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TEORÍAS ACERCA DE LA NATURALEZA DE LA LUZ

A pesar de la ingente labor de los científicos para contestar el interrogante ¿qué es la


luz?, la cuestión no ha sido completamente resuelta y aún se mueve dentro del campo de
las teorías.

Siguiendo el orden cronológico de aparecimiento, cinco han sido las teorías expuestas
para explicar la esenia de la luz; en su orden son:
a) Teoría emisiva o corpuscular. b) Teoría ondulatoria. c) Teoría electromagnética. d)
Teoría cuántica. e) Mecánica ondulatoria.

Teoría corpuscular

Aun cuando algunos filósofos anteriores al célebre físico Isaac Newton (1642-1727) ya
habían expresado conceptos acerca del carácter corpuscular de la luz, es
verdaderamente a éste, a quien se puede señalar como el primero en expresar en cuerpo
de doctrina la teoría corpuscular de la luz.

La historia de la óptica arranca en forma sistemática el siglo XVII, sin desconocer el


mérito y valor de los trabajos de Descartes (1596-1650) quien en su Dióptrica, obra
publicada en 1637, expuso ideas de significativo alar dentro de este campo, ya que sentó
las leyes fundamentales sobre fenómenos como: reflexión, refracción y propagación de la
luz en línea recta.

El pensamiento central de Newton sobre la naturaleza de la luz puede enunciarse así: de


los cuerpos luminosos se desprenden corpúsculos finísimos que se mueven siguiendo
las leyes de la mecánica y al tropezar con el ojo, producen la sensación de luz.

Según esta concepción de la luz, cada corriente de corpúsculos que avanza en dirección
radial al abandonar un cuerpo luminoso, constituye lo que llamamos, rayo luminoso. Los
corpúsculos, comportándose como esferas perfectamente elásticas penetran las
substancias transparentes y se reflejan en las superficies de los cuerpos opacos.
Aun cuando Newton expuso su pensamiento con respecto al fenómeno del color, la
formación del arco iris y la coloración de las láminas delgadas, apoyado en su idea
corpuscular, sin embargo el gran sabio reconoció la deficiencia de sus explicaciones, ya
que para interpretar tales fenómenos aceptó que era indispensable introducir ciertos
elementos de periodicidad. En esa dirección llegó a suponer que en ciertas
circunstancias los corpúsculos experimentaban "accesos de fácil transmisión y de fácil
reflexión".

Solo el prestigio de Newton y esa tan pronunciada inercia mental del hombre, que opta
por dejarse arrastrar por la influencia de la autoridad, antes de razonar por cuenta propia,
puede explicar el hecho de que la teoría se impusiera en forma integral durante todo el
siglo XVII, salvo honrosas excepciones como Euler, quien desde un principio se mostró
decidido partidario de la teoría ondulatoria.

Teoría ondulatoria

Fue Cristian Huygens, físico holandés (1629-1695) quien emitió una teoría
completamente nueva acerca de la naturaleza de la luz y en su tratado sobre la cuestión
afirma:

"Si la luz emplea cierto tiempo para recorrer una determinada distancia, resulta que este
movimiento comunicado a la materia en la cual se propaga es sucesivo y por
consiguiente se difunde como el sonido por superficies esféricas y ondas; y las llamó
ondas por su semejanza con las que se forman sobre la superficie del agua. cuando se
arroja una piedra, ondas que presentan un ensanchamiento sucesivo en forma de
círculos, aun cuando la causa sea diferente de las ondas luminosas y estén en una
superficie plana".

El sabio holandés en su tratado de la luz, publicado en 1690, imaginando una cierta


similitud entre el sonido y la luz, conceptuó que ésta era debida a la existencia de un
movimiento ondulatorio que se propagaba en un medio muy especial que llamó ·'éter".
Con base en su teoría, Huygens dio una explicación muy satisfactoria sobre la reflexión y
refracción de la luz y un gran triunfo se anotó cuando interpretó en forma clara y concisa
la extraña refracción del espato de Islandia, fenómeno que hoy conocemos bajo la
denominación de doble refracción.

En los albores del siglo XIX la teoría ondulatoria fue sabiamente impulsada por Tomás
Young, médico inglés, quien descubrió e interpretó el fenómeno de la interferencia, lo que
a la vez permitió explicar el extraño fenómeno observado por Grimaldi, o sea que en
determinadas circunstancias, luz más luz puede generar oscuridad.

El físico francés Agustín Fresnel, es el verdadero arquitecto de la concepción ondulatoria


de la luz. Partiendo de las ideas expuestas por Huygens, empezó por vincular el principio
de interferencia con el de difracción, en forma que llegó a expresar el estado luminoso de
un punto cualquiera, como la resultante de las acciones combinadas de ondas
elementales que parten de una misma superficie.

Fresnel se ocupó preferencialmente del fenómeno de la polarización descubierto por


Malus y como resultado de sus investigaciones introdujo para las ondas de luz un
carácter esencialmente transversal, en oposición al carácter longitudinal que inicialmente
les había atribuído Huygens.

Lo verdaderamente importante en la teoría ondulatoria es la introducción dentro de la


ciencia de un concepto tan importante, como lo es el de la energía, ya que en el
fenómeno ondulatorio no existe propagación de materia, sino propagación de un estado
de perturbación que en el fondo no es sino transmisión de energía.

