a) Los diarios, la radio, la televisin son los vehculos ms groseros de la mentira. No solamente
nos alejan de los autnticos problemas - del "cmo vivir mejor?" que se plantea concretamente
cada da -, sino que adems nos empujan a identificarnos con unas imgenes prefabricadas, a
situarnos de manera abstracta en el lugar de un jefe de Estado, de una vedette, de un asesino,
de una vctima, en suma, a reaccionar como si furamos otro. Las imgenes que nos dominan es
el triunfo de lo que no somos y de lo que nos expulsa de nosotros mismos; de lo que nos
convierte en objetos a clasificar, etiquetar, jerarquizar, segn el sistema d ella mercanca
generalizada.
f) Carece de gran importancia que los roles o las ideologas puedan ser favorables u hostiles al
sistema dominante puesto que permanecen dentro del espectculo, del sistema dominante.
Slo lo que destruye la mercanca y su espectculo es revolucionario.
En realidad, ya est harto de la mentira organizada, de la realidad al revs, de las muecas que
imitan la vida autntica y acaban de empobrecerla. Ya ests luchando, conscientemente o no,
por
una sociedad en la que el derecho de comunicacin real pertenezca a todos, en la que cada uno
de nosotros pueda dar a conocer lo que le interesa gracias a la libre disposicin de las tcnicas
(imprentas, telecomunicaciones), en la que la construccin de una vida apasionante liquide la
necesidad de desempear un rol y de conceder ms importancia a la apariencia que a la
autntica vida.>>