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SOBRE EL PROBLEMA DEL TEXTO Y EL

PROYECTO EN ARQUITECTURA.

Cuando se entiende en general la arquitectura a


través de sus procesos o de sus resultados, hablamos
de diferentes maneras de acceder al problema
de lo espacial, cuando se menciona que “la
arquitectura hace hablar al espacio”, o que “el
espacio habla cuando la arquitectura apunta a
organizar su propia representación del espacio”
debemos distinguir en primer lugar cual es el espacio
de la arquitectura, que distingue ese “espacio” de lo
arquitectónico de otras manifestaciones culturales.

Es difícil definir hasta que punto los arquitectos


abordan su problema desde posiciones diferentes a la
que toma la arquitectura como un simple trabajo de
técnica, y más cuando lo técnico se entiende como un
problema constructivo (no hay sino que ver que los
proyectos se corrigen como si fueran edificios que
representan un edificio real, o correcciones tipo
sena) , aún en el ámbito de la academia confundimos
muy fácilmente el campo de lo constructivo (el
edificio) con el campo del proyecto (el papel con sus
trazos, los modelos). Es este uno de los principales
problemas conque debe enfrentarse quien genera un
espacio arquitectónico y no un edificio, si bien
entendemos que ambos participan de los mismos
elementos 1.

En cierta medida el proyecto arquitectónico se


origina con algunas de las características básicas:
1
Ya Borges y Bioy Casares definirían algunos de estos elementos de lo arquitectónico en el
hombre moderno a través de un nombre de autor H. Bustos Domecq, con el cual satirizan
la arquitectura y sus monumentos: “muro, ventana, puerta y piso, constituyen a no
dudarlo, los elementos básicos del habitat del hombre moderno”
acontecimiento de sentido en un momento específico,
creación de un nuevo sentido sobre otro, suspender
sus referencias inmediatas desplegando otras,
entendiendo un espacio virtual sobre el cual se
instala (características de la metáfora), desplegar un
mundo, o abrir el campo de referencias al cal no
enfrentamos.

Entender el problema del proyecto como un


problema de fijación, aparición del sentido, sobre este
campo que es el de la arquitectura, empezando a
formar entonces por esta suerte de juego que
compartimos en la vida (lo Hermenéutico en
Gadammer), sus relaciones con el texto, y con el
discurso tal como las viéramos en Ricoeur2, y más aún
con la posibilidad de desplegar un mundo o mundos
para aquellos que pueden entender lo que es dicho
por el proyecto, por el dibujo o el modelo.

El tema espacial de la arquitectura está


codificado, ya sea mediante el dibujo en el proyecto o
por las referencias que su autor logra “cifrar” sobre la
historia de la arquitectura en sus dibujos, sobre los
cuales hay un acceso menor por su ilegibilidad para
quienes no participan de su código o su contexto (y de
aquí su afinidad con el texto escrito), algo se
“escribe” en el proyecto, el sentido es fijado,
espacializado, pero al mismo tiempo que inscribe un
mundo, la arquitectura despliega en sus formas el
espacio, espacio real y al mismo tiempo espacio
virtual, aquel que contiene a los otros.

2
Paul Ricoeur Hermenéutica y acción, Capítulo II, “La metáfora y el problema central
de la hermenéutica”.
El discurso se fija como texto, como obra
acabada desapareciendo de él su autor (su
intencionalidad o sus contenidos síquicos), y aunque
este pueda ser rastreado al interior del proyecto, sólo
lograremos llegar al proceso de creación mediante la
explicación3 que el arquitecto nos hace de su
proyecto, este ya es independiente de lo intencional
(volvemos con el problema del texto en Ricoeur), de lo
síquico, tan sólo accesible por la interpretación.

Esta es la primera metáfora, el proyecto como un


texto, y también la primera diferencia en el campo de
lo arquitectónico entre el edificio y el proyecto,
aunque el proyecto se libera de la intencionalidad
mental de su autor, y tal como el libro “esparce
caminos por el mundo” , el edificio vuelve a participar
de su autor directamente, en las decisiones
constructivas los caminos abiertos por el edificio son
menores a los abiertos por el texto — proyecto, la
referencia a un mundo posible se torna en ostensible,
limita, tal como las palabras del diccionario limitan su
campo semántico al participar del contexto4.
El edificio se vuelve entonces situación común
para interlocutores, se vuelve lo real, esa es la gran
carga del proyecto – edificio, al ser considerado
contenedor de lo real, 5 definiendo su especificidad en
el tiempo y en el espacio, lo tornan discursivo,
unívoco y terminado, finito en la experiencia sensible,
de las referencias a un lugar topológico(tu y yo
hablamos bajo el arco de aquella iglesia románica, y
3
Paul Ricoeur. Ibid pg. 36.
4
Ibid pg. 32.
5
y aquí se podría pasar a Lacan cuando estudia ¿Que es un cuadro? en su
libro 11 del seminario y nos propone una realidad marginal a la “pantalla”,
ofrecida por el autor, o de Eisenman cuando en su “la arquitectura como
segunda lengua” nos habla de la especificidad de tiempo y espacio, o del
edificio “contenedor” de lo real.
no como aquel lugar en que tu y yo podemos hablar
de Serres, se borra la aparición de un mundo
reemplazándola por lo situacional , lo especifico
formal), se pasa a un lugar tipológico (entendiendo el
tipo como el marco de referencia sobre el cual se
aprecian diferencias formales de un objeto6, que en
arquitectura han funcionado sobre uso, forma,
estructura, espacialidad, etc. ese es su tema.),
variaciones formales sobre un tema o situación y no
como estructuración de mundos posibles.