Teoría electro-magnética

Hasta el momento de aparecer en escena la teoría electro-magnética de la luz, propuesta


por Maxwell (1831- 1879) la investigación en el campo de la Física se encontraba
dominada por una marcada tendencia mecanicista, ya que de acuerdo con la escuela de
Newton, todos los fenómenos físicos pretendían explicarse en términos de masa, fuerza y
movimiento.

Con base en las investigaciones de Oersted y Faraday, sobre las relaciones existentes
entre la electricidad y magnetismo, Maxwell elaboró su teoría partiendo de los siguientes
principios fundamentales:

a) Toda variación de un campo eléctrico genera un campo magnético y b) toda variación


de un campo magnético engendra una corriente eléctrica. Maxwell tuvo la feliz idea de
preguntarse, si no era posible que la transmisión de la luz se efectuara mediante las
vibraciones de un campo, o en otras palabras, como era su idea dominante, que la óptica
no se basara en la mecánica, sino en concepciones diferentes como sería asimilando la
luz a fenómenos electro-magnéticos.

Conocidas por Maxwell las relaciones entre corrientes e imanes, pensó, que en ausencia
de un conductor en el vacío o un dieléctrico cualquiera, las variaciones de un campo
magnético deberían engendrar fuerzas electromotrices que originarían corrientes que
denominó de desviación, las que deberían poseer cualidades análogas a las corrientes
ordinarias que circulan por los conductores y como ellas producir campos magnéticos y
fenómenos de inducción.

Con la finalidad de calcular la velocidad de propagación de las perturbaciones


electro-magnéticas en el vacío, estableció una relación entre la unidad magnética y la
e1ectrostática, llegando al sorprendente resultado de 300.000 km/s., cifra que ya se
conocía para la velocidad de la luz. Desde este momento identificó las ondas elec-
tro-magnéticas como de longitud de onda extraordinariamente corta.

Quince años más tarde Hertz, utilizando un sencillo circuito oscilante logró producir ondas
de corta longitud de indudable origen electro-magnético y demostró que poseían todas
las cualidades de las ondas luminosas, como las de reflejarse, refractarse e interferir, etc.

En síntesis Maxwell asimiló la luz a un fenómeno electro-magnético y para su


propagación esta clase de ondas no exigían la existencia del tan discutido éter.
Teoría cuántica

La teoría ondulatoria bajo la forma de ondas electro-magnéticas, pareció derrotar para


siempre a la clásica hipótesis corpuscular hasta el punto que Hertz exclamaba: "La teoría
ondulatoria no es una teoría, es una certeza".

Investigando el físico alemán Planck, la forma como se distribuye la energía en la


radiación de un cuerpo negro, problema que venía preocupando a destacados científicos
sin que se llegara a una solución completamente satisfactoria, en un acto de rebelión,
cuyas consecuencias estaba lejos de calcular, introdujo para la energía una estructura
granular, afirmando que toda variación de energía debería corresponder a valores
múltiplos de una pequeña cantidad, que hoy se conoce como la constante de Planck o
cuantum elemental de energía h); en otras palabras su postulado fundamental conducía a
concebir la energía como la naturaleza discontinua.

Hacia 1905, investigando el sabio Einstein, las leyes que regulan el fenómeno
fotoeléctrico, esto es, la expulsión de electrones de un conductor por la acción de la luz
que incide sobre él, halló que el problema no tenía solución o interpretación si se
consideraba la luz como de naturaleza ondulatoria. Dando un salto al pasado y con base
en los trabajos de Planck, tuvo la genialidad de considerar la luz como de estructura
granular es decir, constituida por corpúsculos esta vez de energía y no de materia como
los de Newton. A estos gránulos, siguiendo la expresión introducida por Lewis, los
denominó fotones.

Mecánica ondulatoria

No obstante el enorme impulso que la teoría cuántica dio al problema de la luz, sin
embargo la cuestión no quedó del todo resuelta sino que antes bien, surgieron nuevos
hechos desconocidos, lo que hizo exclamar a Eddigton: "cuando agregamos algo a
nuestro conocimiento, lo pagamos agregando algo a nuestra ignorancia".
Ante semejante estado de cosas, el físico francés Luis de la Broglie, en su tesis de grado,
presentada hacia 1923 en una concepción genial enlazó de manera prodigiosa las dos
teorías reinantes y como síntesis de sus investigaciones llegó a la conclusión de que en
verdad la luz participa de una doble naturaleza: ondas y corpúsculos, son dos caras de
una misma realidad.

Al corpúsculo hubo necesidad de asociarle una onda y este enlace quedó formalizado por
las estrechas relaciones que advirtió entre magnitudes mecánicas como energía y en
cuanto a magnitudes ondulatorias, como frecuencia y longitud de onda. La luz, en estas
condiciones consistiría en un enjambre de fotones que ondulando se propagan en el
espacio. Esta, es en el fondo la idea de la mecánica ondulatoria; de la fusión de onda y
corpúsculo ha nacido la Ondícula.

Preparado por HECTOR ALONSO MELGAREJO

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