aunque durante la movilizacin estudiantil volvi6 a flamear brevemente el recuerdo del estudio de Lukics, el proyecto de analiza a reificacién parecia finalmente ser parte de un pasado muy lejano. Incluso 48 | recacion perspectiva de quienes tienen enfrente, cuyos deseos, actitudes y reflexiones han aprendido a comprender ‘como razones de su acciona. Si, por el contrario, esta adopcién dela perspectiva de otro no tiene gary, por ‘ende, se toma una postura puramente de observador frenteal otro, ellazo razonable de interaccién humana ‘se deshace, porque no esta proporcionado por la mutua comprensién de razones.’ Entonces, los dos elemen- tos que caracterizarin la as llamada “perspectiva parti- cipativa” son la toma de perspectiva y la comprensién de la acci6n, resultante de aquella. ¥ aqui la pregunta reside, por supuesto,en si con ello se han nombrado precisamente los aspectos a los que diiglan primor- dialmente la atenci6n Heidegger, con su concepto de ‘cura’, y Lukacs, con su idea de una praxis de impli- cacién, Han de traducise adecuada y completamente Jas intuiciones que unen a ambos pensadores con su critica de la primacia del esquema sujeto-objeto en latesis de que en la praxis de vida la perspectiva parti- {9 Véscecomo ejemplo dels idea de la“peepectva participative” igen Habermas, "Wh hit Unierslpragmatk™[,Q3e que dec I pragma universal] en Verto nd Eragon ‘su Theorie ds Loamuriativen Handel, Prankfert del Main, 1984, pp 35-4 [tenes Tri dela acin comune conplements yess previs, Madd, Cea, 189) Dil (C-Deanet, The intentional ance, Cambridge (oa) 396 (t sp: La cid itenconal, Barcelona, Geis, 93). DE LUKAS a MeBESEER¥ oweN | 49 cipativa tiene siempre una necesaria preeminencia frenteal punto de vista de la mera observaci6n? Contra esto habla ya el hecho de que Heidegger y también Lukics quieren que sus respectivos conceptos de praxis sean entendidos como abarcadores dela relacién del hombre con sus congéneres y con el resto de su entorno. De acuerdo con sus ideas, en la interaccién humana laactitud de “cura” o “implicacién” no esta ditigida s6lo al otro sujet, sino en principio a todo abjeto, en la medida en que éste se encuentre en el contexto de circunstancias de Ip praxis humana: la «ategota de “objeto” empleada aqui serfaya rechazada por Heidegger, porque estéatrapada en el esquema de ‘oposicién de sujeto y objeto:® No sélo en su exten- sion, sino también en su intensin, los conceptos que utilizan Lukics y Heidegger parecen contener algo més ‘algo distinto que lo que se retene en la idea de la perspectiva participativa, pues “cura” o“implicacién’” son expresiones que, aunque también designan tun acto de toma de perspectiva, le aiaden un elemento derelacionabilidad afectiva, es mas, de predisposicién animica positiva, ausente dela idea de a comprensién 10 Heidegger evita ene plano ontoégio desu ani del Den tunnel concept de Gepesand [objeto] come ede Ding eal: ‘exsulugarcaloca poo generalel ermino Zeug tl] como ‘ateorecommplementaria de o Zuhandn (ea mano; vase Martin Heidegger, ei nd Ze op. ct. 8. 50 | pevricacion delas zones para actuar* Con ello se mara un limite muy tente, pero tanto més decisivo, que separa las intuiciones de estos dos autores de las reflexiones fandamentales quese formulan en la actualidad util. zando el concepto deacttud “comunicativa"o“inten. ional”: mientras que con ello quiere destacarse el hecho de que los seres humanos, en general, se comu- nican entre si percibiéndose mutuamente en el rol de tuna segunda persona, Lukées y Heidegger apuntan a lnidea de que tal actitudintersubjetiva esta sujetapre- viamente a un momento de apoyo positivo, de ineli- nacién exstencil, que no se manifesta sufcientemente nla atribucion de la