rboles, las flores, las mismas montaas, queriendo dialogar con el cielo, se
purifican y se hacentan profundas?.. La barca que conduca a Anachu haca el
rito despertaba las aguas del lago. Unaleve brisa irisaba la superficie
tranquila, donde pareca que el arco iris convertido en pedazos. Floraba al
capricho del viento. La barca avanzaba, seguida por muchas canoas, y el
cuerpoDe la mujer indiana pareca una estatua de oro; tal brillaba su cuerpo, sus
largos pendientes y
susb r a z a l e t e s , q u e a l c h o c a r p r o d u c a n u n r e t i n t n , s o n o r o c o m o
s i m i l c a m p a n i t a s e s t u v i e s e n anunciando su fiesta triunfal .La maana era
hermosa y propicia para aquel acto imponente y salvaje. El rito exiga el
sacrificiode ella., elegida como esposa del Sol, luego, que hubiese
sumergido en las aguas su cuerpoagrado; despojada de esa envoltura
humana, podra emprender un viaje sin ruta a las regionesdonde moraba
el Dios, y all, en un trono fulgurante de luz, sera la reina de todos lo s
mundos ypodra mirar sus rostro moreno en el espejo luminoso del lago.Mientras
Biach diriga su barca, en la que penaba rescatar a la indiana, pensaba en que la
luchasera dura, pero solamente l sera capaz de abatir a todos esos hombres, su
coraje, su voz y susangre impetuosa, seran suficientes para triunfar
gloriosamente, llevando a la postre en susbrazos el cuerpo desfallecido
pero palpitante de Anachu, y ya lejos de todas las furias, ms allde
las montaas azules, a orillas de un ro rumoroso, y claro levantaran su
rancho para ella.Cuando Biach fue divisado, una enorme algaraba se
form alrededor de la barca sagrada. El d i s p a r a b a s u a r c o
vigorosamente, y ya cuando la victoria le sonrea y empezaban a
h u i r l o s guerreros, sorprendidos y atnitos, u na flecha le atraves el
corazn. An con vida, alcanz allegar a los brazos de Anachu, y los dos se
consumieron, dejando sobre las aguas impasibles unahuella eterna de oro y
sangre