Mientras que el edificio es la referencia ostensiva


más fuerte, por ser contenedora de las otras
referencias ostensivas (para quien lo habita el edificio
parece ser un medio natural, sin origen específico), el
proyecto puede liberarse para desplegar en sus
formas el verdadero espacio de la arquitectura, no
sólo el real, sino el imaginario, desplegando
mundos y no plegándolos como el edificio.

Este es el primer y gran obstáculo al tratar el


problema de la arquitectura en la academia, cuando
sus procesos se refieren siempre al proyecto se habla
de un tiempo porvenir, un futuro, que en sus aspectos
técnico — constructivos se considera presente, el
acontecimiento del sentido es pasajero, huidizo7, en
ningún caso se puede referir al edificio como hecho
material como “mostrativo”, (también se usa la
expresión proyecto construido) como un presente
para darle acabados en el Sena, y no como posibilidad
de abrir caminos como debería ser el papel de la
universidad.

6
José Ignacio Roca, pg, 65 Ensayo General, catálogo de la exposición ensayo general,
Banco de la república 1995.
7
Ibid. Tal como lo fuera el discurso.
Sin embargo la metáfora no parece completar el
círculo correspondiente a su origen, no es cierto que
el proyecto sea como lo escrito. ¿cual es el código que
nos permite acceder a esa estructura de lo narrado
del texto arquitectónico?, ¿cual su gramática?, ¿Es
quizá el comercio de la imagen?, ¿La economía
sígnica?8. No es claro.

Es un problema aún más confuso cuando la


mayoría de los arquitectos se aferran a conceptos
como el habitar (que es siempre usado tan
vagamente que ya no parece tener significación
alguna), o al problema de lo perceptivo (y con esto el
conocimiento) en la “realidad”, proclamando a Hestia
la vencedora sobre Hermes, allí donde deberían estar
sin excluirse.

¿Como enfrentar una arquitectura sin


exclusiones? ¿una arquitectura del intercambio?,
¿como expresar un espacio sin exclusiones, fragtal
(Fragtus)?. Tal vez es necesario reconocer la
importancia que toman elementos como la invasión
mediática9, el valor de elementos como la abertura y
la transparencia10, enfrentados a la clausura y la
exclusión, abordar el problema del panorama
impuesto por nuestros medios de transporte (ya
iniciado por Serres) y enfrentado al espacio paisaje
articulado por un espacio común, reconocer el espacio
como recorridos posibles11.

8
Y empieza aquí la manifestación de Hermes como protector del intercambio, del comercio,
así como la referencia a Ferrán Lobo que después de Jaime Rubio empezamos a mirar por
encima del hombro.
9
Explorada por Virilio en su “Tercer intervalo”
10
como logro estético y político. eliminadora de la diferencia individuo - sociedad,
antijerárquica.
11
Como se plantea en el texto sobre los espacios preposicionales de Jaime Rubio.
Las posibles metáforas que se deberían emplear
para enfrentar el problema del espacio en la
arquitectura desde este punto de vista son en su
mayor parte extraídas de otras artes visuales.

En primer lugar la retícula, “una conveniencia


que estabiliza el espacio” en palabras de Sol Le Witt,
todos los puntos de una malla presentan igualdad
tensional, eliminando el problema de la jerarquía, con
ello la estabilidad aparente del espacio sobre el cual
se instala el proyecto, que es portador de sus propias
jerarquías, el tejido y la red, con sus elementos
lineales12, estructuradores ya no de una realidad
objetiva (no describen los objetos puestos en su
marco “real”) sino en un espacio capaz de
contenerles a unos y a otros, permitiendo armar el
espacio desde las relaciones entre elementos.