motivacién racional Para entender mejor lo que expresa esta tess, tiene sentido repasar las nociones fundamentales que implica en toda su extensién: se afirma que la relacién elhombre consigo mismo y con el mundo est atada, cn una primera instancia, no sélo genética, sino cate. gorialmentea una actitud de apoyo, antes de que otras ‘orientaciones, neutralizadas en el plano emocional, puedan surgir de ella. Cuando se adopta esa premisa, la relaci6n con nuestro tema conductor resulta del hecho de que el abandono de a postura original dada 1 Paral concept eidegeriano de “ur ambi Hubert [ Dreyls desta exe componente del predispesicion animica pov, qu va mds al dl contenido de sgifcacon Insteumental en Beingin-the-word op ctscap sa, De Quedcs A HEIDEGGER Y DEWEY 151 la de apoyo~ debe conducir a una actitud frente al entorno en la que los elementos de éste s6lo son expe- simentados como entidades cdsicas, como mero “ante Jos ojos” En virtud de ello, “reificacién” quiere decir aqui una costumbre de pensamiento, una perspec- tiva que se fosiliz6 y se convirtié en habito, a partir decayaadopcion el sujeto pierde la capacidad de impli carse con interés, del mismo modo que su entorno pierde el carécter de accesibilidad cualitativa. Antes de continuar tratando Ia cuestién de si con esta def cionadlaratoriaesté dada una aplicacion del concepto de“teifcacion” stil para la actuatidad, primero debo tratar de justificar la premisa que le sirve de base, es decir, la tesis segtin la cual la actitud de “cura” posee una preeminencia no sélo genética sino también ‘conceptual frente ala aprohensin neutral del reali- dad. Enel siguiente paso quiero reformular la afr macién asi esbozada con la ayuda de otro lenguaje te6rico, xeemplazando cautelosamente el concepto heideggeriano de “cura” por la categoria hegeliana de “reconocimiento”, Por esta via, me parece posible fundamentar la tesis de que enlarelacién del hombre consigo mismo y con el mundo, una postura de apoyo, de econocimiento, precede, tanto enlo genético como eno categorial,a todas las otras acttudes Solo después de haber mostrado esto podré volver a la cuestiOn central acerca de cémo podemos retomar con sentido 521 pavicacion nla actualidad el concepto lukécsiano de ‘eificacién’ Sin embargo, como puente hacia la categoria de“reco. ‘nocimiento” quiero utilizar ahora una serie de pensa- ‘mientos de John Dewey, en los que las reflexiones de Luukécs y de Heidegger vuelven a formularse de manera distinta, En dos trabajos fascinantes, que aparecieron poco después de la publicacién de Historia y conciencia de clase, John Dewey esboz6 en el vocabulario de su propia teoria una concepcién de la relaci6n original del hombre con el mundo que, inesperadamente, se asemeja en varios puntos alas ideas de Lukacs y de Heidegger. Las reflexiones de Dewey desembocan en la afirmacién de que toda comprensién racional de la realidad esté ligada previamente a una forma holis- tica de la experiencia, en la que todos los datos de una situaci6n son accesibles cualitativamente a partir de ‘una perspectiva de compromiso interesado. Si segui- ‘moseste hilo de pensamiento lo suficientemente lejos, hallamos una justficacién no s6lo para la transici6n del concepto de “cura” al de “reconocimiento’, sino que también podemos demostrar la primacta de tal econocimiento sobre todas las actitudes cognitivas frente al mundo, 12 John Dewey."Afeaives Denke op. cit ppaup-asy “Qualitaves Deen op, pp. 9436 De LoEdcs A HEIDEGGER eWEY 153, ‘Como Lukics y Heidegger, también Dewey consi- dera con exteemo escepticismo la concepcién tradicio- nal segin la cual nuestra relacién primaria con el mundo es de confiontacién neutral con un objeto por conocer. Aunque para caracterizar