Escritura.
Entonces ellos dos les contaron lo que les haba pasado en el camino
y cmo reconocieron a Jess cuando parti el pan.
Sin esperar ms, con el corazn que les arda en el pecho, volvieron a
Jerusaln para contar lo que les haba pasado en el camino y cmo lo
reconocieron a Jess cuando parti el pan.
No nos damos cuenta que Jess est a nuestro lado. Y por lo tanto
no tenemos el ardor que nos empuje a ser apstoles. De veras tenemos
poca fe o la fe ya no ilumina nuestro corazn. Es como si la fe no
fuera una relacin vital para nosotros.
Slo una autntica conversin, que nos abra los ojos para reconocer al
Seor, nos dar un corazn nuevo y un espritu nuevo.
El camino recorrido
Conocer al hermano
Tendremos que rezar mucho para que el Seor nos conceda esta
gracia. Ser necesario trabajar, compartir, reflexionar mucho para que
esto madure y abra un camino verdaderamente enriquecedor en
nuestra Iglesia. La Virgen de Urcupia sea nuestra Maestra.