Explorar los contenidos entorno al espacio en


términos de simultaneidad y continuidad, ya no en
términos de función, si hemos de inscribir la vida del
hombre no hablaremos de función, de
acontecimiento, discontinuando lo que es simultáneo,
la palabra simultaneidad, la duración en pro de la
desaparición de la acción (que en algún punto se
tornó de las acciones humanas mejor de lo que son
en Aristóteles a unas pocas significaciones sin tiempo,
dormir comer, pensar ¿Cuando?). el florecimiento del
instante, lo continuo, el acontecimiento, la duración
que nos sumerge en la corriente del sentido ya
no en esquemas de dormitorio, cocina, área húmeda y
seca.

12
También trabajado por Lacan en su seminario, libro 11 al hablar de la línea y la luz como
las definidoras de lo visible, lo real.
El espacio del proyecto representado tal como
en las prisiones de Piranessi, con las características
propias de un sueño: “La negación del tiempo, la
desnivelación del espacio, la levitación sugerida, la
embriaguez de lo imposible reconciliado o superado,
un terror más cercano al éxtasis de lo que piensan
aquellos que desde afuera, analizan los productos del
visionario, la ausencia de lazos o contactos visibles
entre las partes o los personajes del sueño, y ,
finalmente, la fatal y necesaria belleza” 13, esto es
recuperar el contenido del sueño como imagen, como
texto abierto a la interpretación, RECUPERAR LA
FUERZA DE LA IMAGEN EN EL PROYECTO.

Abordar el problema de los elementos


arquitectónicos desde la serialidad, es decir definir
los diferentes puntos de vista sobre un
acontecimiento u objeto, que están relacionados entre
si y se suceden unos a otros, en la serie, el orden
espacio / temporal de la obra se extiende
alargándose, fragmentándose, sin perder
definitivamente un ritmo y unas relaciones de sentido,
implicando la noción de proceso, de paso en el tiempo
de un estado a otro en una superficie (procedimiento
explorado por Josef Albers en su Homenaje al
cuadrado.)

Cambiar la perspectiva cónica, el punto


luminoso14 por el collage, el ensamblaje, donde
aparecen elementos de distintas procedencias
interrelacionados sobre una superficie, colisionando
tiempos conceptos e informaciones, en contra de la
linearidad de la obra tradicional, homogénea y

13
“Marguerite Yourcenar, El negro cerebro de Piranessi.
14
Lacan, opcit.
conexa, el ensamblaje produce un texto para el cual
se debe proceder desde la diferenciación, y no ya
desde la unificación, generando en quien lo especta la
capacidad de construir sus propios modelos de
comprensión, conexión y lectura, entendiendo estos
como elementos que participan en el panorama.

Entender el proyecto como un modelo de


realidad, que al igual que un túnel de viento o
modelos físicos como el planetario permiten simular,
comprender y propiciar posibles transformaciones (de
articulación de la realidad), modelo de realidad que
no es la materia como tal, sino una presencia, una
manifestación que requiere atención, suscita nuevas
lecturas, “ofrece una realidad para armar”. Con un
espacio que es generado por él mismo y en ningún
caso representación de algo “más real”. Entender el
poder transformador de lo imaginario.

Analizar el habitar como un entender,


sumergirse en la corriente del sentido, aislando sus
contenidos de los de la percepción, entendiendo el
sentido de la materia, así como el poder simbólico ,
metafórico de esta.

Entendido un sujeto x en un edificio x sin arquitectos


de por medio
1. Primer punto distinguir de que estamos hablando, de intercambio, de
HERMENÉUTICA (siempre del círculo hermenéutico, de este
“juego” para Gadammer), no de EPISTEMOLOGÍA es decir de
comunicación y no de conocimiento15’ 16, de Hermes y no de Hestia, cuando
algo algo es percibido es “conocido” pero no necesariamente
entendido, es sobre esta base que se establece la realidad o veracidad de las
cosas que nos rodean para podernos comunicar con los otros debemos tener
puntos en común “coordenadas” que denominamos lo real, en esto se
fundamenta el discurso17 en referencias ostensibles.
Cierro el edificio es en todo caso una referencia ostensible puesto en el círculo
hermenéutico mejor en términos hermenéuticos como lo es toda percepción
que fundamente un diálogo.

2. Hasta donde se puede leer un edificio:


Esta noción de lo que es Hermenéutica (comercio, frontera) aleja el habitar de
leer, cuando algo se lee hay interacción, intercambio, movimiento, leer es el
principio de lo hermenéutico (código, mensaje, ...) uno no emite:
estoy habitando, el edificio no dice: “habítame”, cual es
entonces ese mensaje que es transmitido, cual el objeto de intercambio.