esta doctrina no utiliza el concepto de ‘reificacion’,y tambien le resulta lkjano el pathos heideggeriano de la concepcién del ‘mundo en lo que rspecta ala materia, concuerda con ambos pensadores incluso en que la supremacia del modelo sujeto-objeto no puede dejar de tener conse- cocci para la comprensin gu soci tine de si misma: cuanto més tiempo ef pensamiento impe- rante se afere a la oposicién tradicional entre sujeto y objeto, mas fuerte seré el dato ejercido sobre nuestra praxis de vida social, porque cognicidn y sentimiento, teoriay praxis, ciencia yarte seguirén apartindose.” La fndamentacién que presenta Dewey para su critica al*modelo del observador” del conocimiento* resulta, claro esti, mucho més directa y menos complicada que lade Lukécs ya de Heidegger; sin digresiones de critica cultural, con la ayuda de argumentos tericoslingtis- 13 Ves, por sjmpltintroducién defn Dewey "Alves Dene’ opp. 14 Vease por ejemplo Jn Dewey, Di Sucke nach Geil, Frankfurt del Mains, pp. 7 ys tad. esp a usa dela crea exude a rela ere el conocimintyU acin, ‘Mésico, Fondo de Caltra Ezonémic, 2953). 54 | RecACON ticosy epistemolégicos, se propone mostrar que en el comienzo de todo conocimiento racional se encuen- ‘tala experiencia plena de sensaciones de un entomo {Pasivosa quienes no séosueniorno socal y fico, sino iébito de> LU REIFICACION COND LVI90 BEL BECORBCIMENTO BS también su vida interior, les debe aparecer como un ‘conjunto de entidades obeicas. Como podemos com. probar retrospecivamente, para Lukécsa“reficacion” sesentonces tanto un proceso como un resultados! ‘con la se designa el proceso de una pérdida, concre- tamente de le sustitucién de una actitud original correcta por otra secundaria, incorrecta,y el resul- tado de este proceso, es decir, una percepcién o una forma de conductareifcads. Hasta aqui hemos visto aque ay una serie de buenas razones para conjeturar laexistencia de una actitud previa de reconocimiento ‘© implicacién, por lo menos & lo que respecta al ‘mundo delas relaciones sociales; pero, eémo puede cexplicar Lukics el que se llegue a una pérdida de esta forma de conducta original, siésta etd supuestamen- te tan enraizada en a forma de vida del hombre? En Ja pregunta asi planteada reside la mayor dificultad aque debe enfrentar en el presente el intento de reac- tualizar el concepto de “teificacién’, pues, a diferen- clade Heidegger, que para esto puede remitir ala accién deformantede vsiones del mundo ontol6gicas, Lukes debe explicar ol proceso de tal pérdida mediante las circunstancias sociales mismas,es decir, mediante una red de précticas y de instituciones sociales, en las que, + Véase Georg Lobimann ndiferens und Geslicaf Eine kritiche Acinandercaung mit Mateo ie 86 | eciicacie por su parte, deberian manifestarse aquellasacttudes de reconocimiento, sCémo es posible explicar,enton- es, €l proceso de" eifiedcién’ como un proceso social si, por cierto, lo que se pierde mediante él posee un significado tan constitutivo para la socialidad del hombre que necesariamente debe expresarse en todos los procesos sociales? Para responder esta pregunta, a fin de cuentas en- ccontramos en Historia y conciencia de clase s6lo una respuesta que, por otra partes tan poco convincente ‘que Lukacs mismo la descarté mas tarde Segtn ella, tenemos que representarnos el proceso de reificacién precisamente como aquel proceso por el cual la pers- pectiva participativa original es neutralizada de ta ‘manera que acaba favoreciendo la finalidad del pensar objetivador. Se podria afirmar con Dewey que aquila reificacion no constituye otra cosa que la toma de distancia reflexiva por la cual, para los fines del cono-

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