Parte medular de la obra de Hegel es el uso de la Razn como muestra de un Espritu que
trasciende al hombre y que dirige su derrotero. Es en s misma la sustancia de la vida. Este
Espritu es la voluntad divina. Sin embargo, es algo que, como ya lo escribieron Vico y Kant,
no logramos entender en su totalidad slo lo vemos a travs de la inteligibilidad que aporta el
estudio filosfico histrico, que no la historia misma y ms precisamente el estudio
sobre la Historia Universal:
Pero el nico pensamiento que aporta es el simple pensamiento de la razn, de que la
razn rige el mundo y de que, por tanto, tambin la historia universal ha transcurrido
racionalmente.Esta conviccin y evidencia es un supuesto, con respecto a la historia
como tal. (Hegel, 1997:43)
Ahora bien, como podemos leer, Hegel (1997), introduce o matiza el devenir histrico
como parte del desarrollo del Espritu pero con cierta libertad del hombre. Al respecto, la
tesis de Collingwood (2010, 184-194), sobre esta idea hegeliana, explica que el pensamiento
nunca se da in vacuo, sino en los hombres, y por lo tanto el uso del razonamiento sera su
mejor elemento, porque si actuaron as o, de otra manera se debi a la circunstancia
imperantes: el hombre acto razonadamente, apesar de que pareciera una contradiccin o
un arrebato. En dado caso, deberamos ver esta situacin como algo nuevo en el proceder
de los hombre pero no como un subterfugio de nosotros tratando de evitar el camino del
Espritu, ni como algo que no est impregnado de razonamiento. Son al fin y al cabo las
astucias de la razn.
BIBLIOGRAFA