Podría decirse que en el edificio y en todo objeto puedo leer de un sentido o


de una esencia (heideggerianos) de una manera de participar en algo muy
confuso que decimos habitar, de una manera de ser habitado. Se relaciona
uno con la materia y eso vuelve a ser ostensivo con la puerta, la
ventana, la escalera con los elementos de la arquitectura de una manera
particular, pero ¿eso es Hermes llevando un mensaje?
15
primera cita el título: “La metáfora y el problema central de la
hermenéutica”
16
conocimiento científico, lo que se establece y trata de funcionar como norma
17
pg. 39, “En el lenguaje hablado aquello a lo cual en última instancia un diálogo hace
referencia es la situación común de los interlocutores, es decir, los aspectos de la realidad
que podemos señalar con el dedo; decimos entonces que la referencia es "ostensiva"
pg. 52, “lejos de afirmar que en tal caso el texto carece de un mundo, ahora diré sin paradoja
que sólo el hombre tiene un mundo, y no solamente una situación. De la misma manera que
el texto libera su significación de la tutela de la intención mental, libera sus límites de la
referencia ostensible”
¿eso es hermenéutica? mejor aún, ¿eso es
habitar? y me devuelvo si, algo hay de habitar pero no de texto
leer es captar un
hermenéutico habitar también es conocer, pero
mensaje que no es una condición para habitar ,
estas relaciones de sentido o de esencia son condicionantes o condicionadas
desde y para un mundo específico18 19 y en ningún caso son habitar el mundo,
por que habitar no es un mensaje ni es recibir mensajes es poder armar sentido
desde las cosas.

habitar no es una condición hermenéutica la


hermenéutica es una condición capitalista es estudiar el intercambio, el
paso de Hermes que es el triunfador de la historia.

Difiriendo significado de sentido.

Habitar es entender el sentido en la materia.

Sin embargo el edificio no solo es lugar de episteme sino también un


lugar de Hermes ¿donde? en su potencia como símbolo, como metáfora,
como portador de significaciones posibles extramateriales.

3. ¿Por que ya no podemos habitar el mundo?, por que


hemos perdido nuestro lugar en el mundo, el sentido, esto se ha
convertido en léxico, en imágenes sacadas de la corriente del tiempo, en
inteligibilidad de las relaciones entre el mundo, las cosas y el hombre, en
conformidad entre lo visto y los principios lógicos que guían a las ciencias, nos
hemos vuelto sujetos dentro de una sociedad científica. Si podemos decir esto
es porque somos conscientes de que hubo un tiempo (había una
vez) en que el hombre habitaba, pero lo hemos olvidado, para convertirlo
en un no – habitar consecuencia de este habitar original..
Si bien queda establecido que somos seres alfabéticos, amarrados a una
cultura tecno — científica que solo valora lo que es hecho entorno de sus
18
pg. 35, El absurdo lógico crea una situación en la cual tenemos que elegir entre ya sea
preservar la significación literal del sujeto y del modificador, y concluir entonces en el
absurdo de la frase entera, o entre atribuir una nueva significación al modificador, de forma
tal que la frase en su conjunto adquiera sentido
19
Ferrán Lobo pg. 78
principios, no deberíamos recuperar desde el lenguaje20 esa relación con el
mundo que nos sumerge en el sentido , no dominar o entender sino tan solo
estar con el mundo y desde el mundo, en donde se determinaban
unos puntos de orientación y ubicación preconceptuales sobre las regiones de
la realidad (prefilosóficas, preescritura, prealfabéticas).

26. La acción, hemos reemplazado la función por la acción, pero


tenemos claro que es esta, cada vez algo menos, se ha vuelto “la expresión de
un tiempo que se repite”, acontecimiento, “trae consigo una significación que
no parece desarrollarse en el tiempo21”, la acción es tan solo
un pretexto para fijar un mundo tal como lo fue la
función para los modernos, si la arquitectura se vuelve escenario, telón de
fondo de la acción, pierde su fundamento como mapa de lo real, como fijación
del cosmos desde el sentido, la escena (aparte de ser representativa) corta lo
fluido fragmenta la continuidad de lo vivido, la duración. LA acción de los
hombres no debe estar por encima de sus geometrías, entender el espacio desde
la posibilidad de desplazarse desde el cuerpo, (el cuerpo es nuestra arca de Noé
primera).

¿La arquitectura? reconstruir el cosmos desde


el lenguaje para hacerlo nuestra habitación.
Quedan aún muchos campos de exploración: ¿Como se fija lo arquitectónico?,
que papel cumple la expresión del arquitecto, así como los elementos de la
arquitectura, explorar los modos de representación que se nos ofrecen,.
distinguir lo específico de la arquitectura que la diferencia de otras
manifestaciones, entender como funciona lo imaginario en la arquitectura,
clarificar sus modos de operación etc. Dudar de la institución.

Todo pasa.

20
Entendido desde Humboldt.
21
Cioran.

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